La fuente de información

[Zugazaga]

El ruido de la batalla cercana se oía por todos los túneles adyacentes, la maga a sabiendas de que se encontraba sola y sin formar parte de patrulla drow alguna evitó lanzar sus protecciones, salvo su invisibilidad y los conjuros de adivinación que tanto le habían ayudado a anteponerse a sus enemigos en combate singular pues sabía que la luz atraería muchos ojos.

Esgrimió su vara y con pasos cuidadosos aún sabiendo que su silueta era imperceptible para los ojos de los luchadores se internó en el túnel de donde provenían los ruidos de lucha. Ella lo temía, sabía que multitud de herejes de Shar se escondían en esa laberíntica zona de la Antípoda Oscura, pero lo que sus rojos ojos atisbaron gracias a sus conjuros de adivinación cambió por completo su misión.

Sin duda alguna, aquél mediano iba bien acompañado, un humano y un enano, los tres armados y con sus protecciones mágicas que la maga pronto reconoció. Los tres se habían internado en el túnel por el que caminaba silenciosa la maga momentos antes. Los tres aventureros de la superficie, en una cruenta batalla, habían acabado con ese grupo de sharistas que mantenían la sala con una profunda oscuridad, posiblemente mágica. Pero ninguno de los tres, sabía que su victoria había sido presenciada por más ojos que los suyos y los de sus dioses…

Se pararon ante una puerta, sellada mágicamente, ocultaba secretos oscuros en su interior, como toda la infraoscuridad en sí, fueras dónde fueras, todo túnel podía guardar un secreto de muerte para los aventureros y una muerte segura para los incautos.
Los tres aventureros, cada uno de una raza de la superficie empezaron a observar la puerta cuidadosamente, sospechando que los herejes de Shar hubiesen colocado alguna trampa mágica en su estructura. Sin embargo, fue el enano, seguramente gracias a su acostumbrada vida bajo tierra quién vio la silueta de la maga y avisó sin demora a sus acompañantes que la miraron fijamente.

-“¡Una drow!”- El grito del humano del grupo se habría oído en cualquier túnel cercano, alertando a criaturas, aberraciones o cualquier individuo que se encontrara cerca. Su increíble percepción fue certera, la maga había terminado su conjuro de invisibilidad y se mostraba cubierta bajo manto piwawfi, con la vara apuntándoles.

Se movieron inquietos, todos salvo la maga, pues sabía que si querían salir de allí, sería por el camino a su espalda, y para ello tendrían que pasar a su lado. La maga abrió la palma de su mano derecha, y con el dedo índice y el pulgar formó una garra, sin embargo, su gesto no tuvo la respuesta esperada, cualquier drow hubiera contestado en su lenguaje para evitar las confrontaciones, pero ésta vez, no habría confrontación, la maga deseaba que su gesto no fuese contestado, con ello sabría que los tres aventureros venían del horrible mundo de la superficie.

Haciendo un esfuerzo en recordar uno de los primeros libros que pudo estudiar, empezó a hablar en la lengua común del mundo donde impera la gran bola de fuego. –“Así es, humano, una drow”- Su pronunciación evidenciaba que conocía la lengua por haberla estudiado de un libro y no haberla aprendido por una lengua materna.

En cuanto las dudas quedaron disipadas, los tres aventureros confusos observaron sus alternativas. –“Sólo queremos abrir esta puerta y largarnos”- Dijo el humano en la misma lengua en que la maga les había hablado. –“No pretendíamos invadir vuestro territorio, abriremos la puerta y nos iremos”- Dijo el enano, con el lenguaje usado para los tratos comerciales de las razas de la infraoscuridad.

-"Esa puerta tiene dos salidas, una es la muerte y la otra es la sabiduría. Dadme la sabiduría o tendréis la muerte”- De nuevo la maga volvió a hacer memoria para poder comunicarse en común con los aventureros. –“Habladme de la Fle….”- Las palabras de la maga fueron interrumpidas por el enano.–“Ya he tenido bastante, nos largamos”-Alzó sus manos y clamó una bendición a su dios, que al momento hizo que el humano y el enano desapareciesen de la infraoscuridad para aparecer en algún lugar cómodo y seguro.

El conjuro que había escogido fue sin duda el más sabio, la misma maga lo tenía preparado en su libro de conjuros pues sabía que en la infraoscuridad, hasta el hongo más pequeño poseía esporas mortales, y según el tamaño del enemigo crecía, aún más peligro se corría, con ese conjuro podía volver al recinto de su casa tan pronto lo activara.

Pero los aventureros habían cometido un error, el conjuro sólo transportó al humano y al enano. –“Tus amigos te han traicionado, mediano”- Dijo la maga riendo cínica e infantil como una cría. Él miró hacia atrás para confirmar lo dicho por la drow.

-“Ahora tú, contestarás mis preguntas, o pronto conocerás a tus primos grises, con los que compartirás trabajo”- La maga tajante y mostrando su perpetua sonrisa miraba al mediano, que accedió rápido a sus demandas.

-“Dime todo lo que sepas de la Flecha…”-

Después de que el mediano, hubiese saciado las preguntas e interrogantes de la maga, la maga pensó en lo necesario que se hacía volver a su casa e informar de las buenas nuevas. –“Destápate, mediano”- Le espetó al joven, que se mantenía inquieto a sabiendas de que estaba en peligro. –“Prefiero quedarme así, señora”- Fue la respuesta del joven, un buen intento, pero que ningún drow permitiría que quedase impune, ha escogido el camino difícil pensó la maga mientras ampliaba su sonrisa, sabía que ésta vez no tendría que comprar un esclavo para experimentar con sus conjuros.

Al momento alzó sus manos y empezó a conjurar un encantamiento sobre el mediano, que al verse sorprendido no pudo hacer nada. Sin embargo, cuando la maga intentó interceder en la voluntad del joven, comprobó al igual que el mediano, que el encantamiento no había tenido éxito. –“En serio, no me haga daño, ya le he dicho todo lo que sé de la Flecha y Neves.”- Las suplicas del mediano volvieron a ser escuchadas, pero la maga ya sabía que haberse negado a destaparse no había sido más que una ofensa que iba a ser vengada.

Abrió su libro de conjuros, y leyó todo lo rápido que pudo en su lengua drow, mientras con su mano seguía el mismo ritmo con sus gestos, lo hacía rápido, sabía que el mediano podría huir si se demoraba, pero ésta vez su encantamiento tuvo éxito, el mediano no perdió su voluntad, la maga lo había inmovilizado y con los ojos fijos en la horrorosa daga que ésta había sacado, contempló cómo ella empezaba a hacer su trabajo, empezando por destaparle.

La maga sabía que le mediano estaría casi un día inmovilizado, pero quiso ser rápida, la sangre que manaba de la frente del joven pronto sería detectada por criaturas de los túneles, y eso sería un peligro para ella. Pasó mucho tiempo hasta que la maga terminó, se apartó y limpió su daga, empapado en sangre su filo, su empuñadura e incluso la mano de la maga.

Amplió su eterna sonrisa y comprobó que su trabajo había finalizado, el mediano aún inmovilizado, tenía dos heridas en su rostro, en el pómulo derecho, una araña, copiada del emblema de su casa, la doble efigie de Lloth, y en su frente, una palabra escrita en el idioma de sus primos de la superficie, un élfico que rezaba “Traidor”. Ambas heridas tardarían mucho en cicatrizar, al igual que el conjuro de la maga, sin embargo ella no iba a presenciar ninguno de los dos, al igual que el enano, lanzó su conjuro y desapareció del túnel hasta un lugar cómodo y seguro, al menos para un drow.

1 Saludín