Rata de la calle

Los trovadores de la región narran la historia de sus héroes. (Historias escritas por los jugadores)

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Norisse

Rata de la calle

Mensaje por Norisse »

Corriendo

Miro como ascienden las llamas lentamente, mientras mi rostro tiznado, y manchado de sangre y barro, se encuentra surcado por las lágrimas resultado del humo y un dolor hondo que amenaza con no dejarme respirar… en mis ojos se reflejan las llamas y la silueta del cuerpo en llamas de quien antaño pude llamar mi hermana. Aprieto el puño derecho, están ahí… lo llevaré siempre conmigo… como testigo de todos los Drows que espero llevarme por delante antes de morir.


- Os echo de menos… no sé qué hacer Arda… estáis todos muertos y… - trago saliva y esbozo una sonrisa triste – ¿Quién cuidará de mí ahora?

- Nosotras nos cuidaremos solas… como siempre hemos hecho Norisse… desde que nacimos en ese estercolero nos hemos dedicado a sobrevivir… - son mis propios labios los que hablan, soy consciente, pero ella ha vuelto con fuerza después de tanto tiempo silenciada

- No quiero volver a eso… no quiero perder todo lo que tenía… - bajo los hombros apesadumbrada con los ojos clavados en las llamas.

- Nos lo han arrebatado, cariño… y no quiero que nos maten ni que te quedes en un rincón lloriqueando – hablo con dureza, peor no soy yo, es ella, la que me sacó de tantos problemas y me metió en tantos otros.

- Casi nos matan por tu culpa… prefiero tener un objetivo a tener que seguir corriendo de un lado a otro…



¿Qué ha sido eso?Abro un ojo y busco la daga bajo mi almohada, Steven no está en la habitación “Mueve el culo NorisseAlgo tiene esa voz que resuena en mi cabeza que hace que salte de la cama y me ponga en cuclillas, sin levantar ruido, de algo tenía que valer que fuera una adolescente menuda

Hay alguien tras la puertaEsta vez soy yo la que llega a esa conclusión, afino mi oído y maldigo sin alzar la voz retrocediendo lentamente hacia la ventana Nos han traicionado Norisse… te dije que ese hijo de puta intentaría matarnosIntento no dejarme llevar por el pánico según voy dándome cuenta de que mi voz interior tiene razón… muevo el postigo y chirría…¿Por qué no engrasé esa mierda?

Se suceden diversas acciones precedidas por un silencio tenso que amenaza con ahogarme ¡¡¡Coño, Norisse reacciona, que nos matan!!!La adrenalina explota en mis venas y comienzo a moverme todo lo rápido que puedo, coinciden en el tiempo el chasquido al abrirse la ventana con el ruido de las astillas de la puerta al saltar en pedazos… No miro atrás, mientras salto ágil como “su gatita” Puto Steven” coreamos al unísono ambas), no hace falta, se que es el bruto de su guarda espaldas, al igual que se que el chasquido de la ballesta y el virote que me rasga el hombro mientras caigo, provienen de la misma persona…

Steven… sólo Steven… mi benefactor en Calimport… quizás me viera demasiado potencial… y quizás no le gustara que cuando me decía que hiciera cosas para él… le mandara a la mierda… pero la reacción es… ¿desproporcionada?Eres una rata de la calle… estamos en Calimport… que esperabas” “¿Crees que es momento? Caigo amortiguando mi peso, pero me desequilibro cayendo sobre el hombro herido, mordiéndome la lengua para no gritar.

Muévete Norisse… ¡¡¡muévete ya!!!Colocando un pie bajo mi cuerpo me lanzo en un salto, levantándome del suelo, oyendo como un par de virotes se parten donde hace un segundo escaso me encontraba, corro… corro por las calles… corro hasta que me arden los pulmones…


Estoy en un rincón, al calor de las llamas, agazapada, sucia y llena de barro y de sangre, las lágrimas de rabia y dolor trazan dos cercos, miro a los que me rodean como un animal asustado Tenemos que salir de aquí cuanto antes…No soy yo… es la voz de mi cabeza… me han curado la herida y han dicho que me ayudaran a limpiarme… que no me preocupe… una señora mayor está conmigo, cantándome algo que me está relajando lentamente… alguien se acerca a mí, se agacha y me tiende su fina mano.

Abro los ojos como platos y observo a la adolescente pelirroja que me sonríe y la drow que está a su espalda, la cual me dedica una cálida sonrisa, es la pelirroja quien habla con voz suave y una sonrisa amistosa

- Soy Lindara… y esta es Arda… tranquila… estás en casaamplía su sonrisa y noto como mi propios labios reaccionan ante su gesto - ¿Cómo te llamas?

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¡¡¡Norisse!!!” Parpadeo y lo veo, la figura entre las sombras… no… no es una figura… son varias… me han encontrado… otra vez me han seguido… “Corre, estúpida, corre aunque sea para cobrarte la venganza en otro momento… ¡pero corre!” Mis músculos reaccionan lanzándose a la veloz carrera a través del bosque… corro de nuevo… corro hasta que me arden los pulmones…
Norisse

Re: Rata de la calle

Mensaje por Norisse »

Aperitivo

El enorme licántropo saltó por encima del bueyes, desde lo alto del puente, estábamos acorraladas entre el enorme licántropo y un lobo, ambos dispuestos a atacarnos… un cuervo intentaba entorpecer el movimiento de la terrible criatura, pero esta no estaba dispuesta a dejar escapar su presa, a nosotras.

Sus ojos sobrehumanos se fijaron en Katy y dio un portentosos salto, Katy gritó y se calló de culo en la madera del puente… actué sin pensarlo, mientras una voz en mi cabeza me gritaba
¡Deja que se la coma y huye estúpida!, salte contra el licántropo, los dos en el aire y chocamos Dioses… es una piedra…”, se me cortó un instante la respiración por el duro topetazo, pero desvié lo suficiente a la enorme bestia para que terminara cayendo al agua.

- ¡Vámonos, que le den a los bueyes! – grité y en el momento en que Katy estuvo de pie, salimos a la carrera, adentrándonos aun más en el bosque de Nevesmortas.


Tomamos aire junto a la hoguera vigilada por el enano, seguramente ya se halla encargado de los bueyes y ahora quiera el postre, nos seguirá en cualquier momento.


- ¿Sabes que no podemos seguir por aquí, verdad? Tenemos que volver a la villa –dijo Katy mientras se acercaba a mí, extrayendo un vial de su mochila con cara de disgusto.

- Tranquila, ya tengo yo una – no es difícil pensar en la necesidad de una invisibilidad y prefiero no darle mayor importancia al gesto, ya pensaré en ello más tarde.

Nos vuelve a acechar, no se acerca a nosotros, no aun, gruñe y olfatea el aire.


- Bien, vamos a la posada ------ - dice mientras de bebe el vial.

Me limito a asentir y hago lo propio, volvemos a correr “ A veces creo que toda mi vida se reduce a carreras… y siempre huyendo… algún día me gustaría ser yo quien cazara Llegamos al puente que da paso a la posada del camino, pero nos está esperando la sangrienta bestia, fija su atención en Katy, yo me retiro en silencio, casi sin levantar ruido alguno, peor mis pies vuelven a actuar por cuenta propia, y en vez de irme, avanzo hacia la espalda del licántropo, que tiene a Katy acorralada contra el agua "¡¿ Se puede saber que demonios haces. Norisse?! "

Paso a paso avanzo, con la espada corta preparada, me voy encogiendo lentamente mientras visualizo la corva de la rodilla del enorme monstruo Todo esta bien… no me ha visto… un corte y salimos por patas…”

La bestia se vuelve como un rayo y me agarra de la muñeca izquierda, aprieto la mandíbula para no gritar de dolor, la fuerza de ese ser es prodigiosa, descargo un tajo sobre la muñeca del ser, pero no le hace nada… Katy… se que dice algo… pero no estoy para prestar atención a nada… conjura y todo se vuelve oscuridad… pero nada más pasa… Nos ha abandonado… se ha ido… somos carne de licántropo

Coloco los pies sobre el pecho de la enorme bestia y empujar, pero no puedo hacer nada contra su fuerza, noto que algo cruje en mi muñeca, pero ya habrá tiempo para quejarse No pienses en eso ahora, no es el momento… El ser como respuesta, descarga un tremendo golpe sobre mi cabeza Si me desmayo estoy muerta… si me desmayo estoy muerta… Se donde está, le oigo, siento su aliento fétido, la rabia me inflama, como resultado de la proximidad de mi aciago fin, descaro la hoja de mi espada contra sus ojos, o donde deberían estar, como resultado, la bestia vuelve a descargar un tremendo golpe contra mi cabeza, me quedo aturdida, pero aun consciente, momento que aprovecha el licántropo para tirar de mi, noto como cede mi muñeca y como me arrastra fuera de la oscuridad como si fuera una muñeca de trapo.

Me lleva a rastras por el suelo durante muchos metros, corriendo, mi cabeza está nublada, pero intento mantenerme consciente… no es fácil, la sangre de la cabeza me ciega el ojo izquierdo y el dolor de la muñeca es insufrible…

Me suelta como un saco al llegar a lo alto de una loma y se coloca encima mío mientras alza su enorme cabeza al cielo… se me nubla la mente, me siento débil después de tanta lucha…


- ¡Maldito bicho peludo, te mataré! – grito queriendo matarle con la mirada, pero es no es posible… así que con un fuerte movimiento de cadera, a punto estoy de zafarme de él…

- ¡Déjame en paz perro del averno! – le espeto. Como respuesta recibo otro golpe en la cabeza que me deja al borde de la inconsciencia, me resisto si me desmayo estoy muerta…"

- Aun no… aun no ha llegado mi momento… aun… - Me sujeta con fuerza de las muñecas y me muerde el cuello, lamiendo la sangre que brota de la herida.

- ¡Maldito…! – descargo con fuerza un cabezazo, demasiado ya, me hundo en la oscuridad acogedora de la inconsciencialo siento… Lindara… "





Me están vendando… oigo una voz familiar que conjura… alguien me ayuda a incorporarme y me tiende una pócima… el velo de la inconsciencia es demasiado atractivo aún…

- ¿Norisse?... dime algo… - la urgencia de su voz me reclama. Consigo enfocar la vista en mi Sálahya, mi hermana(" Eso significa, más que la sangre” –sonríe Lyn. “Boh… eso es demasiado complicado… me mordería la lengua intentando decirlo… ya sé, te llamaré Sálahya” – sonrío ampliamente, mirando a mi hermana con devoción)

- Lo siento… Lyn… - consigo articular, aun entre las sombras de la inconsciencia.


¿Consigo sonreír? No estoy segura… no me encuentro bien… ¿Qué hace tanta gente aquí?... ¡Puaj!… huelo a perro...
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TanisHAnderson
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Re: Rata de la calle

Mensaje por TanisHAnderson »

// Espero no ensuciar el post pero.. Una escena muy buena y entretenida. Sin duda la presa se resistió de lo lindo, para mayor satisfaccion del cazador.
Gracias por la escena y un buen relato!
(Aun huelo a perro mojado... Y no me tocaba bañarme) *gruñe*
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Norisse

Re: Rata de la calle

Mensaje por Norisse »

La Oscuridad Interior

- ¿¿¿Norisse???... ¿dónde estás? – oía la voz de mi hermana llamarme, a pocos pasos de mí, en la oscuridad mágica, pero no podía moverme, algo impedía que me levantara del suelo, un hechizo quizás (“maldita magia…”)

Recuperé el control sobre mi cuerpo en el mismo instante en que oí pasar a esa gran mole cerca de nosotros, me incorporé y busqué a Lyn, la escuché moverse de nuevo y así también a al bestia, no lo dudé, me lancé contra el enorme licántropo, recibí un primer y salvaje golpe en el hombro derecho, intenté mantenerme firme, recuperando la posición defensiva… en ese momento se disipó la oscuridad y vi caer la gigantesca garra sobre mi…




- He podido ver la oscuridad que hay en vuestro interior… - el ser infernal hablaba con esa voz rasposa y terrible, mirándonos con sus ojos rojos como dos ascuas encendidas.

Se que la gente habla, pero sus palabras me remueven por dentro y pierdo cierta noción de lo que me rodea… lo sé… se que tiene razón… no soy más que una cáscara vacía intentando contener todo el dolor y la oscuridad de casi tres años… Me mantengo en posición defensiva, cubriendo a mi compañera… el mago amenaza con hacer estallar el mundo en llamas… llamas como las que anunciaron el comienzo de mi pesadillas… la oscuridad latiente… esos ojos rojos y esa sonrisa macabra… los gritos… mis gritos… los de Arda…




Abro los ojos… mi cabeza reposa en el regazo Lyn… demonios, parece que vaya a ponerme a arder de un momento a otro y la cabeza me va a estallar… intento moverme… no puedo… todos los músculos de mi cuerpo me duelen, tiemblan y parecen tener vida propia… tiemblo mientras noto como me alzan del suelo, la fiebre es demasiado alta y me cuesta ver a través del velo de incoherencias de mis alucinaciones… pero aun sigo viendo su sonrisa burlona…

- No… no quiero… no quiero volver a la oscuridad… no… - le ruego como siempre le rogaba para que terminara de una vez con nuestro sufrimiento…

Pero es la voz de Lyn la que escucho tranquilizarme… dioses… ¿qué me está pasando?... no quiero convertirme en un perrillo… fijo mi mirada llena de pánico en ella… ¿Es Katy?... ¿es la voz de Katy la que acabo de oír?... no importa… vuelve a envolverme la oscuridad… pero no es la oscuridad de la inconsciencia… algo hace que mi portador caiga, yo salgo rodando y quedo tendida en el suelo… oigo el discurrir de bestias… de personas que debería conocer, llamándome por mi nombre… inconscientemente intento llamarlas… decidlas que huyan ahora que aun hay tiempo…




- Esta noche te ayudaré a huir pequeña… - Arda no es más que un reflejo de lo que alguna vez fue, pero sigue teniendo un recuerdo de la llama que ardía en sus ojos… sé, igual que ella, que queda poco para que terminen con lo poco que queda de nosotras…
- …y tu vendrás conmigo…- digo, mirándola con seriedad, hablando bajito, mirando siempre alrededor, a las sombras que ahora se han vuelto tan amenazantes…
- Claro que sí, pequeña, claro que sí…- creo que nunca he logrado cazarla en sus mentiras…

Llega el momento indicado, corro a la esquina de la gran caverna donde me dijo mi hermana que me esperaría… y allí la veo… ella alza la mirada… y antes de que esa oscuridad nos envuelva a ambas… grito… de miedo, frustración, dolor y pena…



- ¿Puedes darle con el bolote en la cabeza a ver si deja de decir tonterías?- comenta Lyn mientras observa a los licántropos que nos han rodeado.
- Lo haría… pero estoy más preocupada por estos chuchos… - responde Katy, también colocada en guardia.
- Tenéis que huir… vienen a por mi… es la mejor opción Lyn… - logro que salgan las palabras de mi boca… pero Lyn no parece hacerme demasiado caso.

Katy cae, inconsciente, posiblemente bajo el efecto de algún hechizo… un licántropo con un largo bastón se acerca a nosotras, olisqueando, excitado ante nuestra presencia.

El licántropo apunta con su bastón a Lyn en el momento en que reúno las fuerzas necesarias para ponerme entre medias… es tarde, Lyn ya ha caído inconsciente…

El licántropo avanza… me aparta y el resto de la tribu me sujeta, soy incapaz de zafarme, la fiebre hace estragos en mi, no puedo más que mirar, como el licántropo muerde a mi hermana en el brazo… todos aúllan y acto seguido se van, me desplomo en el suelo y me arrastro hacia mi hermana herida… intento cerrarla la herida… no soy capaz de parar la hemorragia… se que hay gente alrededor, se que hablan… pero yo ya no puedo más… me vuelve a envolver la oscuridad.





Al ver los ojos muertos de Arda antes de que nos tragué la oscuridad, puedo ver la mirada de Lindara tragada por las llamas… otra vez vuelvo a caer… oigo la risa lenta y cruel de nuestro captor, pero un nuevo fuego, un fuego negro en inflamado por el odio crece en mi interior y me insta a moverme… avanzo por el globo de oscuridad golpeándome contra las rocas de las paredes de la caverna donde nos hallábamos recluidas… sigo avanzando a ciegas, casi sin levantar ruido… prefiero no pensar en lo que le ha sucedido a Arda… no pensar en lo que antaño le sucedió al resto de mi familia… pero el fuego que me consume por dentro para nutrirse de todo aquello, impulsándome a avanzar… caigo y el odio frío y oscuro me alza del suelo…




Alguien intenta levantarme del suelo, sacudo la cabeza y miro alrededor, esa rata de Phillip intenta levantarme del suelo mientras ya tiene cargada a mi hermana en el hombro… niego y con extremado esfuerzo consigo levantarme… ¿Quién me ayuda a no caerme? ¿Es Katy?... si… es Katy, siempre está ahí… ayudándome, incluso cuando el resto de la gente me falla… ¿Lyn?... “hablando del rey de Cormyr… por el camino parece venir” como decía Yaya… parece estar en un estado igual de lastimoso o más que yo.

Phillip habla de que le paguemos por que resucite a Zaph… ya son suficientes bobadas las que he aguantado… algún día le mataré, lo juro.

Aparece una nueva persona en escena que nos ofrece su ayuda, se lleva a Zaph a fuerte nuevo mientras nosotras intentamos ocultar los cuerpos de los caídos, como podemos los metemos en una zanja… ¿ha llegado Rice? Si… habla de algo de transportar los cuerpos… ¿sacarlos de la zanja?... no se como aguanto tanto… dudo de si estoy plenamente consciente o si es ese fuego oscuro el que me vuelve a llevar en volandas… no recuerdo en que momento pierdo la consciencia…




Unos ojos rojos me observan… se están acercando a mí… esa sonrisa lobuna llena de sangre… el pánico me atenaza, no puedo huir… “No valgo para nada… no soy más que una cáscara vacía…” pero una voz responde a mis pensamientos “Cariño… con todo lo que has sufrido… estás aquí… piénsalo, aprende de lo vivido… el dolor te hará más fuerte




Veo la luz del día filtrarse a través de una brecha en lo alto de una repisa… no sé cuantas horas llevo huyendo… pero al fin veo la luz, la salida… he dejado a Arda atrás… pero ya esta muerta… no puedo hacer nada por…

- Mira por donde… al final has llegado gatita… - ríe algo a mi costado derecho, saliendo de entre las sombras para atizarme un golpe seco en las costillas que me hace rodar por el suelo sin aire.
- Dlehn… maldito cerdo… - consigo articular mientras me incorporo mirando al bello y peligroso crow que me observa con esa sonrisa cínica y esos ojos rojos como dos ascuas al rojo… como los del demonio… como los del licántropo que me acecha en mis sueños…




Los ojos rojos se abalanzan sobre mí, se abren las fauces, ríen, exhortan, yo grito, lloro, maldigo e insulto…




Me despierto gritando y empapada en sudor… estoy en la casa de la Dama Lanzagélida… consumida por las altas fiebres y por el dolor de unas heridas que no acaban de cicatrizar, ni en mi cuerpo… ni en mi interior… pero siento el fuego ardiendo tranquilo dentro de mi… ahora está presente dentro de mí… las sombras de la habitación parecen resaltarse ante mis ojos.
Norisse

Re: Rata de la calle

Mensaje por Norisse »

Oscuro como piel de Drow



- He tenido una charla con tus amigos, se encuentran más adelante en la cueva – la voz inhumana y terrible de la forma demoníaca que pasó a mi lado antes de salir de la cueva, hizo que se me encogiera algo por dentro, para ser sustituido, como es habitual últimamente, por el fuego negro…

Avanzo veloz por la cueva, olvidando la cautela, al girar un recodo les veo, Vargas yace apoyado contra una pared, Katy y Lyn parecen estar en buen estado, aunque parecen alteradas.

- ¿Qué ha pasado? – corro hacia el grupo demasiado preocupada y nerviosa
- Un demonio enorme nos atacó… - responde Lyn
- … Y Vargas ha estado congeniando con el súcubo que le acompañaba – comenta Katy mordaz.
- Ngh…. ¿qué ha pasado? – parece que Vargas lentamente vuelve a la consciencia.

Debería decirles lo que sé, que ese demonio me busca a mi, que sabe lo de mi oscuridad interior… pero no creo que me hagan más caso que la última vez que se lo dije a Lyn, de todas maneras, me dispongo a hablar, pero al abrir la boca veo una figura al fondo de la cueva.

Observo como avanza hacia nosotros… una figura menuda y enmascarada, algo en lo más profundo de mi ser se despierta, algo me resulta tremendamente familiar… la manera de moverse, se abre paso entre nosotros, aguzo la mirada y lo veo… los parpados… son negros…

El fuego me prende consumiendo todo atisbo de control, como una ola asoladora que no deja más que fría rabia… la figura avanza y corro detrás de él.

- ¡EH tu! – espeto temblando de rabia.
- ¿Qué sucede Norisse? – pregunta Lyn que ha avanzado a mi espalda
- Un Drow… - salen las palabras de entre mis labios apretados como un silbido, y como si diera salida a toda la rabia acumulada, me lanzo hacia delante enarbolando las cortas…

El combate es breve… caigo en un par de envites… mis ojos se clavan en la figura que tengo frente a mi… como si a base del odio que me consume pudiera matarlo… la oscuridad vuelve a por mi.




Dolor y sufrimiento, es la sabana que me cubre desde que Dlehn decidió poner sus malditos e inhumanos ojos en mi… entendámonos, soy el juguete de toda esa maldita compañía de drows putrefactos, su saco de golpes y a saber cuantas cosas más… pero parece que Dlehn encuentra un placer oscuro en todo lo que me hace… parece que se alimente de mis lágrimas, mis gritos…

Se levanta desnudo sonriendo macabramente y observándome con lascivia casi disfrutando de mis temblores, mi sangre y mis lagrimas… las sombras siguen aforrándome como sogas o cadenas de hierro forjado… lo único que puedo hacer es mirarle con odio… todo el odio que puedo contener… esta vez Arda no pudo interponerse, no la dejé… y eso me temo que la ha costado ser el objeto de diversión del resto de la comitiva… la verdad, no sé que es peor…

Lleva trabajándome un tiempo tal que casi he llegado a perder la noción de quien era y cuanto ha pasado desde que el sueño que era mi vida antes se consumió en las llamas.

Da igual en el lugar donde me encuentre, que esté haciendo o que me estén haciendo, siempre llegan las sombras y me arrastran a su interior, de nuevo al dolor y sufrimiento… no se cuanto tiempo aguantaré…

- Norisse? – Arda me toca el hombro
- Hum?... – Alzo la mirada de las llamas y observo a mi hermana, negra como el ébano…
- Esta noche te ayudaré a huir pequeña… - Arda no es más que un reflejo de lo que fue una vez…



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Después de recuperar la consciencia he guiado al grupo hacia el Drow, se nos ha unido Layowell y a última hora también ese vagabundo que tan bien le cae a mi hermana… Phineas se llama, creo.

Apenas puedo contener el fuego que amenaza por salir por cada poro de mi piel, todo mi cuerpo me pide que me lance a matarle… pero un pequeño remanso de cordura me contiene a sabiendas de lo que pasó la última vez…

- ¡Apestoso! Te ofrezco 1000 lunas si nos ayudas a capturarlo – comenta Katy
- Que sean 2000… - espeto sin dejar de mirar con ojos encendidos al Drow, que permanece con la espalda apoyada contra la pared.
- Yo pagaré 5000 más… - la voz fría de mi hermana hace que me recorra un escalofrío… ¿qué estamos haciendo?




- Mira por donde, al final has llegado gatita… - los ojos crueles y despiadados de Dlehn me observan con su sonrisa más retorcida grabada en la cara.
- Dlehn … maldito cerdo… -le observo aferrándome el brazo sobre el que he caído, todo mi cuerpo me empuja a saltar y acabar con esto de una vez…

Pero entonces recuerdo todos los sacrificios que he visto pasar ante mis ojos… Lindara y toda la troup, muertos a manos de los Drows… y Arda… mi querida Arda condenada a una esclavitud más allá de la muerte… algo se enciende en mi cabeza, un instinto de supervivencia, más fruto de los sacrificios ajenos que propio, tengo que salir de ahí, tengo que rescatar a Arda.

El fuego oscuro ondula en mi interior hasta convertirse en una sombra viviente, me desvanezco ante los ojos atónitos de Dlehn …





Estoy arrodillada con la cabeza de mi hermana en mi regazo mientras observo al Drow retroceder… Vargas también ha caído en el combate, no estamos listos para una confrontación así… siento la llama de mi interior atemperada, pero me juro acabar con él y con todos los que pueda de su raza… a su debido tiempo.

- Bueno… ¿Qué hay de mis honorarios? – comenta Phineas haciéndome salir de mis cavilaciones…
Norisse

Re: Rata de la calle

Mensaje por Norisse »

La Marca Maldita


No se que hago rodeada de tanta pompa y soberbia… ¡ah sí! Son amigas de Lyn, bueno, estoy demasiada cansada para ser borde o para serlo demasiado, así que decido aposentar mi regio trasero en el mullido suelo… correr detrás de un Drow es cansado… y cargar con una hermana herida cuando a ti también te han metido una paliza, acrecenta el cansancio.

- ¿Hum? – alzo la vista a Keila, me ha preguntado si me encuentro bien, la sonrío – si cielo, tranquila… sólo estoy cansada.


Siguen parloteando de lo que ha pasado durante la tarde y como ha sucedido todo, sonrío viendo a Lyn, siempre le ha encantado narrar y que la escuchen, me alegro de verla feliz de nuevo, tenía mis dudas, pero creo que…

- … y Shouzen me ha descubierto una marca en la espalda – se da la vuelta y se descubre la parte baja de la espalda, al tiempo que alzo la mirada curiosa.
- A ver… – observa Gwenn, otra de las plumosas negras, no me cae ni bien ni mal, pero está claro que yo solo soy un apéndice de Lyn para ella – Alma corrupta…

El mundo se para a mi alrededor, o al menos me daría igual que se parara o que siguiera al doble de velocidad, ¿Alma corrupta Lyn?... maldito sea… es un mensaje para mi… ese diablillo con ínfulas de señor de los abismos está caminando por terreno pantanoso… y se ha topado conmigo… no le voy a dejar que siga jugando…




¿A qué está jugando? Si quiere matarme que lo haga ya… pero en el fondo se que no quiere matarme, no se que es lo que se propone, para cada vez parece más contento de si mismo, prefiero cerrar los ojos para no ver, ya que Dlehn, consciente de mi falta de agudeza visual bajo tierra se empeña en iluminar cada rincón de la maldita tienda, quizás disfrute con mis expresiones o quizás disfrute de manera más retorcida permitiéndome ver a clara luz cada una de las cosas que me hace…

Parece como si quisiera marcarme a fuego en mi interior, los zarcillos de sombra me desgarran y me asfixian por igual, mientras el disfruta de su siniestra tortura…




- Espera Norisse… - Dann atraviesa las puertas de Nevesmortas siguiendo mis pasos, me detengo y me vuelvo a mirarle.
- ¿Qué sucede Dann? No tengo tiempo ahora… - suspiro, cuanto más tiempo pase, más difícil será encontrar al demonio.
- ¿Qué vas a hacer? Déjame ir contigo… - me mira con la sospecha en los ojos, el mostrarse como una suicida en potencia, supongo que tiene esos resultados.
- Tranquilo Dann… - me obligo a sonreír – sólo voy a solucionar las cosas, sé que me está buscando a mí, así que voy a ir a su encuentro – le interrumpo antes de que pueda dar réplica – Sé lo que me hago (o eso espero) a mi no me hará nada, por algún motivo me quiere… pero, por eso, no puedes venir conmigo… lo entiendes, ¿verdad? (quizás no hubiéramos llegado hasta este punto si me hubieran escuchado en un primer momento…)
- Vale – asiente a regañadientes – pero ten cuidado y no me hagas ir a buscarte…
- Cielo… - me brota la sonrisa espontáneamente, la verdad es que es un encanto – no podrías encontrarme aunque quisieras – y sin más dilación me encamino al norte, al lugar donde le vi por última vez.





La última vez que vi a Arda, su mirada me heló la sangre y algo murió dentro de mí, ahora desde mi parapeto elevado sobre la cueva donde descansa el grupo de drows, tengo que hacer grandes esfuerzos para no lanzarme a una muerte vengativa al ver como tratan el cuerpo sin descanso de Arda, Dlehn observa todo con su sempiterna sonrisa cínica y despiadada, casi parece que quiera regalar el espectáculo a mis ojos, pero no puede saber que estoy aquí, aun no…





- Vaya, veo que recibiste mi mensaje… - la enorme figura demoníaca ríe de manera cavernosa mirándome con las dos ascuas rojas que tiene por ojos – ¿te gustó donde lo escribí?
- Maldito desgraciado… no se te ocurra tocar nunca más a mi hermana… ni a ninguno de los demás… - noto el fuego en mi interior arder con vida propia, mis ojos destilan odio y sed de sangre… pero el demonio ruge haciendo temblar la cueva, me veo en el suelo tiritando cuando su enorme manaza me alza del suelo.
- Ya me he cansado de tu insolencia y tu estupidez, mortal… - con un movimiento de su potente bazo me hizo salir volando para acabar contra una de las paredes de la cueva.


El golpe hace que el aire escape de mis pulmones, lo que necesitaba, un meneito así para redondear el día, alzo la mirada y le veo avanzara hacia mi (piensa Norisse, piensa… al final vamos a tener que jugárnosla) Deposita su gigantesco pie sobre mi cuerpo, inclinando su cabeza hacia mi rostro.



- Se acabó el juego, mortal… - gruñe a escasos centímetros de mi rostro, consigo seguir mirándole con insolencia.
- No tan rápido grandullón, no he dicho que no te vaya a ayudar… - consigo hablar a pesar de la presión que ejerce sobre mi pecho – pero dejarás fuera de tus planes a mi gente… y seré toda tuya para lo que necesites – me tiro el farol y parece que cuela, ya que el ser ríe.
- De acuerdo…- noto una quemazón en el hombro – pero como me traiciones, caerás conmigo… si se te ocurre intentar acabar conmigo, me acompañarás en el viaje… - separa el enorme pie de mi cuerpo y mientras me incorporo, la brutal criatura reduce su tamaño, hasta alcanzar una estatura normal, conozco a esta persona… me quedo bloqueada y toma mi mano estrechándola.
- Tenemos un trato… - veo unos zarcillos de sombra surgir de su mano para recorrer mi brazo y entrar en mi interior.





Los zarcillos de sombra me rodean intentando alcanzarme mientras sujeto el cuerpo de Arda contra el mío, la poción de bendecir ha funcionado y su cuerpo parece que al fin descansa, quien sabe si su alma también, Dlehn se acerca lentamente con la espada corta brillando de manera siniestra.


- Vamos gatita… vuelve al redil y dejaré partir de una vez por todas a la traidora…- su voz es una invitación sutil, una tentación que hace que el fuego interior dance a su son.


Bajo la mirada al cadáver de Arda, a los casi tres años de sufrimiento y sacrificio, a como la han profanado tras la muerte. Mis ojos asciende hacia el crow con un resplandor de ira y odio, las llamas se inflaman de nuevo y justo cuando los zarcillos de su oscuridad me atrapan nos fundimos con estos y desaparecemos.





Lyn avanza hacia mí adelantándose al grupo que ha salido en mi búsqueda, veo el enfado y la preocupación en sus ojos, así como veo llegar el bofetón, encajándolo sabiendo que me lo merezco.


- ¡No me vuelvas a hacerme esto! – me espeta y mientras noto el dolor de la mejilla no puedo evitar pensar ¿qué es lo que he hecho?
Norisse

Re: Rata de la calle

Mensaje por Norisse »

Cuentas pendientes “I – La decisión”

Tumbada en el camastro de mi habitación en la casa de la Dama Lanzagélida contemplando las vigas y maderos que formaban el techo de mi refugio, intentaba poner en orden todas y cada una de las cosas que me habían pasado últimamente, al menos ahora ya no me sentía una extraña en estas tierras, un apéndice de mi hermana y su fama o al menos, me daba igual serlo o no.

Supongo que por fin había dejado de dar tumbos entre las sombras del pasado para abrirme a la luz del presente. Deshacerme del velo que ocultaba todas las cosas por las que había pasado en el periodo de tres años que estuve en las garras de los drows me había cambiado, pero no sabía ni aun sé hasta que punto.

Era inevitable pensar, por muy inquietante que fuera, que en parte soy la que soy gracias al tiempo que pasé entre ellos y como recordatorio de ese eco que resonaba y resuenan aun hoy en mi cabeza, las sombras parecieron temblar conformes a ese hilo de pensamiento.

Pero sabía que aun me quedaban temas pendientes por tratar antes de poder continuar. Uno por encima de todos los demás, “agradecer” a mi “mentor” todas las atenciones que nos regaló tanto a mí como a mi hermana Arda. Quizás fuera un viaje del que no regresaría jamás, andar por los túneles y pasadizos cercanos a la Infraoscuridad nunca se ha considerado un viaje precisamente placentero, pero prefería morir en el intento que permanecer más tiempo con esa espina clavada.

Sabía que si comentaba mis ideas en alto con alguno de mis allegados no me dejarían partir, o no me dejarían partir sola y lo que no estaba dispuesta es ni a que vieran lo que iba a hacer, ni que pudieran quedarse en el camino por mi culpa, bastantes problemas he causado a lo largo de mi vida como para añadir unas cuantas muertes más a mis espaldas o dejar preocupaciones en los que se preocupan por mí. Así que, envuelta en las sombras que ahora eran mis compañeras y amantes secretas, dejando que cayera sobre mí el velo sedoso, y con lo justo para el viaje, partí más allá de la Marca, desandando lo andado y volviendo a mi pasado para ponerle un justo punto final con mi espada en el corazón oscuro de Dlehn.

En ese instante, mientras mis pies hacían el camino entre las sombras, lejos de los caminos y de cualquier ojo curioso, me dí cuenta de la claridad con la que funcionaba ahora mi mente, antes siempre ligada a ese velo rojo que me separaba de todo el dolor y el sufrimiento, y como con esta nueva consciencia, era capaz de recordar vivamente los detalles de la huida, los puntos característicos y así encontrar la gruta por la que escapé con el cuerpo de Arda en mi poder, sin demasiadas complicaciones.

No puede evitar sentir una punzada de dolor en lo más hondo al volver a la entrada del lugar que significaba para mí tanto sufrimiento, pero esa punzada fue como la chispa que prende las hojas y ramas secas de una hoguera, me encendió, prendió de nuevo ese fuego negro que latía con fuerza dentro de mí. Calándome la capucha y resguardándome en mi capa oscura, avancé hacia la oscuridad, antes temida, ahora sugerente y compañera, en busca de mi presa... en busca de mi venganza.
Norisse

Re: Rata de la calle

Mensaje por Norisse »

//ensuciaré mi propio post para deciros que siento haber estado desaparecido, pero que ya he regresado, antes de volver a entrar escribiré los correspondientes relatos que me debía a mi y a Norisse, y espero recuperar un poco de continuidad.

Por cierto y como post data, diré que Vargas se ha vuelto a quedar sin ordenador.
JRJ

Re: Rata de la calle

Mensaje por JRJ »

Por un lado :twisted: , por otro :(
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