Solarak Melarn
Publicado: Lun Dic 03, 2018 3:53 am
Solarak Melarn es un elfo oscuro común, de la estatura media para su raza y género(Algo más bajo y menos corpulento que el resto de elfos, los cuales se equiparan más a las hembras drow). No viste su emblema de Casa abiertamente, sino que el símbolo está bajo su túnica, aunque al igual que su piwafwi los mantiene siempre recelosamente cerca, pues son la clave para confirmar y evitar que se usurpe su identidad dada la destrucción de su ciudad natal. Viste ropajes de mago con engarces dorados y ornamentos con joyas viridianas(//Aunque no tienen la presencia maligna que tiene la túnica offrol) de un gusto exquisito, si bien no deben ser tan caras o lujosas como parecería a los no nobles que la ven en detalle. Suele envolverse en su piwafwi, de colores grises y térreos para ayudar a camuflarse con el entorno de la Infraoscuridad, al igual que es extraño no verlo arrebujado en la capucha que acompaña la capa noble drow.
Físicamente no resalta por su belleza o fealdad; sus rasgos son redondeados y ligeramente femeninos bajo el cánon de la superficie, con el cabello plateado cayéndole hasta los omóplatos, jamás recogido, y unos hundidos ojos avellana claros cuya pupila se enrojece al usar la visión innata de su raza. No es especialmente corpulento aunque se mantiene en una forma física aceptable; la sutileza que desprenden sus gestos y su caminar son similares a la de pícaros o duelistas, lo cual aprendió para compensar la carencia de poderío físico y una torpeza innata en su juventud.
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El elfo oscuro carraspeó nervioso mientras escuchaba los tenues pasos ligeros y desganados, ya cercanos, de un congénere acercándose a la puerta de la habitación, custodiada por una pareja de duergars armados, con más cicatrices que piel y gestos poco amigables. Se frotó las manos y se bajó lentamente la capucha de su capa drow, piwafwi, hasta los hombros, aguardando de pie en mitad de la lujosamente adornada estancia, rodeado de muebles de ébanos y alfombras de pieles de orígenes desconocidos para nuestro protagonista.
-Solarak de la destruida casa Melarn de la ahora en ruinas Ched Nasad, según tengo entendido. - recitó irritadadamente suspicaz el drow tras aparecer en el habitáculo completamente oscuro, en el que los seres en él veían gracias a su innata visión infrarroja. Probablemente el comerciante estaba desperdiciando un buen tiempo de ocio en ésta improvisada reunión de la que intuía no iba a obtener nada provechoso. Por la acaudalada fama del mismo, debía de tener su propia casa de placer en alguno de los enormes habitáculos de la inesperada mansión(Pues en el exterior parecía un bloque de viviendas de plebeyos como otra cualquiera). Su nombre quedará sin mencionar, no sea tomado como una ofensa al Clan.
-... Bueno, es una larga historia. - respondió el paciente elfo vestido al estilo de los hechiceros con inseguridad, siempre cauteloso de aquello que menciona y aquello que deja por mentar. Su interlocutor se aproximó con paso decidido y mirada tenaz.
-Como entenderás estás aquí con una petición ortodoxa de la que quiero saber todos los ángulos; la posición de nuestro Clan aquí en Ust Natha es suficientemente precaria como para buscar altercados con el Consejo ayudando a un renegado, prófugo, o acusado a escapar... O a saber qué otras muchas situaciones nocivas puedes traer contigo - soltó en un chorro de voz susurrante hasta casi quedar sin aire el bien vestido y perfumado drow. - Así que más te vale contarme quién eres, de donde vienes y por qué quieres acompañar a una caravana hacia Menzoberranzan, porque aunque puedas ofrecer cierta protección vas a tener que pagar por el trayecto y si no me creo alguna parte de tu historia o sospecho que es un paripé,... Creo que nadie te espera al otro lado de la calle. - señaló entonces a los duergars, uno de los cuales gruño amenazante como un cánido enseñando los dientes.
El mago suspiró profundamente intentando no ahogarse con el fuerte olor dulzón del ahora cercano mercader y se apartó el largo cabello plateado hacia los lados antes de comenzar su relato, fingiendo absoluta tranquilidad con apenas éxito por la tensión que la situación producía en él, pese a no tener nada que esconder:
-Pues veamos... Mi nombre no es nada conocido porque soy noble casi por casualidad; mi madre era hija de una casa menor caída, aunque La Diosa la bendijo con sus talentos y gran capacidad de engendrar; y por eso fue adoptada en la casa Melarn, habiendo yo ya nacido de *carraspeó enmascarando cierto bochorno* padre por determinar. Ya como hijo adoptivo de la segunda casa entré en la Academia, y tras la Prueba estaba casi destinado a convertirme en Maestro de Sorcere como parte del cupo de las casas..., *hace una pequeña pausa para enderezar el discurso mientras alisaba las arrugas de su piwafwi* o mejor dicho conserje de Ched Nasad, renovando los conjuros de oscuridad, silencio e iluminación a lo largo y ancho de la Ciudad Telaraña como un esclavo destinado a mantener los candiles encendidos hasta su último aliento... Pero tuve la suerte de tropezarme con una oportunidad de trabajar para un jabbuk de una caravana asociada al Clan de la Garra Negra; pasé un par de años ayudando en "labores administrativas"..., Llevando libros de cuentas e indagando en los números detrás de las mercancías y el oro; ya sabes de lo que hablo, todo el mundo quiere mordidas y hay que cercionarse que no se sienten demasiado libres de llenarse la boca sin que una daga les agujeree el estómago. Era un buen trabajo aunque con el descontento e inquietud que imponen la juventud acabé participando directamente en el transporte de caravanas, lo cual es una actividad muy vigorizante hasta que un oseogarfio le hace una segunda nariz al pobre desgraciado que caminaba a tu lado. El caso es que un par de días antes de lanzarnos a una nueva expedición saltó una rebelión de esclavos en una de nuestras paradas y había que rediseñar todo el trayecto, lo cual por cuestiones de logística puede tardar meses, así que pensaba cojerme unas vacaciones en las que descansar en la Casa del Placer más lujosa de la Ciudad Telaraña e investigar tranquilamente para avanzar mis estudios durante el descanso, o quizá incluso volver a los libros de cuentas con la pequeña fortuna que había amasado entre viajes y percances..., Hasta que me surgió un "último trabajo" con el que poder retirarme cuanto quisiera *se encogió de hombros durante unos segundos de silencio en el que mantuvo contacto visual hasta volver a entretejer su narración*. Por supuesto que a algunos les sonará al preámbulo de una traición, y a otros a una oportunidad de alta capacidad emprendedora única en la vida. Es posible que fueran ambas *dijo mientras se sonreía y evitaba el contacto directo visual con el comerciante, el cual enarcaba las cejas curioso por el desenlace de la narración, con un gesto mucho menos irritado e impaciente*. Aprovechando el descanso, un tal Veldrin, un sartglin con el que pasé varios tours, quería traer un cargamento de licor para venderlo a los clanes aquí en Ust Natha por su cuenta, y el viaje fue duro... Pero logramos llegar hasta aquí con casi todo el cargamento intacto. Mientras Veldrin se encargaba de cerrar el trato un par de sargtlin que nos acompañaban y yo buscábamos una posada donde descansar un par de días antes de volver, cuando nos enteramos de la Caída de Ched Nasad... Y en resumen, cuando desperté al día siguiente ni Veldrin ni el resto de los integrantes de la caravana estaban en la ciudad, abandonaron a toda prisa ya fuera por el pánico o la incertidumbre, o tal vez incitaron un peligro del que no supieron salir; poco me importa su destino pues ya tenía mi parte, un 30% más ligera por evitar llamar mentiroso al muy hijo de rothé. Y sumando algunos años de buscarse el sustento o la ambición, no me queda mucho por contar; he valorado las posibilidades de prosperar aquí, aunque tras lo sucedido en Ched Nasad prefiero no vivir en ciudades sobre plataformas, o podría volver a las ruinas de mi ciudad natal sin mucha esperanza de tener algún respaldo lo cual no es muy tentador, o viajar al Norte de la Antípoda Oscura, donde hay conflicto y riqueza, donde tal vez encuentre viejas alianzas y nuevos "amigos"... Por esa razón quiero viajar a la próspera Menzoberranzan, sin huir de nadie ni buscar problemas, ni oportunidades a costa de los Clanes, por supuesto. Responderé a cualquier duda que os quede por resolver, Jabbuk... - El hechicero se aclaró la garganta y tragó saliva tras el, bajo su perspectiva, maratoniano discurso.
El perfumado comerciante miró a Solarak sin cambiar el gesto durante lo que a éste le parecieron varios minutos antes de romper el silencio con tan solo una cifra, del que si bien diré que descompuso el gesto del hechicero no desvelaré mayor detalle. El peligroso trayecto fue abordado con cuidado y no hubo incidentes, al margen de que al desafortunado hechicero solo le acompañaron hasta Bel'aragh, donde estaba convencido de poder desarrollar los proyectos que durante años había preparado en su mente...
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En pocos ciclos el planificador elfo oscuro había sondeado de forma casi anónima los confines fisicos de Bel'aragh; tras una poco exigente para sus talentos demostración arcana e igual de poco profundo interrogatorio sobre sus orígenes e identidad se le permitió la entrada a la Torre de Hechicería, donde hizo buen uso de su biblioteca y muy ocasionalmente sus instalaciones. Pasó varias semanas frecuentando ambas posadas de la ciudad, prefiriendo no hospedarse siempre en la misma, aunque tras ver que El Elfo Empalado era el lugar habitual de los locales acabó tomando preferencia por sentarse en una de sus mesas en soledad, junto a algún vino dulzón que se le antojase(Siempre cuidadoso de no repetir patrones previsibles), atento a cualquier susurro interesante a la par que sumido en sus pensamientos cuando no había ninguna oportunidad aparente en la que meter las narices con la precaución y respeto que las peligrosas interacciones con sus congéneres imponen.
Aquel ciclo no habían más que criados plebeyos y un par de aprendices de mago de poca monta, los cuales le producían tal falta de interés que podría llamarse sopor; una velada inequívocamente del segundo grupo atrás enumerado. Se distrajo en sus pensamientos, ya ligeramente embriagados por el vino que se hacía tan fácil de tragar como el agua. Mirando sus estoques, resguardados siempre en los laterales del piwafwi, sus pensamientos le llevaron a parajes remotos y tiempos hacía tanto pasados que por un instante le hicieron cuestionarse cuan anciano debía ser a estas alturas(Hacía mucho que perdió la cuenta)...
***
Los aprendices de mago de Sorcere tardan 30 años en ser llamados para la Prueba, con la cual dan concluido su aprendizaje. Los dos últimos años son conducidos en los otros edificios de la Academia; los guerreros de Melee-Magthere cursan su octavo(Solo cumplen 10 de aprendizaje) año en Sorcere y otro en Arach-Tinilith, las sacerdotisas su cuadrigesimoctavo(de 50) en Melee-Magthere y el último en Sorcere. No es para nada infrecuente que los maestros hagan repetir curso a los estudiantes; se considera que lo habitual es que solo un tercio de los estudiantes se graduen sin incidencias(Los otros dos tercios se reparten entre un mayor grupo de incidencias mortales, uno más pequeño de incidencias disciplinarias y... Bueno, a eso que íbamos). Solarak Melarn no estuvo un solo año en Melee-Magthere, sino tres. El tercero llegó a recibir una severa reprimenda de su casa, hasta tal punto que temió por su vida pensándolo un ultimatum a su ineptitud después de unos resultados brillantes en Sorcere.
La razón que se daba era la que se daría(Y daría a sus tutores de no haber un inminente miedo por su vida) cualquier típico estudiante sin el mínimo interés en lo que estudia, en la Antípoda Oscura y más allá, hasta donde alcanza la docencia y sus maravillas:
-Me tienen manía. Esos malditos instructores me la tienen jurada por ser de la Segunda Casa. Intento hacer todo en mi mano para no dejarlos como malolientes jabbuks, pero son incapaces de evitar quedar en evidencia
Su actitud era suficientemente cauta y humilde para no cabrear a nadie ostentando una posición que sabía no le correspondía; sus profesores no podían sentir mayor desdén por su clase y su bienestar, solo interrumpido por mofas y bromas sobre su persona cuando no ponía la suficiente atención, cuidado o interés.
Simplemente lo veía una miserable pérdida de tiempo, pensaba que en lugar de sudar y quedar exhausto pegándose "homosexualmente" con sus compañeros(Calificando peyorativamente aquello en lo que no tiene aptitudes, menospreciándolo mezquinamente) podría haberse leido un libro entero, absorvido saber útil y práctico que estaba fuera del alcance de tal atajo de brutos rothes.
El tercer año, tras la "desaparición" de uno de los más repulsivos maestros que tenía en Melee-Magthere entró a suplirle un varón que había perfeccionado su estilo Sargh'elgg de una manera que sorprendía; usaba un estoque con una velocidad y precisión que dejaba boquiabierto a quienes tuvieron la suerte de verlo hacer del esgrima un espectáculo. Utilizaba todo su cuerpo para balancear los golpes a la par que esquivaba sablazos y lanzadas como si se tratase de un juego de danza. Hasta entonces Solarak había tenido predisposición a las espadas de corte; no solo entre los drow sino entre los homínidos generalmente es más habitual que el instinto lleve al combatiente inexperto a realizar golpes descendentes y horizontales, pero decidió entrenarse fervientemente con el estoque, imitando a su maestro en el estilo Sargh'elgg a los pocos ciclos de presenciarlo por primera vez. La falta de musculatura del hechicero agradeció el cambio de mecánica al entrenar en tan solo unos pocos golpes al estafermo, cuando escuchó una risotada precedida de un sonoro y burlón *Patético*. Al girarse, el mago reconoció a su instructor, que parecía haber leído su mente y admiración.
-Ponte de lateral, -el maestro de armas de Melee-Magthere imitó la pose de esgrima que había adoptado durante la lección al desventajado y arrogante alumno que había precipitado todo; con los pies alineados con los hombros y usando su palma abierta como simulada hoja- haciéndote un objetivo más pequeño y ayudándote a cambiar el centro de gravedad más facilmente. - El inexperto hechicero intentó seguir sus instrucciones algo abrumado, pero debió de ser un ensayo horrible, pues el instructor se acercó(Todavía sin desenvainar su arma, lo cual extrañó al arcano) y lo alineó él mismo, empujando sus pies y hombros, y después extendiendo su brazo con el estoque al frente, de espaldas al estafermo. Se alejó unos pasos y asintió satisfecho. - Eres un mago, así que debes de ser remotamente inteligente. Mecánicamente este arma es una ventaja, - el instructor avanzó un par de pasos hasta quedarse a escasos centímetros de la afilada punta de la ropera; volviendo a usar su palma abierta a modo de simulada hoja- tiene el alcance y el movimiento mecánico para que el enemigo de apuñale a sí mismo al avanzar hacia tí, lo cual es una ventaja ofensiva y defensiva si usas la técnica correcta... - el habilidoso duelista hizo un rápido gesto agachándose y apretó el codo de la diestra del mago contra su pecho sonriendo, de una manera tan rápida que el novicio apenas pudo hacer poco mayor gesto que un espasmo. - O una pérdida de tiempo si no sabes lo que estás haciendo - Finalizó retóricamente antes de obligar al alumno a que soltase el arma mediante su agarre, entre risas burlonas. Apenas dos segundos después del tintineo del arma de acero contra la roca pulida de la estancia el instructor caminaba en dirección a la salida de la sala de entrenamiento.
Muchos ciclos después de entrenar bajo algunos consejos que el experto duelista ofrecía circunstancialmente y no siempre de buena gana cuando Solarak lo buscaba tras las clases, éste le pidió otra oportunidad para demostrar lo que había aprendido ya lejos de los oídos y miradas de los demás discípulos.
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El estoque de madera del maestro se posó hostilmente sin provocar daño en el espacio entre los ojos del novato mientras el de éste tamborileaba en el suelo. Tras una mueca un golpe seco golpeó la clavícula del mago, tirándolo al suelo del dolor.
-Menuda pérdida de tiempo, estúpido mago de la casa Melarn. No vas a ser rival para un guerrero drow, no se por qué lo intentas siquiera; ya has mejorado lo suficiente para que no te vapuleen durante el entrenamiento como según he oido te lleva pasando dos años seguidos... - El avergonzado hechicero recogió el estoque todavía sujetándose el hombro dañado y lo ofreció a su maestro con una reverencia en un silencio incómodo y sumiso. La faz del maestro pasó de sorprendido a desfigurarse por la risa. - Vaya, vaya, no es mala idea aunque seas tan lento como un maldito rothe... - Enderezó al alumno a la pose que le había enseñado, y aunque éste echó varios quejidos por el dolor de levantar el brazo afectado no se resistió. El maestro entonces levantó la mano izquierda por encima de la cabeza del mago y le puso en la mano su estoque - Eso es, sostenlo, como el aguijón de un escorpión... Nunca vas a ser más rápido ni más fuerte que tu contrincante, pero si estás decidido a luchar... Apuñálalo suficientes veces para que no sobreviva al encuentro. - Rió entonces mientras se alejaba. Nunca más volvió a recibir consejos o algún tipo de trato especial por su parte, aunque tras aprender los primeros pasos de manera casi autodidacta(Observando e imitando) en el Draa Sargh'elgg notaba la mirada aprobadora del instructor cuando creía que el alumno de Sorcere no miraba.
***
-Maldito malnacido, - dijo en susurros a sí mismo, mirando a sus estoques - eras tan jodidamente bueno en lo tuyo que sabías que al final me funcionaría o desistiría.
Cualquier guerrero de Melee-Magthere con suficiente competencia para no ser un hazmerreir entre los suyos podría ser un peligroso rival para el hechicero si el duelo se redujese a esgrima, pero el particuliar Draa Sargh'elgg que practica el mago sigue pillando desprevenido a más de un experto esgrimista el tiempo suficiente para que sea una ventaja mortal, o una defensa dolorosa para el adversario común. Es raro ver a un esgrimista sujetar un segundo estoque como el aguijón de un escorpión o apoyando los ataques y defensas de la ropera en la diestra, pero a un mago todavía aun más.
Usar ambas manos con casi la misma destreza se había vuelto una costumbre con mucha utilidad tanto con los estoques como en otros menesteres, y si bien aun carecía de fuerza bruta, el ensayar estocadas y esquivas lo había vuelto más ágil.
El hechicero cerró su piwafwi y miró a su alrededor. Dos drows encapuchados, vistiendo inequívocamente como sartglins de poca monta se habían sentado a un par de mesas sin que éste se percatara, bebiendo de los vinos más caros del Elfo Empañado.
-Te lo dije, maldita sea, escoltar caravanas hacia Menzoberranzan está muy bien pagado y no es tan peligroso como la patrulla...
El mago apuró su copa y fue a pedir una botella entera en la barra, tras lo que se acercó a la mesa de tales descarados guardias de caravana.
-Vendui', amigos. Me parece que puedo estar interesado en ser vuestro respaldo en la guardiacaravanera de la que hablábais... Siempre que busquéis un buen par de velves y un arcano con talento por el mismo módico precio
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El curioso y cauto elfo oscuro había coleccionado un buen número de tomos durante sus viajes; siempre ávido de conocimiento y entusiasmado con encontrar una funcionalidad práctica o al menos teórica detrás, como si pudiese exprimirse el poder de cada pequeña pieza de información; no había materia que considerase demasiado alejada de sus objetivos o impropia de su tan solo aparente posición(Pues bien sabía que su nobleza podía ser puesta en duda en cualquier momento). Había reunido una pequeña fortuna éstos ciclos, organizando caravanas de suministros y bienes comerciales al frente drow, a la fortaleza duergar y a la mismísima Menzoberranzan. Llevaba a rastras su colección de libros, dentro de una pequeña bolsa mágica que hacía que solo notase el peso de uno de cada diez libros; no obstante, ya tenía problemas para encajarlos en la ligadura planar que contenía la mochila mágica. Se sentó en la plaza de Bel'aragh y se puso a ojear los títulos y encuadernados gracias a la tenue luz mágica y mundana que iluminaba los puntos más atestados de la ciudad.
"Tratado de los Planos I: Plano Etereo... Alchemianomicón II, tengo que buscar el primero... Ensayo sobre las 8 Escuelas, por Solarak Melarn". Guardó la colección de nuevo en su contenedor mágico mientras acariciaba el lomo carmesí con cariño; casi había olvidado que lo conservaba. Sin reprimir su sonrisa, se puso a ojear su contenido recordando cómo había sido criticado por ser de contenido casi filosófico(Aunque aceptadamente bajo una profunda observación de los principios mágicos, razón por la que acabó obteniendo el beneplácito de sus tutores), saltándose las partes que recordaba mejor o las que intuía eran pura repetición de aburridas lecciones:
"Introducción, Capitulo 1: Magia Universal, Alquímia y blabla... A partir de aquí empieza lo bueno..."
[...]así pues, el abjurador no solo se sirve de crear y mantener escudos o protecciones; en cierta manera se trata de una escuela que también modifica estas barreras, inherentes y presentes ya en toda materia viva e inerte o almenos así lo claman grandes maestros de la abjuración en sus postulados y en las breves entrevistas que me han concedido los más reputados instructores de la materia aquí en Ched Nasad. A ojos vulgares e inexpertos, la Abjuración no es sino una rama de la Transmutación, puesto que ambas escuelas modifican la naturaleza de la realidad; en realidad, la Abjuración no modifica la materia misma, sino la fina película, invisible e inalterable por medios mundanos que envuelve todo aquello que consideramos parte de la realidad. [...] Por lo tanto, este tejido invisible que ata a los seres vivientes a los planos de existencia(y a la misma realidad)[...] dependiendo de la tradición de cada pueblo puede ser identificada de una manera u otra o no hayarse inmensa en el folklore en absoluto. El caso de los githyanki y el hilo de plata resonará en la cabeza de más de un lector. [...] Cuando lanzamos el conjuro "Escudo", una segunda capa surge de éste tejido, envolviendo al lanzador gracias a su afinidad arcana. En el caso de que el conjuro incorpore protecciones contra los planos; ya sean Positivo, Negativo o Elementales, éste mismo tejido que hubiesemos creado con un conjuro de "Escudo" extrae parte de su esencia arcana de dichos planos, concediendo defensas e incluso ocultación ante todas las fuerzas que en éstos discurren y emanan. [...] Dicha idea puede ser más fácilmente comprobada con el conjuro "Piel Pétrea"; cualquiera que la ha experimentado es consciente de que no se trata de la transformación de su piel en roca sino la formación de una capa externa(De variable grosor) que cubre al lanzador y ante la deformación externa intenta mantener siempre una estabilidad regular, perdiendo capas y grosor a la par que se recibe daño directo sobre ésta. Cuando un golpe suficientemente poderoso consigue traspasarla, la piel verdadera del hechicero sufre el impacto (amortizado o no), y si al conjuro le resta suficiente fuerza, las capas se moldearán para cubrir la parte perdida sobre la región afectada. [...]
[...] por lo que se tiene que entender que el Plano Material en el que existimos se alimenta en el balance de la concordia que ofrece su posición, entre los distintos Planos Elementales, de Luz y Sombras, incluso de Sueños y cosas Inmateriales... Y por supuesto, de Magia. Los transmutadores alteran esta unión que tienen las materias en nuestro plano de existencia en comunión con los distintos planos superpuestos a este; por lo tanto esta escuela se combustiona sobretodo del propio tejido de la Magia, como cuando lanzamos "Arma Mágica" haciendo el filo del velve más afilado y mejor balanceado, o "Fuerza de Toro" ampliando las capacidades físicas y musculatura del objetivo; es decir, donde la realidad es sobreescrita temporalmente por el tejido mágico, ampliando las aptitudes inertes de la materia en cuestión, incluso creando nuevas por medio de su ligadura arcana a través del lanzador de conjuros.[...] Aun así también hay conjuros arcanos(Y divinos, debo atestiguar, tras mis investigaciones en Arach-Tinilith durante mi periodo allí) que se benefician de los Planos Elementales, como son los casos de "Manos Ardientes" donde el tejido mágico protege las manos del hechicero mientras canaliza el calor del Plano de Fuego o "Cuerpo Elemental", en el que "una versión del hechicero si éste fuese un elemental" lo sustituye, quebrando las leyes de la física y la materia de una manera más propia de la escuela de Adivinación.[...]
[...] pero por supuesto, la escuela de Encantamiento pese a su nombre, está muy especializada en la psique de las criaturas inteligentes, aunque en sus variaciones afecta a la mente de todo tipo de criaturas, inteligentes o no, lo cual explicaría un componente más neurológico(Incluyendo los nervios del sistema de las víctimas) que psicológico.[...] Lo que no es especulación es que cada conjuro tiene una manera distinta de afectar al objetivo del hechizo; algunas veces solo surte efecto sobre humanoides de hasta un tamaño concreto, como "Inmovilizar persona", otras es necesario poder mantener una conversación como con "Hechizar Persona", el cual también cambia el estado anímico y la predisposición ante el lanzador, a la par que borra todo recuerdo de su influjo.[...]
[...] Por lo tanto, la maestría en Adivinación no tiene de sorprendente la visión superior a la posible biológicamente por los mortales, sino un punto de vista cuasidivino que puede preveer hechos posibles; a mayor maestría mayor capacidad de discirnir las posibles divergencias que, las ramificaciones de cambiar "el Presente" ejercen sobre "el Futuro"[...] en conjunto volviendo a los mayores Maestros Adivinadores unas personalidades ciertamente transtornadas si, en algún momento de sus estudios, pierden el contacto con la realidad sumergiéndose demasiado profundo en el Telar de la Realidad. [...] La experimentación anónima con drogas en ciertos sujetos *Oh, sí, qué buena época en Sorcere...* reveló que en determinadas dosis, algunas sustancias con elementos alcaloides, fuertes sedativos y alucinógenos pueden inducir a trances similares a los vividos gracias a los conjuros del Adivinador; aunque es demasiado difícil calcular las dosis correctamente(Dada la cambiante tolerancia) e inducir las circunstancias propiciantes para controlar tales efectos con la misma vividez. [...] Como el fenómeno neurológico del "Dèjá Vu", que nos puede hacer rememorar las mismas sensaciones que los primeros "Impacto Verdadero", o el efecto ornírico de un sueño vívido que puede producir en algunos "Visión Verdadera".
[...] Pues aun siendo muchas veces despreciada, es una de las más apreciadas en nuestras ciudades en la Infraoscuridad; no solo se trata de trucos de prestidigitación y visiones engañosas, puesto que además de las luces y las apariencias también está íntimamente conectada con la Sombra y su Plano. No en vano, la supervivencia de las ciudades menos desarrolladas de nuestra raza requieren artimañas para ser salvaguardadas de posibles ataques, como entradas ocultas tras conjuros de "Imagen Persistente" o "Imagen Permanente",[...] Y por supuesto, los invaluables usos de la "Invisibilidad" y sus variaciones, que aventajan de manera letal a quienes preparan emboscadas mediante tales tretas, salvaguardando su identidad y por lo tanto, seguridad. [...] Se puede comprobar mediante "Arma Sombría", "Conjuración Sombría" y sus variaciones más poderosas cómo el Plano Sombra contiene elementos del resto de Planos de Existencia, trazos residuales que pueden ser canalizados casi como si de un segundo Plano Material se tratase. La Urdimbre sombría, por otra parte [...] habiendo demasiado poco material sobre el que basarse.
[...] Por lo tanto, la definición de Conjuración excluye la "creación" de nada nuevo; en su lugar transporta, mueve y forma materia ya existente en éste u otro Plano, siendo mi hipótesis que lo hace desde la manipulación espacial de la "segunda piel" de índole inmaterial y mágica ya expuesta en el Capítulo 2 [...]. Las bestias mágicas fruto de los diferentes niveles de "Convocar Criatura" no proceden de nuestro Plano Material, sino de otras distantes realidades de los Planos Exteriores como Arboria, Ysgard, Aqueronte, [...] Como conclusión, hay mucho donde experimentar a la hora de derribar el teorema del "Tejido de la Magia" sobre de donde se extrae la materia de otros conjuros como "Armadura de Mago", "Telaraña" y similares, puesto que en los casos ya propuestos como "Sapicadura del Ácido" es fácilmente trazable a los Planos Elementales(O Paraelementales).[...]
[...] por lo que aun con tan lóbrego nombre, las Sacerdotisas de la Reina Araña también la identifican con la curación y sanación, no solo la infección y el daño. Para los conjuradores arcanos, en cambio, la Nigromancia está ligada [---]
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// Continuará //
Físicamente no resalta por su belleza o fealdad; sus rasgos son redondeados y ligeramente femeninos bajo el cánon de la superficie, con el cabello plateado cayéndole hasta los omóplatos, jamás recogido, y unos hundidos ojos avellana claros cuya pupila se enrojece al usar la visión innata de su raza. No es especialmente corpulento aunque se mantiene en una forma física aceptable; la sutileza que desprenden sus gestos y su caminar son similares a la de pícaros o duelistas, lo cual aprendió para compensar la carencia de poderío físico y una torpeza innata en su juventud.
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El elfo oscuro carraspeó nervioso mientras escuchaba los tenues pasos ligeros y desganados, ya cercanos, de un congénere acercándose a la puerta de la habitación, custodiada por una pareja de duergars armados, con más cicatrices que piel y gestos poco amigables. Se frotó las manos y se bajó lentamente la capucha de su capa drow, piwafwi, hasta los hombros, aguardando de pie en mitad de la lujosamente adornada estancia, rodeado de muebles de ébanos y alfombras de pieles de orígenes desconocidos para nuestro protagonista.
-Solarak de la destruida casa Melarn de la ahora en ruinas Ched Nasad, según tengo entendido. - recitó irritadadamente suspicaz el drow tras aparecer en el habitáculo completamente oscuro, en el que los seres en él veían gracias a su innata visión infrarroja. Probablemente el comerciante estaba desperdiciando un buen tiempo de ocio en ésta improvisada reunión de la que intuía no iba a obtener nada provechoso. Por la acaudalada fama del mismo, debía de tener su propia casa de placer en alguno de los enormes habitáculos de la inesperada mansión(Pues en el exterior parecía un bloque de viviendas de plebeyos como otra cualquiera). Su nombre quedará sin mencionar, no sea tomado como una ofensa al Clan.
-... Bueno, es una larga historia. - respondió el paciente elfo vestido al estilo de los hechiceros con inseguridad, siempre cauteloso de aquello que menciona y aquello que deja por mentar. Su interlocutor se aproximó con paso decidido y mirada tenaz.
-Como entenderás estás aquí con una petición ortodoxa de la que quiero saber todos los ángulos; la posición de nuestro Clan aquí en Ust Natha es suficientemente precaria como para buscar altercados con el Consejo ayudando a un renegado, prófugo, o acusado a escapar... O a saber qué otras muchas situaciones nocivas puedes traer contigo - soltó en un chorro de voz susurrante hasta casi quedar sin aire el bien vestido y perfumado drow. - Así que más te vale contarme quién eres, de donde vienes y por qué quieres acompañar a una caravana hacia Menzoberranzan, porque aunque puedas ofrecer cierta protección vas a tener que pagar por el trayecto y si no me creo alguna parte de tu historia o sospecho que es un paripé,... Creo que nadie te espera al otro lado de la calle. - señaló entonces a los duergars, uno de los cuales gruño amenazante como un cánido enseñando los dientes.
El mago suspiró profundamente intentando no ahogarse con el fuerte olor dulzón del ahora cercano mercader y se apartó el largo cabello plateado hacia los lados antes de comenzar su relato, fingiendo absoluta tranquilidad con apenas éxito por la tensión que la situación producía en él, pese a no tener nada que esconder:
-Pues veamos... Mi nombre no es nada conocido porque soy noble casi por casualidad; mi madre era hija de una casa menor caída, aunque La Diosa la bendijo con sus talentos y gran capacidad de engendrar; y por eso fue adoptada en la casa Melarn, habiendo yo ya nacido de *carraspeó enmascarando cierto bochorno* padre por determinar. Ya como hijo adoptivo de la segunda casa entré en la Academia, y tras la Prueba estaba casi destinado a convertirme en Maestro de Sorcere como parte del cupo de las casas..., *hace una pequeña pausa para enderezar el discurso mientras alisaba las arrugas de su piwafwi* o mejor dicho conserje de Ched Nasad, renovando los conjuros de oscuridad, silencio e iluminación a lo largo y ancho de la Ciudad Telaraña como un esclavo destinado a mantener los candiles encendidos hasta su último aliento... Pero tuve la suerte de tropezarme con una oportunidad de trabajar para un jabbuk de una caravana asociada al Clan de la Garra Negra; pasé un par de años ayudando en "labores administrativas"..., Llevando libros de cuentas e indagando en los números detrás de las mercancías y el oro; ya sabes de lo que hablo, todo el mundo quiere mordidas y hay que cercionarse que no se sienten demasiado libres de llenarse la boca sin que una daga les agujeree el estómago. Era un buen trabajo aunque con el descontento e inquietud que imponen la juventud acabé participando directamente en el transporte de caravanas, lo cual es una actividad muy vigorizante hasta que un oseogarfio le hace una segunda nariz al pobre desgraciado que caminaba a tu lado. El caso es que un par de días antes de lanzarnos a una nueva expedición saltó una rebelión de esclavos en una de nuestras paradas y había que rediseñar todo el trayecto, lo cual por cuestiones de logística puede tardar meses, así que pensaba cojerme unas vacaciones en las que descansar en la Casa del Placer más lujosa de la Ciudad Telaraña e investigar tranquilamente para avanzar mis estudios durante el descanso, o quizá incluso volver a los libros de cuentas con la pequeña fortuna que había amasado entre viajes y percances..., Hasta que me surgió un "último trabajo" con el que poder retirarme cuanto quisiera *se encogió de hombros durante unos segundos de silencio en el que mantuvo contacto visual hasta volver a entretejer su narración*. Por supuesto que a algunos les sonará al preámbulo de una traición, y a otros a una oportunidad de alta capacidad emprendedora única en la vida. Es posible que fueran ambas *dijo mientras se sonreía y evitaba el contacto directo visual con el comerciante, el cual enarcaba las cejas curioso por el desenlace de la narración, con un gesto mucho menos irritado e impaciente*. Aprovechando el descanso, un tal Veldrin, un sartglin con el que pasé varios tours, quería traer un cargamento de licor para venderlo a los clanes aquí en Ust Natha por su cuenta, y el viaje fue duro... Pero logramos llegar hasta aquí con casi todo el cargamento intacto. Mientras Veldrin se encargaba de cerrar el trato un par de sargtlin que nos acompañaban y yo buscábamos una posada donde descansar un par de días antes de volver, cuando nos enteramos de la Caída de Ched Nasad... Y en resumen, cuando desperté al día siguiente ni Veldrin ni el resto de los integrantes de la caravana estaban en la ciudad, abandonaron a toda prisa ya fuera por el pánico o la incertidumbre, o tal vez incitaron un peligro del que no supieron salir; poco me importa su destino pues ya tenía mi parte, un 30% más ligera por evitar llamar mentiroso al muy hijo de rothé. Y sumando algunos años de buscarse el sustento o la ambición, no me queda mucho por contar; he valorado las posibilidades de prosperar aquí, aunque tras lo sucedido en Ched Nasad prefiero no vivir en ciudades sobre plataformas, o podría volver a las ruinas de mi ciudad natal sin mucha esperanza de tener algún respaldo lo cual no es muy tentador, o viajar al Norte de la Antípoda Oscura, donde hay conflicto y riqueza, donde tal vez encuentre viejas alianzas y nuevos "amigos"... Por esa razón quiero viajar a la próspera Menzoberranzan, sin huir de nadie ni buscar problemas, ni oportunidades a costa de los Clanes, por supuesto. Responderé a cualquier duda que os quede por resolver, Jabbuk... - El hechicero se aclaró la garganta y tragó saliva tras el, bajo su perspectiva, maratoniano discurso.
El perfumado comerciante miró a Solarak sin cambiar el gesto durante lo que a éste le parecieron varios minutos antes de romper el silencio con tan solo una cifra, del que si bien diré que descompuso el gesto del hechicero no desvelaré mayor detalle. El peligroso trayecto fue abordado con cuidado y no hubo incidentes, al margen de que al desafortunado hechicero solo le acompañaron hasta Bel'aragh, donde estaba convencido de poder desarrollar los proyectos que durante años había preparado en su mente...
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En pocos ciclos el planificador elfo oscuro había sondeado de forma casi anónima los confines fisicos de Bel'aragh; tras una poco exigente para sus talentos demostración arcana e igual de poco profundo interrogatorio sobre sus orígenes e identidad se le permitió la entrada a la Torre de Hechicería, donde hizo buen uso de su biblioteca y muy ocasionalmente sus instalaciones. Pasó varias semanas frecuentando ambas posadas de la ciudad, prefiriendo no hospedarse siempre en la misma, aunque tras ver que El Elfo Empalado era el lugar habitual de los locales acabó tomando preferencia por sentarse en una de sus mesas en soledad, junto a algún vino dulzón que se le antojase(Siempre cuidadoso de no repetir patrones previsibles), atento a cualquier susurro interesante a la par que sumido en sus pensamientos cuando no había ninguna oportunidad aparente en la que meter las narices con la precaución y respeto que las peligrosas interacciones con sus congéneres imponen.
Aquel ciclo no habían más que criados plebeyos y un par de aprendices de mago de poca monta, los cuales le producían tal falta de interés que podría llamarse sopor; una velada inequívocamente del segundo grupo atrás enumerado. Se distrajo en sus pensamientos, ya ligeramente embriagados por el vino que se hacía tan fácil de tragar como el agua. Mirando sus estoques, resguardados siempre en los laterales del piwafwi, sus pensamientos le llevaron a parajes remotos y tiempos hacía tanto pasados que por un instante le hicieron cuestionarse cuan anciano debía ser a estas alturas(Hacía mucho que perdió la cuenta)...
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Los aprendices de mago de Sorcere tardan 30 años en ser llamados para la Prueba, con la cual dan concluido su aprendizaje. Los dos últimos años son conducidos en los otros edificios de la Academia; los guerreros de Melee-Magthere cursan su octavo(Solo cumplen 10 de aprendizaje) año en Sorcere y otro en Arach-Tinilith, las sacerdotisas su cuadrigesimoctavo(de 50) en Melee-Magthere y el último en Sorcere. No es para nada infrecuente que los maestros hagan repetir curso a los estudiantes; se considera que lo habitual es que solo un tercio de los estudiantes se graduen sin incidencias(Los otros dos tercios se reparten entre un mayor grupo de incidencias mortales, uno más pequeño de incidencias disciplinarias y... Bueno, a eso que íbamos). Solarak Melarn no estuvo un solo año en Melee-Magthere, sino tres. El tercero llegó a recibir una severa reprimenda de su casa, hasta tal punto que temió por su vida pensándolo un ultimatum a su ineptitud después de unos resultados brillantes en Sorcere.
La razón que se daba era la que se daría(Y daría a sus tutores de no haber un inminente miedo por su vida) cualquier típico estudiante sin el mínimo interés en lo que estudia, en la Antípoda Oscura y más allá, hasta donde alcanza la docencia y sus maravillas:
-Me tienen manía. Esos malditos instructores me la tienen jurada por ser de la Segunda Casa. Intento hacer todo en mi mano para no dejarlos como malolientes jabbuks, pero son incapaces de evitar quedar en evidencia
Su actitud era suficientemente cauta y humilde para no cabrear a nadie ostentando una posición que sabía no le correspondía; sus profesores no podían sentir mayor desdén por su clase y su bienestar, solo interrumpido por mofas y bromas sobre su persona cuando no ponía la suficiente atención, cuidado o interés.
Simplemente lo veía una miserable pérdida de tiempo, pensaba que en lugar de sudar y quedar exhausto pegándose "homosexualmente" con sus compañeros(Calificando peyorativamente aquello en lo que no tiene aptitudes, menospreciándolo mezquinamente) podría haberse leido un libro entero, absorvido saber útil y práctico que estaba fuera del alcance de tal atajo de brutos rothes.
El tercer año, tras la "desaparición" de uno de los más repulsivos maestros que tenía en Melee-Magthere entró a suplirle un varón que había perfeccionado su estilo Sargh'elgg de una manera que sorprendía; usaba un estoque con una velocidad y precisión que dejaba boquiabierto a quienes tuvieron la suerte de verlo hacer del esgrima un espectáculo. Utilizaba todo su cuerpo para balancear los golpes a la par que esquivaba sablazos y lanzadas como si se tratase de un juego de danza. Hasta entonces Solarak había tenido predisposición a las espadas de corte; no solo entre los drow sino entre los homínidos generalmente es más habitual que el instinto lleve al combatiente inexperto a realizar golpes descendentes y horizontales, pero decidió entrenarse fervientemente con el estoque, imitando a su maestro en el estilo Sargh'elgg a los pocos ciclos de presenciarlo por primera vez. La falta de musculatura del hechicero agradeció el cambio de mecánica al entrenar en tan solo unos pocos golpes al estafermo, cuando escuchó una risotada precedida de un sonoro y burlón *Patético*. Al girarse, el mago reconoció a su instructor, que parecía haber leído su mente y admiración.
-Ponte de lateral, -el maestro de armas de Melee-Magthere imitó la pose de esgrima que había adoptado durante la lección al desventajado y arrogante alumno que había precipitado todo; con los pies alineados con los hombros y usando su palma abierta como simulada hoja- haciéndote un objetivo más pequeño y ayudándote a cambiar el centro de gravedad más facilmente. - El inexperto hechicero intentó seguir sus instrucciones algo abrumado, pero debió de ser un ensayo horrible, pues el instructor se acercó(Todavía sin desenvainar su arma, lo cual extrañó al arcano) y lo alineó él mismo, empujando sus pies y hombros, y después extendiendo su brazo con el estoque al frente, de espaldas al estafermo. Se alejó unos pasos y asintió satisfecho. - Eres un mago, así que debes de ser remotamente inteligente. Mecánicamente este arma es una ventaja, - el instructor avanzó un par de pasos hasta quedarse a escasos centímetros de la afilada punta de la ropera; volviendo a usar su palma abierta a modo de simulada hoja- tiene el alcance y el movimiento mecánico para que el enemigo de apuñale a sí mismo al avanzar hacia tí, lo cual es una ventaja ofensiva y defensiva si usas la técnica correcta... - el habilidoso duelista hizo un rápido gesto agachándose y apretó el codo de la diestra del mago contra su pecho sonriendo, de una manera tan rápida que el novicio apenas pudo hacer poco mayor gesto que un espasmo. - O una pérdida de tiempo si no sabes lo que estás haciendo - Finalizó retóricamente antes de obligar al alumno a que soltase el arma mediante su agarre, entre risas burlonas. Apenas dos segundos después del tintineo del arma de acero contra la roca pulida de la estancia el instructor caminaba en dirección a la salida de la sala de entrenamiento.
Muchos ciclos después de entrenar bajo algunos consejos que el experto duelista ofrecía circunstancialmente y no siempre de buena gana cuando Solarak lo buscaba tras las clases, éste le pidió otra oportunidad para demostrar lo que había aprendido ya lejos de los oídos y miradas de los demás discípulos.
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El estoque de madera del maestro se posó hostilmente sin provocar daño en el espacio entre los ojos del novato mientras el de éste tamborileaba en el suelo. Tras una mueca un golpe seco golpeó la clavícula del mago, tirándolo al suelo del dolor.
-Menuda pérdida de tiempo, estúpido mago de la casa Melarn. No vas a ser rival para un guerrero drow, no se por qué lo intentas siquiera; ya has mejorado lo suficiente para que no te vapuleen durante el entrenamiento como según he oido te lleva pasando dos años seguidos... - El avergonzado hechicero recogió el estoque todavía sujetándose el hombro dañado y lo ofreció a su maestro con una reverencia en un silencio incómodo y sumiso. La faz del maestro pasó de sorprendido a desfigurarse por la risa. - Vaya, vaya, no es mala idea aunque seas tan lento como un maldito rothe... - Enderezó al alumno a la pose que le había enseñado, y aunque éste echó varios quejidos por el dolor de levantar el brazo afectado no se resistió. El maestro entonces levantó la mano izquierda por encima de la cabeza del mago y le puso en la mano su estoque - Eso es, sostenlo, como el aguijón de un escorpión... Nunca vas a ser más rápido ni más fuerte que tu contrincante, pero si estás decidido a luchar... Apuñálalo suficientes veces para que no sobreviva al encuentro. - Rió entonces mientras se alejaba. Nunca más volvió a recibir consejos o algún tipo de trato especial por su parte, aunque tras aprender los primeros pasos de manera casi autodidacta(Observando e imitando) en el Draa Sargh'elgg notaba la mirada aprobadora del instructor cuando creía que el alumno de Sorcere no miraba.
***
-Maldito malnacido, - dijo en susurros a sí mismo, mirando a sus estoques - eras tan jodidamente bueno en lo tuyo que sabías que al final me funcionaría o desistiría.
Cualquier guerrero de Melee-Magthere con suficiente competencia para no ser un hazmerreir entre los suyos podría ser un peligroso rival para el hechicero si el duelo se redujese a esgrima, pero el particuliar Draa Sargh'elgg que practica el mago sigue pillando desprevenido a más de un experto esgrimista el tiempo suficiente para que sea una ventaja mortal, o una defensa dolorosa para el adversario común. Es raro ver a un esgrimista sujetar un segundo estoque como el aguijón de un escorpión o apoyando los ataques y defensas de la ropera en la diestra, pero a un mago todavía aun más.
Usar ambas manos con casi la misma destreza se había vuelto una costumbre con mucha utilidad tanto con los estoques como en otros menesteres, y si bien aun carecía de fuerza bruta, el ensayar estocadas y esquivas lo había vuelto más ágil.
El hechicero cerró su piwafwi y miró a su alrededor. Dos drows encapuchados, vistiendo inequívocamente como sartglins de poca monta se habían sentado a un par de mesas sin que éste se percatara, bebiendo de los vinos más caros del Elfo Empañado.
-Te lo dije, maldita sea, escoltar caravanas hacia Menzoberranzan está muy bien pagado y no es tan peligroso como la patrulla...
El mago apuró su copa y fue a pedir una botella entera en la barra, tras lo que se acercó a la mesa de tales descarados guardias de caravana.
-Vendui', amigos. Me parece que puedo estar interesado en ser vuestro respaldo en la guardiacaravanera de la que hablábais... Siempre que busquéis un buen par de velves y un arcano con talento por el mismo módico precio
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El curioso y cauto elfo oscuro había coleccionado un buen número de tomos durante sus viajes; siempre ávido de conocimiento y entusiasmado con encontrar una funcionalidad práctica o al menos teórica detrás, como si pudiese exprimirse el poder de cada pequeña pieza de información; no había materia que considerase demasiado alejada de sus objetivos o impropia de su tan solo aparente posición(Pues bien sabía que su nobleza podía ser puesta en duda en cualquier momento). Había reunido una pequeña fortuna éstos ciclos, organizando caravanas de suministros y bienes comerciales al frente drow, a la fortaleza duergar y a la mismísima Menzoberranzan. Llevaba a rastras su colección de libros, dentro de una pequeña bolsa mágica que hacía que solo notase el peso de uno de cada diez libros; no obstante, ya tenía problemas para encajarlos en la ligadura planar que contenía la mochila mágica. Se sentó en la plaza de Bel'aragh y se puso a ojear los títulos y encuadernados gracias a la tenue luz mágica y mundana que iluminaba los puntos más atestados de la ciudad.
"Tratado de los Planos I: Plano Etereo... Alchemianomicón II, tengo que buscar el primero... Ensayo sobre las 8 Escuelas, por Solarak Melarn". Guardó la colección de nuevo en su contenedor mágico mientras acariciaba el lomo carmesí con cariño; casi había olvidado que lo conservaba. Sin reprimir su sonrisa, se puso a ojear su contenido recordando cómo había sido criticado por ser de contenido casi filosófico(Aunque aceptadamente bajo una profunda observación de los principios mágicos, razón por la que acabó obteniendo el beneplácito de sus tutores), saltándose las partes que recordaba mejor o las que intuía eran pura repetición de aburridas lecciones:
"Introducción, Capitulo 1: Magia Universal, Alquímia y blabla... A partir de aquí empieza lo bueno..."
Capítulo 2: Abjuración
[...]así pues, el abjurador no solo se sirve de crear y mantener escudos o protecciones; en cierta manera se trata de una escuela que también modifica estas barreras, inherentes y presentes ya en toda materia viva e inerte o almenos así lo claman grandes maestros de la abjuración en sus postulados y en las breves entrevistas que me han concedido los más reputados instructores de la materia aquí en Ched Nasad. A ojos vulgares e inexpertos, la Abjuración no es sino una rama de la Transmutación, puesto que ambas escuelas modifican la naturaleza de la realidad; en realidad, la Abjuración no modifica la materia misma, sino la fina película, invisible e inalterable por medios mundanos que envuelve todo aquello que consideramos parte de la realidad. [...] Por lo tanto, este tejido invisible que ata a los seres vivientes a los planos de existencia(y a la misma realidad)[...] dependiendo de la tradición de cada pueblo puede ser identificada de una manera u otra o no hayarse inmensa en el folklore en absoluto. El caso de los githyanki y el hilo de plata resonará en la cabeza de más de un lector. [...] Cuando lanzamos el conjuro "Escudo", una segunda capa surge de éste tejido, envolviendo al lanzador gracias a su afinidad arcana. En el caso de que el conjuro incorpore protecciones contra los planos; ya sean Positivo, Negativo o Elementales, éste mismo tejido que hubiesemos creado con un conjuro de "Escudo" extrae parte de su esencia arcana de dichos planos, concediendo defensas e incluso ocultación ante todas las fuerzas que en éstos discurren y emanan. [...] Dicha idea puede ser más fácilmente comprobada con el conjuro "Piel Pétrea"; cualquiera que la ha experimentado es consciente de que no se trata de la transformación de su piel en roca sino la formación de una capa externa(De variable grosor) que cubre al lanzador y ante la deformación externa intenta mantener siempre una estabilidad regular, perdiendo capas y grosor a la par que se recibe daño directo sobre ésta. Cuando un golpe suficientemente poderoso consigue traspasarla, la piel verdadera del hechicero sufre el impacto (amortizado o no), y si al conjuro le resta suficiente fuerza, las capas se moldearán para cubrir la parte perdida sobre la región afectada. [...]
Capítulo 3: Transmutación
[...] por lo que se tiene que entender que el Plano Material en el que existimos se alimenta en el balance de la concordia que ofrece su posición, entre los distintos Planos Elementales, de Luz y Sombras, incluso de Sueños y cosas Inmateriales... Y por supuesto, de Magia. Los transmutadores alteran esta unión que tienen las materias en nuestro plano de existencia en comunión con los distintos planos superpuestos a este; por lo tanto esta escuela se combustiona sobretodo del propio tejido de la Magia, como cuando lanzamos "Arma Mágica" haciendo el filo del velve más afilado y mejor balanceado, o "Fuerza de Toro" ampliando las capacidades físicas y musculatura del objetivo; es decir, donde la realidad es sobreescrita temporalmente por el tejido mágico, ampliando las aptitudes inertes de la materia en cuestión, incluso creando nuevas por medio de su ligadura arcana a través del lanzador de conjuros.[...] Aun así también hay conjuros arcanos(Y divinos, debo atestiguar, tras mis investigaciones en Arach-Tinilith durante mi periodo allí) que se benefician de los Planos Elementales, como son los casos de "Manos Ardientes" donde el tejido mágico protege las manos del hechicero mientras canaliza el calor del Plano de Fuego o "Cuerpo Elemental", en el que "una versión del hechicero si éste fuese un elemental" lo sustituye, quebrando las leyes de la física y la materia de una manera más propia de la escuela de Adivinación.[...]
Capítulo 4: Encantamiento
[...] pero por supuesto, la escuela de Encantamiento pese a su nombre, está muy especializada en la psique de las criaturas inteligentes, aunque en sus variaciones afecta a la mente de todo tipo de criaturas, inteligentes o no, lo cual explicaría un componente más neurológico(Incluyendo los nervios del sistema de las víctimas) que psicológico.[...] Lo que no es especulación es que cada conjuro tiene una manera distinta de afectar al objetivo del hechizo; algunas veces solo surte efecto sobre humanoides de hasta un tamaño concreto, como "Inmovilizar persona", otras es necesario poder mantener una conversación como con "Hechizar Persona", el cual también cambia el estado anímico y la predisposición ante el lanzador, a la par que borra todo recuerdo de su influjo.[...]
Capítulo 5: Adivinación
[...] Por lo tanto, la maestría en Adivinación no tiene de sorprendente la visión superior a la posible biológicamente por los mortales, sino un punto de vista cuasidivino que puede preveer hechos posibles; a mayor maestría mayor capacidad de discirnir las posibles divergencias que, las ramificaciones de cambiar "el Presente" ejercen sobre "el Futuro"[...] en conjunto volviendo a los mayores Maestros Adivinadores unas personalidades ciertamente transtornadas si, en algún momento de sus estudios, pierden el contacto con la realidad sumergiéndose demasiado profundo en el Telar de la Realidad. [...] La experimentación anónima con drogas en ciertos sujetos *Oh, sí, qué buena época en Sorcere...* reveló que en determinadas dosis, algunas sustancias con elementos alcaloides, fuertes sedativos y alucinógenos pueden inducir a trances similares a los vividos gracias a los conjuros del Adivinador; aunque es demasiado difícil calcular las dosis correctamente(Dada la cambiante tolerancia) e inducir las circunstancias propiciantes para controlar tales efectos con la misma vividez. [...] Como el fenómeno neurológico del "Dèjá Vu", que nos puede hacer rememorar las mismas sensaciones que los primeros "Impacto Verdadero", o el efecto ornírico de un sueño vívido que puede producir en algunos "Visión Verdadera".
Capítulo 6: Ilusión
[...] Pues aun siendo muchas veces despreciada, es una de las más apreciadas en nuestras ciudades en la Infraoscuridad; no solo se trata de trucos de prestidigitación y visiones engañosas, puesto que además de las luces y las apariencias también está íntimamente conectada con la Sombra y su Plano. No en vano, la supervivencia de las ciudades menos desarrolladas de nuestra raza requieren artimañas para ser salvaguardadas de posibles ataques, como entradas ocultas tras conjuros de "Imagen Persistente" o "Imagen Permanente",[...] Y por supuesto, los invaluables usos de la "Invisibilidad" y sus variaciones, que aventajan de manera letal a quienes preparan emboscadas mediante tales tretas, salvaguardando su identidad y por lo tanto, seguridad. [...] Se puede comprobar mediante "Arma Sombría", "Conjuración Sombría" y sus variaciones más poderosas cómo el Plano Sombra contiene elementos del resto de Planos de Existencia, trazos residuales que pueden ser canalizados casi como si de un segundo Plano Material se tratase. La Urdimbre sombría, por otra parte [...] habiendo demasiado poco material sobre el que basarse.
Capítulo 7: Conjuración
[...] Por lo tanto, la definición de Conjuración excluye la "creación" de nada nuevo; en su lugar transporta, mueve y forma materia ya existente en éste u otro Plano, siendo mi hipótesis que lo hace desde la manipulación espacial de la "segunda piel" de índole inmaterial y mágica ya expuesta en el Capítulo 2 [...]. Las bestias mágicas fruto de los diferentes niveles de "Convocar Criatura" no proceden de nuestro Plano Material, sino de otras distantes realidades de los Planos Exteriores como Arboria, Ysgard, Aqueronte, [...] Como conclusión, hay mucho donde experimentar a la hora de derribar el teorema del "Tejido de la Magia" sobre de donde se extrae la materia de otros conjuros como "Armadura de Mago", "Telaraña" y similares, puesto que en los casos ya propuestos como "Sapicadura del Ácido" es fácilmente trazable a los Planos Elementales(O Paraelementales).[...]
Capítulo 8: Nigromancia
[...] por lo que aun con tan lóbrego nombre, las Sacerdotisas de la Reina Araña también la identifican con la curación y sanación, no solo la infección y el daño. Para los conjuradores arcanos, en cambio, la Nigromancia está ligada [---]
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// Continuará //