La aventuras de Tellhar y Kronn.

[Tellhar]

Como lo vivió Tellhar

No fue fácil conseguir la gema, pero estábamos seguros de que merecería la pena.

El cartel de la entrada ya lo advertía, si veían a un forastero, no se lo pensarían, así que intentamos pasar sin llamar la atención.

Si no llega a ser por la magia no habríamos visto a esos tigres agazapados, sabiendo que estábamos allí, pero sin poder vernos. Las huellas en la nieve nos delataban. Kronn se deshizo de ellos con facilidad, hay que decir que aún sin ayuda de mi magia es un guerrero formidable, pero cuando se combinan, es imparable.

Llegamos a la puerta creyendo que se abriría por arte de magia al sentir la llave-gema cerca, no fue así, el enano susurró las palabras que le dije, sujetando la gema en la mano. La gema brilló de forma intensa, y se convirtió en humo, la puerta seguía cerrada, la frustración apareció en nuestra mirada. Casi nos matan por conseguirla y no sirvió de nada, así que Kronn decidió usar su "llave maestra", le aporreó unos golpes a la puerta, y está parecía ni notarlos, algo increíble, ya que el enano es la persona más fuerte que he llegado a conocer.
No sé si fue por culpa de los golpes o que ya sabían que estábamos por ahí, pero, una partida de bárbaros nos sorprendió, Kronn, agarró su hacha con fuerza y no dudó ni un segundo, el maldito enano había nacido para combatir, el hacha formaba parte de su cuerpo, aún no teniendo ni idea del manejo de las armas, sabía que lo que él hacía era digno de un gran guerrero. Se deshizo de ellos con bastante soltura, y decidimos que era mejor irnos.

La tormenta apenas nos dejaba seguir el camino de vuelta, debimos perdernos. Cuando alzamos la vista, allí estaban, un grupo de guerreros, por lo menos diez, y en el centro un enorme semi orco, nos dijo algo que no llegué a entender, pero se lanzaron corriendo a por nosotros. Kronn salió a su encuentro, y se desenvolvía muy bien, lance algunos hechizos, pero me tenían rodeado entre tres o cuatro, pude ver que Kronn tenía problemas así que, casi como un acto reflejo, pronuncie las palabras que detuvieron el tiempo. Me aparté de mis atacantes y aprisioné al lider con una Mano aferradora. Cuando el tiempo volvió a su normalidad, Kronn intentó darle un golpe mortal al líder, pero mis atacantes volvieron sobre mí, y debí perder la concentración medio segundo, pero fue suficiente para que el semiorco liberase sus brazos y lanzará un golpe mortal contra el enano, atónito pude ver como caía al suelo. Ahora no fue un acto reflejo, tuve que hacer un gran esfuerzo para detener el tiempo, en el poco rato que disponía, use el cetro y traje de vuelta a Kronn, pero había apurado demasiado, y justo cuando el abrió los ojos, sentí un dolor intenso, ni toda mi magia pudo detener la espada que me traspasaba de lado a lado y salía por mi pecho. La oscuridad se hizo.

Abrí los ojos de forma brusca y me llevé las manos a dónde debería de haber un agujero enorme. Estaba sanado, un jirón en la ropa y ni rastro de la herida. Levanté la vista para buscar al enano, seguro que él habría sobrevivido, y me trajo de vuelta. Pero no había más que paredes, estaba en una celda, sin rincones, toda la sala era circular, y una puerta.

Estuve pensando un rato, no me habían despojado de mis objetos, ni si quiera me habían atado para que no lanzará mis hechizos. Pensé en tele-portarme, pero, ¿y Kronn?, no podía arriesgarme a que estuviese vivo y abandonarle. Esperé.

No sé cuanto rato pasó, pero la puerta se abrió y entro un esqueleto, no un esqueleto corriente, este parecía dotado de inteligencia, tenía un bastón mágico, y runas tatuadas en su calavera. Esas runas, las conocía.

Me preguntó si recordaba algo, que qué había sentido, y algunas cosas más que no vienen al caso, mi primera pregunta fue por mi amigo, necesitaba saber si estaba vivo, para marcharnos de ahí. Cuando supe que estaba vivo, sentí un gran alivio, ahora sólo tenía que esperar. De hecho, apenas tuve que esperar, sus gritos se oían en la sala de al lado, ese enano, nunca cambiaría. El esqueleto lo trajo a mi calabozo, casi preferí que se quedará en el otro lado, que olor.

Siguió haciéndonos preguntas, y cuando vio que empezaba a palidecer, el esqueleto, tuvo un acto de bondad y nos dejó salir de la celda, nos llevó a un jardín. Según Kronn estábamos cerca de Nevesmortas, parece que reconoció la roca. El esqueleto nos miraba, estudiándonos, yo le miré fijamente a lo que debió ser su cara hace mucho tiempo, esa runa... esa runa.... ¡La Runa retorcida!, lo recordé, lo había leído hace mucho tiempo, pero no lo recordaba todo.

Mientras yo estaba absorto intentando recordar más sobre la Runa Retorcida, oí una pregunta que hizo el enano.

Kronn:- ¿Cómo te llamas?
Esqueleto: Me llamo...me llamo.... ¡NO!.

Un chasquido nos sacó de ese jardín subterráneo, y nos envió a otra cueva. Menos mal que iba con Krönn, si no, no sé cuanto tiempo me habría tirado ahí dentro. Me llevó a la salida y hacía tiempo que no me alegraba tanto de ver la luz del sol.

Tenía que encontrar más acerca de La Runa Retorcida.

[c4nel4]

El enano abrió los ojos confundido, se hallaba en una especie de mazmorra pequeña y sucia, cuando de repente la puerta se abrió, y entrando por ella un esqueleto portando un bastón, sin perder un momento y aún confuso el enano tiro mano de Avalancha, desenfundando su hacha ante tan horrible visión.

El huesudo sujeto empezó a hacerle preguntas sobre si recordaba de donde venía, su nombre y algunas cosas más que la borrosa mente del enano no conseguía encajar, tan solo recordaba haber roto esa gema que tanto le costó conseguir en la puerta de ese mago del que todos hablaban Tulrun.

Tras vociferar un poco y amenazar a su captor este salió sin apenas mediar palabra, cuando de repente algún tipo de magia le colocó en una estancia exactamente igual, pero donde estaba su amigo Tellhar, como si fuera una mala resaca de taberna el enano comenzó a recordar su batalla con el pueblo bárbaro, el esqueleto no parecía querer hacerles daños, tan solo buscaba información.

Tras interrogarlos durante bastante tiempo , y sobre todo en su experiencia cercana a la muerte, el esqueleto los dejo respirar un poco de aire fresco, la caverna en la que se encontraban era un pequeño vergel, con un jardin de hierbas y flores subterráneas y algo de agua, tras echar una ojeada Krönn percibio que las vetas y estratos que le rodeaban eran muy parecidos a los que el había estado tantas horas viendo en la Villa de Nevesmortas.

Kronn:- ¿Cómo te llamas?
Esqueleto: Me llamo... me llamo ... ¡NO!

En un estallido los aventureros aparecieron en una parte bastante conocida de Nevesmortas, las minas del Sur, preguntándose quien diablos era esa criatura, decidieron que sería una buena cosa a investigar.