Aquel maldito pasado

Los trovadores de la región narran la historia de sus héroes. (Historias escritas por los jugadores)

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Zarlek

Aquel maldito pasado

Mensaje por Zarlek »

nose si sera muy bueno, pero bueno, espeor que almenos os entretenga ^^


Aquel maldito pasado



Maldita niñez la mía…hijo de pobres y criado lejos de la mirada de otros drows de mas alta cuna que la mía…Fui abandonado a la temprana edad de los diez años, haber de sobrevivir a la intemperie y sin apenas comida fue sin duda una muy ardua tarea, y mas aún en Menzoberranzan, cual golfillo me las ingenie para hacerme con cualquier cosa que llevarme a la boca para saciar mi apetito. No solo había que vigilar que a la persona que se lo tomabas su saquita de dinero no notara esa falta de peso, además había de vigilar que ningún otro te lo usurpara a ti, había que defenderse, con uñas y dientes, aunque en mi caso esta provisto de una mellada y oxidada que tomé de un borracho que yacía tendido en el suelo.

Días mas tarde, mientras me hallaba en mi tarea de “ganarme” el jornal, pude ver como la gente se arremolinaba alrededor de un hombre, un ilusionista. Me quede absorto al ver a ese drow, que por sus ropas estaba poco mejor que yo, mostraba sus trucos, tanto me gusto que al acabar me vi obligado a darle parte de las monedas que había recaudado. Se quedó bastante perplejo de cómo un chaval de tan temprana edad y descuidado de tal forma era capaz de hacer tal gesto. Al ver como me gustaba la magia me tomó como su pequeño aprendiz, me aseó, de lo que ganamos me compró una muda nueva…Galánodel O’Enmerk era para mi nuevo padre, me enseñó a escribir, a leer, incluso a hablar, pues mis padres no se molestaron en hacerlo, también me explicó como funciona la sociedad drow, y me mostró el culto de la venerable diosa Lolth, aprendí unos trucos, incluso acabé ayudándole en los números.

…Hasta aquel maldito día…, tas una actuación vino un hombre encapuchado, alegando ser parte de la milicia, y que debíamos entregarle todo lo que tuviéramos por exhibirnos en público y molestar a la gente con tan absurdos trucos, hasta un niño yo sabía que ese hombre era un farsante, a pesar de que ganábamos poco Galánodel se basta con ver sonreír a los niños… cuando el viejo se levanto para dialogar, el estoque de aquel hombre sobresalía ya por la espalda de Galánodel…mi padre cayó al suelo… sin vida…, una risa, salio de la capucha de aquel maldito… yo estaba furioso, sentía como mi corazón bombeaba la sangre mas fuerte, y sediento de ella, tomé mi daga, cogiéndola con todas mis fuerzas… en ese momento no se que me pasó… entré como en un trance y empecé a pronunciar unas palabras y las acompañé con unos gestos. Al volver en mi, la mano con la que sujetaba la daga, empezó a dolarme inconmensurablemente. Posé mi vista sobre aquel desgraciado.

-¿te ocurre algo niñato? Acabarás como este sino marchas ahora mismo.

No vacilé ni un segundo, retrasé mi pierna izquierda, preparado para lanzarle mi daga, que de repente, de ella, brotó fuego por encima de una capa de hielo, y de la punta de esta empezó a gotear una sustancia burbujeante de color verde. Hice una mueca y apunté a la cabeza de mi atacante, la daga cortó el viento dirigiéndose inexorablemente hacia la cabeza de aquel maldito, logró reaccionar en el último segundo, se le cayó la capucha hacia detrás y la daga le dejó una bonita quemadura en la cara. Aproveche el momento para huir hacia la oscuridad…la eterna oscuridad…

De nuevo solo… y además perdido por los entresijos de la infraoscuridad, gracias a Lolth que aún sigo vivo, no se cuanto tiempo pasó, solo se que al cabo de mucho tiempo di con una ciudad, Bel’aragh, bendigo aquel día. Con el poco dinero que conservaba todavía, me hice con una muda nueva, y me dirigí al estoque afilado, la posada del lugar, fue donde descubrí que diversos miembros de una casa drow, que mas tarde descubriría que se llamaba la casa Veldruk, pasaban a menudo por ahí. Todo el mundo sabe de la deshonra de no pertenecer a una casa, hasta que di con la que llaman la Faeruk. Esta probándome para ver si soy merecedor de tal honor, espero su aprobación.

Me mueve la sed de sangre, juro por la mismísima Lolth que acabare con el, no descansare hasta vengar a mi maestro, incluso pasar a la no vida si hace falta para cumplir esta promesa.




Firmado:

Imrod Hannemfer
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