Luces y Sombras
Publicado: Vie Dic 07, 2018 3:16 pm
Un Cegador Reencuentro
El elfo oscuro tardó muchos ciclos de exploración a base de ensayo y error, hasta que finalmente encontró la ruta que inequívocamente ascendía por las cavernas y tunelizaciones subterráneas. Trepó por una cuerda, ayudándose de su innata levitación, ya notando la furiosa brisa helada cavernosa en su rostro indicando que la salida estaba próxima. Sus ojos notaron como la oscuridad casi absoluta se volvía penumbra, debilitada por lejanas ondas solares... Terminó la escalada y escarbó una pequeña cabidad donde dejó toda la equipación propia de su raza, como ya había hecho la última vez que hubo transitado similar destino; durante la Prueba, en el capítulo en el que concluía, según su perspectiva, su inocencia y juventud.
El corazón le palpitaba de la emoción, de manera vivaz como en aquel entonces. Eran las primeras horas de la tarde cuando el hechicero llegó a la boca de la cueva, y éste se crujió los dedos a punto de comenzar sus experimentos; como ya hizo en aquel entonces, pero con renovada experiencia.
Comprobó cómo la Magia cambiaba de forma, intensidad e incluso de fórmula al carvarse en el tejido de la realidad; "Invisibilidad" no bajaba(Por lo menos tanto como para ser discirnible) su temperatura corporal, los conjuros con base de fuego consumían mucho más oxígeno que bajo tierra... Todo esto le serviría para su investigación, y las pruebas continuarían en periodos posteriores.
Asomó la cabeza para ver los alrededores, quedando cegado aun intentando que el cambio fuera progresivo. Notó también cómo le escocían las partes más expuestas al sol, aunque no hubiese sido durante un minuto seguido...
Esperó a la noche algo más adentrado en la caverna, avizor pero sintiéndose seguro. Comprobó sus hechizos, perfectamente planificados, y se puso manos a la obra; tras un desorientado viaje pasó la noche entera observando a la gente yendo y viniendo, transitando de lo que según los carteles, era una ciudad llamada Nevesmortas... Quizá aquí podría hacer sus negocios, en las afueras, como tantos carros de bestias, comerciantes, gitanos y otra algarabía a la que observaba en silencio, en invisibilidad, emocionado...
En su mente comenzó a idear nuevos planes; conjuros, maquillaje, "Don de Lenguas", una historia... No iba a exponerse en lo más mínimo, en este trabajo estaba solo, lo sabía, y era parte del encanto... El Todo por el Todo.
// Si os encontrárais con el personaje fuera de su región natural: Se tiñe el pelo de oscuro con varios lavados de polvo de carbón, se aplica una capa de cales y ocres en forma de pinturas corporales(Nada de un polvo que pasas el dedo y se va), sus rasgos son más afilados, amplios y aguileños al estilo elfo común(Distintos de los suyos propios, algo más femeninos) por medios mágicos al igual que oscurece sus pupilas de avellana a marrón oscuro, sus botas de piel lo hacen ligeramente más alto(Aunque se nota que es un tanto más bajo que el elfo común) y lleva ropajes de un aventurero de superficie, con capucha pero no ocultándose tras ella. Su oro y plata están cuidadosamente seleccionados de acuñamientos de la superficie. No habla común ni infracomún en ningún momento si lo escucháis fuera del influjo de "Don de Lenguas".
El elfo oscuro tardó muchos ciclos de exploración a base de ensayo y error, hasta que finalmente encontró la ruta que inequívocamente ascendía por las cavernas y tunelizaciones subterráneas. Trepó por una cuerda, ayudándose de su innata levitación, ya notando la furiosa brisa helada cavernosa en su rostro indicando que la salida estaba próxima. Sus ojos notaron como la oscuridad casi absoluta se volvía penumbra, debilitada por lejanas ondas solares... Terminó la escalada y escarbó una pequeña cabidad donde dejó toda la equipación propia de su raza, como ya había hecho la última vez que hubo transitado similar destino; durante la Prueba, en el capítulo en el que concluía, según su perspectiva, su inocencia y juventud.
El corazón le palpitaba de la emoción, de manera vivaz como en aquel entonces. Eran las primeras horas de la tarde cuando el hechicero llegó a la boca de la cueva, y éste se crujió los dedos a punto de comenzar sus experimentos; como ya hizo en aquel entonces, pero con renovada experiencia.
Comprobó cómo la Magia cambiaba de forma, intensidad e incluso de fórmula al carvarse en el tejido de la realidad; "Invisibilidad" no bajaba(Por lo menos tanto como para ser discirnible) su temperatura corporal, los conjuros con base de fuego consumían mucho más oxígeno que bajo tierra... Todo esto le serviría para su investigación, y las pruebas continuarían en periodos posteriores.
Asomó la cabeza para ver los alrededores, quedando cegado aun intentando que el cambio fuera progresivo. Notó también cómo le escocían las partes más expuestas al sol, aunque no hubiese sido durante un minuto seguido...
Esperó a la noche algo más adentrado en la caverna, avizor pero sintiéndose seguro. Comprobó sus hechizos, perfectamente planificados, y se puso manos a la obra; tras un desorientado viaje pasó la noche entera observando a la gente yendo y viniendo, transitando de lo que según los carteles, era una ciudad llamada Nevesmortas... Quizá aquí podría hacer sus negocios, en las afueras, como tantos carros de bestias, comerciantes, gitanos y otra algarabía a la que observaba en silencio, en invisibilidad, emocionado...
En su mente comenzó a idear nuevos planes; conjuros, maquillaje, "Don de Lenguas", una historia... No iba a exponerse en lo más mínimo, en este trabajo estaba solo, lo sabía, y era parte del encanto... El Todo por el Todo.
// Si os encontrárais con el personaje fuera de su región natural: Se tiñe el pelo de oscuro con varios lavados de polvo de carbón, se aplica una capa de cales y ocres en forma de pinturas corporales(Nada de un polvo que pasas el dedo y se va), sus rasgos son más afilados, amplios y aguileños al estilo elfo común(Distintos de los suyos propios, algo más femeninos) por medios mágicos al igual que oscurece sus pupilas de avellana a marrón oscuro, sus botas de piel lo hacen ligeramente más alto(Aunque se nota que es un tanto más bajo que el elfo común) y lleva ropajes de un aventurero de superficie, con capucha pero no ocultándose tras ella. Su oro y plata están cuidadosamente seleccionados de acuñamientos de la superficie. No habla común ni infracomún en ningún momento si lo escucháis fuera del influjo de "Don de Lenguas".