Alma

Los trovadores de la región narran la historia de sus héroes. (Historias escritas por los jugadores)

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Lerdopatan
Mas pesado que Rusillo con los Tejones.
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Alma

Mensaje por Lerdopatan »

No fue el mejor nombre para una recién nacida.

Su infancia, fría como el hielo, en el seno de una familia que se rompe con el parto. Tano, un abuelo viudo y malcarado, patrón de su propio barco de pesca que sufre los constantes ataques de las naves de Lantan. Fromin, un padre bravo y descarado, soldado de la Guardia de Luskan, que osó enamorarse de una hermosa extranjera de caderas estrechas. Earel, una madre perseguida por los espías de la Hermandad Arcana, aquellos que se encargan de no dejar respirar a todo aquel que lo intente, y más aún si no es luskanita. Tres personas con un futuro que está a punto de quebrarse en una ciudad devastada por dentro.

El nacimiento ya auguraba dificultades venideras, puesto que a la vez que ella sonreía en su llegada al mundo la muerte hacía lo propio con la abuela. Si ya la convivencia era difícil por la relación entre abuelo y nuera más aún lo sería desde que el anciano culpara a la madre de la tragedia. Una maldición lanzada en dos frases que sellaría la desgracia familiar. Todo por vivir en la zona antigua de la ciudad, la parte sur, que a pesar de estar fuertemente fortificada está rodeada por una amplia zona destinada a caravanas para comerciantes y viajeros. Qué hubiera pasado si Fromin y Earel no se hubieran conocido en aquella dichosa posada nadie lo sabe, pero seguro que el destino hubiera sido menos cruel.

Ahora bien, una maldición no se puede deshacer, y la semilla del odio ya germina mientras Alma crece. Earel se niega a estar cerca del viejo, y hace lo posible por huir de allí con la niña. Fromin se ve superado por la lucha entre la mujer a la que ama y su padre, ya decrépito, a quien debe cuidar a las puertas de su muerte. Pero el lobo de mar aguanta y ríe con malicia mientras parece que lo único que le hace seguir vivo es ver cumplida su maldición. El ser humano es frágil, y cuando se sumerge en el dolor es capaz de caer más profundo que cualquier pozo. El alcohol parece ser la solución para Fromin, pero sólo hace que agrandar la distancia con su amada, que intenta con más motivos aún huir de su hogar.

Bien es sabido que no es fácil escapar cuando la Hermandad Arcana te controla cada movimiento y tu esposo pertenece a la Guardia de Luskan. Él la encuentra en una posada abrazada a su hija a millas de la ciudad, va bebido y ha discutido con su padre. Una paliza deja inconsciente a Earel ante los ojos de Alma. Su rostro se baña en lágrimas, llora y grita a su padre, que ríe aún embriagado. Ella aún no sabe que este instante marcará su carácter para siempre. Fromin las arrastra de vuelta a la ciudad y las somete bajo su yugo dominante, donde el miedo y las amenazas terminan por destrozar a la familia.

Pasan los años, el viejo ha muerto pero la maldición no parece haberse llegado a su fin. Los Cinco Grandes Capitanes de Luskan dan orden a la Guardia de embarcarse en siete navíos para masacrar los puertos de Noyvern y Aguas Profundas, por lo que estarán varios días lejos del hogar. Alma, que ya tiene 15 años, y su madre huyen de allí en una noche oscura, corren hacia el este sin un destino marcado, pero unidas como siempre lo han estado.

Una decisión acertada alejarse de la ciudad, pero no lo es dormir a un lado del camino, desprotegidas y a cielo abierto. Cuando cuatro elfos oscuros caen sobre ellas y las golpean apenas tienen tiempo para mirarse mientras gritan. Un golpe en la sien deja a Alma inconsciente. Al recuperar el sentido encuentra sus ropas rasgadas de arriba a abajo, pero no es nada con lo que ve a su lado: el cuerpo inerte y desfigurado de Earel.

Desde ese momento y hasta la llegada a Nevesmortas la historia aún no ha sido contada.
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Khay, paladín de Tyr :paladin: - Tuii, puñetero de profesión Conjuros de Tuii -¡click! :mago:

Lerdo y patán. De toda la vida...

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