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Re: La llamada de Arakhor, el Abuelo Árbol.

Publicado: Vie Abr 15, 2011 10:58 am
por Hoar
Muchas gracias a todos por los relatos, el lunes os daré nuevo material jejej

Re: La llamada de Arakhor, el Abuelo Árbol.

Publicado: Jue May 05, 2011 2:01 pm
por WolfJon
//Quería usar la pascua para este pequeño relato entre escena y escena con Hoar peeeeero bueno xD no paré por casa xD

Interludio

Los bosques nunca habían estado tan inquietos, la joven exploradora no hacia mas que encontrar problemas allá donde mirase, animales se atacaban entre ellos presas de una furia impulsada por la presencia de la bestia, la sensación de ser observados atacaba a todos los que en el bosque se adentraban incluso las sombras parecían mas largas ahora….
Zeras no podía si no seguir haciendo su trabajo, la archidruida Vilidara la había puesto a vigilar los caminos en busca de extranjeros o caravanas extrañas, de vez en cuando extendía su ruta puesto que su inquietud la hacía volver al bosque, buscando siempre descubrir esos ojos que una vez dentro la observaban, ese aliento que pese a afinar sus sentidos no dejaba de soplarle en la nuca, fue así como descubrió los rastros.

Huellas que por el clima de la zona habían sido borradas prácticamente por completo y hacían imposible identificar a que criatura pertenecían, lo que si que dejaban claro es que habían sido borradas, o al menos lo habían intentado. Ahora ya no cabía duda, el enemigo cercaba el refugio, sea lo que sea que estaban preparando por la cautela que estaban teniendo era algo grande, los Señores de lo Salvaje debían saber sobre esto. La elfa con cautela y borrando sus rastros se dirigió al refugio, donde Vildiara reposaba, acumulando fuerzas y vigilando.

El inicio de una silenciosa guerra en los bosques se avecinaba…

Re: La llamada de Arakhor, el Abuelo Árbol.

Publicado: Jue May 12, 2011 8:23 am
por TanisHAnderson
Observaba el manuscrito de rituales con la esperanza de que alguno lograse ser de utilidad. Tan centrada estaba que se sobresaltó cuando alguien la llamó.
- Dama Vildiara
Zeras permanecía no muy lejos de ella con cierto gesto de preocupación. Antes de llevar a cabo la pregunta Naldina apareció en la amplia estancia:
- Uh… ¿Qué tal estáis? ¿Habéis hablado con los drows?
- Si. Fue bien. Aunque no entiendo porque si quiera hablamos con ellos.
- Porque es necesario. Su problema se convierte en el nuestro y tampoco es su lugar el ascender.
La conversación se interrumpió bruscamente. Algo retumbó con fuerza en el ambiente y en la mente de las mujeres.
La mirada de todas se torno en preocupación.
- Parece que ha sido cerca de aquí. Vayamos a mirar. Discretamente.
Al pasar por el lado de la durmiente Arakh musitó un ruego a Silvanus por su protección.
Sin embargo, a los pocos pasos, el gritó de Arakh las obligó a girarse preocupadas.
La niña estaba despierta. Asustada, muy asustada.
Naldina corrió hacia ella preocupada tratando de calmar a su hermana, Zeras y Vildara retrocedieron los pasos dados para amparar a la pequeña, mientras esta se abrazaba con fuerza a su hermana.
Las sensaciones fluían en cada una. Arahk mostraba lo que ocurría de una forma singular.
Zeras retrocedió inconscientemente con una mueca de terror.
Una imagen fugaz… cientos de pisadas cruzando un río.
Garras aplastando Pixies. Garras rasgando ramas y cortezas de Ents. Una voz familiar entonando los ruegos a Silvanus, voz que se entrecortaba cuando unas fauces se hundían en su garganta.
La mirada de Vildiara se tornó fría por un largo instante.
- Vosotras explorad el bosque.
- Madre, no puedes ir sola al rauvin. Ella es más importante.
La voz de Arakh volvió a sonar suave en la cabeza de la druida.
- Mami, no te preocupes. Se trucos.
La niña se soltó de Naldina y se encaminó al gran árbol central del Refugio.
- Mamut!
El gran bárbaro se presentó ante la druida raudo gracias a las grandes zancadas de sus piernas.
- Que legan y Nurie nos acompañen. El Circulo del Rauvin esta bajo amenaza.
El bárbaros asintió y a los pocos minutos los seis estaban frente a una de las grandes Raices. Una raiz que los llevo a las inmediaciones del Circulo del Rauvin.


Aullidos. Bramidos. Golpes.
Decenas de licántropos danzaban de un lado a otro del Circulo. Un ent estaba asediado por varios.
- Silvanus guíanos.
De improviso, una mole pasó a la carrera junto al grupo mientras se preparaban. Sabre abrió brecha.
El grupo avanzó mientras los arcos comenzaban una incesante lluvia de flechas y las hachas comenzaban a golpear.
En medio de la jauría de hombreslobo la palabra resonó con fuerza. Las hojas se alzaron por el poder del conjuro y muchos de los licántropos que los rodeaban expiraron su último aliento.
Una batalla por la defensa. Una batalla por el Equilibro. El inicio de la Guerra.
Flechas, hachas y cimitarras fueron dando cuenta de los invasores. Chamanes y guerreros de la Bestia caían una tras otro.
Hasta que finalmente… el silencio.
Jadeando, heridos, observando el destrozó en tan sagrado lugar. Amendur agonizaba y vildiara corrió hacia él tratando de sanarlo.
Silencio.
Tan cerca del Rauvin y el ruido de las aguas apenas si era un murmullo. La gélida brisa acarició al grupo.
Aullidos. El ruido de carreras, aullidos y gruñidos provenía del otro margen del Rauvin. Un río que mostraba una superficie helada, conformando un puente que daba rápido acceso.
- Vienen!
Naldina se alejó del grupo acercándose al helado puente y rogó a Silvanus. Una ola de fuego y calor asoló la zona helada del río. Equilibrio. Fuego para el Hielo.
Muchos de los licántropos cayeron a las aguas. El arco de Vildiara se tensó nuevamente.
Las flechas surcaron el aire en busca de sus objetivos y estos fueron encontrados.
- Preparaos! – el puente se conformaba de nuevo, la superficie se cristalizaba rápidamente.
Aullidos en un lado. Un aullido grave y profundo en el otro.
Sabre exhaló el gélido aliento con su aullido y se colocó al lado de su amiga.
Y el combate se reanudó.
Mamut, Iegan y Nurie combatían con fiereza. Despreocupados de las heridas que le inflingían las garras y más centrados en golpear y dar muerte a las aberraciones de la Bestia.
Zeras, Naldina y Vildiara usaban sus arcos mientras podían, recurriendo al cuerpo a cuerpo cuando Sabre se veía sobrepasado por el ingente número de enemigos.
Más y más licántropos.
Las protecciones cedían, las heridas se abrían en los defensores del Rauvin.
Vildiara comenzó a musitar un ruego a Silvanus que se vio interrumpido cuando de repente…
Rayos y fuego comenzaron a caer sobre las huestes de la Bestia. Al lado de las druidas y de la cazadora, un malherido Amendur entonaba sus plegarias, cargadas sus palabras con el leve tono de la ira.

Y llegó el silencio.
La calma y la quietud que sigue a la tormenta.
Los cuerpos de los siervos de la Bestia cubrían el suelo, al igual que los fieles a Silvanus.
Con premura atendieron a los heridos. Pixies, satiros, ent…
En poco menos de media hora el Circulo del Rauvin quedó desierto.
Desde la entrada Amendur y Vildiara echaron una última ojeada.
- Lo recuperaremos.
Amendur asintió y se volvió en dirección a la Raiz.


La Guerra había empezado. La avanzadilla había sido frenada, pero solo había sido la primera batalla.
Ahora la Guerra no tardaría en difundirse en los caminos y los bosques.


Re: La llamada de Arakhor, el Abuelo Árbol.

Publicado: Sab May 14, 2011 12:36 am
por JRJ
Las tierras que rodeaban la norteña Adbar se mantenían impolutas, la nieve cubriendo eternamente valles y prados, rocas y altozanos. Así se presentaba el camino aquella tarde para Daya y Gwenn. Las dos trovadoras, hermanas del alma desde que se conocieran muchos años atrás en la lejana ciudad amniana de Esmeltarán, buscaban la mejor forma de ayudar contra Malar en la inminente guerra que se avecinaba.

Iniciaron camino hacia el oeste, siguiendo senderos apenas visibles por la nieve y el poco uso. El tiempo acompañaba, no nevaba y el viento permitía avanzar sin problemas. Las mujeres se mantenían tranquilas pero vigilantes, acompañadas sólo por el sonido de sus pisadas sobre el manto blanco y por los mínimos comentarios que intercambiaban. Pero tras unas horas de viaje comenzaron los aullidos.

- Esperemos que sean los lobos que ahuyentaste en tu camino a Adbar, Daya.

- No sé, Gwenn, no sé... tengamos cuidado.

El asalto al fuerte gnoll fue perfecto. Las vidas de las bestias languidecían sin siquiera darse cuenta de quiénes eran los causantes. Lluvias de flechas surgían de la oscuridad como una avalancha que arrastraba consigo todo rastro de su maligna existencia. Cuando las mujeres se dejaron ver en medio del vacío campamento, los aullidos eran más sonoros, más cercanos.

- Hemos de irnos, la sangre recién derramada podría atraer a lo que sea que produce esos sonidos hasta nosotras...

- Y dentro de este lugar que no conocemos seremos bardos muertas.

Aparecieron. Formas lobunas de tallas sorprendentemente elevadas saltaron sobre ellas con fiereza, con sed de sangre. Daya recibió un importante corte en el brazo y el vientre antes de que pudiera cubrirse con el escudo, evitando un segundo ataque. La nieve se tiñó de rojo. Gwenn dirigió sus flechas arcanas a las patas de dos licántropos que corrían hacia ella y logró herirlos de gravedad. Cayeron al suelo con las rodillas destrozadas, y Gwenn giró su arco para ayudar a su amiga, que se defendía de su primer atacante sorpresa. Pero la elfa notó un horrible dolor. Un licántropo había emergido de un montículo de nieve y sus mandíbulas se habían cerrado sobre su hombro izquierdo. Gwenn gritó.

La maza de Daya golpeó con fuerza la cara de la bestia que la enfrentaba, destrozándola. La sangre salpicó su cara, pero ni lo notó. Un giro rápido le permitió arremeter contra la espalda del atacante de Gwenn, y ésta soltó su presa y retrocedió unos pasos, aturdida por segundos. El tiempo suficiente para que Gwenn atravesara su cerebro con una flecha encantada.

Las trovadoras huyeron para sanar sus heridas con vendas empapadas en jugos de belladona. El Mal se extendía hacia el norte.

Re: La llamada de Arakhor, el Abuelo Árbol.

Publicado: Sab May 14, 2011 9:42 am
por Wantu
Los hechos estaban hablando por sí solos, la bestia nos rondaba, buscando lo que solo algunos conocíamos… aquello que juramos proteger y defender de las garras del peligro, buscando a la semilla.

El bosque se revelaba bajo la zarpa de Malar, los animales llevaban mucho tiempo especialmente fieros incluso entre miembros de una misma especie. Se añadían sucesos con lo vegetal, como pudimos ver Gwenn, Úrsula y yo misma cerca de Abdar. Los licántropos de Malar habían salpicado de ataques a cualquiera que se adentrase en los caminos y bosques, ya estaban perdiendo su posible miedo pues como comprobé yo misma, Bandy, no se equivocaba cuando dijo que persiguió uno de ellos por las alcantarillas de Sundabar. Una criatura que me doblaba el tamaño se cruzó en mi camino hacia Nevesmortas. No pude acabar con él, mi miedo o tal vez mi descuido hizo que su huida fuese fructífera. Ahora no temían a las ciudades.

De regreso en la Villa, el terror.

Vildiara, Úrsula y Zeras se encontraban allí. Pregunté a Zeras guardando la prudencia, guardando a la semilla. Sus caras lo dijeron todo, el círculo druídico del Rauvin había caído bajo la bestia y la guerra nos estallaba en la cara. Se difundió la noticia del estallido de la contienda. Ahora era una cacería que se extendía por todo el norte.
Consideré el momento de contarle lo que pasaba a mi Gwenn. Sabía que podríamos contar con ella en esta guerra, no hizo preguntas. A Gwenn, mi hermana del alma, le bastaron mis palabras “Hay que proteger y defender algo muy importante” tan solo añadió una frase”Me basta con que me digas que es importante”.

Ahora debíamos continuar, un par de lunas después fuimos hasta Abdar. Era muy posible que en los recónditos tramos del camino se asentasen grupos y campamentos de gentes portadoras del veneno de la bestia. Los aullidos eran incesantes y martilleantes a la caída de la noche e incluso los osos polares mostraban una gran fiereza extra.

Exploramos lo casi evidente, ninguna de las dos somos exploradoras pero todo era muy evidente.
Nos acercamos al campamento gnoll, tal como le dije a Gwenn, lo mejor era hacer huir a unos y acabar con el mayor número posible “lo último que necesitamos es a estos perros persiguiéndonos por la espalda Gwenn”.

Pero la noche volvió a sorprendernos y unas pisadas, gruñidos y ese olor nos hizo saber que nos habían cazado. Nos escondimos tras una de las improvisadas tiendas hasta que se abalanzaron sobre nosotras al rodearnos. Me hirieron, a Gwenn también, dimos muerte a varios pero ante el panorama debimos huir. Unas vendas y unas pociones lograron que nuestras heridas se fuesen cerrando.

Ahora sabemos que la bestia extiende su sombra hasta los tramos nevados de Abdar…

Re: La llamada de Arakhor, el Abuelo Árbol.

Publicado: Jue Jul 21, 2011 9:39 am
por Kmos
Caia el atardecer cuando los aldeanos de Nevesmortas empezaron a escuchar unos terribles aullidos que auguraban sangre y muerte, estos, sin pensarselo dos veces, salieron de la villa a investigar. Quedaron en formación delante de la villa, hasta que decidieron tomar algo de terreno para defender, mientras los aullidos retumbaban en el silencio de la noche, los animales, quiza mas astutos que los aldeanos, corrian en dirección opuesta.

Seguian avanzando al norte, aunque, y si los licantropos venian del bosque? les habrian atacado por detras, tenian que averiguar que camino era el mas seguro. Usando sus habilidades con la magia, pronto averiguaron que el bosque estaba ocupado por los barbaros del pajaro de fuego, por lo que, preocuparse por esa zona era innecesario.

Avanzaron al norte, algunos mas reticentes que otros mientras el silencio se apoderaba de la noche durante unos segundos... algunos de ellos sabian por que se debia ese sonido, pero los mas temerarios seguian adelante sin importar que. De pronto, algo surgio en el aire, volando hacia ellos.. una forma algo esferica y ovalada.... muchos entrecerraron los ojos, otros se pusieron en guardia a espera de distinguir las formas... pero la expresión fue cuasi unanime cuando vieron de que se trataba: Cabezas de niños humanos.

Esto encendio la sangre de los mas temperamentales, mientras que otros les intentaban recordar que no era mas que una provocación, y que iban a caer en su trampa. Evidentemente. Pronto se vieron emboscados por un pequeño grupo, y los aventureros, sin ningun tipo de formación, y la mayoria sin aptitudes combativas. El combate habia iniciado! Oleadas y oleadas de hombres lobo atacaban sin apenas cese a los aldeanos, provocando bajas y terror por donde sus garras pisaban.

Pero llegado el momento, ocurrio algo que desperto la curiosidad de algunos, y la ira de otros... Uno de los licantropos tenia a una de los nuestros entre sus garras, desagrandose y debil. Quiza era el ultimo que quedaba y usaba a esa persona de Rehen?... no, eso no tenia sentido... o si? o quizas no era mas que otra trampa..... o un hombre lobo bueno? miles de opiniones surgian de la mente de los aldeanos, segun su personalidad.

Pese a las amenazas con las armas de muchos, el licantropo dejo a la mujer en el suelo y retrocedio, dejando ademas, una nota.... una nota que decia "devolvednosla"... Varios de los aventureros levantaron la vista, viendo al hombre lobo y entendiendo ahora su situación... Estaban rodeados, y este licantropo era el mensajero... por lo que lo mas acertado hubiese sido, negociar.

Pero no, los mas temperamentales, furiosos por ver a una de los suyos, herida, y creyendose en superioridad numerica, atacaron sin pensarlo a la bestia. Esto, evidentemente desenboco en la emboscada de todos los que estaban alrededor, que aniquilaron practicamente a todos los aventureros.

Solo los dioses sabrian el destino que les habria deparado de no ser por la llegada de un grupo de barbaros del pajaro del fuego, diestros, disciplinados y veteranos en el arte del combate, que poco tardaron en arrasar con el grupo de licantropos. Tras ello, curaron a todos los heridos y caidos y acorralaron a las bestias en el hospicio, dandoles claro esta, una muerte rapida. y finalmente, sin mucho dialogar, se marcharon para informar a la archidruida de lo acontecido.

Los aventureros seguian todos con vida... pero a que precio? en algunos las imagenes de la gente cercenada, amputada, destrozada y descuartizada no saldria tan facilmente de su cabeza... y en otros, pronto la conciencia empezaria a pesarles.... y si hubiesen llegado antes? podrian haber prevenido esto?.... Solo quedaba mantenerse alerta a esperas de un nuevo ataque... o tomar riendas en el asunto e investigar.

Pronto se verian las decisiones de cada uno.

*Escritos de Shein*

Re: La llamada de Arakhor, el Abuelo Árbol.

Publicado: Jue Jul 21, 2011 10:19 am
por Hoar
Estupendo relato! voy a ponerlo en el hilo de la trama ya mismo!

Re: La llamada de Arakhor, el Abuelo Árbol.

Publicado: Jue Jul 21, 2011 10:39 am
por Wantu

Abrí los ojos lentamente, dolorida y mojada, tanto por la lluvia como por mi propia sangre, Keila estaba a mi lado colocándome vendas en la gran herida del cuello y haciéndome beber una poción curativa. Todo el tiempo estuve en una semiinconsciencia nublada en la que escuchaba entre murmullos, aullidos, gruñidos y gritos de terror ahogados en la lejanía, mezclado en mi cabeza el propio ruido de mi corazón al latir arrojando sangre a borbotones.

Eran aun las horas centrales del día cuando me decidí a buscar hongos moteados de nuevo, por eso me dirigí al bosque con cautela, aunque no la suficiente a tenor de lo sucedido.
Atravesé el bosque aun con la luz solar calentando el frío norte, conocía muy bien esa zona y sabía la ubicación exacta donde las colonias de hongos moteados crecían al abrigo de una cueva sombría, solo sus poderosos moradores serían un contratiempo pero tenía el poder y la destreza para eliminarles. Por supuesto, no sólo recogería hongos sino que revisaría los surtidos baúles que la cueva guardaba, seguramente robados por alguna de las tribus de ogros y ahora no tenían dueño. Me dispuse a abrir el último de ellos una vez había recogido un buen saco de hongos, y a mi espalda algo que me heló la sangre.

Un rugido, fue bastante para que lentamente, aterrada por saber ya qué era, me volviese a mirar de frente. Di unos pasos atrás, despacio…era consciente de que debía medir cada paso que a partir de entonces, iba a dar. La bestia era inmensa a comparación con mi tamaño, el pelo largo, las fauces abiertas y esa mirada que ya nunca más olvidaré…gruñía con la vista fija en mí, en su presa. ¿Sabría de mi relación con la semilla? Era imposible porque había procurado no acudir siquiera a donde estaba, no había dicho a nadie, ni siquiera a Gwenn, que el motivo de la Bestia era la Semilla. Nadie podía saber el secreto que unos pocos guardábamos, pero había habido ya tantas batallas con las bestias que todo podría ser posible y recordé que no siempre tenían la forma de licántropo. Mis pensamientos se apilaban uno tras otro, pensaba en todo, en la situación y en como salir victoriosa de aquello.

La Bestia se reclinó cual gato que va a saltar directamente sobre el ratón, y veloz saltó sobre mi con todo su peso y tamaño, volvió a aullar y a abrir sus fauces muy cerca de mi cara, agarró mis manos con una de sus garras aunque dejó las piernas libres, aproveché y asesté patadas en el abdomen de la bestia que aulló de nuevo. Había logrado sorprenderle, aún contaba con mi voz y entoné las notas malditas que salieron como veneno de mi garganta. Bufó entonces acercando su hocico ensangrentado hasta mi cara, la giré aterrada sabiendo ya lo que pasaría. Lamenté no haber hecho más caso a mi amado Humo, lamenté no haber sido más cauta mientras veía pasar mis dos décadas de vida ante mis ojos.
Gemí y callé cuando después de la primera sorpresa por mi maldito canto, la criatura puso su garra sobre mi garganta, apretó clavándome sus garras y tras ello, el dolor ahogado cuando el licántropo mordió desgarrando carne y tela, abriendo una herida que sangraba profusamente. Pero no me mató en ese instante sino que me cargó sobre su pestilente cuerpo. Quedé semiinconsciente, desangrándome despacio mientras escuchaba los aullidos acercarse a Nevesmortas.

Me encontraba en mitad de la línea que se para la vida de la muerte, la bestia había colocado algo sobre mi pecho, me usaba ahora como escudo zarandeándome delante de los aventureros, algunas voces las conocía bien. De repente un impacto en mi ya maltrecho cuerpo, una piedra o algo parecido impactó sobre mí, apenas notaba ya el dolor, cada vez tenía más frío, cada vez me encontraba más cerca de la muerte.

Me lanzó al fin sobre el suelo, igual que un fardo. Cuando volví a abrir los ojos y pude leer la nota que había sobre mí, lo supe. Me habían usado como canal informativo con los demás custodios sin saber que yo, era una de ellos. Habría muchas cosas que sabrían, porque no siempre tienen la forma de la Bestia.
Así pues, Keila me ayudó a levantarme y caminar, la única entre todos. Le pedí que avisase a Gwenn y que las dos me acompañasen a buscar a Vildiara, ella se encargaría de sanarme de la posible infección aunque mientras tanto sin aspavientos ni histerias me quedaría en la Atalaya, vigilada.

Antes de volver al pueblo, Mamut llegó hasta donde estábamos, les reconocí como miembros de la tribu del Pájaro de Fuego, si estaban allí podrían mantener a ralla a las bestias, seguramente el Círculo estaría haciendo lo mismo en otra zona. Le leí lo que la nota decía - “La queremos. Entregádnosla”- mientras él decía que haría lo que le mandase, sólo dije entre susurros que informasen a Vildiara y al resto de los suyos. La guerra estaba ya a nuestras puertas.

Muerte, destrucción, dolor y posiblemente incomprensión se unían en la peor de todas las batallas.

Re: La llamada de Arakhor, el Abuelo Árbol.

Publicado: Jue Jul 21, 2011 10:47 am
por Hoar
Muy bien mensajera, muy bien! :D

Re: La llamada de Arakhor, el Abuelo Árbol.

Publicado: Jue Jul 21, 2011 11:31 am
por Erthalion
//ahora le toca al mendaXD. creo ke no me olvido de na:

El atardecer se alzaba en la Marca, irrumpiendo con los aullidos de las bestias. Me asomé a las afueras de la villa para ver si los guardias se encontraban bien, y decidí quedarme allí por si las cosas se ponían feas. Cuando menos me quise dar cuenta, un grupo salía de Nevesmortas, pretendiendo ir en dirección a la fuente de esos aullidos. En menos que canta un gallo me encontraba formando (más o menos) una cuadrilla de formación, y los disponía a avanzar. Los batidores se adelantaron en busca de pistas, y llegaron con noticias de que animales y trasgos huían de algo. Decidimos apresurarnos cuando, de repente, en medio del camino, nos paró una vista en el cielo: dos oscuras sombras parecían traer algo con ellas. Horror: dos cabezas de niños. <<Kélemvor les acoja>> pensé yo. Tras eso, obligué a todos a dar marcha forzada, dirigiéndonos al hospicio lo antes posible.

Casi al lado del hospicio, nos vimos luchando con muchos licántropos. La pelea no era fácil. Pero nuestra bravura tampoco era poca. Dispuestos a acabar con todos, luchamos sin parar hasta que no quedo ni uno en pie. Seguimos buscando, y observamos como un licántropo se nos acercaba. Pensaba dar la orden de ataque cuando observé cómo traían a una rehén gravemente herida. Intentando negociar con una criatura sin razonamiento, y bajo la agonía de sus compañeras, estábamos a punto de que nos la entregará, cuando una arquera del grupo disparo sin mi consentimiento. El lobo se alejó rápidamente, y nos dispusimos a leer la nota. "La queremos. Entregádnosla." Pronto nos dimos cuenta del error de la arquera. Una manada entera de hombres-lobo se abalanzó sobre nosotros, emboscándonos. Rápidamente me dispuse a ser el primero en ir al combate, pero eran demasiados. Hubiéramos muerto si no hubiera sido por gente bárbara que vino a rescatarnos rápidamente. Cuando me levanté, alguien buscaba al líder de la formación. Me presente, y me comentó que aún quedaba gente dentro del hospicio. Me dispuse a ir al hospicio.

Cuano llegue, intenté calmar a la buena gente que aún seguía viva allí dentro, para que me abrieran y estuvieran seguras. "¿Hola? Ya paso el peligro, pueden salir" dije yo, inocentemente ante lo que estaba sucediendo. La gente bárbara rápidamente subió al hospicio, abriendo la puerta de una embestida. En el poco tiempo que llevo de paladín, nunca antes había visto tal matanza: cadáveres de niños destrozados y mutilados, enanos hechos pedazos... pude observar cómo había hombres-lobo allí. Lleno de furia, fui junto al líder de la tribu bárbara, para vengar su muerte. Pero la fortuna no quisó que así fuera. En cuanto cargué contra ellos, uno me estampó cruelmente contra un muro de la capilla. Quedé inconsciente, ajeno a la batalla que se estaba librando.

Cuando desperté, con una de las mujeres que formaban mi cuadrilla atendiendo mis heridas, miré alrededor para ver si todo había acabado. Ya no había hombres-lobo: pero allí seguían todavía los cadáveres despedazados y mutilados de las víctimas. Ella se fue a atender a otros heridos, mientras yo pegaba golpes de ira al suelo. <<Pagarán por esto. Lo juro>> pensé yo en aquel momento. Entorne unos rezos a Kélemvor por ellos, y me marché a juntarme con el resto de la gente. Cuando llegué, la tribu bárbara se marchaba, corriendo a una velocidad tremenda. "Kelemvor os proteja" dije yo, observando a los héroes que nos salvaron la vida. Ya no quedaba más que hacer: solo preparar el funeral de esas pobres almas, y darles un entierro digno.