El vertedero.
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Re: El vertedero.
yo quiero participar con Naldina Selh. Ya que es un problema para el bosque y dicta mi dogma de erradicar la enfermedad alli dond emore y crie. Lo que no me gustaria es que mi falta de disponibilidad relentice la quest. ok? =) un saludo!!//
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Re: El vertedero.
Holas!!! *pone su nombre en la lista del Caballero Reclutador*
Nerea, La mas guay del...Uruguai. que parece ser que en el paraguay ya estan completos jejeje.
Nerea, La mas guay del...Uruguai. que parece ser que en el paraguay ya estan completos jejeje.
Re: El vertedero.
*Zeras Moonglade se anota a la expedición también tras tener que pedirle al reclutador que le lea y diga donde firmar*
Si se avisa con antelación intentaré acoplarme a las salidas xD
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Re: El vertedero.
*El arcano espera al último turno, firmando en el libro con letra elegante, gótica, ligeramente inclinada hacia la izquierda*
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Re: El vertedero.
Bueno, tras un descanso en la quest (y no en mi vida, Ya que estube currando 12 horas diarias a todo trapo y sin parar!) El lunes de la semana próxima, retomamos la quest. Ya os aviso en el finde del horario. Un saludín.
"Lanzadora profesional de bolas infernales"
LARGA VIDA A MIS ENEMIGOS PARA QUE SUFRAN CON MIS VICTORIAS
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Re: El vertedero.
Oído cocina, jefa! Creo que el lunes estoy libre como el sol cuando amanece.
Re: El vertedero.
como el ave que escapo de su prision? y puede al fin volar?Samsara escribió:Oído cocina, jefa! Creo que el lunes estoy libre como el sol cuando amanece.
Re: El vertedero.
Profesor323 escribió:como el ave que escapo de su prision? y puede al fin volar?Samsara escribió:Oído cocina, jefa! Creo que el lunes estoy libre como el sol cuando amanece.
que bobo XD
a ver si puedo participar con la niña, pero lo veo muy complicado =(
Re: El vertedero.
Visión irracional de Serendil. No le busquéis (demasiada) lógica.
Llueve. Qué frío. Me mojo. Gente, venid, quiero hablar. Gente, venid. Zeras. ¡AH! ¡Zeras! ¡Que se me escapa! Siempre hablando en élfico. ¿Estás enfadada? ¿Y por qué debería estarlo? ¿Y por qué no? Se va, al norte... o sur, ya no sé. ¿Se va? Pues voy detrás. ¡Mira, ahí hay gente! ¡Holaaa! Hablan, no me entero. Susurran, no me entero. Susurran, susurran, susurran. ¡Mira, viene uno! ¡Hola! Jo, tiene aspecto de comehierbas. ¡El palo que lleva es de comehierbas! ¿Agua envenenada? Claro, tenemos para dar y tomar. Ya está pensando que soy un irresponsable que no se toma nada en serio... ¿vendérsela? Los dioses me libren de comerciar. La gente se une. ¡Que era yo el que estaba hablando con él! ¡Acaparadores! Llueve. Qué frío. Me mojo. ¡Lyn! Paraguas, me cubre. ¡No te apartes! Me cubre. Llueve. Qué frío. ¡Ya no me mojo! ¿Qué dicen, qué? ¿Agua? No tengo sed. Agua especial. Hablan de caballeros. Me he perdido. Lyn, ¿qué dicen? Sonríe y asiente. Sonrío y asiento. Llueve. Qué frío. Ya no me mojo. Llega otro. Qué armadura más... llamativa. Roja y dorada. Le explico lo que pasa. Qué soso, qué callado, que aburrido. Llueve. Qué frío. No me mojo
Llueve. Qué frío. No me mojo. Me estoy aburriendo. ¿De qué hablarán? Nonainoná, tirirí, tiriró. ¿Qué hace ese, husmeando? Parece un perro. Guau, guau... me gusta su traje. ¿Qué dicen? ¿Vino? Lyn, tápame bien, leñe, que se me moja medio hombro. Seren, no se lo digas, que se lo tomará a mal. El hombre se ha puesto en pie. Seguro que le duele el culo de sentarse en una piedra. Tirirí, tiriró. Llueve. Qué frío. No me mojo. El hombre tiene un vial. Parece... sí, se lo ha bebido. Tenía sed... ottiá. ¿¡Qué demonios...!? ¿Un rayo, y se va? En el suelo creo que está su cinto... ¡mira, hojitas! ¡Cómo vuelan! Anda, Vildiara le ha pegado a una con el palo. Estos comehierbas... qué raritos son. Preparaos... una bestia. ¿Lo qué? ¿Una bestia? A mi no me pillará desprevenido, ¡ja! Qué mono mi escudo. Llueve. Qué frío. No me mojo.
¡Mira, una plantita nace...! Oye, ¿con qué la habéis regado? ¡Cómo se desarrolla! ¡Y como se mueve al viento...! ¡Si casi parece que quiera pegar al señor-perro! ¡Qué diantres, QUE ESTÁ PEGANDO AL SEÑOR-PERRO! ¡Al ataque, Seren, sálvale! Jo, se ha salvado solo. Todo el mundo ha luchado y se han salvado solos. Quiero que vengan más. ¡Que vengan más, que nos divertiremos! No vienen. Ya no llueve. Qué frío. Pero no me mojo. Anda, ahí sale algo. ¿Otra planta? No... ¡es un perrito! No es un perrito. Lyn, eres una quejica. ¡Sí que es un perrito! ¡Un perrito de la naturaleza! ¡Qué mono! Dan ganas de acariciarle. Ay... ya están los comehierbas gruñendo. Algún día gruñiré yo. O mejor no, que quizá digo algo y se enfadan. Ay, me aburro otra vez. Qué mono el perrito, nonaninó... tirirí, tiriró. Ya no llueve. Qué frío. Pero no me mojo. ¡Viene un bárbaro! Jo, qué grande es. Más que yo. Ah, es cierto, soy elfo, soy chiquitito. ¿No sabe qué pasa? La arcana rancia dice que es complicado. Lyn también. Sois unas torpes. Le cuento un resumen. Parece satisfecho, Seren, has triunfado. ¡Sí! ¡Soy el mejor! Mira, el perrito se echa a dormir, tiene sue... eh, tiene mal aspecto... ¿eso es sangre? No, si es agua... ¡es agua! ¿Será de la buena o de la mala? Que lo pruebe el hombre-perro. O cualquier otro, porque lo que es yo... jo, desaparece. ¿Se ha muerto? ¡Se ha muerto! Qué pena. Se ha muerto. Se ha muerto el señor, se han muerto las plantas pegadoras y se ha muerto el perrito de la naturaleza. Ya no llueve. Qué frío. Pero no me mojo. ¿Qué ha pasado? Zeras, vas a tener que contármelo todo... no me he enterado de nada. Ya no llueve. Qué frío. ¡Pero no me mojo...!

Llueve. Qué frío. Me mojo. Gente, venid, quiero hablar. Gente, venid. Zeras. ¡AH! ¡Zeras! ¡Que se me escapa! Siempre hablando en élfico. ¿Estás enfadada? ¿Y por qué debería estarlo? ¿Y por qué no? Se va, al norte... o sur, ya no sé. ¿Se va? Pues voy detrás. ¡Mira, ahí hay gente! ¡Holaaa! Hablan, no me entero. Susurran, no me entero. Susurran, susurran, susurran. ¡Mira, viene uno! ¡Hola! Jo, tiene aspecto de comehierbas. ¡El palo que lleva es de comehierbas! ¿Agua envenenada? Claro, tenemos para dar y tomar. Ya está pensando que soy un irresponsable que no se toma nada en serio... ¿vendérsela? Los dioses me libren de comerciar. La gente se une. ¡Que era yo el que estaba hablando con él! ¡Acaparadores! Llueve. Qué frío. Me mojo. ¡Lyn! Paraguas, me cubre. ¡No te apartes! Me cubre. Llueve. Qué frío. ¡Ya no me mojo! ¿Qué dicen, qué? ¿Agua? No tengo sed. Agua especial. Hablan de caballeros. Me he perdido. Lyn, ¿qué dicen? Sonríe y asiente. Sonrío y asiento. Llueve. Qué frío. Ya no me mojo. Llega otro. Qué armadura más... llamativa. Roja y dorada. Le explico lo que pasa. Qué soso, qué callado, que aburrido. Llueve. Qué frío. No me mojo
Llueve. Qué frío. No me mojo. Me estoy aburriendo. ¿De qué hablarán? Nonainoná, tirirí, tiriró. ¿Qué hace ese, husmeando? Parece un perro. Guau, guau... me gusta su traje. ¿Qué dicen? ¿Vino? Lyn, tápame bien, leñe, que se me moja medio hombro. Seren, no se lo digas, que se lo tomará a mal. El hombre se ha puesto en pie. Seguro que le duele el culo de sentarse en una piedra. Tirirí, tiriró. Llueve. Qué frío. No me mojo. El hombre tiene un vial. Parece... sí, se lo ha bebido. Tenía sed... ottiá. ¿¡Qué demonios...!? ¿Un rayo, y se va? En el suelo creo que está su cinto... ¡mira, hojitas! ¡Cómo vuelan! Anda, Vildiara le ha pegado a una con el palo. Estos comehierbas... qué raritos son. Preparaos... una bestia. ¿Lo qué? ¿Una bestia? A mi no me pillará desprevenido, ¡ja! Qué mono mi escudo. Llueve. Qué frío. No me mojo.
¡Mira, una plantita nace...! Oye, ¿con qué la habéis regado? ¡Cómo se desarrolla! ¡Y como se mueve al viento...! ¡Si casi parece que quiera pegar al señor-perro! ¡Qué diantres, QUE ESTÁ PEGANDO AL SEÑOR-PERRO! ¡Al ataque, Seren, sálvale! Jo, se ha salvado solo. Todo el mundo ha luchado y se han salvado solos. Quiero que vengan más. ¡Que vengan más, que nos divertiremos! No vienen. Ya no llueve. Qué frío. Pero no me mojo. Anda, ahí sale algo. ¿Otra planta? No... ¡es un perrito! No es un perrito. Lyn, eres una quejica. ¡Sí que es un perrito! ¡Un perrito de la naturaleza! ¡Qué mono! Dan ganas de acariciarle. Ay... ya están los comehierbas gruñendo. Algún día gruñiré yo. O mejor no, que quizá digo algo y se enfadan. Ay, me aburro otra vez. Qué mono el perrito, nonaninó... tirirí, tiriró. Ya no llueve. Qué frío. Pero no me mojo. ¡Viene un bárbaro! Jo, qué grande es. Más que yo. Ah, es cierto, soy elfo, soy chiquitito. ¿No sabe qué pasa? La arcana rancia dice que es complicado. Lyn también. Sois unas torpes. Le cuento un resumen. Parece satisfecho, Seren, has triunfado. ¡Sí! ¡Soy el mejor! Mira, el perrito se echa a dormir, tiene sue... eh, tiene mal aspecto... ¿eso es sangre? No, si es agua... ¡es agua! ¿Será de la buena o de la mala? Que lo pruebe el hombre-perro. O cualquier otro, porque lo que es yo... jo, desaparece. ¿Se ha muerto? ¡Se ha muerto! Qué pena. Se ha muerto. Se ha muerto el señor, se han muerto las plantas pegadoras y se ha muerto el perrito de la naturaleza. Ya no llueve. Qué frío. Pero no me mojo. ¿Qué ha pasado? Zeras, vas a tener que contármelo todo... no me he enterado de nada. Ya no llueve. Qué frío. ¡Pero no me mojo...!
Re: El vertedero.
Shamandalie_Vethas escribió:Día 19 del mes de Alturiak, año 1450
Una ciudad en ruinas no alcanza a recomponerse del todo. Los mismos hombres que trabajan día y noche para hacer renacer a la villa de su ceniza ahora vuelven a recibir otro duro golpe.
El asunto del agua envenenada sigue avanzando, lamentablemente para peor. Un hecho inquietante ha tenido lugar justo en las puerta norte de Nevesmortas, hecho al cual pude apenas presenciar. Pero como cronista, no pude quedar satisfecha con lo que vi, por lo que me vi en la obligación de entrevistar a uno de los presentes. Zaph, enviado del plano de fuego y heraldo de Kossut, es quien nos brinda su testimonio.
"Lo que ha sucedido fue muy desconcertante. Cuando salí a las afueras de Neves vi una gran congregación de gente, reunidos alrededor de un hombre que llevaba un cayado. Me acerqué lentamente para ver de qué estaban hablando y pude entender sin ningun lugar a dudas que hablaban acerca de las aguas envenenadas.
El hombre, del cual su nombre desconozco, hablaba de las propiedades trasnmutativas del agua, y de como le estaba propociornando inteligencia a los seres de los alrededores, en especial a los trasgoides. Una de las personas presentes afirmó haberle dado de beber el agua a una criatura planar y que esta se habría transformado en humano.
Claramente esto captó mi atención, dado mi naturaleza ajena a este plano, y mi interés por averiguar las propiedaddes del agua fue absoluto, por lo que pedi una muestra para examinarla en otro momento.
Luego, el hombre se desvaneció, dejando solamente su ropa. Creo, con temor a equivocarme -seguro Vildiara podría darme mas información-, que de alguna manera el hombre se fundió con la naturaleza, pues de pronto comenzaron a brotar espinas y enredaderas del suelo, y una criatura de aspecto canino, extrañamente recubierta de un tipo de vegetación, comenzó a comunicarse con los que allí eran capaces de 'hablar' con la naturaleza."
El resto, puedo confirmarlo yo misma. El extraño ser tuvo poco tiempo antes de morir desangrado en los brazos de Vildiara, la archidruida local. Rumores vagamente confirmados sugieren que esta mujer pudo absorver de alguna forma, las propiedades de la criatura fallecida y por lo tanto, las mismas que otorga el "agua alterada". De ser cierto, centraría a todos los estudios e investigaciones sobre ella.
Solamente puedo reiterar a los lectores que eviten a toda costa el contacto con el agua, INCLUSIVE con las fuentes de la Orden de Caballeros. Esperemos que pase poco tiempo para que el foco del problema sea descubierto y remendado.
Strix, cronista de Nevesmortas.
Mientras las crónicas circulan ante la vista de todos, la joven bardo escribía copias de un mismo soneto. Muy pocas fueron las que terminaron escondidas en los más insospechados rincones de las cercanías de la Orden.
Cabellos sedosos, temple apariencia
De exquisita presencia ellos son
Lucen a cada paso su impecable sonrisa
uniformados de perfección.
La efigie de lo correcto, se proclaman.
Esa es la más conocida de sus identidades.
Nadie sabe que detrás de los ideales
una asquerosa bestia blande la espada.
Quitaos el yelmo, Orden de caballeros
que no son eternas las ataduras de mis labios
y muchos quieren ver su rostro verdadero.
Iluminen eso que delicadamente están tapando
Las plantas que han regado con su agua envenenada
¿son igual de impecables que sus dientes blancos?