Durante generaciones, hemos ido siguiendo las mismas rutas que los primeros iniciaron, trasmitiendo nuestras costumbres y nuestra forma de ver el mundo de unos a otros, pues la dedicación en nuestra forma de vida era el legado mas duradero que dejaríamos para nuestros hijos.
Mi hermana llevaba el carro, preocupada mas en la algarabia de la fiesta de llegada que de los caballos:
-Nadril: ¿aun no puedes esperar a llegar no?
Shani directametne no me prestaba atención sino que miraba a uno de los jovenes cazadores, casi absorta. Aun recuerdo como una sonrisa se esbozo en mi rostro al comprender que mi pequeña elfa se estaba conviertiendo en una mujer. Ese instante, duro solo unos segundos, pero cuando se percato de mi presencia, sus mejillas se tornaron fuego.
- Nadril: como no mires el camino vas a estrellar la carreta *dijo mientras reia profusamente*
Ella se quedo mirando sin decir nada, y tras unos leves segundos, me dijo:
- Shani: esta noche sera la fiesta de llegada verdad? *no se atrevía todavía a mirarme y sus mejillas seguían rojas, por lo que no sabía que ocurría*
Nadril asintió al tiempo que volvía a mirarla y le decía:
- nadril: ¿que te ocurre?
En ese momento Shani comenzó a tocarse las manos yrmblorosas, que le comenzaban a sudar y me dijo:
- Shani: podrás traerme unas flores de artemisa *paro por unos instantes para mirar al joven cazador, y me dijo avergonzada* deseo hacerme una corona de flores por si decide sacarme a bailar *dijo mientras seguía su silueta perderse en el horizonte del bosque*
- nadril: habreis llegado para cuando regrese con las flores
- shani: por favor *dijo mientras agarraba mi capa como había hecho de niña tantas veces*
-nadril: esta bien, pero tenme la comida lista para cuando llegue.
Tras eso, Nadril marcho en busca de las flores de artemisa, aun sin comprender como su hermana tenía esa capacidad de convencerlo para hacer cualquiercosa que ella deseara. Durante largo rato estubo vagando por el denso bosque, mientras este pàrecía cerrarse a cada paso que daba, mientras la oscuridad iba coronando la tierra y los negros cuervos iban cubriendo los margenes del camino.
No hube andado mucho ams rato, cuando un hedor pútrid y nauseabundo vino a mi, inundando el bosque de excremento de trasgo.
Nadril solo tardo unos segundos en encontrar su rastro y su dirección, rumbo hacia el corazón del bosque y a su pueblo, así que con el arco en la mano comenzó a correr hacia el campamento, asustado de lo que encontraría, mientras una esperanza que mas parecía un ruego recorría su mente. En ese instante un solitario cuerno de batalla inundó los oscuros pasajes del bosque, pero duró tan solo un instante, como una llama que se apaga demasiado pronto, ya que conforme la fría luna apareció entre las ramas un silencio sepulcral inundó el lugar.
Las proximidades del campamento estaban inundadas por una luz amarilla, los carromatos y los animales adían como una pira macabra en medio del campamento, una realidad tan atroz, que incluso la propia mente de Nadril pidió despertar de esa pesadilla, pero no hubo respuesta, solo una densa bruma que llenaba el lugar, amanando del interior mismo del bosque, pero donde estaban los lobos, las aves, los ciervos o cualquier otro animal, y donde estaban los suyos.
Conforme el tiempo pasaba, Nadril iba desesperándose aún más, y comenzó a gritar el nombre de Shani, con la esperanza de encontrar a los suyos. El bosque cada vez era mas oscuro y denso, así que encendió una antorcha y continuó avanzando por el sendero, hasta que la consistencia del suelo cambio a blanda, era como si andase un lodazal, o eso creía, pues pronto el hedor a excrementos, visceras y trozos mutilados de trasgos, llegaron hasta él y al iluminar lo que pisaba, vio el suelo como si fuese un manto asqueroso.
Mi corazón dio un vuelco, lso mios debían andar cerca, ellos los han matado, pero la ilusión duró poco, pues al llegar a un pequeño claro, escucho como unas pisadas se iban acercándo lentamente, y al girarse, la vió, pequeña y fragil avanzando junto con la bruma, era su hermana y por unos instantes su corazón se llenó otra vez.
- Naril: Shani que ha ocurrido, donde has estado? *dijo nervioso mientras se acercaba a ella*
Por su parte Shani no emitió ni un sonido, solo avanzaba hacia el con la cabeza baja, y detrás de ella, venían el resto, aunque sus pasos eran extraños y distorsionados, como si fuesen semiarrastrando sus pisadas, algo que ninguno de sla tribu hubiese hecho.
Fue en ese momento cuando la luna ilumino brevemenete el claro, y de entre la niebla pudo ver como toda su tribu, ahora grotesca ypútrida salía a su encuentro.
El alma de nadril se hacía trizas conforme el cadaver de su hermana se aproximaba, y fue en ese momento cuando una rabia como ninguna otra, recorrió su corazón, apoderándose hasta de su mente, y con una frialdad casi demencial, comenzó a destrozar los cadaveres de su familia, de sus amigos y de su pueblo, a la mañana siguiente, el era el último de los Alces verdes.
