La Marca Argéntea

El pequeño iniciado acababa de recoger todas las hortalizas de los campos de cultivo de la arboleda. Los preparativos para el Samhaim eran austeros pero era muy importante que todo estuviese correctamente organizado. Eriu sabia que aún tenia que lavarlas cortarlas y cocinarlas antes de que se hiciera de noche. Si se apresuraba igual podría arovechar tiempo sobrante para reunirse con su amigo Phi.
Esa noche los mayores no iban a estar, puesto que en cada Samhaim todos los druidas traspasaban los límites de este mundo para pasar al plano espiritual. Eriu y Phi se quedarían solos en la arboleda, puesto que eran los únicos iniciados. El resto de iniciados que habian cuando ellos ingresaron en la arboleda del Bosque Alto ya habian superado las pruebas que les habian impuesto sus mentores. Ellos no podían superarlas aún puesto que eran muy jovenes.
En realidad, a estos dos pequeños elfos les daba igual, puesto que habian sido obligados a prestar servicio a la arboleda por unos altercados que cometieron en una fiesta en Nordahaeril. Fueron condenados de por vida a llevar la vida austera de un druida y a amar a la madre naturaleza por encima de todo. Pero por mucho que se intente enderezar el curso de un rio, cuando el agua tiene oportunidad de volver... siempre vuelve.

Misión

Caía la tarde sobre el viejo bosque, iluminado en rojizos. La lluvia había cesado y una armoniosa quietud rodeaba al fantástico ser. Arrastrando hojas con los pies, un humano se aproximaba al viejo y gigantesco árbol. Haitz llevaba en brazos a Wui, inconsciente, si bien su estado no era muy distinto al de la elfa. Fuera de si, farfullando palabras incomprensibles, se arrastraba literalmente por el bosque, su único objetivo alcanzar la sombra del gran árbol.

Flanqueando su inseguro avance, Elenthyl y Tero terminaban de completar la extraña escena. Siguiendo a la pareja de cerca sin atreverse a sacarlos de su trance, llegaron al fin a su destino. Una gran puerta tallada en bellísimas filigranas fue el lugar elegido por Haitz para, en un último esfuerzo, dejar a Wui en el suelo y desmayarse finalmente a su lado. Hombro contra hombros, las yemas de sus dedos se tocaban.

Mientras el joven escudero examinaba la puerta suspicazmente, Elenthyl atendía a sus compañeros. Ambos ardían inconscientes en el suelo, frente al árbol. El farfulleo de Haitz, que se había calmado, recuperaba fuerzas… pero la voz del explorador sonaba distorsionada, mucho más aguda. A medida que cambiaba la voz se hicieron comprensibles sus palabras… con un suave espasmo Wui comenzó a farfullar algo con esfuerzo, acompasándose con Haitz.

El… espíritu… del bosque… -al fin algo se le entendía a Haitz-

Le hemos… encontrado… -con un susurro, Wui terminaba la frase-

El elfo salvaje, acuclillado junto a la pareja, asistía atónito a la escena. Al mirar por encima de su hombro pudo comprobar que la sorpresa también invadía a Tero. Se preguntaban quién les habría hecho esto, quién dominaría así sus cuerpos y sus voces, y no tuvieron que esperar mucho para recibir contestación.

Habéis dado con él… con el… claro… del bosque –balbuceaba Haitz. El eco de Wui le replicaría enseguida-

Hace mucho tiempo… yo habitaba aquí –a medida que Wui habla, su rostro se relaja en una máscara de paz, arrastrando a Haitz en su transformación-

Bienvenidos, hijos de la tierra… -Haitz con voz serena, alternándose desde este momento con el susurro de Wui-

Mucho es lo que debéis hacer aquí…

y mucho lo que tendréis que descubrir…

Tras estas puertas se esconden…

los designios de los dioses…

no temáis…

no os asusteis…

Encontrareis el modo…

de anclarla de nuevo…

Eso solo depende…

del olvido del pasado…

Solo vosotros…

Hallareis la forma…

de recuperar el equilibrio…

Mucho se esconde…

Mucho hay…

tras la madre tierra…

La mayestática serenidad que el espíritu del bosque había conferido a los rostros de Haitz y Wui comenzó a desaparecer con éstas últimas palabras, recuperando ambos una neutra inconsciencia. Agitándose en sueños, los exploradores volvían en si, Haitz frunciendo el ceño y llevándose la mano a la cabeza, Wui acariciándose su garganta reseca.

Prepara tu cantimplora, guerrero –dijo Elenthyl, con la suya ya en la boca de Haitz-

Sumido en sus pensamientos, el elfo salvaje memorizaba el mensaje, intuía la misión.

La noche caía como un frío manto sobre el anciano bosque.


Elenthyl Quart´Hadast, explorador elfo salvaje

Tras una reunión escueta hace muy poco, Aliaris, Haitz, Wuivre y Eriu, los fundadores del Claro del Bosque, aceptaron la entrada Elenthyl en el grupo.

//Kellendros ha mapeado la casa arbol que es la parte hogar y habitaciones del claro. Wuivre ha mapeado todo lo que es el circulo druidico en si. El circulo druidico se encuentra bajo tierra en unas cavernas. Un rio subterraneo pasa por al lado de la sala del ciculo y la sala del arcanix. Más hacia el sur hay una gran brecha natural que dicide el area en dos zonas, la espiritual y la física. Es decir el templo de culto a los dioses de la naturaleza y las salas de entrenamiento y arena druidica. También hay una sala de recepción a invitados no pertenecientes al circulo.

Integrantes del Circulo Druidico del Claro del Bosque:

Eriu
Haitz
Wuivre
Aliaris
Elenthyl

//Hola soy nawen druida de mielikki y me gustaria saber como puedo rolear mi interes hacia los vigilantes, hay algo escrito en algun sitio, alguien a quien preguntar sobre ellos, he descubierto el arbol con la puerta en el bosque y estoy intrigadilla, a la par que deseo pertenecer a un circulo druidico, gracias de antemano