Prólogo
"Va a ser un duro invierno", pensó el viejo elfo. Los días apenas empezaban a alargarse y el frío calaba con fuerza. Hacía cuatro jornadas partía de Elturel con el carromato lleno, rumbo a Triel y parando en toda suerte de aldeas, villas, granjas y casas de postas intentando hacer negocio, siempre de forma honrada. Mitad Buhonero mitad curandero, las gentes del lugar conocian a Adinirac de muchos años, incluso generaciones. Vendía ungüentos, polvos y tónicos fabricados por él mismo, sacaba muelas picadas, curaba torceduras y traía los suministros que le pedían sin apenas encarecer el precio. Y quizá demasiadas veces aceptaba pagos con retraso o trueques poco favorables. Era un viejo de buen corazón, propenso a los cuentos e historias disparatadas, que tornaban más picantes conforme corría el vino y los jóvenes se iban a casa.
Viaja bien protegido con una gruesa capa de viaje y un par de guantes bien forrados mientras guiaba a sus animales y su carro traqueteaba con familiares sonidos. Repasaba mentalmente la larga lista de pedidos cuando un sonido fuera de lugar lo sacó de su ensimismamiento. Era el llanto de un bebe, envuelto en pieles, oculto en un matorral junto al camino. Un bebe elfo lunar de apenas semanas. "Lo llevare hasta Triel" pensó, "es lo menos que puedo hacer".
Arduir Lothar
Moderadores: DMs de tramas, DMs
Re: Arduir Lothar
-¿Arduir, has hecho tus tareas? Preguntó sabiendo de antemano la respuesta.
-No padre, enseguida me pongo a ello. Respondió Arduir.
Miró a su hijo marcharse a toda velocidad hacia el río, "Bendito muchacho" pensó, se había convertido en un joven elfo, alto y algo espigado para su edad, con ese pelo rojo imposible de peinar y cara de no haber roto un plato en su vida. Risueño, despistado, honesto y algo ingenuo; Los primeros años juntos, tras ser incapaz de abandonarlo ni en Triel ni en ningún otro sitio, lo había tomado como aprendiz de su oficio. O eso se decía a si mismo el viejo elfo, en realidad era su hijo, más padre que quien lo engendrara lo había sido. Eso seguro.
Como aprendiz no era el más aventajado, demasiado buen corazón; muchas veces lo había regañado por regalar provisiones, dinero o lo que dictara su conciencia. Tampoco era especialmente grácil y carecía de afinidad con las artes arcanas. Si se mostró un luchador capaz, y solía entrenar con los guardias a cambio de mis servicios. "Aquel guardia al que le saltó dos dientes con la espada de entrenamiento" Recuerda divertido el viejo elfo. No será un dragón purpura pero el muchacho tiene madera. Le dijo el sargento de guardia mientras atendía al maltrecho adversario de su hijo.
-No padre, enseguida me pongo a ello. Respondió Arduir.
Miró a su hijo marcharse a toda velocidad hacia el río, "Bendito muchacho" pensó, se había convertido en un joven elfo, alto y algo espigado para su edad, con ese pelo rojo imposible de peinar y cara de no haber roto un plato en su vida. Risueño, despistado, honesto y algo ingenuo; Los primeros años juntos, tras ser incapaz de abandonarlo ni en Triel ni en ningún otro sitio, lo había tomado como aprendiz de su oficio. O eso se decía a si mismo el viejo elfo, en realidad era su hijo, más padre que quien lo engendrara lo había sido. Eso seguro.
Como aprendiz no era el más aventajado, demasiado buen corazón; muchas veces lo había regañado por regalar provisiones, dinero o lo que dictara su conciencia. Tampoco era especialmente grácil y carecía de afinidad con las artes arcanas. Si se mostró un luchador capaz, y solía entrenar con los guardias a cambio de mis servicios. "Aquel guardia al que le saltó dos dientes con la espada de entrenamiento" Recuerda divertido el viejo elfo. No será un dragón purpura pero el muchacho tiene madera. Le dijo el sargento de guardia mientras atendía al maltrecho adversario de su hijo.
Re: Arduir Lothar
Diario De Arduir
Capitulo 1
Padre sigue insistiendo en que me una a la guardia de Elturel, que la vida de buhonero no es para mi, y aunque he de decir que disfruto ejercitandome con la espada y defender la ley me parece un trabajo honorable; creo que no encajaría. Él lo sabe en el fondo, no soy elfo de quedar atado a un solo lugar. Se que antes de encontrarme, viajaba solo y nunca le sucedió nada, pero duermo más tranquilo si viajo con él y puedo protegerlo si algún peligro le acecha.
Hoy hemos estado muy cerca de reunirnos con Corellon larethian, jamás me había encontrado con un gigante cara a cara, la criatura ha acabado con nuestros caballo y ha destrozado nuestro carro. Cuando pensaba que íbamos a morir ha aparecido un elfo, como en las historias que me contaba padre, que ha derrotado al monstruo con una facilidad pasmosa. Nos ha ayudado a recoger y nos ha escoltado hasta la posada más cercana.
Lo más extraordinario de nuestro salvador, por lo menos para mi, ha sido su forma de luchar. En los libros de padre, los héroes elfos suelen ser hechiceros, arqueros o los míticos hojacantoras. Este era un elfo totalmente blindado, su montura también, que ha cargado y matado de un solo lanzado a un gigante. Era un campeón de Corellon, y es en lo que yo ansió convertirme. Mañana, le pediré a padre consejo y buscaré un lugar donde entrenarme hasta lograrlo.
Capitulo 1
Padre sigue insistiendo en que me una a la guardia de Elturel, que la vida de buhonero no es para mi, y aunque he de decir que disfruto ejercitandome con la espada y defender la ley me parece un trabajo honorable; creo que no encajaría. Él lo sabe en el fondo, no soy elfo de quedar atado a un solo lugar. Se que antes de encontrarme, viajaba solo y nunca le sucedió nada, pero duermo más tranquilo si viajo con él y puedo protegerlo si algún peligro le acecha.
Hoy hemos estado muy cerca de reunirnos con Corellon larethian, jamás me había encontrado con un gigante cara a cara, la criatura ha acabado con nuestros caballo y ha destrozado nuestro carro. Cuando pensaba que íbamos a morir ha aparecido un elfo, como en las historias que me contaba padre, que ha derrotado al monstruo con una facilidad pasmosa. Nos ha ayudado a recoger y nos ha escoltado hasta la posada más cercana.
Lo más extraordinario de nuestro salvador, por lo menos para mi, ha sido su forma de luchar. En los libros de padre, los héroes elfos suelen ser hechiceros, arqueros o los míticos hojacantoras. Este era un elfo totalmente blindado, su montura también, que ha cargado y matado de un solo lanzado a un gigante. Era un campeón de Corellon, y es en lo que yo ansió convertirme. Mañana, le pediré a padre consejo y buscaré un lugar donde entrenarme hasta lograrlo.
Re: Arduir Lothar
Diario De Arduir
Capitulo 2
El elfo que nos salvó, Larel es su nombre, me tomó como su escudero. Tras unos meses de entrenamiento, me convertí en un guerrero ungido por Corellon Larethian. Pero mi objetivo aún no se ha cumplido. Mi maestro, que ha sido capaz de intuir mi reticencia a permanecer mucho tiempo en el mismo sitio, me ha instado a buscar mi propio camino.
-Aunque Corellon estará siempre a tu lado, aún debes convertirte en uno de sus campeones, parte hacia el norte joven Arduir y busca tu camino allí. Me dijo antes de encaminarme a nevesmortes.
Decidí despedirme de mi padre y viajar al norte siguiendo las ordenes de mi maestro, y que corellon me perdone, pero padre es un elfo anciano y muy terco. El pobre se había endeudado para adquirir un nuevo carro y continuar sus viajes; así que tuve que vender mi caballo, mi armadura, mi espada y mi escudo para costear sus deudas.
Así llegue a la ciudad de nevesmortes, sin dinero ni equipo, pero dispuesto a encontrar mi camino hacia Corellon y convertirme en su campeón.
Capitulo 2
El elfo que nos salvó, Larel es su nombre, me tomó como su escudero. Tras unos meses de entrenamiento, me convertí en un guerrero ungido por Corellon Larethian. Pero mi objetivo aún no se ha cumplido. Mi maestro, que ha sido capaz de intuir mi reticencia a permanecer mucho tiempo en el mismo sitio, me ha instado a buscar mi propio camino.
-Aunque Corellon estará siempre a tu lado, aún debes convertirte en uno de sus campeones, parte hacia el norte joven Arduir y busca tu camino allí. Me dijo antes de encaminarme a nevesmortes.
Decidí despedirme de mi padre y viajar al norte siguiendo las ordenes de mi maestro, y que corellon me perdone, pero padre es un elfo anciano y muy terco. El pobre se había endeudado para adquirir un nuevo carro y continuar sus viajes; así que tuve que vender mi caballo, mi armadura, mi espada y mi escudo para costear sus deudas.
Así llegue a la ciudad de nevesmortes, sin dinero ni equipo, pero dispuesto a encontrar mi camino hacia Corellon y convertirme en su campeón.
Última edición por torjulan el Mar Abr 17, 2018 3:04 pm, editado 1 vez en total.
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Re: Arduir Lothar
//Buen trabajo! Espero que continúe con los eventos "on rol" del servidor, te deseo ánimo y suerte! Nos vemos dentro!
La Bestia (parda)
Re: Arduir Lothar
Diario De Arduir
Capitulo 3
Lo primero que vi al llegar a nevesmortes, fue a un hombre llamado Tellhar, se presento como mago de batalla. Amablemente me dio indicaciones para moverme por la ciudad y compartimos una cerveza junto al fuego en la posada. Esperamos juntos al que el mediano abriera la tienda y fui a comprar mi equipo. Fué en este instante cuando se produjo uno de los episodios más bochornosos de mi corta vida. Estaba yo absorto mientras sopesaba una espada larga, cuando en una combinación de exceso de celo por parte del personal de seguridad del local y mi total y absoluta concentración en mi tarea, me golpearon por detrás y quede insconciente sin poder reaccionar. Me despertaron unos cantos regionales enanos proferidos, con absoluta falta de entonación, por un par de destilerias parlantes; estaba en una celda encerrado amoratado y bastante avergonzado. El carcelero me informó de mi delito, al parecer hubo varias advertencias que no escuche, y del montante de mi multa. Al estar en una precaria situación económica, deje pasar mi tiempo entre rejas pensando que quizá Corellon entendiera que todos podemos tropezar y rogando por una nueva oportunidad de probar mi valía.
Salí de la cárcel y un buen ciudadano me sugirió ayudar a un joven campesino con su problema con los trasgos. Partía por la puerta norte de la ciudad hacia la cueva de los trasgos, cuando un mediano de nombre Lajato me ofreció un lugar en su grupo de aventureros. Acepte de inmediato, me uní a un nutrido grupo y viajamos a Sundabar. Allí pernoctamos en la posada e intenté conocer algo mejor a mis compañeros, incluso me atreví a explicar mi incidente de consecuencias carcelarias. Creo que Lajato o Lothar me preguntaron por mi escudo. En la biblioteca de Sundabar una dama elfa, algo arrogante según mi forma de pensar, nos ofreció una cuantiosa recompensa por la búsqueda de un arma legendaria, un arco al parecer.
Capitulo 3
Lo primero que vi al llegar a nevesmortes, fue a un hombre llamado Tellhar, se presento como mago de batalla. Amablemente me dio indicaciones para moverme por la ciudad y compartimos una cerveza junto al fuego en la posada. Esperamos juntos al que el mediano abriera la tienda y fui a comprar mi equipo. Fué en este instante cuando se produjo uno de los episodios más bochornosos de mi corta vida. Estaba yo absorto mientras sopesaba una espada larga, cuando en una combinación de exceso de celo por parte del personal de seguridad del local y mi total y absoluta concentración en mi tarea, me golpearon por detrás y quede insconciente sin poder reaccionar. Me despertaron unos cantos regionales enanos proferidos, con absoluta falta de entonación, por un par de destilerias parlantes; estaba en una celda encerrado amoratado y bastante avergonzado. El carcelero me informó de mi delito, al parecer hubo varias advertencias que no escuche, y del montante de mi multa. Al estar en una precaria situación económica, deje pasar mi tiempo entre rejas pensando que quizá Corellon entendiera que todos podemos tropezar y rogando por una nueva oportunidad de probar mi valía.
Salí de la cárcel y un buen ciudadano me sugirió ayudar a un joven campesino con su problema con los trasgos. Partía por la puerta norte de la ciudad hacia la cueva de los trasgos, cuando un mediano de nombre Lajato me ofreció un lugar en su grupo de aventureros. Acepte de inmediato, me uní a un nutrido grupo y viajamos a Sundabar. Allí pernoctamos en la posada e intenté conocer algo mejor a mis compañeros, incluso me atreví a explicar mi incidente de consecuencias carcelarias. Creo que Lajato o Lothar me preguntaron por mi escudo. En la biblioteca de Sundabar una dama elfa, algo arrogante según mi forma de pensar, nos ofreció una cuantiosa recompensa por la búsqueda de un arma legendaria, un arco al parecer.
Re: Arduir Lothar
Querido Padre,
Os escribo estas líneas para haceros saber que he alcanzado mi destino, sano y salvo. No hace mucho cruzaba las puertas de nevermortes con mis ropas ajadas por el viaje, mi determinación sin embargo estaba intacta. Es un bonito paraje la marca, pero llena de peligros. Te alegrará saber, no obstante, que ya he hecho algunos amigos.
Mientras escribo estas líneas uno de ellos, Telhar, descansa en su habitación. Es un buen hombre padre, siempre sonriente y un excelente compañero, además de un mago muy habilidoso. Gracias a él hemos acabado con varios lobos terribles, que rondaban el norte de la taberna, y días atrás con un ogro y un gigante. Sus capacidades arcanas aumentas las mías como combatiente de forma que ni imaginaba.
Tal y como me enseñaste, debemos asegurar los caminos no solo por nosotros, sino por todos los viajeros. Tras ayudarme he decidido acompañarlo al norte, a una ciudadela enana, donde quería estudiar unas runas. Aunque los peligros del camino han sido una dura prueba, he debido contener las carcajadas en varias ocasiones, pues hemos caído de bruces en la nieve tantas veces que hemos perdido la cuenta.
También estamos buscando un arma legendaria, un arco al parecer. El grupo que se ha reunido es de lo más variopinto padre. Desde un hechicero rojo bastante barrigudo a un par de medianos muy simpáticos, también hay un veterano guerrero tuerto que rezuma melancolía y tristeza, aunque lo disfraza de chanzas y lo mitiga con la bebida.
Intentaré escribirle lo más a menudo posible, y describirte al resto de compañeros con los que comparto mi camino, además iré ingresando dinero en el banco, alguna forma habrá de hacértelo llegar a Elturel.
Tu hijo
Arduir.
Os escribo estas líneas para haceros saber que he alcanzado mi destino, sano y salvo. No hace mucho cruzaba las puertas de nevermortes con mis ropas ajadas por el viaje, mi determinación sin embargo estaba intacta. Es un bonito paraje la marca, pero llena de peligros. Te alegrará saber, no obstante, que ya he hecho algunos amigos.
Mientras escribo estas líneas uno de ellos, Telhar, descansa en su habitación. Es un buen hombre padre, siempre sonriente y un excelente compañero, además de un mago muy habilidoso. Gracias a él hemos acabado con varios lobos terribles, que rondaban el norte de la taberna, y días atrás con un ogro y un gigante. Sus capacidades arcanas aumentas las mías como combatiente de forma que ni imaginaba.
Tal y como me enseñaste, debemos asegurar los caminos no solo por nosotros, sino por todos los viajeros. Tras ayudarme he decidido acompañarlo al norte, a una ciudadela enana, donde quería estudiar unas runas. Aunque los peligros del camino han sido una dura prueba, he debido contener las carcajadas en varias ocasiones, pues hemos caído de bruces en la nieve tantas veces que hemos perdido la cuenta.
También estamos buscando un arma legendaria, un arco al parecer. El grupo que se ha reunido es de lo más variopinto padre. Desde un hechicero rojo bastante barrigudo a un par de medianos muy simpáticos, también hay un veterano guerrero tuerto que rezuma melancolía y tristeza, aunque lo disfraza de chanzas y lo mitiga con la bebida.
Intentaré escribirle lo más a menudo posible, y describirte al resto de compañeros con los que comparto mi camino, además iré ingresando dinero en el banco, alguna forma habrá de hacértelo llegar a Elturel.
Tu hijo
Arduir.
Re: Arduir Lothar
Su legítimo dueño
"Quizá no sea tan buena idea después de todo". Pensó Arduir para sus adentros. Viajaba a través de la espesura, y ese no era su elemento. Le había estado dando vueltas durante todo el día. ¿Que sabía él de los elfos salvajes? Eran hijos de Corellon, al igual que los lunares, solares y drow. Pero ahí se acababa el parecido. Sin embargo la historia del arco legendario y quien, a su parecer, era el legitimo dueño le carcomía.
Desde su punto de vista estaba claro, el arco era de los descendientes del tal Blackwood, punto. Y en su ausencia debía volver a los de Elenthyl. Los nobles del gran valle no encajaban, pero ofrecele a un aventurero grandes sumas de dinero y se acabarán las preguntas. De ahí su infeuctuoso intento, hasta el momento, de encontrar a algún elfo salvaje. Recordó la cara del hermano Medriel, uno de sus preceptores en el templo, verbalizando una de sus injurias habituales,-Le das demasiadas vueltas a las cosas botarate..
Un gruñido resonó a su espalda, y se giró con la espada en alto. Otra maldito tejón, la décimo tercera bestia que le atacaba. "Al final dejaré tal rastro de bestias muertas que los elfos salvajes me dispararán en lugar de acercarse". Siguió avanzando, grabando viejas marcas que recordaba de los libros que su padre poseía, sobre las distintas subrazas de su pueblo; con la esperanza de establecer comunicación con ese esquivo pueblo que conformaban sus agrestes primos.
Buscó un sitio para acampar, rezó a Corellon y meditó confiando que los elfos salvajes se presentaran.
"Quizá no sea tan buena idea después de todo". Pensó Arduir para sus adentros. Viajaba a través de la espesura, y ese no era su elemento. Le había estado dando vueltas durante todo el día. ¿Que sabía él de los elfos salvajes? Eran hijos de Corellon, al igual que los lunares, solares y drow. Pero ahí se acababa el parecido. Sin embargo la historia del arco legendario y quien, a su parecer, era el legitimo dueño le carcomía.
Desde su punto de vista estaba claro, el arco era de los descendientes del tal Blackwood, punto. Y en su ausencia debía volver a los de Elenthyl. Los nobles del gran valle no encajaban, pero ofrecele a un aventurero grandes sumas de dinero y se acabarán las preguntas. De ahí su infeuctuoso intento, hasta el momento, de encontrar a algún elfo salvaje. Recordó la cara del hermano Medriel, uno de sus preceptores en el templo, verbalizando una de sus injurias habituales,-Le das demasiadas vueltas a las cosas botarate..
Un gruñido resonó a su espalda, y se giró con la espada en alto. Otra maldito tejón, la décimo tercera bestia que le atacaba. "Al final dejaré tal rastro de bestias muertas que los elfos salvajes me dispararán en lugar de acercarse". Siguió avanzando, grabando viejas marcas que recordaba de los libros que su padre poseía, sobre las distintas subrazas de su pueblo; con la esperanza de establecer comunicación con ese esquivo pueblo que conformaban sus agrestes primos.
Buscó un sitio para acampar, rezó a Corellon y meditó confiando que los elfos salvajes se presentaran.