Retales

[erotikus_ahialla]

// Cada vez mejor los retales =) Sigue asi n.n

[Gineu]

jajajajajajajaja

[Wantu]

Retales (XV)



-Aventuras, desventuras y gratas sorpresas-



…Al parecer Kashar, Keila, Beli y Gwenn tenían algo pendiente que tratar en el fuerte Ghoirin así que me uní a ellos para ir hasta allá.

Llegamos al lugar sin dificultades, dejando que Beli se encargase de la fauna de la zona y una vez dentro del siniestro lugar, empezamos a andar.

No fue demasiado peligroso gracias a la compenetración que teníamos todos, apenas unos esqueletos levantados que redujimos sin demasiado esfuerzo para llegar a la gran sala del enano. Gwenn se midió con él y éste le hizo entrega de uno de sus tesoros. Tal vez un día yo haga lo mismo. Con la satisfacción del trabajo hecho, salimos de la zona camino de la Villa.

Pasaron varios días y de nuevo me encontré en las afueras esperando la caravana. Unas jornadas antes mi Humo me había regalado unos arreglos en mi ropa, me gustaron mucho así que cambié el rojo habitual que me viste por el celeste y dorado. Este hecho no debería ser de mención, pero algo sucedido con un elfo imberbe y pretencioso. Desató mi mal humor.

Ese al que rescatamos, ese llamado Aikânaro, se acercó a mí y frente a frente quedó escudriñándome grosero. De repente preguntó si me había derramado pintura por encima, una gracia hecha a una barda pensaría, total ya estábamos consideradas como las gentes más superfluas que pisan la Marca y un medio-insulto más no iba a notarse demasiado pero yo no estaba de humor así que, con toda la naturalidad, le pregunté como es que tenía tan vacía su sesera y que quizá debería usarla la próxima vez que tuviese necesidad de ayuda. No dijo mucho más antes de darse media vuelta y hacer como si no existiese. Está bien, él lo había querido y a partir de ese momento iba a notar el poder de mi pluma.

Dí el tema por zanjado por supuesto, ya habría tiempo de ocuparme en ese menester ahora tenía que dirigirme al bosque a por plantas.

Siempre le encuentro o me encuentra en la zona y en esta ocasión fui yo la que le encontré, reunido junto a sus compañeros. No supe que ocurría pero me acerqué sin molestar. Allí en segundo plano le observaba hasta que me vio.

Inmediatamente me llamó y me invitó a unirme a ellos. En el círculo se encontraban la dama Vildiara, Nelor, Úrsula y Bandy.
En unas horas me vi sentada junto a él alzando mi canto mientras que Vildiara entonaba una plegaria a la naturaleza. Algo me estaba uniendo al bosque desde que empecé a compartir momentos con Malakai y en esta ocasión he de decir que fue uno de los momentos más sublimes que he podido disfrutar en mi vida.
Llegó el momento en el que mi amado cambiante hubo de seguir con sus enseñanzas a Nelor, iba a dejarles hacer pero Humo me invitaba a estar presente.
Ya en El Refugio nos sentamos en torno al fuego, ellos habían presentado respetos a Sylvanus frente al altar que preside la construcción, yo guardé silencio hasta que en mi idioma materno canté suavemente.
Cuan fue mi sorpresa cuando ante mi tomó forma una imponente criatura, era un Ent.

La criatura nos habló a todos, sí… a mí también y para orgullo de Malakai y sorpresa mía me dio sus bendiciones hermanándome a los moradores del círculo.
Tras eso el Guardián, el Ent, Sylvanus, tomó la forma de un elfo y de sus labios escuché como me llamaba La pequeña voz cantarina. Todo un honor para esta trovadora que gracias a Humo, está conociendo un mundo oculto a sus ojos…




//Seguro que se me olvida algún nombre o meto la pata confundiendo algo jejeje, no seáis duros

[Wantu]

Retales (XVI)

-Deudas-



…Como bien me decía mi Aya, tengo un carácter demasiado humano, mis explosiones de mal genio son tan frecuentes que hasta yo me pregunto qué me lleva a ellas.

Soy una perfeccionista, lo he heredado de mi madre y de la educación que entre ella y mi Aya me dieron, una mezcla muy explosiva con mi parte humana. No soy dócil como Gwenn o keila pero se ver cuando me equivoco y con Relenar es posible que lo haya hecho pero eso es otra historia .
Dice Malakai que soy más humana que muchos humanos puros de sangre y que mis reacciones son producto de mi humanidad pero sinceramente, mis arrebatos me pueden traer problemas, lo sé y eso por no hablar del tema sentimental, tanto impulso puede ser peligroso uno de estos días, pero es tan placentero que me da igual.

Han pasado muchas cosas en unas deckanas, casi muero bajo la ciudad de Sundabar, en la profundidad de sus apestosas y laberínticas alcantarillas y eso, quizá, para mi ordenado desorden vital sea demasiado.

Una de las pocas ocasiones que las tres tenemos para estar juntas, tuvo ocasión en Fuerte Nuevo, permanecimos allí unos días tras los cuales y retrasadas, Gwenn y yo íbamos a dirigirnos a Sundabar donde Keila había llegado con antelación. Nos llamó la atención el señor que frente a la puerta abatible guarda un pequeño campamento, tenía necesidad de llevar una carta a Sundabar, al maese comerciante de la plaza, por supuesto nos pagarían y yo, jamás digo que no a un dinero relativamente fácil de ganar así que emprendimos camino hasta la vecina ciudad. Beli y Merlinius se nos unieron y más tarde lo haría ese joven de Crimoor llamado Donall.

Iba a ser pan comido pero el enano nos habló de un robo y esto nos llevó a ir al cuartel de la ciudad donde someramente nos explicaron. Por las calles las señoras cotilleaban acerca de este hecho y como no, despertó la curiosidad en el grupo.

Hicimos las averiguaciones necesarias y llena de recelo pero confiando en el poder de Merlinius me adentré con los demás en las alcantarillas. Había un hedor considerable pero a pesar de ello seguimos adelante.

A medida que íbamos adentrándonos en las cloacas parecía sonar una melodía, ninguno sabíamos de donde procedía y esto, no hizo otra cosa que incrementar nuestra curiosidad. Así pues llegamos cansados hasta una gran sala circular. En mitad de ella había un foso con agua, a la izquierda una jaula con un hombre dentro y en frente, al otro lado tres personas, dos hombres y una mujer.

No tardamos en medirnos en una lucha encarnizada en la cual yo, caí muy mal herida casi al borde de la muerte. Todo se tornó oscuro hasta que Gwenn hizo que bebiese una poción reconstituyente. Me hallaba en la jaula junto a Merlinius y Donall, sólo Gwenn permanecía fuera gracias a su habilidad para ocultarse.

Siendo ya un despojo para los tres terribles contrincantes y con Merlinius recuperado, logramos salir de la jaula pero, con anterioridad esa maldita bruja había hecho algo.
Nos “regaló” un tormento mayor. Entre un ruido acuático comenzaron a surgir arácnidos que de nuevo, volvieron a colocarme más cerca del muro de Kelemvor.

Desperté días después en el templo del Alba en la Villa. Afortunadamente y aunque mis lesiones eran de extrema gravedad, el clérigo Ashar logró salvarme. Gwenn me relató lo que no conocía y las averiguaciones que habían hecho para dar con ese aberrante trío.

Todo apuntaba a la ciudadela de Abdar, a la zona abandonada, a sus profundidades.

Nerea se había unido a la investigación y entre temblores nos encontramos en la ciudadela.Partimos hacia la oscuridad sin saber si lograríamos salir con vida de allí.Fue difícil, fue agotador pero de igual forma fue revelador el viaje.


En uno de sus recovecos pude ver un esqueleto de un mediano, de su huesuda mano Merlinius extrajo un anillo que me mostró. Diantre, lo que es la vida…

Años atrás, Maese Gloirin, Gwenn y yo recibimos un encargo de una de las enanas de arriba. Alguien había robado un anillo a uno de los enanos de alto copete y perdimos la oportunidad de devolvérselo cuando no tuvimos posibilidad de seguir a la mediana en la parte vieja de Abdar. La casualidad quiso que ahora recuperásemos el anillo.

Con viejas deudas ya resueltas, seguimos adelante.

Nos vimos poco a poco en un callejón sin salida puesto que mil y un misterios nos ponían a prueba sobre como seguir. Uno de ellos fue el hallazgo de tres orbes, éstos parecían tener uno en su interior y seguían una extraña secuencia. Intentando resolverlo llegamos a la conclusión de que tocaríamos a la vez los orbes, nosotras tres (Keila, Gwenn y yo) en la misma secuencia en la que se manifestaron cuando los encontramos.

Los orbes se apagaron pero comenzó a escucharse el sonido del agua. Buscamos su raíz y así fue como ante nuestros perplejos ojos apareció una torre. Parecía un faro del que partía una luz justo arriba del grupo y que nos trasladó sin que pudiésemos hacer nada.

Así, llegamos hasta una ciudad panteón. Recorrimos sus calles de muerte agotados por el tiempo que llevábamos sin descanso, hasta que una vez más el destino quiso que las deudas pasadas comenzasen a pagarse. Desvanecida hallamos a la Dama Tornasol. Ésta debía estar en el desierto de Anarouch, pero nos aclaró que algo la había trasladado hasta el gigantesco mausoleo. Con ella proseguimos.

Nos explicó en el camino qué es lo que había visto antes de desvanecerse, y así llegamos hasta una de las salas cubiertas de la inmensa cripta.

Allí estaba esa mal nacida bruja y uno de sus secuaces, el otro yació muerto días antes en nuestro recorrido.

Esta vez no pudieron con nosotros pues íbamos pertrechados para no ponérselo fácil.

La buena fortuna estuvo a nuestro lado, pues derrotamos a esa bruja terrible recuperando el broche, el cual quedó en manos de la Dama Arrayán.

Pusimos rumbo a casa preparándonos para la inminente celebración en casa de la Dama Lanzagélida…

[Wantu]

Retales (XVII)



-La fiesta-

…Y allí llegamos, con nuestros vestidos de gala, pasando un frío de narices mientras la dama Sharuka comprobaba nuestros nombres en la lista de asistentes.

Todos los trovadores contratados para la ocasión nos reunimos por indicación del mayordomo en uno de los salones ricamente decorados, en torno a una mesa llena de viandas mientras que del techo colgaba una lámpara de fino cristal . Allí esperamos a que de nuevo, nos hiciesen pasar al salón principal repleto de ilustres invitados.
El mayordomo ante una de nuestras cuestiones acerca de si había algún tema sobre el que versara nuestro canto nos aclaró que debíamos improvisar, ante estas palabras Relenar confirmó lo dicho por el sirviente, luego en un aparte dijo todo lo contrario añadiendo que sólo quería satisfacer al caballero y llevar la corriente. Este hecho sumado a los nervios por el debut en casa de la Dama, desató un ataque de mal genio por mi parte. Relenar hizo algún comentario hacia mí, y de mal humor le dije que me dejase en paz, que su voz no me dejaba escuchar a Strix. Quizá deba pedirle unas disculpas que no siento pero tener en mi contra al famoso Relenar sería contraproducente, algo que no deseo de ninguna de las maneras. Como decía mi Aya, mi lengua afilada y mis arranques humanizados, me podrían traer problemas; pero no soy dócil como Gwenn o como Keila.
La primera en actuar como dije fue la señorita Strix que hizo las delicias con su impronta infantil y los demás nos fuimos preparando para nuestro momento estelar.

Le siguió el trovador del metal pesado, todo un éxito. Continuó Relenar tras una pausa y en verdad, por algo goza de esa fama. Su canto fue maravilloso, su voz una caricia para los oídos. Aun enfadada con él no pude resistirme a aplaudir con energía tal como lo sentía, por supuesto al percatarme de ello paré.
Seguimos Keila, Gwenn y yo. Keila acompañaría con el violín a la voz hermosa y cálida de Gwenn mientras yo, por mi parte me senté al piano entonando notas combinadas en su teclado bicolor. Fue increíble ver como aplaudían todos los asistentes. Tras nuestras actuaciones volvimos a la sala del principio apremiados por el mayordomo.

Algo había sucedido. Lo que debía ser una fiesta se tornó en un velatorio puesto que, tras la indisposición de una de las invitadas todo se transformó en un caos.

La guardia ante todos estos percances hizo su entrada procediendo a los registros. Revuelo y más revuelo, gritos ahogados al bajar lo que parecía un cadáver.
De repente se escuchó como si una de las cristaleras de la casa se rompiese, al acudir todos comprobamos como el cuerpo del mayordomo yacía inerte en el suelo.

Viendo que nada se podía hacer nos dejaron marchar a una villa en estado de sitio.

Casualmente tras los muros que circundan la casa de la dama y cercano a la empalizada que protege la Villa, hallamos una cuerda sujeta a un garfio. Indudablemente el asesino la habría usado para su huida. La guardia fue informada y nosotras cansadas, nos fuimos a dormir con un regusto amargo…

[Wantu]

Retales (XVIII)



-Maestro y Alumno-

… Y corren los días, las deckanas, y yo miro el tiempo pasar tomando cada momento como el último, exprimiendo cada instante hasta dejarle sin jugo. Mi sed de conocer más allá, crece tanto como una bola de nieve rodando montaña abajo y es por eso que lucho contra mis miedos más pegajosos, con aquellos que se quedaron en mi presente surgidos desde el pasado, y así al lado de él…de ellos, estoy conociendo qué es y como adquiere un cambiante sus múltiples formas. Algunas de estas son terriblemente difíciles incluso arriesgadas es el estudiarlas porque, sí, hay que conocer casi al detalle aquella forma de vida que vas a imitar.

Es posible que Sylvanus supiese que le serviría sin serle devota, mis devociones y oraciones van, cuando las hay, a Oghma, poder de sabiduría y conocimiento pleno pero aun así si el Guardián quiso hermanarme y aceptarme con ellos sus motivos tendrá.

Sea como fuere intento suavizar en la medida de lo posible las situaciones que se dan cuando algún caminante se tropieza con nosotros. Antaño, muchos problemas de Malakai surgieron por el manejo de sus formas, quizá demasiado caprichoso a veces y casi irreverente pero así es él y le respeto, aunque le agradezco en silencio su actual prudencia.

Estaba en la villa disculpándome con Relenar por mi arranque de genio con él el día de la fiesta, con el asentir de Gwenn y la benevolencia de Keila cuando al otro lado del camino una figura anhelada (como jamás pensé que volvería a pasar), caminaba hacia nuestra posición. Un saludo y un roce en mis labios para después, hacernos partícipes de lo que en los días quizá deckanas venideras iba a hacer.

Nelor es como él, aunque a diferencia suya sabe de donde viene, sabe qué es. No es la primera vez que le veo, incluso he compartido con él algún camino que otro. No es mal chico pero necesita un maestro que le guíe en como estudiar las formas, la adecuada para cada momento, de la más sencilla a la más difícil porque según mi Humo, quiere que sus conocimientos permanezcan cuando él ya no esté. Estas palabras me helaron el alma, sólo pensar que un día dejaré de tenerle, de verle para siempre, me rompe en mil pedazos ¿es esto amor? No lo sé, pero es lo que más temía padecer aunque por nada de este mundo le voy a hacer partícipe de mi congoja; dijimos que no pensaríamos en el futuro, que sólo viviríamos el presente y pienso mantenerlo, pero sin querer mi mente piensa en un mañana.
Siguiendo con sus enseñanzas y con Gwenn y yo como observadoras, fuimos hasta aquél lugar que me aterra, los dominios de Shar. A diferencia de la última vez, ésta es diferente pues voy con los dos pilares que me guardan, voy con los dos seres en quien más confío, Gwenn y Malakai. Aun sí no puedo evitar sentir miedo allí, mucho miedo.

Maestro, aprendiz y nosotras, bajamos uno tras otro por aquel pozo de oscuridad y de inmediato los defensores del maldito Shar aparecieron, parecían oler mi terror por lo que una y otra vez se me acercaban hasta sentir su aliento en mi cara. Afortunadamente pude salir con bien cada una de esas ocasiones. A lo largo de galerías oscuras llegamos hasta una estancia más amplia. Allí se encontraba una gárgola, aquella que iba a ser estudiada por Nelor. No se mostró ni siquiera con nosotras hostil, Malakai sabía bien como tranquilizar a cada criatura de la que poseía su forma. Gwenn pudo saciar sus preguntas, yo también mientras que el aprendiz, observaba cuidadosamente cada parte de la criatura.
Ahora había llegado el momento para que Nelor pusiese en práctica lo enseñado y estudiado.

Si no conociese a Malakai más allá de su forma podría incluso decir que las tres criaturas eran el reflejo de una en un espejo, la habilidad de Nelor para manejar su don, era muy buena.
Llevada a cabo la lección del día, pedí por favor a mi cambiante salir de allí, ya no podía controlarme más, y los nudos en la garganta y mi pecho oprimido pugnaban por estallar y yo no quería eso, mis miedos son sólo míos y tan sólo una vez dejé a Malakai verlos. Me entendió y salimos de allí.

Una deckana después me encontró en el camino de la bifurcación cuando regresaba a la Villa con Keila. Ella sigue reacia a permanecer más de lo necesario en su presencia, la entiendo porque conozco el motivo y no puedo cambiarlo, así que ante la declinación a mi oferta de acompañarnos a Malakai y a Nelor, volvió a la villa mientras que yo observaría las enseñanzas de uno al otro.

Dos gárgolas idénticas frente a mí, Nelor conseguía transformar su forma perfectamente casi hasta dominarla, después Malakai le enseñó otra criatura alada, esa no la conocía yo aun pero como él dice, le quedan pocos secretos que mostrarme.

Es tal la confianza que tenemos que todas sus transformaciones las hace delante de mis ojos, sabe que no me asusto porque sé quien es e incluso deja que su aprendiz lo haga igual que él, ante mi.
Una nueva criatura con algún rasgo femenino…una arpía que entonó un canto cautivador ante mi reprimenda. ¿Acaso me intentaban hacer la competencia en el canto? En absoluto pero fue cómico el momento de reprimenda hacia ambos.

Malakai daba explicaciones detalladas a Nelor de cómo entrar en consonancia con la forma adoptada, de cómo sentir en su mente como se convertía en una criatura a imitar, de cómo realizar cada trasformación sin olvidar la anterior… es buen maestro.

Y entre explicaciones y lecciones nos percatamos de una figura femenina tras de nosotros. Naturalmente al principio se mostró a la defensiva, nos costó mucho convencerla de que ni yo era una bruja ni los cambiantes mis criaturas, convencerla de que no era un peligro para ella, convencerla de que eran criaturas muy necesarias para algunas cosas pero que para eso, debían transformarse a veces, en aberraciones.

Tanto así, que llegó el momento más cómico de todos los que recuerdo desde que conozco a Malak. La chica estaba tan perpleja que apenas podía articular palabra así que Malakai no tuvo otra idea que transformarse en la criatura más “inofensiva” de los alrededores… Mis ojos parecían platos y mi boca estaba abierta mientras miraba a los dos cambiantes, ahora convertidos en tejones.
Me senté de golpe en el suelo, anonadada. Humo conoce mi miedo a los tejones y pardiez que esa situación se la voy a hacer pagar a como de lugar sobre todo cuando volviendo a otra forma se me acercó a pedirme disculpas mientras yo le susurraba y fingía llorar por su anterior transformación. Para colmo me dijo que no fuese teatrera ¿Yo? ¿Teatrera yo? Reí con ganas sabiéndome descubierta.

Pero una vez más, las lecciones debían proseguir.
Debíamos volver allá abajo, mucho más abajo hasta encontrar a la siguiente forma. Un minotauro.

Pedí antes de bajar y como en las veces anteriores, muerta de miedo, que si algo sucedía no me dejase allá abajo viva, su respuesta no fue otra que”Jamás” y confié- Rael en una de nuestras charlas me dijo que Malakai podría ser muchas cosas pero que era la persona más confiable que alguien pueda encontrar, que su fidelidad a los que considera su familia es tal que arriesgaría todo por ellos y yo lo creo a pies juntillas porque hasta el día de hoy, me lo ha demostrado- Descendimos mucho más que la vez anterior, ví criaturas con forma de hongo, torpes y bobas pero muy peligrosas si se acercaban, de nuevo a los seguidores del maldito y al fin, la criatura que Nelor debía estudiar.

Malak trataba de retenerle el tiempo suficiente como para que su aprendiz tomase notas mentales de cada músculo, de cada posición, de forma de lucha…de todo y así recordé algo que había aprendido hacía un tiempo. Mi mundo es la música pero me muevo en lo arcano y aunque mínimamente, conozco sus secretos. Entoné los acordes de un hechizo de dominación, no lo hice bien la primera vez, volví a intentarlo.

En la segunda, de mis cuerdas vocales salió la melodía hechizante y dominante y el minotauro quedó a mi merced. Di el tiempo a Nelor para observarle en descanso, tal cual yo quería que estuviese. Con los brazos a lo largo del cuerpo, erguido y mirando al frente, mirando hacia donde yo deseaba que mirase. Mi voluntad no es tan férrea como para mantener largo tiempo a una formidable criatura dominada, pero sí para que el aprendiz Nelor terminase su estudio.

Proseguimos en una última lección, la humildad.

Nelor se había confiado en el poder de su forma alada por lo que olvidó momentáneamente la prudencia y el respeto debido al oponente. Le hirieron de gravedad y fue en ese instante en el que Malakai puso fin a la enseñanza del día. Cogió a Nelor malherido y abrió un portal, los cuatro regresamos hasta la Atalaya.

Al fin la chica pareció relajada y volví a preguntar su nombre. Halissel se despidió de nosotros frente al teatro, mi universo.

Y sorteando restos de obras cogí de la mano a Malakai y entré. Ahora me tocaba a mí mostrarle mi mundo… todo mi mundo

*Adjunto al relato hay tres dibujos de tres criaturas*














//Si me he confundido con algún nombre me decís

[Silvanus]

Excelente relato, adecuadas imágenes.

[Tymora]

¿Habrá historia gatuna? xDD Esto es un vicio... ¡Otra otra otra!

[Wantu]

Retales (XIX)

-Ratón que te pilla el gato, ratón que te pillará. Locura, locura que me entrará-

Y lo que es la vida, a este paso Keila verá un animal y saldrá corriendo como alma que lleva Myrkul, bueno pero la pobrecita está teniendo motivos.

De buena mañana, lluviosa y fría como todas, estábamos las dos bajo el abeto cerca de los muros de la ciudad, el guardia al fondo con su gesto impasible, con su escudo y su lanza adornando ese uniforme tan feucho- ¡Ya podían cambiárselos!- así pues el joven Agoren llegó hasta nosotras, nos saludó como corresponde y allí que los tres nos pusimos a charlar, menos mal que mi capa tiene un buen tejido y está forrada de piel de oso porque ahora ya, había comenzado a nevar; como dije… era una mañana apacible.

La villa es un ir y venir de gente deambulando por sus calles, algunos son conocidos otros no tanto y otros nada pero en esta ocasión si que les conocíamos. Primero fue Aer y después Kashar. El primero llegó preguntando por Merlinius, no le había visto porque seguramente estaría en uno de sus momentos místicos, aun así pregunté al mago que interés tenía en verle con tanto apremio.

Parece ser que había unos cristales que quería estudiar pero no sin antes preguntar al archimago (porque recordemos que Merlinius “el místico” es archimago), si tenía constancia de algo relacionado.

Keila que es más curiosa que valiente, enseguida nos animó a todos a ir a mirar y fue así como emprendimos camino.
Como es normal, yo me retrasé al encontrarme con Nelor y allí me sorprendió Gwenn, la informé de lo que había pasado gracias a mi retraso y ambas fuimos en dirección a donde íbamos al principio.

Encontramos a Keila, Kashar, Aer y Agoren en la zona oeste junto a la casita que hay entre los árboles. Al parecer habían escuchado algo dentro pero al llamar nadie contestaba. Y ahora decidían si tirar la puerta abajo o irse.

En mitad de esta tesitura, una neblina comenzó a salir por la puerta incluso se escucharon lamentos pero seguía sin responder nadie a los golpes en la puerta.
Tan sólo era incesante el sonido del agua cayendo desde una buena altura hasta el suelo, era sin lugar a dudas una gotera.

Me fijé en la zona, la casa estaba rodeada de árboles, algunos descansaban sus ramas justo sobre el tejado así que pensé que quizá se habría abierto un agujero en el techo con el paso del tiempo. Eso nos permitiría curiosear dentro.

Fui hasta el más cercano, retiré mi cinturón, recogí mi capa y rodeé con el primero el tronco del árbol. Comencé a trepar. A la altura del tejado no se podía ver nada puesto que la noche había caído ya, pedí una antorcha o algo que me permitiese ver. Con la antorcha en la mano mirando y el búho ululando cerca mía pude descubrir unas tejas sueltas y al retirarlas un considerable agujero, miré dentro.

Apenas se podía ver nada, tan solo un pasillo largo y oscuro como la boca de un lobo además de unas escaleras más allá, de repente un escalofrío recorrió mi espalda.

Unos siniestros ojos inyectados en sangre se habían clavado en los míos, me habían visto igual que yo a ellos, de pronto la puerta se abrió sin más.
Una figura etérea con un camisón blanco en la puerta nos recibió, pero sólo para advertirnos que la dejásemos descansar. Gwenn y su manía de hacer siempre lo correcto se empeñó en entrar y entró sin más cuando Donall abrió la puerta. Sí, se nos habían unido Beli y Donall. Ver a alguien subido a un árbol y tres personas en una puerta aporreándola, llama la atención de necesidad así que se quedaron a ayudar. Pero volvamos a lo que nos ocupa…
No puedo dejar que la gente piense que no me preocupo por Gwenn, si algo le pasase y yo la dejase sola, comenzarían a mirarme mal y además es mi amiga y confío en ella sí que detrás entré yo.

Allí dentro el tiempo se había cebado bien, había telarañas enormes, polvo y humedad pero seguimos con nuestra investigación. Incesantemente se escuchaban voces lamentándose, aquello me ponía el pelo de punta. Encontramos una gran sala, bordeada con algunas camas y una mesa en el centro con papeles que al revisarlos Aer confirmó que eran pergaminos de conjuros de la primera esfera, otros estaban escritos en otra lengua, dracónico quizá. Algo se estaba volviendo muy siniestro en esa casa, Keila insistía en que nos fuésemos y yo, de no ser pro Gwenn haría rato que me hubiese largado. Seguimos el avance no obstante.

Fuimos recorriendo salas en la casa, nos adentramos en una de ellas y allí había un pozo con agua, un gravado en el suelo y una puerta.

Gwenn se asomó al pozo y quedó mirando el reflejo, su reflejo. De repente palideció.
Según ella su reflejo no era tal, mostraba una Gwenn envejecida al extremo pero también mostraba más. Le enseñaba como sufría la amputación de sus manos, estaba aterrorizada y eso la hizo agazaparse en el suelo asiéndose a sus manos con fuerza, la abracé y animé como tantas veces ella lo había hecho conmigo. Frente a nosotros algo tomó forma en el centro de la sala. Espejos, de ellos surgieron almas en pena que pugnaban por nosotros, fueron abatidas y los espejos rotos. Nuestra suerte cambió.

Ahora sin más salida que avanzar y descubrir qué pasaba allí, sabiendo que era la guarida de un mago, quizá dedicado a la nigromancia, seguimos andando. Puertas y más puertas, parecíamos ratones en un laberinto perseguidos por un gato, los lamentos y quejidos no dejaban de escucharse constantemente, nunca cesaban, al contrario. A medida que entrábamos en una sala diferente parecían tomar más fuerza. Vimos lo que habría sido una sala de torturas, estaba situada cerca de la habitación del mago, ya habíamos visto algunos huesos por la casa. Aterrados casi todos, elegimos de dos puertas una, pero sólo encontramos lucha, en la otra igual y tras de nosotros… una tercera que no habíamos visto. Esta se abrió sola y ante nosotros apareció un jardín. Beli estaba maravillada con el descubrimiento así que se adentró la primera. No podía ser de otra forma, el jardín tenía sorpresas. Cienos ácidos comenzaron a corporizarse, criaturas que surgían de entre las plantas, no fue difícil seguir pero todo parecía desmoronarse. Al final del camino, una puerta más, oxidada como las demás, aun así la cruzamos y ante nosotros una nueva sala se abrió.

En verdad, toda la casa parecía el laboratorio de un mago. Cada una de las estancias parecía estar dedicada a una parte de su formación y acompañándolo todo… las voces incesantes, los lamentos lastimeros y advertencias.

Ratón que te pilla el gato, ratón que te pillará…
Si no te pilla esta noche, mañana te atrapará

Esta estancia era diferente, había varias urnas verticales y dentro de una de ellas pudimos ver una mujer…de repente apareció un ratón que nos hablaba. Habló de un mago, habló de que el mago la alimentaba, habló de gatos que quedaron al cargo. No entendía nada de nada pero Keila preguntó quien era la mujer de la urna y para nuestra sorpresa Keila comenzó a volverse etérea, entonando un nuevo lamento. Ella misma nos pidió que destruyésemos las urnas y así hicimos pero antes nos vimos rodeados de gatos, gatos y más gatos, surgían de las manos de Keila, y tras ellos una aberración mortal. Un liche gigantesco que casi nos lleva al muro de Kelemvor. No fue así.
Sin embargo ante nosotros tomó forma una mujer. Vala dijo llamarse y en otro tiempo dedicó su vida a ser una buena druida, inexperta aun por lo que cuando alguien le dijo que, en la casa del bosque necesitaban ayuda y mandó a su gato y este no regresó, el mago la enredó para entrar y jamás volvió, muchos más fueron enredados y convertidos en gatos pero ahora podía ser libre, libre como los pájaros. Voló. Y nosotros volamos de la casa por el tejado, por el agujero al que yo, no debí asomarme.

…Ratón que te pillará, si no te pilla de noche, mañana lo hará…






//Como siempre, seguro que hay algo que está fuera de sitio jejeje,ya me diréis para que lo cambie.

[Gineu]

sólo puedo añadr una cosa al genial relato!!!: lailaraaa laraiii laraaaaaaa!!!