Eleryan, promesa de por vida

Los trovadores de la región narran la historia de sus héroes. (Historias escritas por los jugadores)

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dreuthon

Eleryan, promesa de por vida

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En el 1235 CV, una enorme horda de orcos descendió de los picos más septentrionales sobre todas las tierras hasta Calimshán, asediando Aguas profundas y desvalijando el resto de asentamientos a su paso. Los ejércitos y los magos se reunieron rápidamente para detener los expolios de los orcos antes de que Calimshán fuera arrasada. Aunque las huestes civilizadas vencieron, los saqueos de orcos continuaron en la Faerûn occidental hasta el 1241 CV. En un año de determinada eliminación de orcos, los ejércitos occidentales eliminaron temporalmente a los colmilludos de las tierras meridionales y los rebajaron a unas rotas partidas en el norte lejano.



INTRODUCCION
El camino se hacía cada vez más pesado, el general Alexander Loremont animaba a sus tropas a seguir el camino, el sendero se había terminado tiempo atrás para dar paso a una escarpada montaña. Los caballos continuaban el camino a pesar de su cansancio, debían atravesar esa montaña antes del anochecer.
Este sendero podía ahorrarles hasta un día y medio de camino, era más duro pero les requerían de inmediato en el asentamiento, no sabían cuando seria el próximo ataque orco.
La tarde llegaba y la compañía se adentraba en el desfiladero, el aire soplaba con fuerza dentro pero nada les hacia detenerse, las tropas charlaban mientras avanzaban para distraer el cansancio. De pronto el general se giro al escuchar un grito de dolor que provenía de atrás, uno de sus hombres caía del caballo ensartado por una flecha, justo en ese momento una gran mole le saltaba encima derribándolo del caballo, conmocionado aun por el golpe llevó su mano a la empuñadura de su espada mientras intentaba incorporarse, los gritos aumentaban, estaba claro que les había tendido una emboscada. Tras ponerse en pie vio que delante suya tenia a un gran orco de más de dos metros que blandía un gran hacha, el orco rugió y acto seguido asesto un gran golpe sobre Alexander, como instinto levanto su espada para protegerse del golpe pero su esta se partió por la gran fuerza del orco, el hacha siguió su camino partiendo también su armadura y provocándole un gran corte en el pecho, a causa del impacto Alexander cayó al suelo de rodillas, alzó la cabeza para ver como el orco lo agarraba y lo lanzaba contra la rocas.
Tendido en el suelo la sangre empezaba a nublar su vista, sus hombres luchaban valientemente pero sus cuerpos caían al suelo atravesados por las armas orcas. Alexander alzó la vista al cielo tal vez buscando una luz que le llevara al descanso eterno pero en vez de eso tan solo vio una gran sombra que cubrió el sol, los orcos rugieron pero esta vez parecía que de temor. Intento moverse pero el dolor pudo con su cuerpo mal herido y se desmayó.
dreuthon

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El dolor de cabeza era insufrible, sus ojos hacían un esfuerzo por abrirse pero su cuerpo no
reaccionaba, una voz tranquilizadora le hablaba desde la oscuridad

- No hagas esfuerzos tus heridas aun están cerrándose – dijo una voz femenina -

Sorprendido ante ese comentario hizo un último esfuerzo para abrir los ojos, todo estaba borroso la estancia no parecía estar muy iluminada, buscando la voz que le había hablado vio una sombra sentada a su lado, después de esperar unos segundos para recobrar la vista vio a su lado a una joven y hermosa mujer, sus cabellos largos y plateados caían sobre su cara que no dejaba de sonreír, su piel era de color claro y sus ojos grises no le quitaban el ojo de encima.
Alexander intento incorporase pero le fue imposible sin la ayuda de la joven.

-Te he dicho que no te movieras aun estas mal herido –dijo mientras le ayudaba a incorporarse-
-Perdona mi descortesía ¿pero quién eres?-dijo Alexander mientras la examinaba mejor-
-Mi nombre es Eleryan Avenor, te encontré en el desfiladero malherido y te traje aquí.
-¿Vos sois?-Le pregunto acto seguido Eleryan-
-Alexander….Alexander Loremont, general y caballero al servicio de la humanidad.
-Un placer Alexander-dijo Eleryan sonriéndole apaciblemente-.

En todo momento la joven no perdía la sonrisa y examinaba la evolución de las heridas de Alexander, éste aun conmocionado no pudo evitar abordarla con más preguntas.

-¿Donde están mis hombres? ¿Y los orcos? ¿Que hacías por estos paramos?-decía mientras giraba la cabeza de un lado a otro buscando respuestas-
-Veo que no quieres hacerme caso, pues bien, tus hombres están muertos, los orcos han descendido hacia las ciudades y yo vivo en estas montañas-su tono era suave pero la sonrisa había desaparecido para dar paso a un rostro serio-
-¡Los orcos! ¡Tenemos que avisar al asentamiento! ¡Están en peligro, nosotros somos sus refuerzos!
-Tranquilízate, siento decirte que a causa de tus heridas as permanecido tres días inconsciente….
El asentamiento cayó anteayer a manos de los orcos…. Lo siento-dando unos segundos para que asimilara la noticia-
-No es posible-dijo Alexander mientras bajaba la cabeza- nosotros teníamos que impedir eso, era nuestro cometido, defender el asentamiento para que no sucumbiera a manos orcas.
-No puedes cambiar lo ocurrido ahora as de descansar y recuperarte-dijo Eleryan volviendo a sonreír-.

Alexander volvió a tumbarse, todavía sentía un gran dolor en todo el cuerpo, aparte de los golpes y cortes sentía que tenía algún hueso roto. Respirando hondo comenzó a observar la estancia en la que se encontraba, era una gran cueva, podía albergar sin problemas a cien hombres en su interior, la luz de la cueva se filtraba por las brechas del techo dándole un aspecto menos lúgubre.
Volviendo la cabeza hacia la joven, Alexander tuvo que volver a preguntar.

-¿Cómo fue que me encontraste? Sigo sin entender cómo es que los orcos no acabaron conmigo.
-La verdad es que eso me lo tendrías que explicar tu, cuándo llegue a la zona tan sólo encontré los cuerpos de tus hombres, de los orcos no quedaba rastro alguno. Me quede aturdida al ver esa masacre pero por suerte me atreví a examinar el lugar y te encontré a ti malherido pero logre traerte a la cueva y salvarte.
-¿Donde estamos exactamente? No sabíamos de la existencia de la cueva cerca del desfiladero.
- Realmente estamos a unos dos kilómetros del desfiladero adentrados en la montaña-Dijo Eleryan sabiendo que aquello le daría más problemas-
-¿Dos kilómetros? ¿Como pudiste transportar mi cuerpo a tanta distancia?
- No creas que fue fácil, pesas un montón, pero con un poco de esfuerzo te traslade aquí.
-Pero…-una fuerte tos interrumpió a Alexander-.
-Venga vuelve a dormirte continuaremos en otro momento con la conversación.

Con un leve asentimiento Alexander cerró los ojos para quedar dormido en poco tiempo.
dreuthon

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Los meses pasaban y cada vez Alexander se veía con mas fuerzas, Eleryan cada día le trataba las heridas y le ayudaba a caminar para que fuera recuperando la fuerza en sus músculos, Agradecido por todo lo que estaba haciendo Eleryan, Alexander no quiso hacerle más preguntas, estaba claro que le había salvado y eso a él le bastaba para confiar en ella.
Él en cambio no dejaba de contrale cosas sobre las ciudades, los cambios que se estaban produciendo, la gran labor que tenía como protector de los hombres y lo importante que era hacer el bien y respetar la leyes.
De vez en cuando Eleryan dejaba solo a Alexander en la cueva, aprovechaba sus largas horas de sueño para salir a por alimento y de paso obtener noticias de exterior, uno de esos días llegó con el rostro triste.

-Alexander-dijo mientras lo despertaba-Tengo que darte una mala noticia.

Él se incorporo para escucharla, pudo ver en sus rostro que lo que le tenía que contar no era nada bueno, púes su siempre sonrisa había desaparecido y daba paso a un rostro triste.

-¿Que ha ocurrido Eleryan?
-Me temo que la ciudad de Aguas Profundas ha sido asediada por una hueste de orcos, éstas están arrasando con todo lo que se cruzan y no dejan supervivientes a su paso.

El rostro de Alexander mostraba el dolor que sentía al oír esas palabras.-No es posible-dijo mientras caminaba de un lado a otro pensando-
-Si han conseguido asediar Aguas Profundas su siguiente paso será arrasar toda Calimshán, y no podemos permitir que caiga. Necesito partir de inmediato y luchar junto a los míos.
-Alexander-dijo Eleryan mientras le sujetaba la mano-, No puedes marcharte aun, no estás recuperado.
-Lo sé pero me necesitan en la batalla, daría mi vida por proteger lo que tanto esfuerzo ha costado construir y por lo que tantos hombres han luchado.
-Entiendo todo lo que me dices-mientras le posaba una mano en la cara-pero aun tienes que recuperarte, no desearía que te ocurriera nada.

Sus miradas se cruzaron para quedarse una frente la otra, aunque no hacía falta palabra alguna los dos sabían que en estos meses algo había cambiado en ellos, el afecto que se sentían había pasado de ser una amistad a ser un sentimiento más profundo.
Los segundos que mantuvieron las miradas parecieron años pero Alexander rompió el silencio.

-Aunque me duela he de reconocer que aun no estoy listo para partir, además no deseo dejarte Eleryan has hecho por mí lo que ninguna otra persona había hecho jamás. Estoy en deuda contigo y sé que jamás podre pagarte.
-El mejor pago que podrías ofrecerme es quedarte conmigo, no deseo verte partir hacia la muerte-decía con rostro serio pero se denotaba dolor en sus palabras-.
-Mi mayor deseo seria quedarme a tu lado, pero hice una promesa que debo cumplir, jure proteger con mi vida el bienestar de los hombres y es lo que tengo que hacer.

Esas palabras se clavaron en el corazón de Eleryan como una daga, estaba claro que el día de la partida de Alexander estaba cerca ye ella no podía hacer nada para impedirlo.
Los días pasaban y cada vez Alexander se encontraba mejor, en cada momento sus miradas se cruzaban pero ninguno deseaba dar el paso definitivo sabiendo que tarde o temprano tendrían que separarse.
dreuthon

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Una mañana, antes de que amaneciera Eleryan despertó a Alexander, él se incorporo sin problema las heridas ahora eran unas horribles cicatrices. Cuándo se levanto vio ante él una armadura plateada, su fabricación era de grandísima calidad y en el centro del torso se podía ver la figura de un dragón con la cabeza en alto mostrando toda su majestuosidad. Junto a la armadura posaba una espada también de gran calidad y bellísimas formas.
Alexander abrió los ojos de par en par y miró a Eleryan buscando una respuesta.

-Sabia que tu marcha llegaría tarde o temprano así que prepare una antigua armadura de mi padre-dijo mientras sus ojos brillaban aguantando las lágrimas-.
-Es bellísima, ¿como quieres que acepte tal regalo?
-Tienes que hacerlo, me han llegado noticias de que las huestes orcas están apostadas preparadas para la batalla, los ejércitos y los magos están preparados para combatirlos y no podrán si no estás tú para ayudarles.

Alexander se puso en pie y se dispuso a ponerse la armadura, pese a ser una armadura completa su peso era muy ligero y era muy cómoda, Eleryan le ayudaba a ponérsela mientras de su rostro caía alguna lagrima. Cuando estaba vestido y preparado Eleryan le pidió que le acompañara a la salida de la cueva, en ese instante Alexander llego a la cuenta que en todos estos meses aun no había visto la salida, tan sólo había estado en la gran bóveda del interior, ya fuera por las heridas que le impedían moverse bien o por estar en compañía de Eleryan no había explorado la cueva.
La salida de la cueva era un gran orificio, podía dar paso a criaturas ralamente grandes. Cuando llegaron Alexander tuvo que dar un paso atrás, la salida se encontraba a una altura increíble, era imposible llegar a ella escalando y mucho menos andando. Algo asustado Alexander miró a Eleryan y ella no pudo evitar bajar la cabeza.
. ¿Cómo has podido salir de la cueva todo este tiempo?-dijo mirando a todos lados-una persona no sería capaz de salir de esta montaña por su propio pie.
-No he sido honesta contigo en todo este tiempo-decía con la cabeza baja-
-¿A que te refieres Eleryan? No entiendo nada.
-No soy una humana-se decidió a decir tras un gran suspiro-
-Soy una dragona plateada.
-¿Como es posible? por favor explícate.
-Todo comenzó cuando me disponía a salir de caza, sobrevolaba la montaña cuando escuche los sonidos de una batalla, al acercarme vi a los orcos acabando con todos tus hombres y por el odio que siento hacia esas criaturas no pude evitar bajar y atacarles, la mitad salieron huyendo pero el resto cayeron bajo mis garras. Cuando me disponía a marcharme vi como tu cuerpo se movía, no sé decir que me ocurrió en ese momento pero al verte tuve que sacarte de ahí y traerte a mi cueva para curarte. Sé que no he sido sincera contigo pero puedo asegurarte que lo que siento por ti si ha sido real en todo momento.-Se detuvo y miro a Alexander deseando que dijera algo-.
-Una sonrisa de dibujo en el rostro de Alexander-No me importa lo que seas en realidad, me has salvado y te has hecho con mi corazón que será tuyo para siempre.

Tras decir esto Alexander se acerco a Eleryan y la besó de forma apasionada, en su cabeza sabía que tal vez esta sería la primera y última vez que podría besar a la mujer que había conquistado su corazón. En cuanto se separaron Eleryan miro al horizonte con lagrimas en los ojos.

-Es la hora que cumplas con tu destino-dijo mientras cerraba los ojos-

Una luz brillante cegó a Alexander durante unos segundos, cuándo recupero la vista tenía frente si a la criatura más bella que jamás había visto, era una dragona plateada de tamaño medio, una placa pulida y brillante formaba su rostro, una cresta se alzaba orgullosa sobre su cabeza recorriendo todo su cuerpo para terminar en la punta de su cola. Dos finos cuernos adornaban su cabeza y sus alas eran anchas y lustrosas, la dragona olía a lluvia y sus escamas relucían como metal liquido.

-Sube-dijo haciendo un gesto con la cabeza-te acercare lo mas que pueda a las tropas pero no puedo participar en la batalla, los dragones no podemos intervenir en la guerras entre especies, lo siento.
-Eleryan-dijo con el rostro lleno lágrimas-quiero que me hagas una promesa.
-Lo que desees Alexander, tan sólo pídemelo.
-Si muero en la batalla quiero que cuides de los humanos, continúa con mi labor y ayúdales a que no se destruyan a sí mismos.
-No vas a morir en la batalla pero si ese es tu deseo, te prometo que el resto de mis días los utilizare para cuidar de los humanos.

Acto seguido Alexander monto sobre la espalda de la dragona y se dispuso a emprender el camino hacia su gran batalla, mientras volaban una última frase salió de sus labios.

-Cuando termine la batalla me reuniré contigo en tu cueva, por favor espérame ahí-dijo Alexander mientras se agarraba al lomo de la dragona-.

Un leve rugido sirvió como asentimiento de la dragona. Cuándo tan sólo estaban a medio kilometro de las tropas la dragona aterrizo en el suelo y con suavidad dejo al caballero en tierra, ninguno de los dos dijo palabra alguna solo se miraron durante unos segundos y la dragona con lagrimas en los ojos retomó el vuelvo y se marchó sin volver la vista.
Ya en su cueva los días pasaban y Eleryan deseaba que volviera Alexander, tenía noticias de que la batalla había terminado y que los hombres libres habían vencido el combate. Pero por más que esperaba él no llegaba, su tristeza fue tal que durante cien años tan sólo pudo llorar la muerte de su amado. Ahora está decidida a cumplir la promesa que le hizo y cuidar de los humanos durante el resto de su vida, y la mejor forma de hacerlo es ser una de ellos vivir a su manera y adoptar sus costumbres, todo es poco por aquel hombre que deseaba por encima de todo la paz entre los hombres.
dreuthon

Mensaje por dreuthon »

//E creado el pj y colgado la historia pero antes de jugarlo me gustaria tener la aprobacion de los Dms, nose si es algo que se tiene que pedir permiso para tener un transfondo asi.Un saludo
Bhaal
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Mensaje por Bhaal »

Lo normal es hacer las peticiones por mail. Aún así...

No tenemos la raza de dragón implementada en el servidor, ni si quiera la de semidragón, que es lo que requeriría un PJ así.

Los dragones son de los seres más poderosos y más antiguos de Toril. Aprobar ese trasfondo sería conceder de forma indirecta demasiado poder al PJ (conserve o no sus poderes) y por lo tanto no estoy a favor.

Esa es mi opinión personal y no tiene por qué coincidir con el resto de los DMs.
Wiki: http://wiki.marcaargentea.net
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