Julius Harper

Los trovadores de la región narran la historia de sus héroes. (Historias escritas por los jugadores)

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Faelh

Julius Harper

Mensaje por Faelh »

Habia pagado con sus últimas monedas el viaje en carromato hasta Nevesmortas, asi que cuando bajó de él, supo con certeza que su dinero no le llevaria más lejos.

Con ese pensamiento, busco en su bolsa y saco la ultima moneda de oro que le quedaba. Se quedo mirandola embobado mientras el hecho de que no iba a llegar más lejos, avanzaba y se asentaba con gran esfuerzo en esa neblina constante que ahora era su mente.

- Creo que necesito un trago. -Se dijo para si mientras lanzaba la moneda al aire con tan mala fortuna que al intentar cogerla se le escurrió entre los dedos llendo a parar al embarrado suelo.
Miró a los lados para comprobar si alguien se habia percatado de su torpeza, y vio aliviado que nadie se habia fijado en él.

No le costó mucho encontar una taberna donde poder cambiar su moneda por algo de alcohol.

-'Posadero! Disculpe, ¿me podria indicar como se llama esta ciudad?'
El posadero que ya no le habia hecho ninguna gracia su sucio aspecto, le miró esceptico como confirmando la impresion que le habia causado.

-'Estas en Nevesmortas, viejo. Y espero no tener que llamar a la guardia, esto es un lugar pacifico, en el que no se permiten altercados'.

Julius inmediatamente levantó las manos en tono reconciliador para indicar que esa no es su intención.

No le preocupaba mucho el futuro, llevaba muchos años ya a su espalda y de cierta forma intuia que no le quedaba mucho futuro por delante. Sin duda lo que mas le asustaba era el pasado que lo perseguia de forma implacable.

Primero en Aguas profundas, donde traicionado y manipulado por los arpistas, huyó y dejó tras de si a su primer amor. Nunca llego a perdonarse a si mismo, ni nunca lo haria.
Y más tarde en Athkatla donde la vida parecio sonreirle de verdad.
De ahi huia ahora, atras dejaba la orden del muy radiante corazón a la que habia pertenecido y a un sinfin de conocidos. Entre los que contaba a ese grupo de divertidos y alocados druidas y exploradores que tantos buenos momentos habia compartido, y el recuerdo de la criatura más bella bajo el cielo de Faerun.... Mia.

Agitó la cabeza para alejar todos estos pensamientos y apuró de un trago su bebida. Salió tambaleante de la taberna y la lluvia le caló hasta los huesos mientras se dispuso a caminar sin rumbo por las calles.

Iba silencioso incluso en su mente, pues temia despertar viejos fantasmas dispuestos a acosarle sin tregua.

*CONTINUARÁ*
Wuivre

Mensaje por Wuivre »

¿Y quien es ese Julius? no lo he visto por aquí... ¡Habrá que conocerle!
¿Y Mia?...

Desde luego, parece que tienen muchas cosas que contar... :wink:

Pero no me dejes así.. ¡¡continua!!
Faelh

Mensaje por Faelh »

...Esto ocurrio hace muchos años antes de llegar a Nevesmortas y mucho despues de dejar Aguas Profundas...

Estaba ya oscureciendo y la lluvia caia a raudales, pero eso parecia no importar a Julius que iba completamente empapado, que habia ido hasta Aguas Profundas para reencontrarse con alguien.

-Como estas padre, supongo que a estas alturas eso ya es obvio. Han pasado mas de diez años desde que nos vimos por última vez y no fue una despedida agradable que digamos.

Hace tanto tiempo de aquella discusión que ahora me parece que ya no tiene ninguna importancia *media sonrisa* al final sera cierto eso de que el tiempo lo cura todo.

Ahora parece que me he asentado en Athkatla, pero he estado la mayor parte del tiempo trabajando como escolta de caravanas y mercenario, y no puedo quejarme, aunque ahora he ingresado en la orden del muy radiante corazon. Ya se que igual eso a ti te da lo mismo,*se encoge de hombros* nunca has estado orgulloso de nada de lo que he hecho... ni he querido... *dice esto ultimo como si doliese en lo mas profundo* solo te han importado tus negocios, tus tierras y tus riquezas. Pero en fin no he venido desde tan lejos, despues de todos estos años, para reprocharte nada. Solo queria charlar un poco contigo y que vieses que estoy bien.

Ahora que sale el tema toda mi parte en el negocio familiar se la he regalado mi prima, estoy seguro que ella podra manejar todo los negocios mucho mejor que yo, es mas de tu estilo, y ademas nunca fue mi intencion seguir la tradicion familiar de rico mercader, ya lo sabes.

Lo unico que siento es no haber podido llegar aqui a tiempo, necesitaba un trago antes de venir aqui, asi que como ves ahora estamos solos tu y yo, casi me alegro de que sea asi, de otro modo hubiese sido todo mucho mas dificil.

Fui a la 'Hoja Carmesi' ya que creia que no iba a encontrarme a ningun viejo conocido despues de tanto tiempo y cuando iba a pedir una segunda cerveza entro en el local Bronwin y se dirigio directamente hacia mi, parecia saber que vendria a Aguas Porfundas. Torm Bendito! sigue igual que como la recordaba aunque supongo que eso es normal en una elfa*mirada melancolica*. La verdad es que queria verla de nuevo pero no tenia valor para soportar su mirada ni mucho menos conversar con ella. Asi que ha sido breve y frio nuestro reencuentro, ya sabes: 'cuanto tiempo', 'te veo muy bien', 'como te va todo?', 'me alegro mucho de verte' , 'lo siento pero no puedo quedarme mucho rato, ya sabes'.

¡Maldita sea! Ella queria saber mas de mi, se le notaba a millas, creo que sigue sintiendose culpable por lo que paso, en otro tiempo la hubiese cogido y le hubiese estampado dos sonoros besos y nos hubiesemos quedado alli hasta caer borrachos. Pero no pude, no le culpo de nada, se que tenia que haberla perdonado y que ella me queria, pero aquella vez me sentia traicionado por todos y como siempre me precipite y me fui muy lejos.

Casi creo que puedo ver tu sonrisa, nunca soportaste que me enamorase de ella y estoy seguro que te alegras de que no volvamos a estar juntos.

Creo que me ire, tengo que volver y me queda mucho camino. No creo que vuelva por aqui en lo que me resta de vida, tengo muchas cosas de las que ocuparme y ya es tarde para arreglar nada. Al menos me quedo mas tranquilo despues de hablar hoy, espero que a ti te pase lo mismo. *suspiro*

Que Torm te acoja y te ilumine el camino.

Julius se agacha y quita una cuantas hojas pegadas por la lluvia de la lápida de su padre con la mirada triste sintiendose un poco culpable de no haber mantenido esta conversacion con su padre antes de morir. Se pone la capucha sobre sus cabellos empapados y da un último vistazo al lugar donde reposa el que en otro tiempo fue un hombre sano con un hijo despreocupado, borracho y pendenciero. Pero en el fondo con buen corazon.
Última edición por Faelh el Dom May 07, 2006 3:38 am, editado 2 veces en total.
Faelh

Mensaje por Faelh »

...En una taberna de mala reputación de Aguas Profundas conocida con el nombre de la Hoja Carmesi...

Un hombre ataviado con una gruesa capa entra en el local, busca con la mirada entre las mesas de la taberna y con una pequeña mueca de decepción se dirige a una mesa vacia cerca de la pared donde parece haber un poco mas de intimidad. Al sentarse abre la capa y debajo muestra una armadura perteneciente a la orden del muy radiante corazón.

¿Que te sirvo para beber? -Pregunta el mediano encargado de servir las mesas- ...señor... -Esto último añadido con un gesto bastante confuso al reconocer la cara armadura.

Una Cerveza y no te alejes mucho, esta noche tengo una sed de mil demonios. -Dijo Julius casi sin prestar atención al mediano sino mas bien a un punto entre la nada y la mesa que tenia delante.

El mediano sirvió rapidamente la bebida al caballero y se dirigió a atender a otros clientes mas acordes con la clientela habitual del lugar.
Julius bebió la cerveza pensando que en ese mismo momento deberian estar enterrando a su padre en el cementerio, y mientras él estaba alli sentado. Sabia que habia ido a reunir el valor suficiente para poder afrontar el momento y la elección del lugar no fue casual. Entre la multitud de tabernas, posadas y otros lugares donde alguien podia ir en la ciudad, este era sin duda el que mayor recuerdos traia a su mente.
El mediano le trajo la segunda copa y Julius levanto la cabeza hacia la puerta como si un resorte la hubiese disparado. ¿Intuición?, quizas, ya que en ese mismo momento una elfa ataviada con una armadura de cuero y una capa ligera apareció en el alfeizar de la puerta y empezo a buscar con la mirada en el local.
Cuando sus miradas se cruzaron el corazón del caballero dió un vuelco en su pecho y pareció que el tiempo se detenia por completo. Estuvieron asi sin mover ningún musculo ninguno de los dos durante una autentica eternidad, hasta que por fin ella decidió acercarse a la mesa con paso decidido.


¿Puedo sentarme? -Pregunto ella.

Por supuesto -Dijo Julius mientras no perdia detalle de ninguno de sus gestos.
El caballero apartó su mirada hacia la copa que tenia entre las manos cuando sus ojos tropezaron con el broche con forma de arpa que sujetaba la capa de ella.


Siento lo de tu padre, Julius -Dijo intentando desviar la atención de él de ese broche al percatarse que se abrian viejas heridas.

No te preocupes a todos nos llega la hora tarde o temprano, es algo natural ya era muy viejo.

....*silencio*....

Parece que la vida no te ha ido mal, Julius. Se te ve bien.

Y tu estas igual que como te recordaba, parece que no ha cambiado nada en ti. He de suponer que alguien te habra dicho que habia regresado y donde podrias encontrarme. -Señalando con un gesto de la cabeza el simbolo de los arpistas.

-Ella puso la mano en el broche como si no se acordase que lo llevaba.

No seas estupido, ¡por dios! Tu padre ha muerto y cuando vivias aqui no habia quien te sacase de este sitio. Nadie me ha dicho nada, sabia que volverias para el entierro y tambien que tarde o temprano te encontraria aqui.

Perdona, no era mi intención ofenderte. -Dandose cuenta que no era una buena forma de empezar una conversación con una vieja amiga.

Recordo rapidamente los hechos que le hicieron relacionarse de forma involuntaria con los arpistas. La mision de ella era hacer de cebo para el hijo borracho y mujeriego de un rico mercader con mucho poder y con negocios bastante turbios, con la intención de sacar la mayor cantidad posible de información sobre la introducción de 'ciertas' mercancias ilegales en la ciudad o al menos que ella consiguiese acercarse lo suficiente para poder husmear. Lo que los arpistas no tuvieron en cuenta es que ese hijo no sabia nada de los tratos de su padre y tampoco creyeron que al pasar tanto tiempo juntos los dos se conociensen y se enamorasen. Cuando Julius descubrió por casualidad la misión de Bronwin, que asi se llamaba ella, sintio que todo se desmoronaba a su alrededor y cegado por el dolor decidio marchar lejos. Antes de marchar le pidió a ella que le acompañase lejos de alli, donde nadie les conociese, pero ella le dijo que a pesar de ser lo que mas deseaba debia su lealtad hacia los arpistas y que no era posible. Lo que nunca supo Julius es que ella nunca se perdonaria mientras viviese esa decisión.


Tranquilo, no me has ofendido. ¿Y que ha sido de ti todos estos años? ¿Donde vives ahora? -media sonrisa en los labios de ella, mientras por su mente pasaba una sombra al pensar que posiblemente el haya rehecho su vida y haya alguien a su lado.

Poca cosa, parece que ahora depues de tanto tiempo me ha entrado un poco de sensatez y no ando correteando de un lugar a otro. ....lejos de aqui... -dudando en decirle que era en Athkatla, por miedo a que descubriese que aun le pediria que se fuese con él.

Ya veo... *silencio* yo... -En ese momento Bronwin le hubiese dicho que lo estuvo buscando durante mucho tiempo y que pidio muchos favores a otros arpistas, algunos de los cuales aun no habia devuelto, para poder encontrarle.- Yo... Yo sigo aqui como puedes ver, muy atareada como siempre.

...*silencio*...

Por la cabeza de los dos pasaban multitud de emociones, barriendolos por dentro como si de una tempestad a punto de despertar se tratase. Esperando cada uno a ver quien era el que daba el primer paso e incapaces de darlo ninguno por miedo a la posible reacción o al rechazo del otro

...*silencio*...

Creo que estoy posponiendo mis obligaciones demasiado. Me tengo que ir Bronwin. -mientras se levanta con la mirada llena de tristeza- Me alegro mucho de haberte visto otra vez. Cuidate.

Ella solo es capaz de asentir, sin atreverse a cruzar sus miradas, por miedo a derrumbarse.

Julius se dirigió hacia la puerta despues de pagar al mediano, deteniendose unos instantes en la misma salida dudando. Pero supo que habia dejado perder esta batalla, se puso la capucha y bajando la cabeza salió a la lluviosa tarde


P.D. ¿Porque Julius llego en un estado tan lamentable a Nevesmortas?, ¿tendran algo que ver los caballeros de la orden? ¿o quizas sea a causa de esa Mia?

*CONTINUARA*
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