Retales

Los trovadores de la región narran la historia de sus héroes. (Historias escritas por los jugadores)

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Heianfein

Re: Retales

Mensaje por Heianfein »

Wantu escribió: Retales

-La última aventura juntos-


Sentí una punzada aguda en el pecho que me hizo parar en seco, como si algo se hubiese roto dentro de él y tras la punzada las lágrimas empezaron a brotar sin razón aparente ¿qué sucedía? Pronto iba a tener la certeza de lo que posiblemente pasó.

Seguí tras este hecho con mis quehaceres habituales, a veces me dirigía a las ciudades cercanas para seguir con la búsqueda que tiempo antes comenzase en la Catedral de Fuego.
Algo les pasó a Goyth y a Malak allí, Vildiara y yo no imaginábamos qué podría ser aunque Humo me lo contaría apenas llegásemos a su casa. Malak no recordaba su pasado, no recordaba qué era, tal vez como me decía siempre, fuese el ser más despreciable de Faerum pero siempre le recordaba lo mismo… “En tal caso, serías mi ser despreciable, me es igual lo que seas porque siempre serás tú” pero aun con mis contestaciones Malak necesitaba saber quién era, saber de su familia, y de la vida anterior a la que reconocía. En el mismo corazón de la Catedral una visión se le presentó en su mente, una visión en la que se reconocía pero poco más antes de esfumarse sin embargo, aquello le trastocó. Decidimos entre los dos investigar la forma de saber acerca de su vida desconocida para poder avanzar. Malakai empezó a pensar en tener hijos conmigo pero antes quería saber qué criatura nacería. Poco sabíamos sobre aquello, la posibilidad remota de información se esfumó en las cercanías de Sutchard la noche que sesgué la vida de Karen, la cambiaformas. No conocíamos si engendraría un ser con la apariencia que siempre tenía conmigo o si lo engendraría con su verdadera identidad, era complicado, un reto que decidimos tomar. Nuestras pesquisas siempre se veían retrasadas por el curso de la guerra con Malar, Malakai era el Guardián del Círculo y como tal estaba en permanente presencia cerca de las huestes enemigas, era un cambiante poderoso y sus múltiples formas le hacían pasar desapercibido. Allí, entre el enemigo y protegiendo a la semilla pasaba largas temporadas, cuando regresaba a casa seguíamos con el día a día nuestro hasta la siguiente partida y fue en una de esas cuando le hablé de la gema azulada que había comprado en la Atalaya.

“¿Tres mil monedas por una piedra azul, Ashnar? ¿No os parece excesivo?
No, no me parece excesivo el precio, se trata de una gema Ilícida que esconde los misterios de la mismísima infraoscuridad”

Francamente me pareció exagerado, pero nunca antes había visto una igual por lo que la adquirí y guardé. Cuando Humo regresó le mostré la gema contándole lo que el clérigo me había dicho. Malak sabía de mis miedos, algunos logró que se fuesen y ahora recuerdo las primeras palabras que me dijo cuando confió en mí y pasó de la forma de lobo a algo que le permitiese hablar “Estaré contigo y no permitiré que nadie te haga daño, eres muy fuerte pero aun no lo sabes. Me encargaré de que lo sepas amiga mía” en aquella época comenzaba nuestra amistad pues antes, sólo veía a un lobo de pelaje gris como el humo nuevo que sale de las ramas húmedas.

Nunca había visto la transformación de un cambiante, sabía de ellos pero jamás vi a uno cambiar, a partir de ese día conocería mil formas que sólo me llevaban a la admiración más absoluta y ésta pronto se mezcló con la pasión y ésta acabó por transformarse en amor. Como decía, Malak sabía lo que yo temía, y de todo lo temido lo peor fue mi experiencia en la Infraoscuridad.

Malak me dijo que para saber donde conducía esa gema tendríamos que volver allí abajo, acepté a regañadientes.

Los dos, nos adentramos en lo más recóndito de infraoscuridad, recorrimos las cavernas que se abrían bajo la ciudadela de Abdar, encontramos a nuestro paso criaturas terribles, los más temidos los Desolladores mentales, además de éstos una tribu de enanos de las profundidades. Malak podía tomar una forma adecuada pero yo no, mi sangre elfica era demasiado patente además, todos sabemos qué puede pasarle a alguien como yo ahí abajo; lo mejor que puede pasar es la muerte.

Avanzamos por las galerías subterráneas, pero no encontrábamos el origen de aquella gema. Decidimos salir a la superficie y volver en otra ocasión.

Humo y yo nos despedimos nuevamente, él debía continuar sus labores de Guardián.

El tiempo pasaba despacio, muy despacio… regresó de nuevo sano y salvo a mi lado.

Una vez más retomamos todos nuestros planes y volver ahí abajo entraba en ellos. Contamos en aquella ocasión con Vildiara. Los tres volvimos a adentrarnos en las profundidades desde Abdar, las mismas criaturas nos hicieron frente, hasta que nos vimos de nuevo ante varias puertas de oscuro metal forjado. Allí, tras las puertas, estaban sus defensores. Criaturas que te anulaban la mente convirtiéndote en un miserable guiñapo, por suerte estábamos protegidos y no sin esfuerzo, les derrotamos. Las puertas se abrieron cuando deposité la gema en el mecanismo Anterior a los portalones.

Habíamos descubierto donde conducía esa gema azulada. Avanzamos por el lugar, oscuro como el alma de un sharita, era curioso pero no encontramos a nadie que presentase batalla. Así pues, los tres llegamos hasta lo que parecía el mercado de una ciudad. No conocíamos nada de allí por lo que tampoco teníamos la posibilidad de descanso, Vildiara poderosa como pocas empezaba a cansarse, yo también y por añadidura la sangre elfica de ambas se retorcía ante tanta oscuridad y rastros de esencia de los malditos elfos oscuros. Conocíamos ya el secreto de la gema azulada así que emprendimos con la suerte de nuestro lado el camino al claro de Silvanus.

Pocos días después Humo partió de nuevo.

Deckanas después de su partida sentí la punzada en mi pecho ¿Qué me pasaba? Traté de olvidar esto y seguí con mi vida en Neves.
Humo no ha regresado más, desconozco qué pasó, como fue y si fue, desconozco qué le impidió o impide regresar pero sí sé que gracias a él vencí el último de mis terrores y recordé sus palabras hacía más de diez años “Eres fuerte y haré que lo sepas amiga mía” Días después de la punzada me encontré con Vildiara y juntas bajamos por el pozo oscuro. Había vencido mis miedos en su totalidad y ahora lo sabía. Vencía mis miedos en el mismo instante que él desaparecía… que Silvanus te guíe hacia los bosques eternos Humo, allí quizá nos encontremos.



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Bueno, este retal está especialmente dedicado a Malakai porque ha sido un verdadero placer compartir roles contigo. El relato queda abierto por si acaso. Habrá cosas que no se ajusten a la realidad pero me tomo la licencia.

Un abrazo enorme
Malak había llegado al Pozo de la Oscuridad sediento de venganza. Nunca había odiado a ninguna raza, ni siquiera a las malignas, pero el hecho de que los elfos oscuros hubieran hecho daño a su amor le hacía cambiar de parecer. Pensaba vengarse... y lo haría esta noche.

Un ágil kobold bajaba por la cuerda hacia la oscuridad del pozo. Sus movimientos eran precisos, milimétricos. Llevaba una pequeña espadita atada al cinto, y ésta rezumaba un fluido verde, que al contactar con el suelo generaba vapor. Con mucho sigilo, se movía por los pasadizos de la antigua mina, deslizándose de túnel en túnel, pensando sólo en el momento en que tendría lugar su venganza contra los drows...
...Un drow con armadura roja oscura caminaba en las inmediaciones de Belaragh. Malak sonreía, pronto tendría lugar su venganza. Al avanzar un paso, de repente, notó dolor en su mente, el más agudo y mortal que nunca soportó. Lo último que vio fue a un ser que parecia tener tentáculos en la boca, un ser que ya conocía y al que imitaba algunas veces... azotamentes.. y él... estaba preso de ellos.

10 años después...

Vildiara descansaba tranquila junto a Sabre en un árbol cercano a la ciudad de Nevesmortas, cuando de repente, vio a un hombre acercarse tambaleándose. Tenía aspecto de bárbaro del Espinazo del Mundo, sus ropas estaban sucias y desgarradas, apenas llevaba nada encima y el hombre además parecía enfermo. Sus ojos estaban completamente blancos, sin brillo, como vacíos o muertos, su boca jadeaba y dejaba soltar la saliva, su respiración era agitada, daba la sensación de estar muy grave.
La archidruida colocó sus manos en su frente y murmuró unas palabras que sólo se escuchan entre los árboles del bosque. A partir de ese conjuro de regeneración, los síntomas del hombre fueron desapareciendo paulatinamente. Malak notaba cómo su mente se recomponía... muy lentamente.
Mientras se recuperaba, Vildiara le iba ayudando a calmarse y a sanar, sin ninguna prisa por intentar saber qué le había pasado al cambiante tras todos estos años. Sólo parecía que quisiera que él mismo recuperara su mente.
Una mujer llamada Drum miraba la escena con curiosidad. Malak recordaba fragmentos de su vida pasada, y Drum sólo puso mayor atención cuando escuchó un nombre: "Daya". Interrogando a Malakai, supo finalmente quién era, lo que desencadenó su furia, y la descargó con él torturándolo acerca de cómo había sufrido Daya por su culpa. El antiguo cambiante no sabía qué decir, no recordaba nada en absoluto, no podía hacer más que sollozar por su amor perdido.

"Descansa, recupérate, medita..." fueron las últimas palabras de Vildiara.
Malakai se encaminó hacia las cascadas para comenzar su meditación.


//Wantu, si estás viendo esto... va por ti.
Silvanus

Re: Retales

Mensaje por Silvanus »

Re-bienvenido :D
Wantu
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Re: Retales

Mensaje por Wantu »

Buenas a todos, hace tanto que no escribo en el foro que ya ni me acuerdo... me alegro muchísimo de que hayas recuperado a Malakai, y que además lo hayas hecho en los retales, seguro que cuando el pobre Malak se recupere un poquito más, verá la de cosas que sucedieron en su ausencia ¿verdad que sí Vildiara :wink: ?

Bueno, pues nada ¡un beso para todos!

PD: Jur quien iba a decirme que un post mio iba a tener más de 4000 lecturas 8O
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Silvanus

Re: Retales

Mensaje por Silvanus »

Re-bienvenida :lol:
Garl
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Re: Retales

Mensaje por Garl »

Ahora que has escrito no tienes más narices que reaparecer... así es la vida! A ver si te vemos de vuelta a ratitos aunque sea Daya :) //
Hoar escribió:Como siempre se ha hecho:
:dwarf: :paladin: :orc: :elf: :assassin: :mago: *Grupo de aventureros*
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Heianfein

Re: Retales

Mensaje por Heianfein »

Una imagen del pasado...

*Malak pasea por el Valle de Rauvin cuando ve una estructura que le trae un maravilloso recuerdo: El recuerdo de un pasado feliz*

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Wantu
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Re: Retales

Mensaje por Wantu »

Casi dos décadas... casi fueron dos décadas el tiempo que oficialmente fuimos pareja Malak y yo, pero hay cosas que el tiempo cambia, que moldea y otras se es incapaz de pasar por alto. Todo eso me sucedió a mí.

Dos décadas, más o menos, antes:

Estábamos aun inmersos en la guerra contra las huestes malaritas, los licántropos aparecían en cualquier parte y realmente cada día éramos menos los que estábamos en la lucha. Yo, junto a otros tantos juré proteger a la "Semilla" había que ocultarla del mal y por un tiempo se consiguió, ahora tanto tiempo después desconozco qué sucedió pues no tuve el valor suficiente para quedarme.

Como decía, entre esos otros se encontraba mi pareja, Malakai,mucha gente se preguntó en su día qué podía ver una joven trovadora como yo en un ser que ni siquiera sabía qué naturaleza tenía, no me importó nada de lo que dijeron y entregué mi corazón al cambiante. Nunca me arrepentí por ello, al contrario.
Malak o Humo como le empecé a llamar cuando le creí un lobo de pelaje gris, era (y es) alguien inquieto, no tenía ataduras ni las quería, me consideraba su compañera y a mí, siempre me bastó. Nunca quise casarme, casi estuve a punto de hacerlo siendo apenas una niña, con quince años todo se ve distinto y más distinto aun se veía en mi acomodada casa en tierras amnianas.
Humo, partió hacia el Rauvin, a la frontera de guerra aprovechando sus dones yo me quedé en la casa del árbol descansando tras nuestra despedida. Pasaría quizá un mes o dos fuera pero volvería, como siempre hacia. Debí estar despierta y ver que no se preparaba para ir donde yo pensé, sino a otro lugar... a cobrar una deuda, a vengarse.

Dos meses pasaron, luego tres, luego una estación; me convencí de que no regresaría nunca más, mi amor había muerto en el valle del Rauvin, en terreno enemigo. Le lloré amargamente durante el tiempo que pude permitirme llorarle, maldije la causa, me maldije yo y le maldije a él presa del mayor dolor que quería soportar. Era una viuda sin serlo,nunca me casé ni quise casarme, ni quiero, ni querré.

Llevaba mi pena conmigo, era solo mia porque yo lo quería así, a ojos de los demás yo me había repuesto demasiado bien, no me faltaron pretendientes cuando se supo el camino libre pero no estaba para tonterias amorosas. Había pasado una década con Malak y ya no contaba quince años sino veinticinco, era por entonces una mujer de veinticinco sin rastro infantil, formada en cuerpo y mente y ahora era libre a pesar mio y estaba dispuesta a hacer lo que me viniese en gana.

Dos años después de mi "viudedad" me dejaron un recado y acudí donde la nota decía, abrí la puerta y la vi, cuando se giró y me llamó mami con su voz infantil casi me da un síncope. ¿Cuando me había quedado yo embarazada? ¿Cuando di a luz? ¿Cuando dejé de tomar precauciones para no quedar encinta? cuando la sorpresa inicial pasó empecé a reirme a carcajadas sobre todo cuando la niña me nombró a su "tita Karen".

Karen, aquella cambiante que yo misma maté, la misma que quiso matarme a mí para quedarse a Malak, elfa incompleta me llamaba cuando no me llamaba humana incompleta, dado mi mestizaje. Nunca entendí esa fijación por Humo pero supongo que las pasiones son como son y pocos adjetivos se le pueden poner, Karen a fin de cuentas si había logrado engañar a Humo, no fueron dos veces simplemente las que tomó mi apariencia, fueron algunas más y en ellas yació carnalmente con Malakai.

Pensé que había acabado con ella en aquella colina pero no, cuando nos alejamos logró recuperarse lo suficiente para irse, no se había llevado a Malak con ella pero sí algo de Malak y ese algo, me creía su madre y a Humo, su padre aunque este último si que lo era.

Maya, así se llama, una mezcla del nombre de su padre y del mio. La niña tenía por entonces cinco años y todos en Nevesmortas y alrededores sabían que yo nunca estuve embarazada, no tardarían mucho tiempo en informar a la pequeña haciéndole un daño que yo no perdonaría y que haría que pagasen con su vida. Si, era tan capaz de ser implacable como el peor asesino, pero aun quedaba sensatez en mi. Cerré la casa de Malakai y me llevé a la niña lejos.

Actualidad:


Regresé como siempre hacía cada cierto tiempo al norte, a recorrer Nevesmortas, visitar Argluna y su conservatorio, pasar por la casa del árbol...llevaba a Maya conmigo en esa ocasión, la niña había crecido bastante ya no era tan niña y por sus rasgos, podría casi asegurar que es completamente humana con lo que eso significa.

Había pasado una década casi desde que di por muerto a Malak, en ese tiempo viajé por Amn, Commyr, Sembia... llevaba a Maya conmigo, era mi hija y acabé sintiéndola como tal, nos acompañaba mi Aya, ella la cuidaba tan bien como me cuidó a mi. Conocimos lugares y conocimos personas, tuve amantes y aventuras de una sola noche, sin ataduras ni nada que se pareciese a lo que sentía por Malakai, seguía siendo su viuda enamorada de un fantasma pero era eso, un fantasma hermoso en mi cabeza y mi alma. Aikanaro me repetía hasta la saciedad que él estaba muerto, que le olvidase y que buscase un buen elfo con el que compartir mis días, mi Aya siempre barriendo para su raza. Creí que era así hasta que comprobé que el paso del tiempo lo cambia todo.

Bajé del carruaje en las afueras de Nevesmortas, el cochero me reconoció a tenor de su mirada , a fin de cuentas había sido Cronista Oficial de Nevesmortas, un cargo concedido directamente por la dama Lanzagélida, había actuado en el teatro con la Pluma Negra y había sido Consejera de la Orden de caballeros, era una dama de posición, sin duda.

Visité el teatro, como siempre hacía, en primer lugar. Aquel era mi templo, la música era mi sangre y el conocimiento mi oxígeno. Salí de nuevo a las afueras y caminé, el alma se me heló, todo empezó a darme vueltas mientras las piernas no me sostenían.
Quedé sentada en el suelo mojado, siempre llovía en Nevesmortas, nunca imaginé que saludar a quien pensé desconocido me supusiese lo que me estaba suponiendo. Era él, estaba allí, delante mia... estaba vivo y pareció reconocerme.

Cuando giró y me vio, me reconoció, Malak estaba vivo pero sufriendo un vacio profundo en su mente, tenía imágenes sueltas que le costaba unir con otras aun así, me recordaba , recordaba lo que sentía por mi, pero no recordaba como ni cuando ni porqué, solo que su dolor se iba cuando asociaba mi nombre a una imágen. Complicado, demasiado complicado.

Supe todo cuanto pasó, aquella noche hacía una década no fue hacia el Rauvin sino hacia el pozo de la oscuridad a cobrarse una venganza por mí, qué ironía.

Pasé con el un par de días pero debía ser él quien recordase, quien me recordase. Para mi, recuperarle como casi un extraño no era sencillo, para mi mi amor era real y mi pasión por él también, yo no había olvidado nada pero él si, tenía que recuperarse así mismo y a solas, sin mi.

Volví a marchar pero regresé en poco tiempo, le hablé de Maya, el creyó que había otro hombre, lo negué porque no lo había. Le expliqué quien era Maya y quedó casi petrificado. Cuando conoció a la niña no supo verla como a su hija, quizá por sentir que su madre le había tomado mediante engaño, no lo sé.

En uno de mis regresos, el segundo desde su vuelta, me pidió matrimonio. ¿Porqué me pedía eso si sabía de sobra que yo no deseaba eso? ¿Creyó recordar algo que era equívoco? Me dijo que su único recuerdo era yo, y lo que le traía era un bello sentimiento, que quería tener hijos conmigo, propios de ambos y no fruto de un engaño. Ni siquiera sé porqué acepté casarme con él si yo no quise casarme, me hubiese bastado con que poco a poco nos hubiésemos ido recuperando hasta tener lo que tuvimos, amor, compañía, camaradería y pasión, sin papeles de por medio. Volví a marcharme pero dejé a Maya con su padre, tenían que conocerse.

Regresé una vez más y busqué a Malakai de nuevo, estaba distinto, aunque desde su regreso, todo había sido diferente en él, aunque yo me negase a verlo. Me preguntó abiertamente si había otro, no lo había y se lo dije. Alguien había estado cizañando al parecer. Discutimos enlazando una cosa y otra, en otro tiempo quizá hubiese callado pero no era una sufridora ni tampoco me sentía culpable de nada. Le dije que para mí era muy doloroso tenerle cerca y qué él no me recordase como me debía recordar, le dije que le lloré durante una década dejándome los ojos secos de tanto llanto, le dije que amé a su hija sin ser mia por el simple hecho de que era una parte de él. Es posible que se hubiese solucionado la discusión si no se hubiese tocado el punto de mi Maya, porque era mía.

No la reconocía como su hija, la sabía una extraña intrusa con la sangre de su maldita madre, fruto de un engaño elevado a la máxima potencia, la repudiaba y eso no estaba dispuesta a perdonárselo ni a él ni a los mismísimos dioses.

Dije que nuestros caminos se separaban en ese momento, que le había amado y que le amaba más que a nada pero qué él ya no era la persona que quise, era demasiado distinto al ser generoso que conocí, repudiar a su propia hija, mi hija a fin de cuentas era demasiado grave. Dos décadas después de comenzar una andadura juntos todo finalizaba, Karen había logrado su objetivo después de muerta ¡qué ironía!



//Bueno, pues ya era hora de que hiciese un pequeño resumen del tema ¿no?
La leche ... ¿6888 vistas? quién me lo iba a decir XD
Última edición por Wantu el Mar Ene 14, 2014 10:48 am, editado 1 vez en total.
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TanisHAnderson
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Re: Retales

Mensaje por TanisHAnderson »

//
- Menudo descastado. Dejar desamparada a su propia estirpe.
La elfa bufa como un gato y balancea el cayado practicando para darle el golpe a Malakai cuando se lo cruce.
Fantástico relato!
Quarrel Alaounthus
Vildiara Selh,
Hazzim Abdiliare ;
Phineas Deepforest;
Elsara Fieldwhite
RellSham :mago:
Krugall Quiebratempanos
Reinhard Kane
Val Heleanor
Alderan

Re: Retales

Mensaje por Alderan »

*Aplaude hasta que le duelen las manos* Me encanta como escribes!
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Re: Retales

Mensaje por Wantu »

Alderan escribió:*Aplaude hasta que le duelen las manos* Me encanta como escribes!
:oops: :oops: :oops: ¡ Me sacas los colores!
La verdad triunfa por sí misma, la mentira necesita siempre complicidad.
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