Ya son mis primeros días fuera del Hospicio y puedo decir que lo aprendido por los enanos ya esta dando sus frutos.
He conseguido un trabajo con Trent, el herrero del pueblo. Puedo decir que es un buen hombre, me ha dado un buen techo para dormir,y si! el granero es mucho mejor que dormir a la intemperie de los caminos, prefiero la compañía de cerdos y gallinas que la de los asaltadores de los caminos. El único problema que a una legua pueden sentir mi hedor, nada bueno para conseguir que una doncella me abra sus piernas.
De todas maneras el trabajo de herrero esta muy solicitado últimamente. Con la llegada de Orcos en los valles cada vez llegan más aspirantes a aventureros que quieren convertirse en héroes, y después vienen otros que vienen a vengar la muerte de esos aspirantes a héroes y así sucesivamente... Que puedo decir? Mientras mas idiotas como estos aparezcan en el pueblo mejor, más demanda de armas,mas rentabilidad y mas oro. Se que Trent se ha dado cuenta de esto, pero como dije es un buen hombre, no es ambicioso, la guerra debe existir para poder crear fuentes de trabajo, curiosa paradoja no?
La cerveza es buena por acá tambien, aunque no se compara con esa cerveza enana del hospicio, El Blasón y el local de Vandar son mis preferidos bares.
Ese Dick a resultado ser un buen compañero para emborracharse, hemos compartido algunas historias y canciones, además se sabe muchos chismes graciosos de este pueblo, lástima que sea un borracho de mierda, hediondo a orina, zángano de la colmena humana que gasta todo lo que tiene en esa cerveza. Mejor no escupo al cielo que puedo acabar como el.
Por ahora soy el chico de los recados, aprendiz de herrero y cazador de ratas,Oh si, ni si quiera Clari esa vieja arrugada quiso acercarse a mi después que le ayude con su plaga, quizás con un par de años menos me la hubiese tirado, bueno todo trabajo es útil cuando no tienes nada.
He escuchado sobre el gremio de la flecha dorada, se dice que entre ellos están los mejores artesanos de la marca, entre tambien se encuentran experimentados aventureros, magos, guerreros, todos los hombres necesarios para poder llegar a extraer minerales de tan peligrosos lugares.
Por lo mismo no puedo conformarme con entrenarme golpeando un Yunque toda mi vida. Oh no! debo entrenarme con la espada, esta tiene que convertirse en una extremidad más de mi cuerpo, si no, no llegaré ni si quiera a perder mi virginidad y el mundo se olvidará rápidamente de Aramir el herrero.
