Las cuatro féminas son Daya, Keila, Gwenn y Mía, cuatro mujeres dedicadas al Arte, cada una con una manera distinta de entender ese Arte. Ya existía una especie de Compañía de artistas en la villa de Nevesmortas conocida como “Últimas Nieves”, formada por Mía y por Relenar, dos de los más famosos bardos en ese momento. Pero la falta de actividad de la misma empujó a Daya, Keila y Gwenn a unirse para hacer frente a una acuciante necesidad cultural en la villa, y Mía optó por apuntarse al proyecto. Esta última propuso el nombre de “Plumas Deseadas”, pero ese nombre no encajaba con el concepto general del proyecto artístico, y al final fue aceptado unánimemente el nombre de “Plumas Negras” por el color negro de las plumas que adornaban los sombreros de su atuendo artístico.
En esta etapa pre-Compañía tuvo lugar la primera actuación, exactamente en Cumbre tras un imprevisto viaje a través de un portal mágico en busca de la curación de un niño de Nevesmortas. Fue la primera vez que se presentaron como “Artistas de la Pluma Negra” delante del mismísimo alcalde de Cumbre, aunque Mía no estaba presente.
Pocos meses después de iniciar el proyecto artístico, Daya, Keila y Gwenn decidieron separarse de Mía, fundamentalmente por el hecho de que el camino que deseaba Mía para las artistas no era el más adecuado para ellas. Ni los atuendos excesivamente faltos de tela, ni las actuaciones pactadas en la Posada de Vandar por Mía (y lo que ello conllevaba) fueron del agrado de estas tres mujeres.
Es desde este momento desde el que se puede hablar de verdadera “Compañía Artística de la Pluma Negra”. La primera gran actuación como Compañía se celebró en Sutchard, la ciudad gnoma. Hubo un Recital por todo lo alto que deslumbró a un público poco acostumbrado a semejantes actos culturales. Las voces de las tres trovadoras junto con la música de los instrumentos que ellas mismas tocaron, acompañaron los versos de sus propias creaciones poéticas. A este acto le siguieron otros más, todos ellos multitudinarios, como la Noche de Cuentos de Terror en el Teatro de Nevesmortas, la participación en distintos Torneos o los Concursos.
Durante toda su existencia, la Compañía ha intentado desarrollar el gusto por el arte y la sana diversión en la región, una región en la que los bardos han sido denostados con frecuencia fruto de la incultura o de, por desgracia, la actitud de los propios miembros del gremio. También ha estado ojo avizor en la búsqueda de nuevas promesas como es el caso de Lyn Andune, una trovadora con grandes aptitudes y con inquietudes similares a “las Plumas”, que logró convertirse en miembro de la “Compañía Artística de la Pluma Negra” hasta que un viaje inesperado la obligó a abandonar el grupo. Otra artista con grandes capacidades es Katy, la trovadora negra de Nevesmortas, que además de ayudar a la Compañía en varios de sus últimos eventos, prepara los carteles publicitarios.

Daya, Keila (arriba) y Gwenn (abajo) ensayando.