Del diario de Amendur, monje recien llegado a la villa.
Una semana mas o menos tras el ataque devastador sufrido por la ciudad, me encontraba en sus cercanías recogiendo aloe. Una nube de polvo me envolvió y de la misma emergió Alba Dracopardo, montada en su nervioso corcel. Apenas intercambiados unos saludos, la tierra tembló:
- Dioses, otra vez no. -gritó Alba tratando de sobreponerse al estruendo- Vuelve la esfera. La esfera de la que salieron esos demonios que destruyeron Nevesmortas. Corre!! - me advirtió-.
No parecia ese el tiempo ni el lugar para pedir más explicaciones. Corrimos con todas nuestras fuerzas alejandonos de alli. No nos detuvimos hasta alcanzar la granja de donde parten las caravanas de bueyes y, sin permitirnos descanso alguno, llovieron cientos de arañas literalmente sobre nosotros que trataban de mordernos. Logramos quitarnoslas de encima sin conseguir evitar sufrir los efectos de su veneno. Cuando cesaron los ataques comprobamos dos cosas: que el cielo estaba perfectamente despejado y que los restos de arañas se prolongaban hasta la linde del bosque. Tras una breve discusión nos parecio acertado adentrarnos en el vecino bosque para tratar de descubrir su origen.
Nada parecía fuera de lugar, aunque ni Alba ni yo eramos expertos conocedores de la zona. Tras pasar el resto de la noche y la mañana siguiente vigilantes sin sufrir mas ataques, decidimos regresar a la villa en busca de refuerzos (mejor si fueran exploradores o cazadores avezados), no sin antes pedir a los granjeros (se negaron a abandonar sus casas) que se encerraran en ellas y corrieran a Nevesmortas a la menor señal de peligro.
En la fuente de la villa encontramos a Syra y a Hana que accedieron a auxiliarnos en la búsqueda.
El camino de regreso a la granja permanecía tranquilo. Demasiado tranquilo.Al aproximarnos a nuestro destino encontramos en el suelo el cadaver del leñador Shard Rogerman cosido a picotazos. No habia ningún rastro de su vecino Pather Fynolds, quiza nos hizo caso y regreso a la ciudad por otra ruta.
Nos dirigimos sin tardanza a la entrada del bosque. Una araña enorme caminaba despreocupadamente por la espesura. Al vernos lanzo un "wiiik" que nos helo la sangre y, dando media vuelta sobre sus extremidades, emprendió una huida veloz.
Salimos tras ella sin importarnos los cortes y magulladoras producidos por las ramas que nos cortaban el paso. Perdimos la nocion del tiempo en la emocion de la persecucion y, cuando el rastro parecía tambien perdido, alcanzamos un claro totalmente cubierto de telarañas.
En el suelo destacaba un enorme capullo de seda del que sobresalian una cabeza y unas manos humanas. El cuerpo carecía de pulso y su torso terminaba en una masa sanguinolienta. Asqueados y deseosos de castigar a quien unicamente nos consideraba alimento, comenzamos a romper las telarañas que nos rodeaban buscando a nuestra "amiga". La labor se complicaba porque los pegajosos filamentos se adherian a nuestra ropa y embotaban los filos de nuestras armas. De entre las telarañas surgian con una cadencia axfisiante monstruos de ocho patas que retrasaban nuestro avance.
Nuevas telarañas surgieron detras nuestro. Ya no podiamos retroceder. Estabamos atrapados!
Perdimos nuevamente la noción del tiempo: abrinos paso lentamente entre las telarañas, defendernos de sus tejedoras, seguir abriendonos paso...
Al fin apareció ante nosotros la madre de todas las arañas (al menos la de todas las arañas de esta parte ignota del bosque). La lucha fue encarnizada. Aguantó nuestros ataques combinados y cuando la cosa alcanzaba ya tintes dramáticos (para nosotros) recogió sus patas y rodó por el suelo exánime en un charco de venenoso ácido.
Ni siquiera muerta la amenaza pudimos descansar ni curar nuestras heridas. Cientos de arañas brotaron de su vientre como venganza postrera que nos mordían atravesando incluso las armaduras.
Por fin se hizo de nuevo el silencio. Agotados y mareados por el veneno conseguimos salir del bosque y regresar a Nevesmortas.
Jamás una distancia tan corta se hizo tan larga...
// Me disculpo por no presentar mas dialogado el relato y por casi exclusivamente decir el apodo de mis compañeros de quest, pero no contaba con el log y lo he escrito a partir de mi memoria que ya no es lo que era. Prometo intentar hacerlo mejor. Un saludo,
Mas problemas en Nevesmortas
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