Historia de Osmund Reaper

[Canduterio]

Nombre: Osmund Reaper
Clase: Guerrero probado, Maestro de armas y Experto.
Sexo: Varón.
Edad: 25 años
Región Natal: Camino Dorado ( oeste de Damara) en la zona fronteriza con las tierras de la horda, y acceso comercial al imperio Shou.
Idiomas Hablados: Común, Damaro, Enano e Infracomún
Oficios Conocidos: Leñador.


Historia Premarca: Orígenes.

Osmund vino al mundo hace 25 ciclos solares completos, en el seno de una familia de gran tradición militar. Su padre heredó la responsabilidad de su abuelo, y actuaba como jefe de un clan militar de la frontera con las tierras de la horda.
El fundador del Clan, es el propio abuelo Pyotr Restrepov, un hombre que sobrepasaba los 2,20 m de altura, un auténtico Jotunbrud (descendiente de gigantes) decían sus conciudadanos y que pronto destacaría en el uso de una herramienta de labor agrícola, una guadaña, con la cual imponía el terror en el corazón de sus enemigos, al decapitar a la mayoría de un solo tajo.
Su fama se hizo eco en un noble local, que le ofreció un título nobiliario menor de caballero, y lo puso al frente de un pelotón defensivo, para contener las oleadas de los salvajes pieles verdes, y también para controlar el tráfico de mercancías del camino dorado,que une Karatur, con Damara.

En poco tiempo Pyotr mejoró su posición y accedió a un título de Castellano, erigiendo una fortaleza de piedra para controlar mejor su territorio. Si lo hizo a través de cobrar impuestos al renovado tráfico comercial o por presiones e intimidaciones a los sufridos mercaderes nunca se sabrá. Lo que si quedó claro fue que su gran fuerza física y pericia para decapitar de un tajo hizo que en la región todo el mundo lo conociera como Pyotr “Reaper”, el segador.

Osmund es el tercero de 6 hermanos, y no tiene ninguna posibilidad de heredar el cargo que ostenta su padre. Más reservado que sus hermanos mayores, más metódico y observador, progresó en la lucha imitando a su abuelo, fruto de lo cual, a la edad de 18 años, su abuelo, ya decrépito y enfermo le entregó su propia arma. Un arma que según la cual al poseer la rabía de Pyotr intimidaba y estremecía a sus rivales (Unión Antinatural)

Viendo las limitaciones de su tierra natal, y siendo consciente de que no tenía posibilidades de promoción social, decidió emprender rumbo a las tierras más cálidas y ricas de la fachada occidental de Faerún. Durante un par de años anduvo practicando y mejorando su técnica de combate en Ämn y Aguas Profundas, allí entró al servicio de un acaudalado comerciante de vinos y especias. Fruto de ese servicio aprendió mucho de la depravación que se expande por las ciudades y de la debilidad de la naturaleza humana.

Durante un servicio de escolta, en zona cavernosa próxima a la Gran Carretera al Norte de Aguas profundas. Se produjo una trifulca con lo que parecían gnomos de tez oscura, y en el trascurso de la misma, Osmund calló knockeado por un golpe de martillo en la nuca. Cuando despertó estaba maniatado, y en una carreta pequeña, sorteando un laberinto de ostáculos en la zona superior de la infraoscuridad. Esos svinerflin, resultaron ser un grupo de bandidos muy organizados, que había confiscado el cargamento de especias y vinos, así como a algunos combatientes, y que pretendía vendernos como esclavos en la zona conocida como Puerto Calavera.

El destino nos llevó a ese infesto lugar, lleno de bafotauros, y nos pusieron precio. Todas las despreciables razas que allí moraban se comunicaban con una lengua gutural, y extraña. Idioma que tuve que aprender para poder acatar órdenes. 1 año de mi vida trascurrió como esclavo protecctor en esa ciudad. Mi dueño un repugnante Derro, pretendía vender un lote completo de esclavos a un casa menor Drow de la ciudad de Ched Nassad. En el tránsito de Puerto Calavera a ese asentamiento de elfos oscuros nuestra expedición fué asaltada por un grupo vigía Drow, entre la confusión mi dueño pereció y yo aproveché la ocasión para escapar.

No recuerdo el tiempo que anduve solo por la antípoda oscura, pero sí recuerdo muy bien, que fue gracias a un yelmo, con extrañas lentes, permitía ver.
Mi paso y camino fue interceptado por una patrulla de vigilancia de svinerflin de la ciudad de Blinlendita la que me guió, me alimentó y tras pasar un largo interrogatorio, decidieron guiarme hasta la superficie.

La aventura por la infraoscuridad, me dejó un amargo sabor de boca, aunque adquirí muchos conocimientos de esa zona, incluso nombres de productos demandados en la superficie, sobretodo armas y venenos.

Historia En la Marca: allegados, conocidos y amigos.

El azar hizo que mi salida a la superficie fuera por la región de la marca argéntea. El cansancio acumulado y el hastío de las grandes aglomeraciones provocó que decidiera hacer un alto en el camino en la villa de Nevesmortas.
Para ganarme la vida decidí poner mi espada al servicio del mejor postor, y entre servicio y servicio, desarrollé mi pericia como leñador de calidad.

En la villa pronto se hizo conocido por su extraña arma y su facilidad para inflingir daño letal de un solo mandoble. Entre sus mejores allegados se encuentra el caradura Riavan Busmani, con el que tiene una relación próxima, ya que es su socio laboral, y uno de los pocos amigos con los que realmente cuenta.

Azar, destino o la impredecible Tymora nos puso en contacto, desde el primer día el oportunismo, ganas de obtener dinero mediante nuestras habilidades marciales y un cínico sentido del humor nos unió.

Ambos eramos dos caras opuestas y complementarias de la misma moneda: Busmani es ágil, rápido, con habilidades de sígilo, de lengua moradaraz y genio vivo, mujeriego y bocalán, y por supuesto letal con un arco en las manos. Osmund por su parte es corpulento, fuerte, de pocos golpes pero letales de necesidad, más entrometido y pragmático. La amistad se forjó con las aventuras.

En ellas vimos como nuestra capacidad de compenetración nos hacía rivales a tener en cuenta. Decidimos desarrollar oficios a la espera de encargos de escolta, y aplicamos nuestros dones naturales, él se decantó por el laborioso y meticuloso trabajo de la madera y yo por la tala de los árboles y ramas más aptas para fabricar arcos y munición. En esa etapa descubrimos muchos lugares alejados y ayudamos al prójimo, siempre y cuando este pudiera pagar los servicios, ya fuera en metálico u objetos, y la empresa nos fuese beneficiosa.

Buscando la mejor madera tuve la ocasión de cruzarme varias veces con una mestiza con gran coraje y una fuerte personalidad: Drum. Por aquel entonces mi socio voceaba y publicaba a pulmón vivo la pasión de esta muchacha para con su persona, a pesar de ser mera invención del elfo. Aprovechando un descuido de Busmani, la sigilosa experta lo rodeó, y cuando cruzaba en angosto paso hacia el fuerte de ghorim, lo desequilibró, y cogió por un brazo, le hizo una amenaza muy seria sobre lo que pasaría si volvía a relatar mentiras sobre su persona, una muerte segura o algo peor. Ese día comprendí la valía de los expertos. En alguna ocasión he compartido camino con Drum, pero solo para objetivos cortos, ambos recelan del otro.

Eowarán se ha prestado en alguna ocasión a participar en incursiones, pero cuenta sólo a nivel de conocido y no mantiene un trato constante, a pesar de eso, es respetuoso, pues si bien no comparte su visión de la vida, ni filosofía, lo valora por el manejo de sus armas y sus argucias.

El tándem formado por el cambiante Ainvar y la bedina Naja ha compartido camino y aventuras en más de una ocasión. Más distante con el cambiante, por su naturaleza y modo de lucha, sí ejerció influencia la bronceada Naja, con la cual a menudo discutía sobre cómo golpear de manera más efectiva.

Fue precisamente dicha mujer la que le introdujo en conocimientos anatómicos más precisos, buscando maximizar el daño infringido, le mostro que precisión no era enemiga de la fuerza, es más, que eran perfectamente complementarias. Le enseñó por donde discurren los vasos, tanto venas como arterias, mayores y menores, los nexos de extremada sensibilidad donde golpear induce a la pérdida de consciencia o un estado de estupor. Durante largas charlas habidas siempre en bosques y zonas tranquilas avanzó en esta senda de los expertos.

Finalmente ha incurrido en numerosas incursiones de castigo o para probar su valía con el maestro del disfraz, las formas y las mil maneras de combatir: El siempre cambiante Malakai, al cual respeta por su enorme versatilidad y capacidad de aprender de los errores de los enemigos.

Ha tenido varias incursiones con resultados inciertos, una de ellas la llevo al pozo, donde sin ver nada extraño, un ser le golpeó y asaltó. Cuando fue hallado en las cercanías del hospicio, estaba malherido y sangraba por los costados de manera preocupante. De ese encuentro le dejó una marca en el costado, que parece un glifo o símbolo ritual y la pérdida de la guadaña de su abuelo.

La última de sus bravatas se produjo ante la malintencionada licántropa Maina Frost, a la cual se enfrentó para evitar que la bedina Naja tuviera que hacerlo en solitario. El cambiaformas los batió y venció a ambos, y para marcar al gigante damaro, decidió arrancarle dos piezas dentales ( incisivos) y añadirlas a su colgante como trofeo.