TABERNAS, SECRETOS Y MAL OLOR

[Wantu]

-Tabernas, secretos y mal olor-

Después de pasar la jornada anterior con Malakai me dispuse a descansar una noche en la posada de Rosa, de camino a ella, se dejaba notar un cierto aroma a putrefacto, un hedor que parecía manar del pozo y de la fuente de la villa.

Con los anteriores problemas de agua que aún perduran en nuestra memoria, todos estábamos muy concienciados con resolverlo. Yo por lo menos, no hay nada que me de más pereza que atravesar las puertas del castillo de los caballeros, demasiada saturación de impresiones rancias y cerradas que para nada van conmigo.

Me encaminé tras pasar el umbral de la puerta de la posada a pedir una llave a la señora Rosa, ésta estaba remendando unos pololos mientras se mecía en su mecedora de rejilla con ese almohadón amplio. Justo al abrir la puerta de acceso a su pequeño mostrador escuché parte de una afirmación. “Esos oscuros usaban las alcantarillas y los túneles que se abrían desde ellas para atacar Nevesmortas, había un acceso desde mi cocina”
Rosa asentía mientras hablaba, alguien dijo que habían salido serpientes y ratas del pozo a lo que sin dudar añadí una pregunta tras otra “¿Ratas? ¿Una entrada a la alcantarilla desde su cocina, Rosa? ¿Están arriba? ¿Y los gatos? Rosa me miraba mal mientras me preguntaba si había bebido. La verdad es que ese día no pero sí que celebré con Humo un par de cosas.

Por supuesto Rosa no iba a dejar que abriésemos la entrada a las alcantarillas, menudo boquete se le iba a formar en la posada, en su cocina, así que sin más fuimos a ver a la dama lanzagélida todos los allí reunidos. Nos protegíamos del nauseabundo olor como bien sabíamos y de esa guisa llegamos a la mansión de la Dama. Estaba de viaje en Sundabar, no se encontraba bien y ese hedor la hacía empeorar. El secretario se encargó de entregarme (mis acompañantes no parecían dispuestos a tomarlo) un permiso para abrir la entrada y éste, sería mostrado a Rosa.
Al salir de nuevo a la plaza Dick se acercó tambaleándose exigiendo su vino, ante la negativa de alguno de nosotros añadió unas palabras que me dejaron con la boca abierta “Ya me lo dará la estúpida de mi tía Rosa” Así que Rosa, la posadera era pariente muy cercana de Dick nuestro insigne borrachazo. Debía ser hermana del padre o de la madre de Dick, curioso…me pregunto si es de la posada de donde saca el licor dada la afinidad y gusto que parece tener a estar cerca de la misma.

No pude evitar poner en conocimiento de Rosa el comentario de su sobrino, montó en cólera llamándome Cronista cotilla y que iba hacerme limpiar su cocina durante una deckana, va lista si cree que voy a hacer eso, si se pone así cambiaré su local por el Blasón o la habitación que la dama lanzagélida me ofrece.

Nos llevó ante su marido Jedrick, se dedicaron algunos comentarios “amorosos” pero al final, el posadero accedió a que entrásemos en su cocina.

Vista la resolución y el motivo que nos conducía, pasó a explicarnos algún detalle sin importancia (*).
“Veréis, bajo esta posada hay otra que hubo que clausurar por diversos motivos…allí abajo puede haber cualquier cosa pero…”
Ante nuestras baterías de preguntas no le quedó otra que volver a aclarar algún detalle insignificante (*)

“Hace unos días vino a verme el primo de Sanu, necesitaba guardar sus animales diferentes y dado que tengo amistad con su primo, le dejé usar la posada inferior, retiré los tablones y luego los coloqué de nuevo”

Fuimos entre nauseas y mareos, entre resoplidos y falta de respiración hasta la antigua posada inferior, el hedor era lo más repugnante que mi olfato ha olido jamás, casi automáticamente vomité. Estaba mareada, dando arcadas y con un precioso (*) color verde incipiente en mis mejillas, estaba deseando quitarme de encima ese nauseabundo aroma cuando alguien ( lo siento, no pude verlo, estaba dándome la vuelta como un calcetín, es decir, vomitando) abrió una puerta. La sala que en otro tiempo fue el alocado establecimiento donde los más ancianos de Nevesmortas bebían, estaba repleta de cuerpos putrefactos, había sangre reseca por doquier, restos de vísceras y carne arrancada, daba la impresión de que aun tras años de cierre, se seguía usando. Justo comenzaron a entrar a la sala algunos animales exóticos, nos atacaban intentando devorarnos por lo que le dimos muerte entre más y más arcadas ¡era asfixiante!

Al ruido que formamos una nueva puerta se abrió, de ella salía tan tranquilo el primo de Sanu, un tal Nanu , pareció sorprendido de que estuviésemos allí y tras unos escarceos comenzó a gritar. “¡Habéis matado a mis animales!, ¿Qué voy a hacer ahora sin ellos?” Explicamos todo lo pasado, el tipo sabía mentir bien a tenor de lo sucedido después.

El hedor provenía en efecto de la antigua posada, de los animales y de los restos podridos y sin pudrir con los que Nanu alimentaba a sus bichos. Sí, les alimentaba con personas, seguramente restos de los cuerpos que había allí abajo y quizá hubiese sido capaz de encontrar una salida a través de la alcantarilla cerrada por los ataques drow de antaño.
No puedo decir que lo viese todo con detalle, estaba tan mareada por el olor que ya ni recuerdo el número de veces que vomité, solo vi que el tal Nanu se puso nervioso y en un forcejeo dejó caer una bolsa con cuchillos, aun tenían restos de piel, repugnante sin duda.

Resistió como pudo que lo sacásemos de allí para entregarlo como responsable del pestazo así como de los ataques a los animales de Sanu. Quizá fue el forcejeo pero el fuego comenzó a apoderarse de la posada inferior, lo devoró todo y casi lo hace con nosotros si no nos apresuramos hacia la salida.
La entrada fue de nuevo clausurada pero ahora conozco más parte de la historia de Neves.

Rosa la Posadera es la tía de Dick...¡que curioso!¿Será un secreto?


(*) Uso de la ironía más pura de la que Daya hace gala

//¡Gracias por el ratillo Tymora!

[Tymora]