HISTORÍA DE HIDRA VALAMARADACE, LA DISÍPULO DRAGÓN.

[Yemel]

Era un radiante día de sol en la región de Monwood, ya casi a medio día una familia de hechiceros compuesta por Andros Draveen (padre) y Carrie Vales (madre) partirían para Sundabar con una canasta en mano, en busca de  una bayas que crecían en ese lugar, las cuales aportarían a Carrie, los nutrientes que necesitaría porque ella estaba embarazada. Hace casi dos estaciones, aproximadamente, los conyugues esperaban ansiosos la llegada de una niña a la cual llamarían Hisabell Dravenn, quien sería la alegría del hogar y una vez llegada a la juventud a quien ellos podrían transmitir todas sus experiencias en el arte arcano.

Camino a Sundabar, la pareja de hechiceros se toparon con bellos paisajes, los cuales sabían que deberían tener cautela  porque, si bien la fauna y flora eran de gran belleza, también merodeaban criaturas muy peligrosas.
Sus conjuros los protegían al adentrarse en el bosque, pasaron varias largas horas hasta que donde menos se imaginaban, detrás de unos arbustos, estaban las muy buscadas bayas. Por sorpresa para la pareja, de hechiceros, los efectos de sus conjuros se habían desvanecido... Cansados por la travesía y sin un lugar en el cual descansar y recuperar fuerzas, decidieron regresar a Moonwood desprotegidos. Fue grande la mala suerte, de estos futuros padres, que de entre las malezas salieron tres osos terribles a atacarlos, los tomaron por sorpresa y a causa de esto infligieron severos daños a ambos.

Andros se adelantó a Carrie, que estaba tirada, y se lanzó a luchar mientras le gritaba, a su amada, que huyera en busca de ayuda, mal herida la futura madre, se levanta cuando de repente y frente a ella cae la cabeza de su esposo, arrancada de un terrible golpe producto de los osos terribles.
Perpleja y asustada corre, en llanto, por el bosque logrando perder a los osos pero a cada paso que daba, más se desangraba.

Sin fuerzas para continuar, la hechicera se creyó muerta, resconstándose entre unas rocas a los lados de una cueva, llorando por la pérdida de su esposo y porque temía la pérdida de su amado bebe.
Fue en ese preciso instante, que se apareció frente a ella una pequeña  mujer elfa, diciéndole: - "No  temas, mi nombre es Tagarda y quiero ayudarte. Estas muy mal herida y corres gran peligro, de perder a la criatura que llevas en tu vientre". La embarazada arcana, ya mareada por la gran pérdida de sangre intentaba comprender las palabra de esta Elfa y con pocas fuerzas le responde: - “Tagarda salva a la bebe. ¡POR FAVOR!”.

Sin titubear Tagarda buscando lo más rápido posible coje una roca afilada y se realiza un corte en su mano derecha, de la cual comienza a salir su sangre pero esta, no era cualquier sangre, tenía un brillo y color especial tirando a dorado, se dirige a la hechicera y le pide por favor que con sus últimas fuerzas haga el esfuerzo y que beba de esa sangre, asegurandole que esto la salvaría y también salvaría la vida de su pequeña. Carrie asiente y comienza a beber la sangre de la mano de Tagarda, es algo mágico, sus heridas comienzan a sanar, sus tejidos se unen y se recupera, en un abrir y cerrar de ojos, su vitalidad se restablece por completo.

Convaleciente, Carrie, le pregunto luego de limpiarse la boca: - “¿Cómo hiciste para salvarnos?”, Tagarda le responde con una sonrisa de entre dientes: - “Mi sangre es realmente mágica y misteriosa”. Entonces sin más, la Elfa invita a la mujer a entrar a la cueva donde cuidaría de ellas diciendo: - “Venid entrad a la cueva, que os estarán seguras.” Sin dudar, la mujer hechicera acepta y entra.

En la cueva que tampoco era simple, sino que era el hogar de Tagarda esta revela su verdadera forma, un gran resplandor ilumina toda la cueva y de golpe Carrie tiene enfrente a una criatura de cara corta, de gran cabeza con cuernos metálicos largos y lisos, que se recortaban desde la nariz a la frente. La boca se transforma en una enorme mandíbula con afilados dientes, sus ojos se agrandaron y resaltaron de un color oro brillante. Poco había quedado de la elfa, ahora sus mejillas llenas de escamas y de sus hombros empezaron a surgir un par de alas anchas como las velas de un barco. Todo su cuerpo y huesos se deformaron de tal manera que formaron la silueta de una gran Sierpe, pareciéndose a la de un DRAGON, con garras debes de manos. Todo el color de la criatura era, igual que sus ojos, oro brillante….

Dragón: - “Me llamo VALAMARADACE y soy la reyna Dragon. ¿Hechicera cómo te sientes?”
Carrie sin responder, anudada sin creer lo que estaba sucediendo. Se arrodilla frente a tal majestuosa y extravagante criatura alada. Preguntándole: - “¿Cómo puedo pagarle el gesto que tuviste, con tanta bondad hacia nosotras, gran Valamaradece?”. Al decir esto la humana presencia su propio reflejo en las escamas de la criatura, que estaban sumamente pulidas y muy doradas.
La reyna Dragon simplemente le responde...- “Ya me estas agradeciendo, porque mi sangre y tu sangre se unieron, mi sangre dio vida a tu sangre y llevas en tu vientre a una niña que al nacer y desarrollarse se convertirá en mi discípulo, porque mi poder fluye en tus venas y en las venas de tu amada hija. Lo que sí, tienes la obligación por portar mi sangre, de bautizar a tu hija, que también es mi hija, con el nombre de “Hidra”, de VALAMARADACE”.

A Carrie Vales, no le quedó otra más que aceptar, pero esa es otra historia…..

[--Talos--]

Buenas.

De primero te lo muevo al Rincón del Trovador.
La Fuente de Nevesmortas es para eventos onrol del servidor.

Te recomiendo una lectura a la wiki Empezando por aqui

Y dandote a conocer que los Discípulos tienen esto en la normativa:

Os recordamos que las clases Discípulo de dragón, Maestro de la lividez, Agente arpista y Mágico arpista están bloqueadas y sólo se pueden acceder a ellas mediante una petición.

Es decir, deberías mandar un Pm a grupos DM y Dms tramas con una historia de trasfondo.

Te recomiendo ojear Esto para solventar los errores del presente relato.

Cualquier duda, Pm a Dms.

Un saludo.