Kelemvor: El Señor de los muertos

[New_Devil]

Kelemvor

Señor de los muertos, Juez de los condenados
Deidad mayor

Simbolo: Brazo esquelético alzado sosteniendo la dorada balanza de la justicia
Plano natal: El plano de la Fuga
Alineamiento: Legal Neutral
Ámbito: la muerte, los muertos
Adoradores los agonizantes, las familias de los agonizantes, los enterradores, los cazadores de muertos vivientes, los funerarios, los plañideros
Alineamiento de los clérigos: LB, LN, LM
Dominios Ley, Proteccion, Reposo, Sino, Viaje
Arma predilecta: "Toque fatal" (espada bastarda)

Kélemvor asigna a las esencias de los muertos su lugar adecuado en el ciclo de la existencia. Usando una táctica distinta a la de sus predecesores como dioses de los muertos, no se comporta de forma maligna ni secretista. promete que los muertos séran juzgados de forma justa e imparcial. Es amable, franco y serio, aunque a veces sea severo. Su principal defecto es que resuelve los problemas por medio de la acción directa, y sucede que, con frecuencia, no se anticipa a las consecuencias negativas que su precipitación pueda tener más adelante.
La iglesia de Kélemvor ayuda a los moribundos, los muertos y sus familias. Sus miembros asisten a los funerales y entierros, resolviendo todos los asuntos pendientes del difunto y ejecutando últimas voluntades. Para que su labor de ayuda a los moribundos pueda continuar, la iglesia reclama la propiedad de aquellos que mueren sin haber echo testamento y sin herederos claros. La iglesia marca los los lugares que hay enfermedad con avisos acerca de la plaga, caza a las criaturas muertas vivientes para destruirlas, recluta aventureros para que acaben con los monstruos que causan demasiadas muertes prematuras y (rara vez) concede una muerte rápida e indolora a aquellos para los que expirar sería una bendición.

Dogma: reconoce que la muerte forma parte de la vida. No es un final, sino un principio; no un castigo, sino una necesidad. La muerte es un proceso metódico, sin engaño, ocultación ni aletoriedad. Ayuda a los demás a morir con dignidad en su debido momento y no antes. Oponte a los que prolonguen artificialmente su vida más allá de los límites naturales, como los muertos vivientes. Honra a los muertos, pues los esfuerzos que llevaron a cabo en vida ayudaron a convertir a Faerûn en el lugar que es ahora. Olvidarlos es olvidar dónde nos encontramos, y por qué. No dejes morir a un solo humano en todo Faerûn sin que haya a su lado un clérigo de Kélemvor.



Estractos del Fe y Panteones y del Escenario de Campaña Reinos Olvidados.