Alazais Viento de Plata

[Torzai]

Alazais Viento de Plata, La punta de flecha de Corellon. (Parte 1)


Ha pasado mucho tiempo desde aquella noche y aun puedo recordarla como si fuese ayer. Empezó como un día alegre y tranquilo. La suave brisa matinal corría veloz meciendo la hierba mientras el sonido de las risas de los infantes llenaba mi espíritu. No tenia pensado levantarme, ese era mi día libre y estaba bien en la cama, cuando seguido de unos suaves golpes en la puerta la voz de mi madre pronunció mi nombre.

- Alazais, deberías levantare. Tienes visita.- Y una leve risa jovial acompañó sus palabras. Mi madre era una mujer sabia pero no tan alegre como para reír así. Había alguien más tras esa puerta así que presto, me levante y caminé hasta la misma. -Ya voy, madre, ya voy- Me puse mis pantalones y botas, caminando hacia la puerta desperezándome, pero lo que vi al abrir corto mi bostezo de golpe.

Allí estaba mi madre, una mujer de pelo rubio y largo con algunos años ya en su piel acomodados , sus cetrinos ojos brillaban ilusionados mientras sostenía entre sus manos un enorme pastel donde ponía mi nombre inscrito con el cariño de la mejor de las madres y el cuidado de la mas paciente de los elfos. A su lado estaba esa pequeña chispa de vida que todos tenemos alguna vez, esa persona que no sabes que tiene, pero que llama nuestra atención como la luna llama a los lobos. Su nombre, Zayala. Ella era una muchacha un par de años más joven que yo, de áureos y largos cabellos que parecían bailar al son de sus pasos. Sus ojos azules miraban nerviosos a sus pies, mientras el rubor invadía sus mejillas. Portaba un vestido verde muy claro de un solo hombro que ponía fin en sus rodillas, unos níveos guantes largos cubrían la mayor parte de sus brazos mientras sostenía inquieta una flauta de madera decorada con innumerables símbolos élficos.

Me quedé petrificado y sin habla, observándolas. De pronto se pronunció con una voz cargada de nervios, sin alzar la mirada en ningún momento -Felicidades, Alazais. Este es mi regalo- Y antes de que pudiese reaccionar apoyo la flauta en sus labios y la hizo sonar emitiendo la melodía mas dulce que había oído nunca.

Cuando pude reaccionar mi madre estaba riéndose de la cara con la que me había quedado, mientras añadía divertida -Os espero en la mesa, no tardéis en bajar-. Sacudí la cabeza y entre dentro rápidamente, terminando de vestirme de una forma rápida y bastante aparatosa. - ¡Un segundo! Ya, ¡ya casi estoy listo!- Dije, bastante apresurado. Por Corellon que en estos momentos quería que se me comiese la tierra. Cuando salí de la habitación, bastante cortados ambos fuimos a la fiesta que mi madre tenía montada abajo.

Pasó el día de una forma bastante rápida. Pude volver a ver a muchos de mis amigos a quienes hacia tiempo que no veía, todos traían regalos que ofrecerme entre risas joviales y bromas. Incluso mi padre, al cual veía bastante poco debido a que siempre andaba ocupado con los asuntos de la guardia vino a darme su regalo.

Había tachado el día como uno de los mejores de los últimos años. Por la mañana y mediodía lo pasé con la familia y mis mejores amigos desde siempre y, por la noche, había quedado para cenar con Zayala. ¿Qué podía salir mal? En que mala hora me hice esta pregunta...


//Se me quedó "cortita" xD pero de haberla continuado, al no poder cortar lo que venia ahora se me hubiese quedado demasiado larga xD Así que en breve, pondré la segunda parte. un saludo xD

[Kmos]

No jodaaas no cortes la historia aquiiiiiii!!!!

Pon la segunda parte!!! XD

[WolfJon]

No jodaaas no cortes la historia aquiiiiiii!!!!

Pon la segunda parte!!! XD

+1!

Vamos vago! a escribir!