Locura... o presagio

[TanisHAnderson]

Primera parte: un ascenso candente

Avanzaban por los túneles del pozo evitando a los sharitas... las largas zancadas compensaban la velocidad. El viaje había sido tranquilo... al menos la vuelta lo estaba siendo.
Atravesaban la cámara sharita cuando una luz ilumino la estancia como un fuerte fogonazo.
-(pero que...) *siseo mientras sus ojos repasaban la zona*
Continuaron avanzando ignorando el fogonazo que solo levantó los recelos de los Seguidores.
Unos metros más adelante un nuevo fogonazo ilumino la zona muy cerca suya.
La atronadora voz de Eorlin sonó en la cueva... - Transfórmate y busca.
Segundos después y alisando la túnica, extrajo un pergamino que leyó casi susurrando con avidez... sus ojos resplandecieron combinando el color rojizo y el azulado... y comenzó a retroceder.
- (quizás un drow?)
Un sharita se abalanzo contra Eorlin mientras el resto ignoraban la presencia de ambos... Quarrel se giro y avanzo con paso tranquilo hacia al espalda del sharita... y el peso de un mundo cayó sobre sus hombros derribándolo. La fuerza era tal que sus piernas se doblaron instantáneamente...
- pero que...? *siseo mientras intentaba alzarse sin éxito*
Una explosión de sonido delante de él... y un poderoso golpe acabo con el sharita.
Instantes después se alzaba sacudiendo la túnica...
- Qué pasó? - preguntó Eo mientras Quarrel avanzaba hacia el maldiciendo.
- ni ide... -las palabras se apagaron al ver nacer las llamas que le cubrieron por completo de improviso. Observó indiferente las ondulantes llamas que no mellaban su piel y a penas si su túnica, durante unos instantes.
- Vamonos...
Quarrel asintió y avanzó mirando recelos tras de si...
-(tumbarme a mi)

...
..
.

[TanisHAnderson]

Segunda parte: dragones... y más cosas

Dejó atrás a nym, belial y kuza y prosiguió el camino hacia Nevesmortas.
Los bandidos se habrían replegado tras el paso del trío así que seria un viaje tranquilo... o al menos eso cabía esperar.

Una inmensa silueta bloqueaba el camino casi justo en frente del acceso a Fuertenuevo. Tumbada en el camino la inmensa mole rojiza tenia las alas plegadas sobre le cuerpo y la cola extendida sobre el camino.

Quarrel detuvo sus pasos, casi clavándose en el suelo, ante el más que imprevisto encuentro.
-(un rojo... o alguien haciend...)
Los pensamientos se desvanecieron... a la par que el inmenso dragón lo hacia en el aire. Pestañeó y se frotó los parpados concienzudamente.
No había dragón... solo el camino.
Negó para si mismo y siguió su camino dándole vueltas pero relativamente poca importancia...
- (imaginaciones mías)- negó para si mismo

Tras casi una hora de viaje llegó al carromato de los gitanos. Observó los bueyes andando por delante de él unos instantes.
-(fuese dragón o poliformado... tiene que dejar huellas)
Y salió a al carrera deshaciendo el camino andado, corriendo a toda velocidad hacia el cruce de Fuertenuevo nuevamente.

Dos criaturas esperaban allí aunque rápidamente se desvanecieron ante sus ojos… asemejaban dos dragones de colores metálicos que reflectaban la luz solar.
Siseó ante las nuevas apariciones y se acercó lentamente casi arrastrando los pies hasta la zona donde habían desaparecido. Examinó el terreno hallando restos de huellas extrañas.
De repente un fogonazo en las cercanías hizo que diese un salto hacia atrás por puro instinto. La hierba parecía emitir un leve residuo humeante… y algo surgió del suelo durante unos segundos… volviendo a desaparecer solo para reaparecer en un par de ocasiones más en distintos puntos.
Los ojos rojizos exploraron la zona concienzudamente mientras el semielfo se rascaba la tenue barba.
- mm… - echó la mano a un zurrón sacando un libro de tapas doradas algo deslustradas y comenzó a pasar las hojas.- (todo tiene su lógica... incluso lo arcano… no?)
Se apoyó en una de las rocas del camino mientras pasaba las hojas leyendo muy por encima en busca de la que el interesaba. Al cabo de unos instantes notó un brusco movimiento cerca de él y desvió la mirada del libro… para ver como una de las grandes piedras comenzaba a ascender lentamente hacia el cielo…
Cerró con brusquedad el libro mientras veía la ascensión pausada y constante de la roca.
- Esto… -emitió un quedo siseo mientras la mano libre bajaba a la empuñadura de la katana.
Una doble espiral verdosa le subió por desde lo pies hasta al cabeza de improviso y dio un salto lateral alejándose de la roca.
- Por probar… -susurró- hola..?
Repitió el saludo tras unos segundos en otro idioma… todo en calma. Tragó saliva y probo nuevamente en otro idioma… una explosión cercana fue la respuesta así como una tenue neblina que pareció cubrir momentáneamente la zona.
Una nueva roca comenzó el ascendió a los cielos…
El semielfo desenvainó lentamente mientras los sucesos se sucedían… hasta que una inmensa llamarada surgió del suelo conformando una silueta humanoide bañada en fuego…
El enorme elemental le miró unos instantes y comenzó a andar de un lado a otro hasta que se detuvo en el camino.
-ahm… irecil?
El elemental se desvaneció ante sus ojos solo para que el crepitar de las llamas surgiese desde detrás de Quarrel que se giró rápidamente sorprendido.
- Ey quarrel es uno de tus amigos raros? –dijo una voz divertida desde el camino.
- qu…que? – sin apartar la mirada del imponente elemental que se teleportó una vez más para luego desvanecerse.
El semielfo ladeó la cabeza mientras se la rascaba con cierto nerviosismo.
- tu… tu has visto al elemental no?
- Elemental? No. Solo he visto una figura envuelta en llamas- respondió Zumae sonriendo
- ahí dra… y ahí… y luego las roca… - señalaba sin terminar las frases.
- has bebido? O tomado setas? – dijo en un tono divertido Zumae.
Quarrel emitió un largo siseo mientras clavaba los ojos rojizos en ella…
- No estoy borracho ni drogado…
Zumae retrocedió un par de pasos y lentamente volvió a acercarse… y a sus espaldas un destello de energía.
- AHÍ!
Zumae se giró al percibir la luz.
-seria un rayo – sonrió
-claro… -alzó un dedo al despejado cielo nocturno mientras reabría el libro.
Zumae se puso tras el tratando de leer pero tras unos instantes dejó de interesarle.
- Qua… seguro que estas bien?
Quarrel por primera vez en mucho tiempo no encontró una verdad a su medida… estaba demasiado… intrigado.
- Claro… perfectamente. Me quedare un poco a descansar aquí.
Zumae se despidió mientras Quarrel se sentaba apoyado en un árbol y examinaba la zona.
Pasaron los minutos y nada raro volvió a suceder…
Se levantó lentamente y se alejó despacio de la zona… con pasos lentos mientras no paraba de mirar a su alrededor.

- Al menos otros han visto lo mismo que yo… no estoy loco… pero esto no me gusta nada.
Se caló un poco más la capucha con dos dedos y prosiguió su camino a Nevesmortas tras varias horas sufriendo extrañas visiones.


// Colgaría algunos de los screens pero quedaron muy oscuros :S y esto ya es demasiado coñazo de leer peroooooooooo me pareció divertido y trate de escribirlo…
Y aun no se sabe quien fue… y van dos días seguidiños… *sisea mientras mira a los cielos buscando Dms*

[ArtemisEntreri]

//Muy bueno Quarrel muy bien descrito y no, quarrel no esta loco, y si lo está...no lo estara solo, Eo es testigo presencial XDDD

[TanisHAnderson]

Tercera parte: Apariciones en Adbar

Bostezó vagamente cuando el tercer deposito de ópalos se agotó… ayudar a Eli estaba volviéndose pesado, ir de un lado a otro buscando minerales comenzaba a ser pesado.
Finalmente logro recolectar los minerales que le había pedido la elfa como ayuda. Guardó el cincel y se dirigió a los talleres de artesanos.

Eliae trabajaba afanadamente en una de las mesas del taller mientras los enanos martilleaban en las forjas y charlaban entre ellos.
Dejó caer las sacas al lado de la mesa y comenzó a apilar los minerales como era costumbre.
Golpes secos, suaves y precisos… así se pasó un buen rato el semielfo, centrado únicamente en restar las impurezas de los minerales y darle forma a las preciadas gemas. El golpe contra la mesa del cincel hizo un ruido algo significativo… familiar para los últimos. Negó para si mismo y siguió con los minerales.
Instantes después el sonido se repitió… y Quarrel paró en seco. Se giró y examino el suelo de baldosas del taller… nada.
Eli se giró al escuchar la brusca interrupción del trabajo.
-Qué pasa?
- Me pareció escuchar un ruido familiar… al menos para los últimos días.
- para los últimso día… ah!? – al elfa interrumpió la pregunta cuando dos bolas verdes nacieron a los pies del semielfo, orbitaron alrededor de su figura para juntarse justo sobre él y conformar una carta que ascendió unos metros antes de desaparecer.
La elfa agarró a quarrel del brazo.
- al templo
- (para…?)

Ambos permanecieron cerca de unas horas sentados en el Templo de la Forja esperando ser atendidos por el maese enano.
Eli resopló y se levantó.
- nos vamos?
Quarrel sacudió la cabeza como tratando de volver a ser consciente de lo que le rodeaba.
- Tu fuiste la que me arrastró hasta aquí… - se levantó y se encamino a la salida de la ciudadela.


El frío clima de las montañas nevadas. Ambos avanzaron por las escaleras resbaladizas sin prestarle mucha atención a donde ponían los pies. Era fácil mantener el equilibrio… al menos lo era para ellos.

Un siseó bajo los pies de Quarrel hizo que ambos se detuviesen pasados unos instantes.
Las cosas rojizas surgían y desaparecían de entre la nieve.
Un lobo invernal aulló cerca de ellos y Quarrel se acercó lentamente al ver que no se abalanzaba sobre ellos.
- bah a este paso hablare hasta con las plantas… hola?
Como única respuesta un rayo cayó sobre el lobo. La criatura yacía muerta sobre la nieve… Quarrel se giró hacia Eli.
- tu no has sido no? – sonrió mientras negaba para si
Mientras Eliae examinaba el cuerpo del lobo, el suelo alrededor de Quarrel pareció cobrar vida, e infinidad de piedras de todos los tamaños ocultaron durante unos instantes la figura del semielfo. Girando sobre si mismo y resbalando salio del escudo de piedras.
- bueno –siseó- eso también me pasó ayer.
Se incorporó quitando los restos de nieve de las rodillas… - Irecil?
Como única respuesta… la nieve comenzó a fundirse en una determinada zona y las llamas se alzaron desde el suelo. La figura de un inmenso elemental se conformó caldeando levemente el lugar.
-tu… se puede saber que quieres… o que queréis?
Como respuesta el elemental dio unos pasos por los alrededores… y volvió a desvanecerse hundiéndose en el suelo.
Ambos permanecieron alerta de alguna otra señal o manifestación… nada.
- ves… al menos sabemos que no estoy loco y nos son solo imaginaciones mías – sonrió el semielfo mientras la elfa andaba con al mirada ausente.

Tres días… y no… eran demasiadas piezas para ser un puzzle fácil de montar… o algo iba mal… o algo estaba tratando de comunicarse con el semielfo…