Crónicas sueltas.

La fuente es el lugar donde todos los acontecimientos de la Marca son comentados. (Foro "on-rol" del servidor)

Moderadores: DMs de tramas, DMs

Responder
kurwen
Jabalí Terrible
Jabalí Terrible
Mensajes: 70
Registrado: Mié Nov 14, 2018 1:06 pm
Ubicación: Seguramente en la taberna.

Crónicas sueltas.

Mensaje por kurwen »

Nota del escriba: Como en el foro no se puede tachar, las palabras que deberían ir tachadas estarán entre dobles guiones: --ejemplo--

Crónica 1.
La Saga del tabaco.
Por Kurwen con la colaboración de Daan


Estando en la taberna un puñado de cuestionables individuos y Gregor, fumando tabaco rancio y bebiendo cerveza barata, Rosa la mesonera los contrató para investigar por qué el proveedor de Sutchard, que le suministraba tabaco, chocolate y zumos a La Rosa y el Martillo, no estaba cumpliendo las entregas, argumentando que en ausencia de zumos los magos de Nevesmortas no tardarían en ponerse histéricos con, presumiblemente, terribles consecuencias.

Daan llevó la negociación muy diligentemente mientras el resto del grupo, integrado por Drappi, Danowl, Esel, Mongor el clérigo de Hanseath y el propio Gregor, observaban y no perdían el compás de sus pipas y jarras, menos éste último que tuvo un ataque de hipo.

Con una recompensa acordada y ansias de mejor tabaco (o hierba mediana según algunos entendidos del tema) los aventureros se encaminaron a paso acelerado hacia la colonia gnoma.

Una vez en aquel poblado de gentes de nariz respingona y frente a la puerta del tabaquero, observaron que ésta llevaba un tiempo sin abrirse. En una deliberada aunque un tanto cuestionable decisión abrieron el portón con ayuda de Daan. Tiene que aclarar aquí éste narrador que la intención era buena aunque la práctica reprobable pues, quién sabe: se podrían haber encontrado al tabaquero muerto dentro y que nadie se hubiera acordado de él; pero por suerte o desgracia no fue así.

Esel se quedó vigilando, muy eficientemente, la puerta mientras el resto inspeccionaba a fondo el taller, lugar que distaba mucho de parecer un local de almacenaje y cortado de tabaco. Los --mercenarios-- aventureros advirtieron que las medidas de seguridad eran un tanto extremas, pero no hubo incidentes. Danowl, con sus ojos de elfa, encontró un pequeño mapa que guió a los --mercenarios-- aventureros a un bosque al sur de Sutchard, y Drappi, con su lengua de gnomo, tradujo unos papeles que parecían recoger ciertas preocupaciones del "tabaquero" con respecto al tráfico de mercancías.

El grupo se desplazó siguiendo la pista hasta un pequeño bosque que parecía más frío y húmedo de lo que era común: tan frío que entumecía los músculos y mordía los huesos tanto como las cobras negras gigantes que salieron de la maleza y se abalanzaron sobre el sorprendido grupo. Se defendieron, con algunas complicaciones pero triunfaron. Encontraron un carromato con tabaco desperdigado y mojado por la lluvia; pérdida que todos y todas lamentaron sin excepción. Y aunque parecían perdidos, tanto Drappi como Gregor divisaron una torre al otro lado del bosque, recortada bajo una luna llena que observaba al grupo mientras callaba sus secretos.

Llegaron al torreón, donde una puerta mágica lo guardaba y tanto Esel como Gregor divisaron pixies moviéndose tras las troneras. Drappi, mago muy decidido y un tanto impaciente, tomó la iniciativa y pidió a los pixies que abrieran la puerta. Éstas criaturas mágicas del bosque se negaron en redondo pues exigían probar a los --mercenarios-- aventureros que no eran brujas malignas y el mediano, que debía parecerles mucho una bruja, no supo cómo reaccionar //y sacó un 1 como una casa//. Finalmente, entre una cacofonía de voces y quejas de los --mercenarios-- aventureros, los pixies cedieron y su representante salió a parlamentar.

El pixie (macho y bien dotado según demostró agarrándose sus partes genitales a mano llena) explicó al grupo que unas sagas malignas los habían engañado con tretas e ilusiones (o polimorfismo) y les habían robado su manantial donde cultivaban el apreciado tabaco calidad premium. En algún momento alguien del grupo pidió una recompensa extra, a lo que el pixie respondió que pagara Pitter; lejos de ser un chiste, broma o chanza se refería al tabaquero, quién se llamaba así y ninguno de los --mercenarios-- aventureros se habían percatado hasta el momento (aún siendo el objetivo principal de la misión y estar escrito con letras grandes en la puerta de la “tabaquería”).

El hecho de saber que se iban a enfrentar a unas sagas puso un poco nervioso al grupo, pero reaccionaron como deben hacer los --mercenarios-- héroes y pusieron rumbo al manantial, al menos con la esperanza de, en caso de triunfar, recibir un nuevo encargo más lucrativo de los pixies, cuya vida parecía ser un melodrama.

Bajaron la escalinata y súbitamente se vieron zambullidos en un tétrico escenario con extrañas runas pintadas en el suelo y cajas con tabaco del bueno por doquier. El grupo llegó a la conclusión de que las runas eran de carácter divino, para algún ritual de polimorfismo, transmutación o algo similar, y que éste ritual requería grandes cantidades de tabaco. Encontraron el dinero de Pitter (pero ni rastro de éste) que decidieron repartir justamente a partes iguales sin reparar en más implicaciones morales.

En éste momento unas Sagas verdes asaltaron a los --mercenarios-- aventureros y gracias a la resistencia de Danowl, las espadas de Daan, la magia de Drappi, las flechas de Esel, los salmos de Mongor y la varonil presencia de Gregor rechazaron el ataque. Aunque les acojonó un poco la ferocidad de las sagas fumadoras (será que la nicotina las pone más agresivas) se encararon a la siguiente puerta, que estaba atrancada. Entre Danowl, Mongor, Esel y Gregor empujaron con fuerza hasta desatrancarla (sabiendo que la mayoría del mérito lo tenía la primera a pesar de su escualidez) y cayeron de bruces a un pasillo lúgubre.

Al final del corredor había una cocina del infierno dónde las sagas guisaban (https://www.youtube.com/watch?v=ob9F1lsULIA) a sus víctimas en dos horrorosos hornos frente a los que Daan quedó ciega (temporalmente) al exponerse al calor y luz que irradiaban. Drappi encontró algunos anillos que se repartieron. Finalmente se prepararon para pasar a la siguiente sala.

Llegaron al manantial, un hermoso lugar de exuberancia vegetal y agua cristalina manchado por la presencia perturbadora de las sagas verdes. El combate fue duro, ya que las sagas eran numerosas. Todos lucharon salvajemente mientras Mongor, el clérigo de Hanseath bendecía al grupo en la retaguardia rociándoles con cerveza y brindando con su dios.

Para rematar la contienda emergió de entre las sombras la maestra de las brujas, una saga azul y terrorífica como el hielo del Octavo Infierno. La melé intercambió golpes, cortes y heridas y puso en entredicho la habilidad del grupo pero, finalmente, salió victorioso.

Concluyendo: volvieron a Nevesmortas y, habiendo restablecido el flujo de tabaco con la mano de obra barata pixie del manantial, cobraron su recompensa.


Eso sí, nadie más se ha vuelto a acordar de Pitter….

málar edit
PJs:

Gregor (Serpenthelm) - Mercenario.
Cañamo (en común) - Druida elfo del bosque.
Yerilian - Miembro de la Compañía de la Flor Olvidada
kurwen
Jabalí Terrible
Jabalí Terrible
Mensajes: 70
Registrado: Mié Nov 14, 2018 1:06 pm
Ubicación: Seguramente en la taberna.

Re: Crónicas sueltas.

Mensaje por kurwen »

Hola,

Mirándolo mejor creo que me equivoqué de sub foro para colgar una historia suelta, ¿Alguien lo podría mover a la Fuente?

muchas gracias!
PJs:

Gregor (Serpenthelm) - Mercenario.
Cañamo (en común) - Druida elfo del bosque.
Yerilian - Miembro de la Compañía de la Flor Olvidada
--Talos--
DM
DM
Mensajes: 5659
Registrado: Sab Mar 12, 2011 6:34 pm
Ubicación: Ojeando desde el cielo tormentoso

Re: Crónicas sueltas.

Mensaje por --Talos-- »

Hecho.
Y de los cielos surgiran rayos que iluminaran hasta la más oscura sombra... y los truenos acallaran los gritos de panico y dolor.
Malar
DM
DM
Mensajes: 1941
Registrado: Mar Feb 03, 2009 6:00 am
Ubicación: Plano de la Furia

Re: Crónicas sueltas.

Mensaje por Malar »

BRILLANTE

Muy buen relato, y muy fiel a lo acontecido. Y divertidísimo de leer.

Enhorabuena!
La Bestia (parda)
kurwen
Jabalí Terrible
Jabalí Terrible
Mensajes: 70
Registrado: Mié Nov 14, 2018 1:06 pm
Ubicación: Seguramente en la taberna.

Re: Crónicas sueltas.

Mensaje por kurwen »

Crónica 2
Viaje al centro de Faerûn.
Por Kurwen con la colaboración de Daan


Los aventureros pasaban el rato a la sopa boba frente la fuente de Nevesmortas, aburridos y ociosos, ajenos a lo que en otras realidades llaman "jornada laboral de cuarenta horas semanales". Drum y Korissa se relajaban sentadas en un banco, la primera pensando en galletas y dulces en general, la segunda parloteaba con Daan y Danowl que sentadas en el borde de la fuente jugaban con el agua. Gregor con semblante impasible fumaba en su pipa sentado en el banco de al lado asintiendo e interviniendo de vez en cuando en la conversación mientras Estroferatus, el niño hiperactivo, correteaba alrededor del grupo y alucinaba con cualquier cosa. Decidieron ponerse en marcha, ir a dar una vuelta por el monte y quizá matar un trasgo o dos.

Cuando salieron de la villa un hombre de tez morena y porte noble les cortó el paso. El indivíduo ofrecía una recompensa por a cambio de que los aventureros se hicieran con la quitina de un escarabajo en concreto y, contrato mediante, aceptaron y firmaron. Gregor contempló que no había trucos, el papel era un contrato corriente, casi estándar, y según éste el contratista se llamaba Jean Dale Divoi.

El lugar a buscar era conocido por todos como una entrada a la infraoscuridad frecuentemente transitada por aventureros de todas las calañas llamada: El Pozo. Descendieron por su cuerda gastada y serpentearon por galerías y grutas abovedadas pinchando, cortando y sajando todo lo que les ponía enmedio, ya fueran ogros no-muertos, acólitos de Shar o los repulsivos hongos pensantes.

Siguieron descendiendo a las profundidades por angostos e infinitos corredores, tenían que llegar hasta un lugar en concreto que Jean les había explicado, poco antes de un colosal lago de aguas negras que yacía en la quietud de una vetusta cueva ciclópea. Todo iba como lo planeado hasta que para sorpresa de todos un drow les cortó el camino. Los seis se pararon en seco, alerta, pues dónde hay un elfo oscuro siempre hay más. Korissa, Drum y Daan analizaban la situación con ojos meticulosos y mente calculadora, Gregor, que en ese momento tenía la forma de un minotauro rápidamente se contrajo y transformó en un pequeño y escurridizo kobold; sin embargo, Danowl miraba con ojos de ira al drow y los nudillos se le pusieron blancos en la empuñadura de su cimitarra de adamantita.

La seguidora de Hanseath, que recientemente había perdido amigos a manos de esos seres, se lanzó sobre su enemigo acérrimo a grito de la gloria de su dios como el diablo más salvaje del abismo. Del drow, que era mago, empezaron a salir luces y efectos mágicos de todas las formas y colores en tan solo un leve pestañeo. El resto del grupo reaccionó con Danowl. El elfo oscuro huyó hacia los corredores de los golpes certeros de Danowl y cuando los aventureros lo siguieron se encontraron con toda una comitiva armada hasta los dientes y sonrisa de tiburón; la balanza del combate cambió radicalmente. Drum cayó la primera bajo un conjuro mortal del mago, después Danowl y Daan perecieron bajo las espadas de la escolta y finalmente quedando Gregor y Korissa en la melé ésta última esquivó un ataque en la dirección contraria y con la mirada vacía se desplomó. Tan sólo restaban vivos Gregor y Estroferatus, quién se batía en una desesperada retirada huyendo de dos combatientes (pobre crío) mientras el primero hacía lo posible por intentar retrasar a los elfos y darle una oportunidad de escapar al zagal. Finalmente dieron caza al chaval y Gregor se vio solo ante el peligro.

El cambiante combatió un poco más contra los drow, escondiéndose y emboscándolos gracias a su pequeño tamaño y habilidad para camuflarse. Con habilidad y pericia los fue alejando de los cadáveres de sus compañeros para posteriormente arrastrar los cuerpos a una pequeña y angosta gruta escondida tras algunos hongos y escombros. Con un cetro de resurrección que fortuitamente Daan le había regalado escasos días antes fue trayendo uno a uno de vuelta a la vida a sus camaradas. Les costó un poco ordenar los pensamientos y asentar la cabeza mientras Gregor les narraba lo sucedido a los regresados del Otro Lado, pero el enfado de Korissa era patente y sin duda iba a tener en el futuro unas palabras con Danowl más allá de la centelleante mirada que desprendía la duelista.

En encontronazo con los moradores de la infraoscuridad había sido casual, sin embargo había hecho perder un poco de valor a la recompensa que iban a obtener y, teniendo en cuenta como se desenlazó todo, es mucho decir.

Llegaron al lugar indicado. Los aventureros conocían la zona con detalle, sobre todo Korissa y Daan que pasaban a menudo buscando vetas de diamantes azules, y no había rastro de ningún escarabajo. Sin embargo, la duelista sacó una pequeña trompetilla y sonrió "Me la dió ese tal Jean Dale, se supone que desvelará el camino"; no se lo pensó dos veces antes de soplarla y una minúscula grieta se hizo visible con una vibración sónica y resplandor ominoso. Era un pasadizo atestado de hongos del que emanaba el sofoco viciado de una humedad antigua.

Korissa pasó la primera en tromba, como una tarasca, arrasando hasta con el último hongo o vegetación interpuesta entre ella y la salida del pasadizo. Una bocanada de aire templado, húmedo y sofocante saludó a los aventureros cuando emergieron a una enorme cueva con densa vegetación de aspecto arcaico. Un leve fulgor iluminaba todo con un resplandor verdoso. El agua condensada en el lejano techo de la gruta goteaba en una caliente y constante lluvia. Unos extraños reptiles aulladores atacaron al grupo, de los que se defendieron sin problemas. Sabían que se acercaban a su objetivo, o más bien, no lo sabían pero tampoco tenían muchas más opciones que seguir avanzando y buscar al extraño escarabajo; ésto implicaba pasar por un puente natural de roca que cruzaba sobre una grieta de aspecto abisal. Cuando intentaron cruzar, unos reptiles voladores de alargado morro, cresta ósea y alas membranosas se descolgaron desde las copas de los árboles primigenios y el techo de la gruta y se lanzaron sobre los aventureros. Combatieron sobre el puente lo mejor que pudieron, más de una vez estando a punto de desplomarse al vacío. La grava y piedras que desaparecía en la oscuridad de la sima bajo sus pies les recordaba que una caída habría sido mortal. Ésto les hizo combatir con más ahínco y a golpe de acero fueron avanzando y defendiéndose sin cesar hasta llegar a tierra firme.

Continuaron avanzando por un bosque más espeso, parecía tranquilo pero se vieron asaltados por unos lagartos bípedos, alargados y gráciles de dientes afilados y garras prominentes. Acechaban y saltaban desde los matorrales y la espesura. Las garras de las patas traseras resultaban terriblemente peligrosas, pues se lanzaban sobre los aventureros con ellas por delante. Korissa en cierto momento murmuró "chica lista" defendiéndose de una hembra especialmente hábil.

A duras penas siguieron adelante, hasta una parte de la gruta en la que los árboles formaban pasillos que conectaban claros, allí una criatura enorme, un reptil cabezón y de pequeñas manitas que los aventureros denominaron como un "dragón tonto" les cortó el paso. Lucharon y vencieron y Gregor se planteó para sí varias teorías sobre la evolución de la especie draconiana que no compartío con el grupo.

Finalmente encontraron su objetivo. Combatieron con fiereza pues la quitina del insecto era de una dureza tal que las armas rebotaban si no impactaban en las partes más blandas. Entre Gregor con forma de minotauro y Danwol arrancaron el caparazón tras su muerte y la elfa lo transportó sin mucho esfuerzo a sus espaldas. Volvieron al punto de encuentro, en la posada del Descanso de los Páramos y se reunieron con el llamado Jean Dale Divoi.

Después de que el misterioso elfo revisara el motivo del pago se sentaron a una mesa todos ellos. Éste tachó una página de su cuaderno y la arrancó, tras ello le ofreció a los aventureros, según rezaba el contrato, la opción de elegir entre un pago en efectivo, un objeto mágico del cual no se revelaría su naturaleza hasta ser entregado o un favor futuro. Los aventureros deliberaron largo y tendido, y aunque en un principio Drum y Korissa querían las lunas contantes y sonantes finalmente se decidió aceptar "la caja sorpresa"

La recompensa fue tres flechas de petrificación para cada uno; aún siendo artefactos extremadamente raros y peligrosos ninguno de los aventureros le vieron utilidad para con sus habilidades y el único, Gregor, le parecía un desperdicio disparar dichas flechas.

Mientras los aventureros miraban las flechas con decepción, Jean Dale Divoi se marchó contento y con la certeza de que los mercenarios estarían disponibles para sus contratos en otra ocasión.
PJs:

Gregor (Serpenthelm) - Mercenario.
Cañamo (en común) - Druida elfo del bosque.
Yerilian - Miembro de la Compañía de la Flor Olvidada
--Talos--
DM
DM
Mensajes: 5659
Registrado: Sab Mar 12, 2011 6:34 pm
Ubicación: Ojeando desde el cielo tormentoso

Re: Crónicas sueltas.

Mensaje por --Talos-- »

Y de los cielos surgiran rayos que iluminaran hasta la más oscura sombra... y los truenos acallaran los gritos de panico y dolor.
Responder