Rugnus Martillopétreo

Los trovadores de la región narran la historia de sus héroes. (Historias escritas por los jugadores)

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Rugnus
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Rugnus Martillopétreo

Mensaje por Rugnus »

Los picos sonaban de forma constante en la piedra, detrás de todos los enanos trabajando se encontraba uno más joven que estaba leyendo un libro… un libro más bien pequeño y con pocas hojas… parecía malgastado y probablemente descuidado; antiguo y a la vez en manos de alguien tan nuevo en el mundo.

El padre de aquél joven formaba parte de la guardia de Felbarr, nada más que un soldado raso, pero ciertamente le daba un trasfondo militar a toda la formación de la vida del niño que intentaba no destacar tanto en una vida que lo esperaba para ser un soldado más de una guardia enana que no terminaba de convencerlo después de haber descubierto los primeros entresijos de lo que únicamente era un mundo nuevo que recubre y abrazaba todo el mundo que él ya conocía… la roca, las montañas, las personas. Todo estaba bañado en el manto de la urdimbre mágica.

El tiempo se hizo breve mientras los años pasaban. Ciertamente era una decepción para su familia que el niño pasara más tiempo entre libros que entre las armas, pero él había aprendido a ignorar el tema de forma bastante fidedigna… y más aún cuando su tío, un aventurero, volvía a la ciudadela a contarle todo lo que había visto… inundaba la mente del joven en historias, posibilidades, héroes y dragones; algo que en aquella ciudadela jamás pasaba. Algo que ciertamente lo haría desear salir de la misma más temprano que tarde. Pero por debajo de todas aquellas historias el tío se hacía cargo de predicar una fe que a ignorancia del niño lo haría más vulnerable a ser lo que ya su interés por la magia había decidido que sería.

Con el tiempo, el enano creció… y empezó a utilizar por primera vez conjuros que había podido descifrar de aquel libro antiguo y a sus 30 años pudo realizar los primeros a la vez que comenzar a encontrarse con los límites que le permitía acceder el libro aquel… era viejo, estaba gastado, y seguramente habría mucho más que descubrir si saliera de Felbarr.
No tardó demasiado, después de los cuentos que le contaba su tío, en decidir que partiría de viaje… y no pudo ver mejor lugar para empezar que el lugar donde comenzaron tantas otras leyendas.

Tomó las pocas pertenencias que tenía y tras dar los avisos a los miembros de su clan partió… creyendo que sería una desgracia o cuanto menos la oveja negra del mismo; por lo que sacaría un peso de encima de ellos. Sin embargo, en lo profundo su padre lamentó mucho la partida de su hijo, a quien pese a todo guardaba mucho cariño sin demostrar, y pidió a uno de los hermanos del arcanista que lo fuera a visitar con constancia para mantenerse en contacto con él y su clan. Esperando así lograr mantener una relación con el mismo, ya sea para bien o para mal.
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