Un extraño monolito.

[Calor-invernal]

Hace un tiempo estando en la Villa vi llegar a mi hermano lo salude como es costumbre pero le note muy extraño... algo le pasaba, estaba junto a Zalcor y Lucian también dos personas que a parte de que no les he vuelto a ver no recuerdo sus nombres, derrepente mi hermano empezó a taparse los oídos y a gritar... algo le estaba atormentado en su mente preocupada miré a Lucian para ver si podía hacer algo, lo intento pero no podía hacer nada.
Cuando me dí cuenta mi hermano sacó una daga... era eso lo que le atormentaba, Lucían se dio cuenta que no podía usar magia... todo era cosa de la daga, y de un momento a otro según me dijo mi hermano llegó hasta mí, oí la voz dentro de mi cabeza me dijo Eres la Elegida Annie Montero se apoderó de mi mente y me llevó hacia donde el Gnomo, una vez dentro me empujó a introducirla en la forja de allí apareció un portal el cual cruzamos, era un sitio horroroso estoy segura que estábamos en otro plano de esos...lleno de agujeros negros puede que nos acercaremos a alguno nos absorbiese, con cuidado y quitando los monstruos del camino llegamos hasta donde una fémina, se dirigió a mí con las mismas palabras que resonaron en mi cabeza como que yo había sido la elegida.
La elegida para una prueba la cual no debía fallar, ella empezó a intentar a llenar mi mente de dudas y miedos y así sin avisar me convirtió en una gallina... asustada miré hacia atrás en mi mente seguía siendo yo.. Anni Montero pero con el cuerpo de una gallina cacareaba pidiendo ayuda, a mi hermano, a Zalcor, a Lucían... pero no podían hacer nada. Ella seguía con sus insultos y demás para hacerme sentir pequeña, al ver que nadie podía hacer nada empecé a pelear en mi forma de gallina... me lanze a por ella, aleteaba y le picoteaba, Le arañaba con mis patas y Zas!!! Volví a se yo, ella se quedó bastante sorprendida pero no se dio por vencida enseguida me convirtió en una niña pequeña... ya no volvería a engañarme podría estar en un cuerpo pequeño pero la que mandaba en mi cabeza era Annie Montero la chica que luchará hasta el final, me volví a avalanzar sobre ella y al hacerlo desaparecía su hechizo, podía haberla matado allí mismo... pero no soy así, saque mi espada e hice un corte limpio sobre su brazo el cual tenia el báculo, una vez se desprendió de ella carecía de fuerza no magia.
Contentos y más yo por haber logrado superarme a mi misma salimos de ese sitio espantoso.

//tenía que haberlo escrito hace tiempo sí xD pero soy así de dejada... Seguro que no lo he escrito tal cual, pero más o menos ahí lo tenéis, me encantó esa escena muchas gracias!!!!

[--Talos--]

// Por motivos de la vida real, he estado fuera de juego del servidor a términos de Quests.
Cuento con retomar la próxima semana con los Portadores supervivientes y los nuevos. Aquellos que hayan desaparecido, pierden los Puñales y estos vuelven a merodear en busca de un insen.... afortunado y gentil aventurero.

A ver si le damos salida que hay otras en recamara.

[--Talos--]

Los largos dedos acariciaron el entretejido de energía.
Pensativo, llevó su atención de uno a otro diagrama.

Los símbolos orbitaban despacio sobre si mismos, en otro, los mismos símbolos menos dos, se movían incesantes por una especie de mapa topográfico.

Con un movimiento sutil, los grisáceos dedos emitieron sobre el entretejido pequeñas descargas. Los símbolos brillaron con fuerza en la topografía.

- El tiempo de actuar se agota.

[--Talos--]

La guardia ha dado cierre a un asesinato con hurto perpetrado a altas horas de la pasada madrugada en la casa de Clari.
La mujer, desconocida en la villa, ha muerto de un único apuñalamiento.
Debido a extrañas corrientes de aire en la casa, la guardia ha reclamado la asistencia de la Atalaya y postergado el levantamiento del cuerpo hasta el Alba.

Horas más tardes, una fuerte explosión en la casa, que hizo saltar las contraventanas de madera, atrajo la atención de un grupo que se acercó al lugar de los hechos.

La Guardia espera que sea un hecho aislado de una simple pelea con hurto.

[Daan]

Daan levantó las manos y enarboló la mejor de sus sonrisas para calmar a Mongor y Danowl, cuyas miradas parecían más puñales que el propio puñal que le estaban poniendo delante de la cara.

- ¡Vale! ¡Vale! Os lo contaré todo, pero no os pongáis así, ¿de acuerdo? Es cierto que no he sido... completamente sincera, por decirlo de algún modo... Pero tampoco es para cabrearse. En el fondo, lo he hecho por vosotros...

Con un suspiro, Daan comenzó a contar la historia desde el principio.

El día que adquirió por 400 monedas aquella daga en Adbar fue el día del peor negocio de su vida. Pero claro, cuando Darry le enseñó ese filo helado y brillante, contándole que era una llave mágica y que creía que abría un tesoro, la había convencido ya. El regateo fue por la fuerza de la costumbre, porque la venta era segura y su cabeza estaba haciendo ya mil cabalas para encontrar ese tesoro. El primer paso, la primera y única pista, era un nombre a investigar en Nevesmortas: Nenen, Nelen, Negen o algo así... el clérigo enano que había puesto a la venta aquel preciado tesoro.

Las averiguaciones sobre el mismo, que al final se llamaba Negan, y sobre el extraño puñal de hielo, arrojaron sin embargo noticias poco prometedoras. Todo se había desarrollado en una charla de taberna, confusa por las muchas voces: Korissa ya había visto un puñal parecido, sabía lo que hacía y no quería acercarse a ninguno más. Todo iba sobre algo raro sobre un portador que seleccionaba a un elegido, y que tenía que pasar una prueba para algo de unos sellos. Ella misma había pasado una de ellas a través de un puñal de fuego con Zalcor, y corrían rumores de que los hermanos Montero habían pasado por otra similar. De tesoros, sin embargo, ni noticias, solo augurios ominosos sobre algo que se podía liberar, y el consejo firme de no juntar dos cuchillos en la misma mano. Fue Lucian quien dirigió sus pasos a la Orden de Magos con el cuchillo con la esperanza de averiguar algo más, y fue así como conoció a Kalen, el archimago de Nevesmortas.

Si bien el tipo además de paranoico asemejaba tener un palo de escoba introducido por el orificio inferior de su aparato digestivo, lo cierto es que parecía saber de lo que hablaba al haber investigado otros puñales con anterioridad, aunque se quejaba sin parar de que la chica no hacía las preguntas correctas. ¡Ja! ¡Era él el que no daba las respuestas que buscaba! Siete puñales hallados en monolitos, para siete pruebas a realizar por el portador y su elegido, pruebas que debían restaurar los sellos que custodiaba Veluxdrehelmur -fuera este quien fuese- para evitar la liberación de El Atado -fuera esto lo que fuese-. ¿Qué más le importaba a ella? Lo importante era que de tesoros nada, solo responsabilidades, y ni siquiera se conservaba el puñal cuando terminaba la prueba...

Para cuando habló con Annie Montero para conocer su historia, Daan ya había tomado una decisión: ese cuchillo no era para ella, y lo de aguantar pruebas impuestas porque sí y por amor al arte... pues tampoco. Sin embargo, tampoco podía arrojar simplemente el puñal al pozo del pueblo -que lo pensó- ya que liberar a un tal Atado que podía hacer estragos por la zona no le hacía demasiada gracia especialmente. Menudo marrón. Así que debía encontrar un sustituto. Y entonces vio a Gregor entrando por la puerta de La Rosa y el Martillo, dirigiéndose a dormir a la sala común… y una mala idea cruzó por su mente.

Pues aquello tampoco resultó. Daan se tiró de los pelos cuando el puñal volvió a aparecer en la funda de su bota, pocos minutos después de haberlo dejado bien escondido en el fondo de la mochila de su colega, con una pequeña nota deseando buena suerte. Encima la nota se había quedado en la mochila y Gregor estaría riéndose a su costa durante una larga temporada.

Así que ya sólo se le ocurría una opción: si a ella la habían estafado y la daga no había desaparecido, tal vez...

Daan miró a los ojos enojados que la contemplaban esperando sonar convincente.

- No me miréis así... en el fondo no os mentí. Le dije a Mongor cuando le vendí el puñal que me dijeron algo de un tesoro. Dije que abría la puerta a una aventura para el portador y su elegido. Y que había algo de salvar el mundo detrás de ello. Y además le cobré una cuarta parte de lo que me costó, ¡que conste!. Así que ¡alegraos! Porque no querríais que una cosa así de importante dependiera de mí.

Levantó las cejas y sonrió con inocencia, esperando una reacción.

- ¿Verdad?

//Y aquí va otra escena de la trama con mucho retraso, que tenía pendiente de concluir hace tiempo...