Retales

Los trovadores de la región narran la historia de sus héroes. (Historias escritas por los jugadores)

Moderadores: DMs de tramas, DMs

Wantu
Sin vida social fuera del monitor.
Mensajes: 1069
Registrado: Vie Jul 16, 2010 7:52 pm

Re: Retales

Mensaje por Wantu »

Retales (XXXII)

http://www.youtube.com/watch?v=7wfYIMyS_dI

-¿Son los dioses?-

…E iba avanzando el tiempo. Las deckanas se sucedían una tras otra, con sus habituales sucesos, sus habituales discusiones y sus habituales convenientes soluciones. Siempre he dicho y mantengo, que no soy persona fanática, ni siquiera pido a los dioses cosas tan nimias como que me cuiden del peligro. Del peligro me cuido yo, que soy la que lo busco; es una virtud o defecto que poseo desde que apenas levantaba dos palmos del suelo. Nunca he pensado que me observasen tanto pero de un tiempo a esta parte, estoy cada día más convencida de este hecho y además, tienen reservada para mí una finalidad concreta, no obstante no he cambiado de proceder respecto a ellos. Puede decirse que no soy una fiel devota de ninguno y que todos, tienen un lugar reservado en la vida de los mortales. Me explicaré.

Hace tiempo os conté como el mismísimo Sylvanus se presentó ante mí en El Refugio, me llamó la pequeña voz cantarina del bosque, me dio sus bendiciones y su beneplácito supongo que me premia por no dañar el bosque, pero yo simplemente mantengo algo para que siga estando ahí, para tomarlo, para servirme o tan sólo mirarlo. Si destruyo aquello que ha de permanecer no habré ganado nada, al contrario. Como os decía Sylvanus me había dignado con su toque, pero no le dí más importancia que la que tenía, seguí como siempre.

Nunca volví la vista atrás hasta hace apenas unas lunas, justo después de que Malakai adquiriese en subasta pública la casa de Artemisa.


Todos los bardos cantábamos la inminente subasta en la Casa Lanzagélida- yo no tenía la más mínima intención (ni la tengo) de pujar por una, tengo lo que necesito en la posada de Rosa mas ahora tengo un lecho en la casa de Humo- iba a ser la oportunidad de ver a muchos que habitualmente no se acercaban a los simples mortales, no…no hablo de los dioses sino de los que creen serlo por cualquier motivo. La Subasta iba a ser un éxito puesto que entre los anteriores, los curiosos y los que deseaban una casa el salón Lanzagélida se llenaba.

Malakai y yo íbamos a la subasta, yo por curiosa y él por acompañarme o eso pensé hasta que ví lo equivocada que estaba.

Al entrar a la mansión, se habían abierto varios portales mágicos para así, poder visitar las casas que iban a subastarse sin necesidad de salir fuera del propio evento. Siendo sincera he de decir que todas ellas eran una oda al mal gusto, al recargo, al signo evidente de nuevo rico, todas y cada una tenían acumuladas cosas y cosas lujosas sin criterio alguno. Aun así, se pagaron sumas importantes por ellas. Me estaba resultando muy divertida la visita a las casas, por supuesto no me privé de expresar en voz alta lo horribles que me parecían, creo que a todos se lo pareció mas callaban de forma hipócrita. Fue entonces cuando Humo y yo traspasamos el último portal. Yo esperaba ver otro ejemplo de “como no se ha de decorar” pero no pude creer lo que vi ante mí.

La expresión de Malak fue, como expresarlo… me es difícil pues su rostro se iluminó al ver aquel lugar, curioseamos por toda ella y fue así como descubrí que era la casa de Artemisa, antigua exploradora del bosque y de la que corrían las leyendas.

Humo me cogió de la mano y aprisa me llevó hacia el portal -¡Vamos a pujar por ella, Daya!- no pude hacer otra cosa que reír puesto que no soy lo que se dice una fortuna andante, y aquí, vendría mi sorpresa.

La subasta propiamente dicha dio comienzo, empezó entonces un baile de cifras increíble, me sorprendían queriendo pagar sumas astronómicas por casas tan espantosas, aunque si ya adquirían una, serían un contrincante menos a batir en la puja de la que Malak quería.

Llegó el turno de la casa Artemisa. Shyra y Merlinius por una parte… Malak y yo por la otra. Bailaron las cifras, cada vez más altas. Shyra era una exploradora por lo que entiendo su gusto a querer ese pequeño trozo de bosque pero Humo no la quiere sólo para él, ni para nosotros dos, su sueño es poder ubicar en ella al nuevo círculo conformado por Vildiara y él, en el que yo estuve presente un día antes de que Sylvanus me diese sus bendiciones… ¿Primera casualidad?

Entre mi sorpresa y la risa floja que me entró de ver pujas cada vez mayores apenas me percaté de lo tranquilo que estaba Malak, al final, el certero golpe en la mesa dando por finalizada la puja dio como nuevo dueño de la casa a Humo. Resolvió el papeleo y volvió donde le esperaba sentada, me mostró las escrituras y me besó.

Yo no sabía nada de su intención de participar en la puja, no conocía su economía y desconozco muchos detalles adyacentes de él, no me importa no conocerlos.

Nos escapamos de nuevo a la casa del bosque, ya era suya de forma oficial así que por petición mía volvimos de nuevo.

Ahora, con más tranquilidad pude ver cada detalle, no se había roto el equilibrio en aquella casa, los materiales era los propios del bosque y las manos femeninas de Artemisa se veían en ella. Vimos entonces al guardián de la casa, bola de pelo es su nombre; Sí, es un tejón. ¿Segunda casualidad?
Apenas un par de meses antes, os conté como al fin logré superar mi miedo a los tejones, quizá sea cierto que tengo un destino escrito y que todo debe conformarse hasta que tome forma, a la vez, mi destino parece ligado al de Malakai…

No podíamos permanecer mucho en la casa aunque ya fuese de él, regresamos y salimos de la subasta.


Días más tarde, encontré a mi bromista ojitos saltones intentando sorprenderme en el camino cerca de Sundabar. Es muy gracioso cuando tiene esa forma de kobold, si estoy como un cencerro, lo sé.

Me dijo que ya sabía donde estaba la casa, la ubicación de la misma era un misterio puesto que accedimos a ella por medio de un portal mágico. Estoy segura de que se puso a recorrer cada rincón hasta dar con ella.

Los dos fuimos hasta su puerta. Por fuera era un árbol inmenso, hueco por supuesto, pero por los dioses que no vi antes una morada con tanta alma propia.

Llovía a cántaros mientras los dos charlábamos calados hasta los huesos, de repente vi que Humo se dirigía a alguien.

Apareció una figura femenina, me asusté por lo imprevisto de su llegada. En elfico dijo:”No temas trovadora, sólo he venido a conocer a los nuevos moradores de la casa”. Mi respuesta fue la lógica, preguntar cómo sabía de mí. Ella contestó que era difícil no escuchar el murmullo del bosque nombrando a la pequeña voz cantarina. Sabía de alguna forma que Sylvanus me había tocado, me conocía y respondiendo en el idioma de los ancestros de mi madre, seguí hablándole. Malak supo pues, que se trataba de Artemisa. Era ya tiempo de que tomase otras funciones, decía Malak que como heraldo de Sylvanus, ella simplemente dijo que sería algo más mundano. Añadió que Malakai tenía una misión importante que cumplir pero que aun no la sabía, Vildiara sería su compañera en ella

Me sorprendí varias veces respondiendo al unísono que ella las mismas palabras a algo dicho por Malakai, me causó gracia desde luego.
En un momento, nos preguntó porque estábamos fuera y no dentro, dijimos que aun no poseía Malak la llave. Ella misma nos abrió, tras esto desapareció rogándonos que cuidásemos el que había sido su hogar así como a "bola de pelo".

Humo estaba feliz, había logrado un sueño y yo, estaba contenta por sentirle bien, eso también es bueno para mí. Me habló de sus planes mientras se sentaba en cada una de las sillas hechas a mano, yo bromista me agarré fuerte a una de ellas proclamándola mía. Ilusa de mí, si quisiera podría moverme con silla y todo, pero sé como desarmar a mi cambiante amado. Fuimos después frente al fuego que ya había encendido, se sentó en la mecedora y me invitó a sentarme en sus rodillas. Me acomodé en ellas y me abrazó y meció. Mirando a la chimenea comencé a tararear mientras sus dedos comenzaban un juego de caricias hacia mí, enredé mis dedos en su largo cabello, y comencé de forma lenta y hasta sensual a deshacer las trenzas que a veces le adornan, mis labios rozaban apenas el nacimiento de su pelo. Cruzamos una vez más las puertas de los sentidos y en sus brazos fuimos hasta nuestra morada, a entregarnos sin miedo a que alguien que no fuesen los mismísimos dioses, pudiese sorprendernos.
Fue curioso como mientras los dos conversábamos abrazados mirar al dosel del lecho y ver, como si siempre hubiese estado ahí, grabados y entrelazados nuestros nombres…

Malakai y Daya.






Imagen
La verdad triunfa por sí misma, la mentira necesita siempre complicidad.
Silvanus

Re: Retales

Mensaje por Silvanus »

Muy bonito el relato, preciosa y adecuada la música.
Wantu
Sin vida social fuera del monitor.
Mensajes: 1069
Registrado: Vie Jul 16, 2010 7:52 pm

Re: Retales

Mensaje por Wantu »

http://www.youtube.com/watch?v=JLUaxBcAni8

Retales (XXXIII)

-El alma desgarrada-

… Y si alguna vez deseé mi propia muerte, fue en aquél instante.

Desperté de la nada entre el más profundo y desgarrador dolor, me retorcía entre el llanto a gritos, jamás antes había sentido tanto y tan profundamente el dolor físico a la par que el mental. Mi alma se me rompió en mil pedazos cuando empecé a comprenderlo todo.

Malakai había llegado a la Villa mientras que Keila, Yaroth, Izhân, Nerea y yo íbamos a acompañar a mi amiga a la zona donde los Espinosos son frecuentes. Era un lugar peligroso y aunque resultaba muy relajante pescar a veces rompiendo el hielo del río, los moradores cercanos siempre debían ser tomados en cuenta. Yo, me había atascado en la consecución de alguna poción, por lo que iba a necesitar una profusa cantidad de hongo amarillo para limitarme al dueto ensayo-error. Malakai es un maestro alquímico y quién mejor para dar con mi error que él. Haríamos el camino con Keila hasta la bifurcación y después nosotros nos desviaríamos hacia el lugar más cercano en busca de esos malditos hongos.

En estas, llegó al centro de la Villa la dama Vildiara. Malakai enseguida le contó las nuevas aparte de alguna cosa más mientras yo intentaba que los infiernos se congelasen.

Es un buen símil por lo imposible; Keila jamás entrará en la casa de Malakai ni siquiera como favor hacia mí, ni siquiera como miembro de la Compañía de la Pluma Negra a la que yo, aun siendo parte quería contratar. Iba a ser mi presente a Humo en la fiesta inaugural, sé que podré contar con Gwenn…pero no será lo mismo. Igual que en el asunto de la publicidad, el trabajo es trabajo pero decidimos ese día, que solo trabajaríamos para quien considerásemos por lo que no podía obligar a Keila si no quería. Malak, supongo que la ve ya como algo imposible aunque ve mi esfuerzo para cambiarlo. Así pues, nos pusimos en marcha aunque cada uno por su lado, ellos aun tenían algo por resolver en Nevesmortas.

Los tres fuimos avanzando por los caminos hasta llegar al maldito destino. Si alguna vez he sentido un odio profundo hacia una raza fue esa.
Fui tomando los hongos muy abundantes en aquellas galerías, todos marchaba bien hasta que empezaron los temblores.
Algo no iba bien así que Humo dijo que debíamos salir, tanto Vildiara como yo estuvimos conformes sin embargo, si algo va mal siempre es susceptible de ir peor como se demostró. Los temblores habían cortado varias salidas por lo que no quedó más remedio que entrar en los dominios de la Bestia Negra de Shar. Recuerdo nuestra desesperación mientras luchábamos incansables y recuerdo su cara acercarse a mí, recuerdo el espanto. Después, el vacío sin más hasta que sentí el desgarro absoluto.

Ni siquiera podía abrir los ojos y ver donde estaba, lo que sentí era dolor en estado puro, grité hasta quedarme sin fuerzas pero aun estaba llegando el dolor profundo de la pena, del corazón roto, del alma vagando perdida, de la soledad más cruda… si alguna vez quise la muerte fue en ese momento.

Comprendí donde estaba y lo que debió haber pasado cuando una voz fría y femenina dijo algo en un idioma desconocido para mí, sólo entendí: Lloth.

Me encontraba en algún lugar de la infra-oscuridad a punto de morir entre gritos pero supongo que los dioses se apiadaron de mí. Si yo estaba allí, significaba que Malakai estaba muerto, quizá Vildiara también. Humo sabía de mí como nadie antes había sabido, y sabía que por nada del mundo debía dejarme con vida allí abajo si yo, estaba viva y sola, simplemente él ya no vivía.

La sacerdotisa de drow hizo algo, mis huesos se unían, mis heridas se cerraban y mi carne se regeneraba pero tan aprisa y de forma tan inclemente que me causaban más y más terrible dolor. Estaba muriéndome entre alaridos. Cuando me hubo compuesto, como se compone a una muñeca me ordenó levantarme con el chasquido de su látigo. Las púas de una de sus colas se clavaron en mi pecho volviéndome a abrir la carne a la vez que me paralizaba el veneno de éstas. Una vez más pedí la muerte entre arcadas y llanto.
Uno de sus lacayos de piel oscura sonreía con crueldad mientras se acercaba, sin duda la sacerdotisa había dejado a la presa de piel clara para que sus milicias se desfogasen. Estaba indefensa, sin poder hacer nada frente su asqueroso manoseo, no podía ni siquiera cerrar los ojos para no ver aquel cuerpo oscuro desnudo frente al mío, arrancó lo que quedaba de mis ropas ¿Qué más iba a pasarme? Mi mente ya se estaba yendo de mí, entraba en un estado de sombras, el dolor me estaba matando despacio y el horror me estaba acabando por desgarrar de dentro a fuera. Mi mente decidió pararse y entrar en un estado de hibernación. No sé qué sucedió, no sé cuanto tiempo estuve allí tirada, pero sí sé que el cerdo drow no fue más allá del manoseo asqueroso. Seguramente le di el mismo asco que él me daba, me dejaron allí para que las alimañas de la infra-oscuridad me devorasen.

Mi cuerpo ardía en fiebre, el dolor físico ya no se notaba pero el dolor del alma me rompía. Supe en ese tiempo que ya no era deseo, que ya no era un impulso, que ya no era estar enamorada de Malakai sino el sentimiento verdadero del amor más profundo hacia alguien, me daba cuenta cuando ya le había perdido. Con la mente ida, tirada en el frío suelo sin fuerzas ni siquiera para pestañear, comencé en un hilo de la voz a cantar una nana entre delirios, las lágrimas se me habían secado ya tan solo esperaba la muerte de una forma u otra.
Como en una ensoñación, escuché una voz, noté el abrazo en una voz intranquila y llena de lamento mezclado con la alegría. Malakai me llamaba -¡Daya, Daya! amor mío, estoy contigo, despierta… vamos mi vida, no me hagas esto… ¡Daya!-

Abrí los ojos y le ví de nuevo, no puedo expresar lo que sentí al verle. Estaba vivo, había cumplido la promesa hecha de no dejarme allí abajo con vida. El clérigo había hecho su labor, y él se encargaría del resto, ahora sólo quería dormir aferrada a Humo, rodeada por su cálido abrazo. Durmió a mi lado, limpió mi cuerpo, me alimentó y sanó mi mente con su presencia, sin embargo al mirarme al espejo veía las cicatrices que en mi pecho había dejado aquél látigo. Si alguna vez desee la muerte, fue allí abajo; si alguna vez odié con más vehemencia, fue a esa raza…





//Escuchad la música mientras leéis. No sé si habréis visto Los gritos de silencio, si no es así os la recomiendo. Es muy cruda pero está basada en hechos reales sucedidos si no recuerdo mal en Camboya. La sensación de impotencia, miedo y dolor del protagonista y el esfuerzo del amigo por sacarle del infierno es, salvando las distancias, lo que he querido reflejar en el retal.

Gracias a Mystra,Vildiara y Malakai por el rato;P

¡Gracias por leer!



PD: ¡Que las estatuas pesan! Menuda cara se nos debió quedar a todos cuando Vildiara usa el teleportar con la estatua de Daya al hombro de Malakai, todos a salvo ¿todos? no ...la estatua se quedó rompiéndose un poco más al caer desde donde Malakai la llevaba. Sólo se me ocurrió decir en grupo "Mamoneeeeeeeeeeeeees!" mientras que las carcajadas de Mystra resonaban ¬¬
La verdad triunfa por sí misma, la mentira necesita siempre complicidad.
Avatar de Usuario
TanisHAnderson
Mas pesado que Rusillo con los Tejones.
Mensajes: 1280
Registrado: Mar Mar 06, 2007 6:00 am
Ubicación: alli... a la izquierda segun vas a la derecha y retrocediendo todo de frente... es decir... AQUI

Re: Retales

Mensaje por TanisHAnderson »

//*Golpea los indices con la mirada gacha* yooo... estoooo.... Si malakai te cargaba pueees.... :oops:

Un buen rato de desesperacion y risas. Lastima no haber podido retomar mi parte tras la cena *suspira*
Pero oye! Yo ya dije que con un poco de Loctite y paciencia.... :lol: A la proxima haced caso a la druida cuando dice que retrocedais!

pD: Y si. gran relato como siempre! :assassin:
Quarrel Alaounthus
Vildiara Selh,
Hazzim Abdiliare ;
Phineas Deepforest;
Elsara Fieldwhite
RellSham :mago:
Krugall Quiebratempanos
Reinhard Kane
Val Heleanor
Gineu

Re: Retales

Mensaje por Gineu »

muy chulo el relato! si es que..si te hubieras venido a por pescaitos....pobrecita mi Dayita!!!!
Espi_

Re: Retales

Mensaje por Espi_ »

*Aplaude* Muy guapo niña =)
Wantu
Sin vida social fuera del monitor.
Mensajes: 1069
Registrado: Vie Jul 16, 2010 7:52 pm

Re: Retales

Mensaje por Wantu »

Retales (XXXIV)

http://www.youtube.com/watch?v=DusKa9D3yF4


… Y las pesadillas volvieron a mi corazón valiente.

Corrían los días, mi cuerpo estaba sano como antes de que eso sucediese y yo misma había querido volver a la normalidad, como si nunca hubiese pasado pero no obstante mi subconsciente me juega malas pasadas en la hora en que me vence el sueño.

Casi todas las noches, me despierto asustada, con el rostro surcado en lágrimas y sin apenas poder respirar, quizá cuando desaparezcan estas malditas cicatrices de mi pecho, las pesadillas se marchen.

Sigo con mis quehaceres, busco plantas…canto, compongo y gasto bromas pero el miedo está ahí. Quien diga que no se apodera de él esa sensación tras un episodio como el mío, miente de manera palpable.

He decidido comenzar a buscar una sacerdotisa de Sune, ella podrá conseguir que se borren estas marcas aunque, quizá, deje una tan sólo para advertirme de lo abrupto que es el exterior de mi mundo teatral. Hice mis averiguaciones y la posibilidad de encontrar a quién busco seguramente estará en Argluna, sin decir lo que me atormentaba, propuse en una burda mentira realizar ese viaje. Gwenn, ya sabía que algo pasaba, me conoce de sobra y en verdad sólo en ella he encontrado el apoyo sin atisbo de rencor hacia Malakai.

Malakai me habría traicionado si me hubiese abandonado allí abajo estando con vida, pero me buscó por toda la oscuridad, sin importarle qué pudiese pasarle a él no puedo culparle por nada, por nada en absoluto.

Al desembarcar en Argluna, nos dirigimos al mercado, Keila necesitaba hacer unas compras así que nos acompañó a Gwenn y a mí hasta la Perla de la Marca. Además vino con nosotros una chica, es una genasi de aire y cuando te habla la brisa te besa el rostro aireando tus cabellos, es encantadora…Ami también nos acompañó, también kashar.

Una vez en el mercado comencé a contarles el motivo de mi búsqueda, Gwenn reaccionó como esperaba pero Keila fue dura e impenitente. Sí, ya sé que el peligro me lo busco yo, pero recordarme que si me hubiese ido con ella a por Espinosos no me hubiese pasado nada, es absurdo. El destino manda como le dije y el peligro es el mismo en un lugar u en otro así como la posibilidad de encontrar la muerte.

Ella culpa a Malakai sin razón, él jamás me obligó a tomar la ruta del pozo para conseguir hongos pero seguirá sin creerlo aunque se lo jure mil veces.
Como bien le dije la muerte y los ataques podían llegar en el bosque por parte de un animal, por parte de los vampiros (ya se conocían casos), o simplemente al resbalar en el estanque que había en el mercado, caer y romperme el cuello ¿Tendría ella la culpa entonces? No, evidentemente no pero estando en ese estado de ofuscación nadie le va a quitar esa idea de la cabeza. Lo sentiré por ella, pero no pienso culpar a Humo y menos aun dejarle por más que ella insista en que es el responsable de lo que me pasó.

Estaba contando mi relato a las chicas cuando apareció aquel hombre. Dijo llamarse Blackwood, se presentó como explorador y tras meterse en la conversación pregunto si eso significaba que Malakai estaba cerca, afirmé aunque no era del todo cierto.

Se nos unió amigablemente y todos pusimos camino a un lugar mejor para charlar.

Junto al puente de cristal se giró hacia mí para confirmar que yo era la pareja de Malakai, asentí y se dispuso a darme un consejo.
- Señorita, os recomiendo que no tratéis de domesticar a ese pedazo de animal, es imposible- dijo en tono jocoso pero coincidiendo en lo que ya me había anunciado Rael años atrás.
- Si quisiera un animal doméstico, le compraría un gatito a Rosa la posadera- contesté yo.
Unas risas parecieron adivinarse mientras Gwenn me miraba pensativa, si la conozco como creo que la conozco, pensaría cuánto habría logrado domarle o domesticarle ya. Sonreí a Gwenn simplemente.

Seguimos hacia una de las posadas de Argluna, ya estaba oscureciendo así que no había posibilidad de hacer las pesquisas necesarias para dar con una sacerdotisa sunita…
La verdad triunfa por sí misma, la mentira necesita siempre complicidad.
Wantu
Sin vida social fuera del monitor.
Mensajes: 1069
Registrado: Vie Jul 16, 2010 7:52 pm

Re: Retales

Mensaje por Wantu »

http://www.youtube.com/watch?v=gcMmRL6_r24

Retales (XXXV)

-Espera-




… Y al final, acabé enterándome de todo lo que sucedió. Malakai terminó por contármelo con la esperanza de que tras saberlo, lo dejase atrás. Fue en su casa, había ido hasta allí pensando que quizás no estuviese pero si era al contrario, nada podría impedir que yo pasase la noche arropada por él. Me preguntó como me sentía, se lo conté y tomándome de las manos me animó a olvidar, él dice que no estoy hecha para odiar sino para amar, que no estoy hecha para la tristeza sino para la alegría… Comenzó entonces su relato de los hechos.

En mitad de la lucha, él tomó una apariencia que le diese poder contra aquella aberración de Shar, él estaba a salvo y Vildiara se las ingeniaba para lo mismo pero al mirar hacia mí, pudo verme convertida en una estatua de piedra. Se desesperó cuando quiso devolverme a la carne pues comprobó que parte de mí se había roto. Una de mis puntiagudas orejas y uno de mis brazos yacían en el suelo desmoronados, aplastados por las pisadas propias de la lucha, al instante corrió a recogerlas con la intención de que yo no me viese a mí misma en tal estado. Si me llevaban a un clérigo podría “reconstruirme” con lo que por el suelo se esparcía…

Malakai, me explicó que al intentar levantar mi estatua, el talón se resquebrajó rompiéndose, era tan frágil que cualquier movimiento me hubiese hecho añicos.

Adoptó pues una apariencia más fornida, me levantó despacio y me depositó sobre si mientras pedía a Vildiara que con los dones que Sylvanus le daba nos condujese a lugar seguro donde mi cuerpo tomase de nuevo la carne.

Así pues, Vildiara conjuró. Algo no fue bien, supongo que por lo inestable de la zona donde estábamos. La desesperación y la congoja al darse cuenta de que mi cuerpo no estaba allí anidó en su corazón junto a la rabia, de inmediato volvieron al punto donde me quedé por manos del destino.

Humo con todos sus” yo”estaba desesperado, entendía que no podría soportar no verme más, que no podría soportar mi ausencia, como un loco pasó días enteros buscándome. No había rastro de mí donde me quedé, alguien me había encontrado y por eso siguiendo los rastros escuetos llegaron al lago de la infra-oscuridad.

Allí se separaron para que la búsqueda fuese más productiva. Humo, llegó hasta la mismísima ciudad oscura, gracias a los dioses podía adoptar la forma de uno de ellos, de un drow. Esto hizo que pasase entre ellos sin dificultad. Según me contaba junto a la chimenea de casa con sus brazos abrazados a mis piernas, mantenía la remota esperanza de encontrarme aunque la rabia y el miedo de no hacerlo, iban calando en él. Habían pasado días y cualquier cosa habría podido ocurrir, no obstante vislumbró una pequeña luz mágica, una especie de sombra, una especie de portal. No dudó y lo traspasó, al final del puente acertó a ver algo en el suelo, inerte. Corrió, me encontró. Del resto ya os hablé, ya no sé si quiero deshacerme de las marcas del drow, si están ahí nunca olvidaré lo pasado pero Humo me pide que olvide y aleje el odio de mi corazón. Los dioses saben qué camino tomaré.

Estuve en su refugio varios días, cree que debería dejar algo de ropa en la casa, seguramente lo haga a pesar de sus bromas insistiendo en que puedo pasear por la casa sin ellas. Ni él lo soportaría ni yo tampoco, bastante fuego arde entre nosotros como para que añadamos madera. Un par de túnicas no se notarán en mi ropero.

Mientras permanecí en la casa con él, me aseguró que iba a buscar a la patrulla drow que me encontró, mis ojos le suplicaban que no se fuese, pero estoy segura de que lo hará aprovechando su viaje en búsqueda de otros círculos druídicos.

Marché del refugio de Malakai hacia la Villa, debía terminar de preparar el disfraz para el baile, Humo iba a hacer lo posible por complacerme así que casi con total seguridad sería mi pareja en el baile.

Con el paquete donde llevaba mi máscara bajo el brazo, llamé a la puerta de la casa de Malakai, Me abrió con el ceño arrugado, molesto por la insistencia del aporreo. El enojo desapareció enseguida, era su trovadora de cabello rojo quien insistía golpeando la puerta. Faltaban apenas unas horas para que la fiesta de Relenar diese comienzo. Quiso ver mi disfraz, no objeté… y me lo probé mientras daba comienzo un juego de seducción entre los dos. Mientras le esperaba ya disfrazada, salió vestido con un traje de lobo invernal, era Humo. Hice entonces lo que deseaba hacer desde hacía rato, levanté su máscara hasta dejar visibles sus labios, tomé su rostro con mis manos suaves mientras acercaba mi boca a la suya dando forma a un apasionado beso. No sé explicarlo, quise besarle con la apariencia de Humo pero sabiendo que estaba en su forma humana. Jamás se me pasaría por la cabeza besar ni mantener relaciones con otra forma que no fuese la humana, tan sólo una vez en su forma elfica pero nada más. Fue lo único que le pedí cuando nos aceptamos. Es por eso que no juzgo ya a los demás, que no me atrevo a lanzar una sola crítica a un sentimiento, sea cual sea su naturaleza. El amor es amor, el deseo es deseo y la pasión es la pasión. Ninguno de ellos conoce de varones o hembras y lo que yo vivo con Malakai me ha dado la dosis de claridad y sabiduría para entender.

Sea como sea, fuimos a esa fiesta, bailamos durante horas hasta que no pude más. Bailábamos muy cerca, abrazados, ya me había confirmado su partida en búsqueda de otros círculos druídicos con los que entablar relaciones, partiría al día siguiente y yo quería despedirme de mi compañero, de mi pareja. No sé cuando regresará, solo sé que lleva un ciclo lunar fuera y que se me está haciendo eterna la espera.
La verdad triunfa por sí misma, la mentira necesita siempre complicidad.
Wantu
Sin vida social fuera del monitor.
Mensajes: 1069
Registrado: Vie Jul 16, 2010 7:52 pm

Re: Retales

Mensaje por Wantu »

Retales (XXXVI)

-Segunda Cronista-



… Y poco a poco se están cumpliendo mis expectativas.

Cuando llegué, huyendo desde Esmeltarán me prometí a mi misma que no regresaría ni pediría la ayuda de mis padres. Había decidido alejarme con todas las consecuencias, usando el apellido de mi madre en claro signo de respeto absoluto. Quizá no pasé mucho tiempo con ella durante mi infancia, pero el que sí pasé, fue un tiempo de calidad, de mucha calidad. Por otra parte estaba mi querida Aya cuidándome, mimándome y regañándome cuando había sido menester. No por estar en manos de mi Aya, se relajó mi educación. Desde pequeña, me enseñaron el valor de la palabra, el poder de una pluma y el encanto de la música. A partes iguales todo ello fue impregnándome haciendo de mí lo que hoy soy.

Hacía mucho tiempo, quizá demasiado, que había abandonado el camino de la pluma en mi profesión de trovadora, siempre en beneficio de la música y el agasajo a quién tuviese a bien escuchar. Comencé el mismo día que atravesé Nevesmortas a enhebrar la aguja que daría puntadas hiladas... certeras, cortas pero fuertes, arraigadas en el tejido.

Nunca fui de las que hacen las cosas por hacerlas, es absurdo y a mi parecer no conduce a nada; yo sin embargo siempre he dado puntada con hilo. Si en mi mente se alza una meta, no cejaré hasta llegar a ella aunque el camino sea largo, mis pasos serán seguros.

Y así, decidí hará tiempo, entrevistarme con la dama Lanzagélida. Me propuse como Cronista de la Villa en un tiempo poco agradecido, dí mi primera puntada y comenzando la segunda, envié a la dama una escueta crónica desenfadada si se quiere, elegida con el derecho de libre elección de tema y sabiendo que quizá alguien más se presentaría al cargo. No sería la primera vez que había dos cronistas en la Villa.

Viendo o previendo que era muy posible que el cargo trajese más sinsabores que alegrías, elegí los temas más mundanos. No me salió mal la jugada.

Tras un tiempo considerable, la dama me hizo llegar al boticario una nota. Se me llamaba a la mansión para tratar el tema.
Y allí estaba yo, con las ropas de viaje, no tuve tiempo de ponerme algo más acorde pero siempre he dicho que la elegancia se esgrime hasta con harapos.

La dama parecía distraída, la sorprendí mirando a Card, algo se traen estos dos y a juzgar por el golpe que sin querer dio a una mesita. Sí esa que todos vemos con un espantoso jarrón. Compartió conmigo un comentario, yo hice otro al respecto ambas reímos y seguimos adelante para tratar el tema que nos ocupaba.

Sobre la mesa estaba mi crónica y la de Strix, la culo inquieto tenía muy buena pluma sin duda, se había arriesgado con temas más serios. Nos aceptaba a ambas como cronistas oficiales, las dos tendríamos que trabajar juntas pero una de las dos debía ser la responsable legal. Antes de conocer este dato, aseguré que Strix debía ser bajo mi criterio, la primera cronista y parece que la dama Lanzagélida pensaba arriesgarse con ella. No sólo estuve de acuerdo sino que aporté mi pequeño grano de arena para que la balanza se decantase hacia ella. Si escogí ser cronista, lo hice a sabiendas de que no pondría topes a mi pluma, pero para eso no podía tener la losa de la responsabilidad total. Siempre hay cosas que molestan a los que leen y yo tengo poco aguante y conociéndome seguramente haría uso de mi lengua afilada con la consiguiente destitución por parte de la dama. Quería escribir sin problemas añadidos.

Al día siguiente, partía hacia Sundabar y al atravesar el puente del río Lanzagélida atisbé luz y humo saliendo de la torre abandonada hasta entonces.
Me detuve, no había prisa pero yo, estaba dispuesta saciar mi curiosidad. Llamé a la puerta y esperé. Los goznes de la puerta se movieron y allí apareció aquel caballero. Acababa de conocer sin proponérmelo al padre de Lissy Grey, la anterior cronista. Acababa de conocer a Varang Grey.

La verdad triunfa por sí misma, la mentira necesita siempre complicidad.
Responder