- Un poco de jengibre... una pizca de de seta amarilla... un toque de amanita. Espero que funcione - Tomándose el remedio, que ella misma había fabricado para poder dormir, se dio cuenta que ni la alquimia conseguía que durmiera sin pesadillas. Los gritos del pregonero la sacaron de sus pensamientos, y pesadamente, se incorporó de la cama como si de un muerto viviente se tratase. Era el funeral de Dila y debía asistir, quizás no por ella, ni por el fallecido, pero si por Syra y Devoto, ambos habían quedado muy afectados. Llegando al lugar empezó a ver caras conocidas, aunque sabia que muchos de ellos no conocían a Dila, quizás eran solo curiosos, o quizás solo querían mostrar sus respetos, puede incluso, que Syra los convenciera para venir, el caso es que la mayoría hablaban de cosas banales, nadie parecía realmente dolido, salvo Syra y Devoto, incluso algunos curiosos que pasaban por ahí, se unieron al grupo como si repartieran oro.
Llegando al lugar del funeral, una mirada furtiva y tres caras conocidas junto a un carro, Ashnar, un guardia y Khay esposado, salían de él. En el lugar de la ceremonia, una serie de bancos, un altar, una estatua del fallecido y la belleza del bosque lo adornaban, encontró a Syra en primera fila y se acerco a ella sentándose a sus pies y apoyando la cabeza en su regazo. Bien hubiera aprovechado el momento para dormir, pero no quería dejar a su amiga sin apoyo en esos momentos. Devoto comenzó el Salmo y bastaron unas pocas palabras maldiciendo a Malar para que el cielo se oscureciera.
¿Quizás fue una sonrisa algo desencajada lo que se dibujo en su rostro? Ella esperaba ese momento, nunca le gusto que sus enemigos se escondieran, y desde que todo empezó, esa había sido la tónica, quizás ahora tuviera la oportunidad de zanjar el asunto. Todos los asistentes se levantaron nerviosos, todos empuñaron sus armas asustados, quizás algún despistado, como Amir, no se percataban de lo que se avecinaba, Nela por su parte, no hizo gesto de desenvainar su espada, aun no veía nada que combatir. Se sucedieron los extraños sucesos, un rayo derribo a Devoto, la estatua se rompió en mil pedazos y apareció lo que parecía Dila con tunica y alas negras. No medio mucha palabra, la voz de la dama oscura salía de su boca y comenzó a lanzar conjuros, primero contra Ashnar, luego contra el resto.
Un golpe de escudo para hacerle perder el equilibrio y un tajo en el cuello mientras giraba sobre si misma hizo caer a la aparición “demasiado fácil” pensó Nela mientras veía como Devoto seguía en el suelo. Se acerco a él y comenzó a sentir como la tierra se llenaba de tentáculos negros y llamaradas, la estatua se reconstruyó como por arte de magia y de ella apareció lo que parecía el espíritu de Dila. Devoto despertó en ese momento y Ashnar gritaba a todos que huyeran. Era demasiado tarde, el portal estaba cerrado y poco a poco el espíritu, que parecía imparable, se abría camino dibujando un círculo de invocación mientras no paraban de aparecer licántropos por todas partes.
Rechazado el ataque, todos miraban fijamente el circulo dibujado en el suelo, algunos querían destruirlo, otros, simplemente esperaban como soldados al enemigo que va a cruzar las puertas de su fortaleza. Unos momentos de silencio y tensión rotos por el choque entre su espada y escudo, haciendo saltar las llamas del fuego oscuro y un grito violento - ¡VAMOS! - dijo completamente cegada por la ira. Del círculo apareció un licántropo diferente a los otros, más imponente y de aspecto más peligroso. La dama oscura... ella era un licántropo y dejando atrás su forma animal, se mostró como alguien a quien Nela reconocía. Sorprendida, se maldijo mil veces por no haberse dado cuenta, derepente todo parecía encajar, todo lo sucedido anteriormente, pero no tuvo tiempo de pensarlo cuando de la nada aparecieron otros dos poderosos licántropos y comenzó la batalla. La lucha fue larga y desigual, mientras Khay liberado de sus ataduras, Connor, Drazharn, Devoto, Amir y muchos que Nela no conocía, luchaban fieramente contra ellos, los golpes no parecían dañarles, parecía que su dios estaba con ellos en esta batalla, inclinándola a su favor aun estando en minoría. Desde el cielo bajo en picado el espíritu de Dila, aunque Nela estaba al lado de Syra y golpeó con las fuerzas que le quedaban, se la llevo sin más, demostrando que nada podía haber hecho por salvar a su amiga, alzando la vista vio las terribles heridas de Connor y lanzo unas débiles plegarias para cerrarlas en lo posible, eso no gustó a la dama, que girándose hacia ella, la lanzo volando de un tremendo golpe que la dejo sin sentido.
Unos ojos rojos la observaban, ni siquiera en su inconsciencia por el golpe, las pesadillas la abandonaban, ni siquiera así le llego su descanso y abriendo los ojos sin saber bien donde estaba, se fijo en todos los demás, maltrechos, cansados, heridos, Ashnar los había reanimado, pero entre todas las caras con expresión de derrota faltaban dos... - ¿y Syra? ¿Y Khay? - la respuesta fue el silencio.
Nevesmortas no era igual, era demasiado silenciosa, demasiado tranquila, nadie parecía animado a hablar y sin las locuras de Syra todo parecía más muerto. Cerca de la fuente Relenar charlaba con una mujer como era habitual, Nela se sonrío, siempre andaba rodeado de mujeres, aunque hacia mucho que no se le veía, quizás charlar con él la ayudase.
-Relenar, cuanto tiempo- dijo Nela mientras se frotaba las marcadas ojeras - ¡Hola Nela!- dijo el bardo sacándose el sombrero y con una reverencia teatrera, - ¿que tal todo? - añadió con interés. - Francamente mal - respondió Nela sin tapujos. El elfo miro a su acompañante la cual se marcho y se disculpo rápidamente para prestar atención a su amiga - ¿Que ha pasado Nela? - volvió a preguntar con mas interés aun - Se han llevado a Syra y a Khay, la dama oscura - El rostro del trovador se puso completamente serio, poco usual en él -Al menos ya se quien es la dama oscura, aunque, quizás no la conozcas- añadió - prueba suerte - dijo el bardo, casi como un desafío, Relenar era famoso por saberlo casi todo sobre la gente -se llama Mainandie, y lo que mas rabia me da, es que la tuve delante todo este tiempo y no me di cuenta, de ella se sabe poco pero si se que Marcus parece trabajar para ella - frunciendo el ceño la muchacha empezó a atar cabos - entonces... si Marcus trabaja para ella, y Malekith le paga a Marcus para proteger a Syra... ¡claro! ahí encaja Khay, Male quería quitarse de en medio a Khay y proteger a Syra, seguro que esta metido en todo este asunto - por un momento algo de lucidez aclaraban sus pensamientos - Entonces hablaré con él, estoy harto de sus triquiñuelas por tonterías - añadió Relenar cambiando su gesto serio por su habitual sonrisa. - Hablaremos... iremos a Sundabar, quizás le encontremos allí - afirmo Nela antes de que ambos se encaminaran hacia el carro.
La mirada simpática del Archimago, se posaba en la mirada seria de Relenar y luego en la mirada ida y cargada de ojeras de Nela, no parecían alegrarse mucho de verle. Fue la muchacha la que tomo la iniciativa con toda la seriedad que le daba su aspecto - tenemos que hablar, llevo semanas buscándote para aclarar dudas, pero los últimos acontecimientos me los han aclarado por ti - El archimago asintió - venid, vamos a un sitio mas tranquilo - siguiéndole, los tres entraron en lo que parecía un burdel, tomaron una habitación y pidiéndoles que se sentaran, Malekith esperaba lo que tenían que decirle. Relenar prefirió escuchar mientras que Nela no se ando con rodeos - Vamos al grano Male, no tengo ganas de rodeos, dime si voy encaminada, Main es la dama oscura, Marcus trabaja para ella, a su vez, trabaja para ti protegiendo a Syra, la cual ha sido secuestrada por Main junto con Khay al cual odias, ¿voy bien?- Malekith asintió, - ¿y eso que te dice Nela?- respondió el Archimago - Supongo, que fueron enviados por ti para vengarte de Khay y proteger a Syra - respondió Nela mientras se sujetaba a la cómoda, le costaba tener los ojos abiertos. - no vas mal encaminada, pero no es así del todo - respondió Malekith con gesto mas serio - Mi aliada necesitaba algo de mi y a cambio le pedí protección para Syra- Relenar le interrumpió de inmediato - ¿aliada? - Al unísono, Nela también le interrumpió - ¿protección de que? - Malekith los miró algo confuso por sus preguntas simultáneas, y Nela, intercedió pidiéndole al bardo que dejara hablar al archimago. - Main es mi aliada, una vez pudo matarme, pero me dejó vivir, ahora me necesita para sus planes, y yo acepte a cambio de protección para Syra, ella está a salvo, en cuanto a Khay, no se nada de él - Relenar tomo la palabra al momento - Ya se todo lo que tenia que saber - y con esa sentencia, se marchó de la habitación, Nela hizo por detenerle, pero su cuerpo no respondía ya a sus deseos, mover un brazo era como mover una montaña en esos momentos.
La candela de la habitación se consumía despacio, tras la marcha de Relenar Nela y Malekith quedaron solos, el Arcano devolvió su lucidez a la habitación cambiando la vela, mientras, Nela intentaba hacerle cambiar de opinión - No deberías juntarte con licántropos, ¿conoces la doctrina de Malar? , cacería, sangre, muerte, disfrutar de la caza, cuanto más mejor, les gustan los lugares habitados, así reina mas el desconcierto... como Nevesmortas, y sin Khay ni muchos de la orden que han perecido, es mas vulnerable ahora... incluso dila murió por toda esta venganza, y ¿que garantías tienes, de que cuando logren lo que quieren, no maten a Syra por pura diversión? - El archimago pareció pensárselo unos instantes - Nevesmortas estará a salvo porque hay valientes personas que la protegerán, en los que me incluyo, Syra no sufrirá daño, me dio completamente de la dama, solo lamento no haber podido estar, para mear en la tumba de Khay- Nela negó - Khay no esta muerto, la dama se lo llevo - Malekith la interrumpió - ella me ha dicho que no se lo llevo, así que de Khay no sabemos nada- Durante unos segundos, Nela se dio cuenta de que realmente, no sabia a ciencia cierta si Khay fue secuestrado, o por el contrario, si había huido aprovechando el desconcierto - No puedes fiarte de ella, muchas vidas dependen de tus decisiones ahora, sin hablar de que tienes retenida a Syra, ella no puede vivir enclaustrada, eso la matará, ella necesita de su gente y abrazos - El archimago sabia que Nela tenia razón, pero el miedo a los últimos ataques contra su amada, le hacían ser especialmente cauto. - Pronto la dama llevara a cabo su plan y todo esto terminará - sentencio con firmeza. Nela sabia que poco podía hacer, aunque se llevara a Syra consigo, sabia que se la volverían a llevar, tenia que buscar otra forma, no ganaba nada enfrentándose ni delatando a Malekith, de hecho, era su mejor baza para proteger a Syra, tan solo podía hacer una cosa, dejarla a salvo con ellos y proteger hasta la muerte el que ahora era su hogar, y dejar que el tiempo decidiera lo que tendría que pasar. El mago en un gesto de piedad hacia la extenuada muchacha, intentó, con unos conjuros, liberarla de sus pesadillas, intento que no sirvió para nada...
La noche era cerrada en Sundabar, Nela caminaba pensando en que debía hacer, cuando vio de nuevo a Malekith, el cual, le trajo una sorpresa. A su lado estaba Syra, algo llorosa, Nela abrió los brazos para que su amiga la abrazara, y esta, dudando un poco al principio, corrió hasta ella y la abrazo entre sollozos. Nela trataba de calmarla, le decía que ya sabia lo que había ocurrido y que le escribiría cartas e iría a verla, Syra no parecía muy convencida, a pesar del cariño que su amiga le daba, e incluso, contaba sus chistes malos para ver que seguía siendo todo igual, ella estaba profundamente triste, todo esto le sonaba a Despedida. Al fina, algo mas tranquila, Syra marchó con Male a lugar seguro y Nela se retiró a una habitación en el cantor. Todo volvía a ser silencio, todo volvía a ser soledad, cerrando los ojos y entrando en un agradable sueño, despertaba de inmediato, sobresaltada por las pesadillas. Al principio soltó un sollozo, mezcla de frustración e impotencia, luego fue a mas, todo lo acontecido la superaba, poco a poco todo vino a su mente, cuan de menos echaría a Syra, ¿que pasaría con la dama oscura?, ¿y con Devoto? se había marchado quien sabe si para siempre, Khay al que debía su vida, y todos a los que conocía en la villa, las lagrimas empezaron a brotar como si de una cascada imparable se tratase. En la soledad de su habitación, se quitó esa mascara de mujer dura y tan solo pudo llorar y llorar hasta caer rendida... Pero... todo eso, nadie jamás lo sabría, esa noche que dejo salir por fin sus sentimientos, solo estaba la soledad para escucharla...
//aquí desde el trabajo escabullendome para escribir, siento no recordar los nombres de todos los implicados, si alguno quiere que le añada enviadme un MP

y como siempre, disculpad si hay algún error
