Satori

[MrSatorii]

No es común que unos cuantos humanos, un par de medianos y un enano sean los mejores compañeros de un elfo solar. Imagino que es lo que ocurre cuando dejas todo atrás y huyes de tu familia sin haber cumplido la mayoría de edad.

Hace ya muchos años de eso. Nací en Noyvern, en una familia elitista cerrada al trato con los demás, aislada y recluida en sí misma. A la sombra del progreso de mis hermanos en las distintas artes y bajo la estricta tutela de mi padre, siempre busqué alternativas para evadirme. Todas esas ceremonias, rituales y métodos de aprendizaje eran demasiado aburridos y ostentosos, aunque en parte gracias a ellos conocí la importancia de Mystra y el dogma de Corellon. No soy una persona muy devota, pero mis ideales encajaban con los suyos y el estilo de vida que teníamos en casa no era el que predicaban. Pude aprovechar los primeros años de mi infancia para aprender todo lo que hoy día me salva el culo, no lo niego, pero no podía permanecer más allí, sentía que estaba perdiendo el tiempo.

Cogí lo necesario, lo metí en una mochila y escapé a Aguas Profundas. El contraste con todo lo que me habían tratado de inculcar era abismal, el mundo no era como me lo habían pintado. Aprendí a sobrevivir y a convivir. Aprendí que los solares (o Ar-Tel'Quessir, como les gusta decir a mis compadres más refinados) no somos superiores a las demás razas. Aprendí que la ley no puede solucionarlo todo. He visto desgracia, ruina y maldad. Pero también he visto esperanza, solidaridad y bondad. En ocasiones he tenido que robar, en ocasiones me han robado. La vida es dura y me he mantenido siempre haciendo lo que he considerado correcto.

Durante muchos años pude vivir con cierta tranquilidad en una modesta casa alquilada gracias al comercio, sacando tiempo para progresar en mis estudios arcanos. Todo iba bien hasta que esa zorra apareció, una elfa lunar demasiado atractiva y afectuosa para ser verdad, debí haberlo imaginado. Tras varias citas y flirteos tardé poco en invitarla a pasar la noche en mi casa. Cuando desperté ella ya no estaba, tampoco estaban mis pertenencias de mayor valor, incluso se había llevado mi libro de conjuros. Mantengo poco de la forma de ser de mis ancestros solares, pero si me haces enfurecer te acordarás de mí. Abandoné todo lo que tenía a medio para recopilar información: la ladrona se había marchado a un pequeño lugar llamado Villanieve, al sur de una villa llamada Nevesmortas. Sin perder ni un segundo más puse rumbo en solitario, y tras un viaje sin demasiadas complicaciones llegué a aquellas tierras.

Llevo ya un tiempo y no me ha sido difícil adaptarme al lugar, hay muchos aventureros de todo tipo. De momento no hay rastro de esa ladrona elfa, quizás haya sido porque otras tareas más importantes han ocupado su lugar: desde una reina liche hasta una casa encantada, pasando por el robo de unas jarras mágicas y encuentros con extrañas criaturas. Pero ya hablaré de todo ello más adelante. Si quieres tratar conmigo seguramente me encuentres en cualquier taberna, o metido en algún jaleo mezclado entre gente muy variada. Si mis modales y forma de ser te incomodan lo siento, soy Satori, un elfo solar poco común.

[MrSatorii]

"Cazadores del Norte: el Ojo Sangriento. Parte 1, 2 y 3."


Vaya, me habéis pillado en el pequeño rato de descanso que tengo entre mis estudios, así que os contaré una historia que ocurrió el otro día. Pero primero deja que termine de pescar ese pez, el maldito es escurridizo como un trasgo untado en aceite, y precisamente de trasgos trata esta historia. ¡Demonios!, al final se me ha escapado. ¿Por qué pones esa cara?, ¿un mago no puede pescar?, me ayuda a pensar y desconectar de tanto libro, conjuro y encantamiento. Vamos, acércate para que te cuente esa aventura. Que no te eche para atrás el olor a pescado, seguro que has arrimado el hocico a cosas que olían igual.

Era una mañana tranquila en Nevesmortas, bueno, todo lo tranquila que podía ser con Pepe y Lajato discutiendo. Ese par de medianos es capaz de sacar de quicio a cualquiera, creo que es lo que me gusta de ellos. Como iba diciendo, todo se desarrollaba con normalidad, salvo por una visita inesperada. En la puerta norte permanecía, a la espera de ayuda, una caravana de mis compadres elfos. Iban muy bien preparados, eran de una casa noble del Gran Valle y se habían visto obligados a parar ahí debido a que se les había roto un eje.

No me gusta hacer favores a ese tipo de gente, que se cree mejor que tú sólo por el hecho de poseer un título o pertenecer a algo. Pero cuando ofrecen un dinero por ello, el favor se convierte en negocio, una simbiosis básica. Pagaban por el simple hecho de avisar a un carpintero, una pena que Aku no estuviese por ahí cerca para darle algo de trabajo fácil. El problema fue cuando Erand complicó todo: con sus buenas intenciones se llevó por delante una de las ruedas del carro mientras medía las dimensiones de éste. Al final el pobre tuvo que pagar todos los gastos por órdenes de estos refinados "Tel'Quessir", como les suele gustar decir, o "Talqueasí" como me dice Aku. Yo no hubiese pagado, esta gente está acostumbrada a obtener todo lo que quiere. Vienen a la pequeña villa a por ayuda y al final acaban exigiéndola.

Una vez reparada la rueda y el eje, tenían otro trabajo que ofrecernos. Ayudar a escoltar la caravana compuesta por un carro de pasajeros y un carro con mercancías. El lugar estaba aquí al lado, en el camino de la bifurcación, trabajo fácil y bien pagado de nuevo (si es que no nos la jugaban).
Tardaron poco en hacernos la primera emboscada, eran una especie de extraños trasgos cambiaformas que nunca había visto, además una oscuridad mágica envolvía el terreno. Aguantando incursión tras incursión logramos llegar al destino. Adivina quién bajó del carro, un trasgo similar a los que nos asaltaron en el camino. No no, era broma, bajó un mago, Norfin, que manejaba todo el cotarro. ¿No te ha hecho gracia? Qué poco sentido del humor. Nos pagó y nos ofreció otro trabajo, más interesante y emocionante que escoltar un par de carros, para más detalles deberíamos reunirnos con él en Sundabar dentro de un tiempo.

Si no te importa voy a agarrar la caña de nuevo mientras termino de contarte la historia, esto aún no ha acabao y se han arremolinado varios lucios ahí pidiendo a gritos un anzuelo. Sí, otro día quizás también te cuente mis comienzos en la pesca, emocionante ¿verdad?.

El caso, pasaron unos días, tiempo que también estuve sin ver a Lothar, el borracho que mejor he visto luchar en toda mi vida. Lo daba ya por muerto en cualquier puerta de una taberna sin nombre, rebozado en barro y su propio vómito. Pero de repente ahí estaba, cruzando (cómo no) el umbral de la Rosa y el Martillo, saludándonos a Aku y a mí con su cuerpo íntegro, salvo por lo de su ojo (algún día tengo que saber esa historia). Sin duda era una situación que celebrar, pero Pepe nos estaba esperando al norte para resolver algunos asuntos. Nos reunimos con Pepe, y mientras Lothar nos ponía al día con algunas novedades, alguien nos estaba espiando, Drum. Parece que la curiosidad puede con esa semielfa, habrá que llevar cuidado en situaciones similares.

Decidimos seguir la ruta y de inmediato fuimos emboscados por los mismos trasgos cambiaformas que nos asaltaron en la caravana, lo que te he contado antes ¿piensas que no iba a tener relación una cosa con otra?. Seguimos el rastro que nos llevó a la cueva de los trasgos que usan a las arañas como montura, no te aconsejo que visites ese lugar si no estás preparado de verdad. Nuestra investigación había llamado la atención de varios aventureros del camino, la mayoría de ellos conocidos, que desde lejos siguieron nuestros pasos. Acabamos todos atrapados en esa cueva. Esos trasgos no eran normales, procedían de otro plano y servían a Málar. Estaban accediendo a nuestro plano, justo en la cueva, por medio de portales. Había que cerrarlos de alguna manera, cosa que hicimos con la ayuda de Poe y su pergamino para leer otras lenguas. Hay que ver lo odioso pero útil que puede llegar a ser ese loco mago rojo. Descifró un libro escrito en trasgo y pronunció las palabras de mando para cerrar los portales, zanjando así la amenaza.

Eh, no te duermas y sujétame la caña un momento, ¿acaso no quieres saber lo que ocurrió en Sundabar días más tarde? Sí, al final fuimos a informarnos sobre el trabajo que tenían que ofrecernos. Para poder asistir a la cita tuve que dejar a medio una investigación arcana (ajena a este tema) que estaba llevando con otros magos. Básicamente el trabajo era encontrar un arco legendario. Pagaban, y de hecho pagan (el trabajo sigue sin finalizar) bastante por ello. El arco se llama Destino Último, tiene un nombre también en mi lengua, élfico, que no te voy a decir porque ya te estaría dando demasiadas pistas ¡y no quiero que me hagas la competencia!. Obviamente los trasgos cambiaformas de Málar y estos elfos están relacionados. Quizás van también detrás de ese arco, o simplemente se debe a antiguos conflictos que tiene Málar con Sehanine. De cualquier manera, se avecina algo gordo, lo presiento. Si estás intere... ¡eh! ¡ha picado un pez!... vaya, se te ha escapado... déjame la caña. Como iba diciendo, si estás interesado en participar en la búsqueda sin hacernos la competencia, habla con Aku, que tiene una lista con los nombres del equipo de búsqueda, o con Erand, que en la reunión en Sundabar hizo de portavoz. Ahora si no te importa, ¿me ayudas a llevar todos estos peces al Blasón?.

[MrSatorii]

"Una noche de tantas"

La llama de una vela que titilaba era la única iluminación de la habitación abarrotada de libros y pergaminos. La lluvia repiqueteaba el cristal de la ventana, haciendo compañía durante toda la noche. Los ojos inyectados en sangre y las continuas cabezadas reclamaban descanso.

Sentado en la vieja silla de madera frente al escritorio, enterrado entre mantas y con toda su atención en la lectura se encontraba el elfo. No sabía con exactitud cuánto tiempo llevaba ya en la Marca, lo que tenía claro es que desde su llegada se había volcado de lleno en el arte de lo arcano.

Viajes en barco a Argluna, visitas a la biblioteca de Sundabar o encuentros en antros con el suelo cubierto de orina y alcohol. Se había visto obligado a reunirse con gente de todo tipo. Sobre todo con esos magos presuntuosos, extravagantes y refinados que tanto le incomodaban.

Por suerte ahora se encontraba en su caótica habitación en la posada, donde el único orden que había era el de su cabeza. Él estaba a gusto así, decía que era acogedora, su pequeño bastión de estudio.

Durante un instante apartó la vista hacia la cama, cálida y mullida. No había terminado de valorar la situación cuando involuntariamente ya estaba apagando la vela de un soplido. En realidad había sido una noche productiva, se merecía reposar un rato en trance.

[MrSatorii]

Fragmento de la liberación de "La Reina Liche"

El nigromante tendido en el suelo de aquella cripta, muerto, indicaba que la misión había concluido. En una esquina de la sala, sumida en un mágico letargo, la chica que buscaban.

Para liberarla sólo tenían que romper la esfera de cristal que portaba el desafortunado nigromante. El elfo la agarró con firmeza, y sin pensarlo ni un segundo la estampó contra la pared, haciéndola añicos.

No sucedió lo esperado, la muchacha adoptó su formal real. Habían caído en una trampa.

[MrSatorii]

Fragmento de "Un encuentro inesperado"

El arquero arrastró hasta el camino el cuerpo de aquel aventurero con la esperanza de que alguien se topara con él. Durante su trayecto la pareja había coincidido con el fallecido recientemente, así que ninguno esperaba encontrárselo de nuevo y menos en ese estado.

Se marchaban ya del lugar, camino a Sundabar, cuando una horrenda y asquerosa criatura apareció. Tuvo lugar un intento de conversación normal, demostrando que no era hostil. Había tomado el cadáver como una ofrenda y estaba agradecida. ¿La compensación? Una gema onírica, eso sí, envuelta en algo que se podría catalogar como bilis y fluidos corporales.

El mago la examinó con detalle y compartió lo que sabía. Podrían comunicarse con alguien (o algo) situado en otro plano, el creador de la criatura.

[MrSatorii]

"Mercancía defectuosa"

¡Me dije a mí mismo que no volvería a trabajar llevando bueyes! Quién me iba a decir que lo que me esperaba en ese encargo era aún peor. ¡Un gólem! Sí, sí, como estás escuchando ¡Un gólem de Argluna enorme y averiado!. Tuvimos que ir a recogerlo a Sundabar para llevarlo lo antes posible a Sutchard.
Menudo viaje. Al menos Argyle, el gnomo de Nevesmortas, nos prometió tenernos en cuenta para futuros trabajos.

[MrSatorii]

Fragmento de "Temblores"

Su primera incursión más allá del primer piso en aquel pozo, decían que llegaba hasta la Infraoscuridad. El objetivo de comprobar el estado del culto a Shar había llevado a Aku y Satori de nuevo a ese lugar, pero la sorpresa fue encontrar a Tellhar allí. Confiados al ver sus fuerzas aumentadas, decidieron seguir descendiendo.

[...]

Las gigantescas rocas les habían cortado el paso, uno de los continuos derrumbes los había dejado encerrados. Mientras pensaban alguna forma de salir de ahí, alguien ajeno a ellos ya había tomado una decisión. Los pedazos de piedra saltaron por los aires dejando paso a un grupo de moles sombrías que avanzaron pesadamente hacia los aventureros.

[...]

Alcanzaron a la expedición duérgar que irrumpió tras el combate con las moles, y de la que con éxito se habían escondido. Tellhar se había ido a la superficie en busca de ayuda, dejando al mago y al arquero solos ante el peligro. Uno de los duérgar conjuró, revelando a los dos sujetos escondidos y desembocando en un sangriento combate que concluiría con la cabeza de su sacerdotisa empalada en el túnel.

[MrSatorii]

El elfo había estado leyendo de manera ociosa en la biblioteca de Sundabar y se había percatado una vez más de la cantidad de arcanos famosos que hay por todo Faerûn. Ahora paseaba con la mochila cargada de libros y las manos tras la espalda acompañado de sus pensamientos y reflexiones: "¿Van unidos la fama y el poder? ¿Puede alguien ser poderoso y pasar desapercibido? ¿Soy egoísta por querer poder aunque luego lo utilice de la manera correcta?. Bah, voy a ser uno de los mejores magos aunque no salga en los libros. La fama trae desidia y comodidad, como le pasa a todos esos que se creen mejores que la gente común".