EL RENACER -Quest de Tymora-

[Tymora]

*Esto es un aviso y advertencia por parte de la Orden de caballeros de Nevesmortas*

-Se hace saber que por el bien de pueblo las puertas de la orden permanecerán cerradas y todo aquel que esté dentro, se le pondrá en cuarentena. La comandante Lady Oira viajará desde Felbarr para ayudar a quienes lo necesiten, al igual que la caballero Lady Annie. Por su parte, Sir Yándar Filastro permanece dentro de las dependencias de la orden-

*En todos los carteles aparece el sello de la orden de caballeros*

[Forigirl]

- Ahora que Vadania tiene ya la cura, yo usaré mi elixir para curar al otro infectado - decía Zalcor mientras estaban todos reunidos en la fuente.

- Eres idiota o te lo haces? Como vas a usar algo tan importante en alguien que ni conoces y que da igual que muera? Guárdala para cuando realmente haga falta, para cuando la necesitemos uno de nosotros, no la gastes en balde, es tan solo un guardia, que contraten a otro y ya está, será que a los de la Orden les importará mucho un guardia más o un guardia menos - Le recriminaba Juliette.

- No puedo dejar que nadie muera.

Tanta bondad y falsa modestia ponía de los nervios a la hechicera ya que no entendía como podían pensar de esa manera, no le entraba en su cabeza.

Que asco de sitio... Murmuraba Juliette mientras no perdía detalle de todos los cuadros, puertas, candelabros y demás parafernalias que tenían como decoración ahí en la Orden. Iban de camino a la sala de reuniones para reunirse con Filastro ya que al parecer tenía bastante urgencia para que se reunieran todos, la situación se iba complicando por momentos y no había tiempo que perder.

Ni corta ni perezosa se sentó a la derecha de Filastro con una amplia sonrisa y como desafiándole, pero éste lejos de decirle nada tan solo se limitó a mirarla y empezar con su discurso.

Según comentó ya no solo había dos infectados si no que había más e incluso el primer guardia infectado había muerto siendo su cuerpo devorado y convertido a cenizas, sin poder hacer nada por él. Así que la idea que tenía Zalcor en mente se acababa de esfumar lo cual alegraba a Juliette. Y además Filastro arrojaba una luz de esperanza y tal vez una posible solución a todo ese asunto leyéndoles el extracto de un libro el cual hablaba de un hombre que hacía años que había encontrado una gema en una cueva, una gema sin brillo pero que un día al observar dicha gema ésta se incrustó en su cabeza y le concedió un gran poder a aquel viejo hombre pudiendo rejuvenecer, conseguir grandes riquezas...

Al escuchar esa historia la semielfa frunció el ceño pensativa ya que no hacía mucho Korissa le había comentado algo de una gema en la cabeza de un hombre, a decir verdad, no le había prestado mucha atención ya que en cuanto se lo contó Juliette pensó que ese señor seguramente tenía algún problema mental y se habría insertado esa gema en la cabeza a golpes o algo similar.

Y entonces ahí empezó lo bueno y divertido y con la hechicera en una posición privilegiada ya que estando sentada al lado de Filastro podía ver las caras y reacciones de cada uno de ellos, así que en un principio se quedó callada y observó. Empezó Korissa queriéndose mimetizar con la silla para que no la mirasen ni la tuviesen en cuenta. Pero enseguida Vadania volteó su cabeza varias veces hacia ella como queriéndose comunicar pero sin decirle nada. Acto seguido Mongor que estaba sentado junto a Korissa se inclinó un poco hacia ésta para empezar a susurrarle algo. Annie volteó la cabeza mirando a ambos pero tampoco parecía entender nada de lo que estaban hablando pero Zalcor al estar tan cerca se ve que escuchó algo y comentó en voz alta lo que se ve que estaban susurrándose esos dos. Y luego estaba Eregul que como estaba apartado no consiguió ver cual fue su reacción ni nada. La verdad que visto desde la lejanía parecía incluso una comedia.

- Sois unos bocazas - espetó Korissa molesta.

Empezaron a discutir con Korissa intentando convencerla de que entregarla la gema a Filastro pero los argumentos que le daban todos para que lo hicieran eran de todo menos convincentes y coherentes para ella así que se negaba a darla.

Visto que la humana estaba totalmente cerrada y que no había manera de avanzar con eso decidieron que irían a descansar todos para intentar calmar los ánimos y aclarar las ideas y posibles soluciones.

Aprovechando que estaban a solas en una de las habitaciones Juliette le pidió a Korissa que le enseñara esa gema y a ver si realmente era tan especial como decían. Sin pensárselo dos veces ésta se la enseñó y entonces la hechicera pudo examinarla con detenimiento.

Ya a la mañana siguiente se reunieron todos a la salida de las habitaciones ya un poco más calmados e intentando ir ya con una respuesta a Filastro.

- Cuando nos cuenten toda la verdad sobre el caso y dejen de mentirnos entonces ya daremos la gema hasta entonces nada, porque nos tienen aquí como títeres haciendo lo que ellos quieren y encima nos han estado ocultando información y solo nos han contado lo que les ha interesado y convenido - replicó Juliette - Además esa gema tiene que ser activada por una filactelia no sirve de nada así sola. Así que antes de seguir perdiendo el tiempo discutiendo lo mejor sería encontrar la casa donde vivía ese hombre e ir a ver si encontramos ahí que arroje algo de luz a todo esto.

Tras estas palabras pudo ver que el rostro de Korissa se relajaba, parecía que no le hacía mucha gracia el tener que desprenderse de la gema.

Las alarmas empezaron a sonar, los guardias empezaron a correr de un lado a otro mientras los aventureros se miraban entre sí sin saber exactamente que estaba pasando, pero uno de los guardias se les acercó agitado diciéndoles que debían abandonar rápidamente la estancia. Así que sin pensárselo dos veces y sin esperar a nadie la hechicera empezó a correr y salir de ese lugar, no quería ni ser infectada ni mucho menos tener que quedarse encerrada en ese lugar tan odioso con esa gente que detestaba.

[Rasechimba]

Vadania volvía tras la llamada de la Dama Lanzagélida. Al parecer ya había conseguido destilar la cura. Tocaba ir a la orden y terminar con todo ese asunto. El grupo (Mongor, Zalcor, Korissa, Juliette, Annie, Eregul y Vadania) se encaminó hacia allí y tuvieron audiencia con Filastro.
Recibieron un nuevo palo a sus planes, había más infectados. Las dos curas ya no eran suficiente, y al parecer, se estaban planteando el dejar morir a los que padecían el mal para terminar con el problema. Filastro, entonces, habló sobre un supuesto cuento que podía ser real o no, una idea desesperada como última alternativa. Al parecer era posible utilizar cierta gema incrustada en la frente de alguien.
Tras revelar esta información, parece que la mayoría de los presentes sabían algo de esa gema, Zalcor en cambio, no tenía ni idea. Tras un largo rato discutiendo todos, no pudo evitar escuchar unos susurros entre Mongor y Korissa. Al parecer sabían algo más. Ni corto ni perezoso, por mucho que pudiera molestar, su idea era firme, y era ayudar a luchar contra ese mal, así que dejó claro a los demás que ambos estaban hablando de la gema y que podrían saber más cosas. La discusión continuó hasta que se hizo un alto, en el cual, Korissa debía decidir si cedía la gema o no.
En esta pausa, la discusión continuó entre el grupo de aventureros, pero la mente de Zalcor ya estaba en otra parte. Si Korissa no quería dar la gema, no pasaba nada, no iba a poder pedirla otro favor personal, ya eran demasiados. Él ya tenía otra idea en la cabeza. Si no quedaba otra alternativa por una negativa de Korissa, el mismo daría una oportunidad de encontrar otra cura. Llevaría su elixir a la asesina para curarla, y por no extender el mal, el mismo se quedaría con los infectados dado el peligro de contagio.
Fue entonces cuando sonó la alarma. Decidido fue a hablar con Filastro para ofrecerle su plan, siendo seguido por Annie y Korissa. Una vez reunidos, Zalcor dejó claro que era lo que tenía en mente para dar una oportunidad a luchar contra ese mal, pero esta vez, Korissa ofreció la gema. Ahora quedaba averiguar que se podía hacer con ella para lograr una cura, y se usaría la cura de Vadania para sanar a la asesina y entender por qué ella no moría y el resto sí. Al menos era así como terminó la discusión.

[Calor-invernal]

Annie estaba conversando con Julierre y Vadania cuando uno de los guardias de la Villa mandó llamar a Vadania en nombre de la dama Lanzagélida, luego llegó Zalcor, el maese Mongor, Korissa y el señor Eregul allí estuvieron un buen rato hablando. Hasta que volvió Vadania diciendo que había que ir a la orden para dejar el antídoto que al parecer ella había logrado preparar, allí nos esperaba Sir Filastro nos dio una muy mala noticia... ya no eran dos los infectados sino 5 y uno que habría muerto, al parecer desfallecen hasta convertirse en cenizas.
Lo raro es que la infectada número 1 seguía convaleciente pero sin reaccionar, al parecer la orden era acabar con todos los infectados pero a Sir Filastro se le vino en mente una leyenda que había leído hace poco que de ser cierta podría ser otra opción, se trata de un hombre que encontró una gema con poco brillo podría confundirse con alguna piedra de río mismamente, un día su dueño se acerco para poder mirarla más de cerca y para su sorpresa esta se le incrusto en la frente, en ese momento el hombre rejuvenecio gracias a la piedra y podía multiplicar lo que el quisiera de esa manera se hizo rico y poderoso.... pero claro era sólo una historia, de repente el Maese Móngor dijo haber visto algo así, pero al parecer creyeron que sería algún demonio o así se acerco hasta Korissa y Le susurraba algo al oído, Zalcor les oyó... Korissa tenía la piedra y al parecer no estaba dispuesta a darla... Empezó con lo de siempre porque ella normalmente siempre tiene la razón y que nos había advertido de lo que ocurriría.
Ambas discutimos pero Sir Filastro nos dijo que mejor vayamos a descansar y al volver se dijera que es lo que Korissa habría decidido, entrando todos de nuevo a la Orden hablando e intentando convencer a Korissa acerca de la piedra empezamos a ver movimiento dentro... Los caballeros corrían de un lado a otro hasta que uno de ellos nos dijo que salgamos a toda prisa ya que había caído otra persona, Zalcor dijo de ir a ver a Sir Filastro y allí me fui yo con él luego entró Korissa una vez dentro le dijo que él le daba el elixir a la asesina para poder curarla y que nos diga de que se trata y a parte que se quedaría dentro.... Lo primero que pensé es en que estaría loco, pero claro es Zalcor menos mal Korissa dijo que daría la gema y quedamos en que le daríamos el antídoto a la mujer y luego investigamos lo de la asesina y la gema.

[Rodenet]

Y otra vez a la Orden para lo del antídoto ese. Esta vez la rancia no estaba, solo Filastro y al parecer iba a contarnos cosas, me sorprendería de no ser que era porque la han liado más y querían ayuda... Ahora hay más infectados. Menos mal que estaban controlando eso, sabiendo lo bien que vigilan y protegen a los suyos, me quedo más tranquila
Mira que lo dije, que lo mejor era matar a los infectados y quemarlos y adiós problema... "Oh no, qué cruel eres, menuda solución hay que intentar salvarlos", pero ahora resulta que van a hacerlo porque lo dice la Lanzagélida. Si me hubiesen hecho caso desde el principio, solo habrían muerto 2 personas, ahora han muerto unos cuantos y hay más infectados. Panda de imbéciles.

Al parecer ya no sirve el antídoto, porque no hay suficiente, y al parecer la seta del que sale tarda 10 años en crecer, así que están de los nervios.
Filastro empezó a hablar de un cuento de hadas que lo mismo servía, sobre una gema que se clavó uno en al frente y le daba poderes. Mierda de cuento, y mierda de casualidad, ya podría haberse puesto a leer novelas pastelosas...
La dragona y Mongor empezaron a lanzarme miradas y yo los evitaba lo que podía, pero ya Mongor empezó a decirme cosas y Zalcor lo escuchó y lo dijo en alto. Mucho secretismo para lo que quiere y le falta tiempo para cantar a los 4 vientos cosas mías...

Hace unos días unos mercaderes fueron atacados y fuimos en su búsqueda, algunos murieron echos polvo, pero salvamos a otros, y vimos una especie de demonio raro que despues de dar la charla de que es un ser superior en plan elfo doradito, dejó un cuerpo humano con una gema en la frente. Los demás querían largarse, pero yo nunca dejo escapar una gema y menos si es rara, así que saqué el cincel, unos golpecitos, un poco de sangre y una gema rara para mi. Seguramente el resto haría lo de siempre pensar mierdas ¿pero ahora quien es la que tiene la gema del cuento de hadas para salvar el día? Pues la de siempre, pero ahora lo llevan claro ya avisé de qué era lo mejor y pasaron hasta que han visto que sus ideas no servían. Que encima Annie va y me acusa de que ayudé en un principio para ver si podía quedarme algo y se me puso a darme ordenes, no sé si pretendía asustarme o algo, peor lo lleva claro. He hecho más cosas que muchos por ayudar a la villa y a la panda de inútiles de la Orden y solo recibo insultos, y ya estoy cansada de eso.

He discutido durante un rato largo y dijeron de tomar el aire así que cunado nos separamos, dejé que Juli examinase la gema y averiguó algunas cosas, aunque no me acuerdo ahora de qué.
Al bajar empezaron a dar la alarma porque había más infectados. Lo dicho, panda de inútiles.
Como soy imbécil, voy a ayudar, aunque des pus de esto, algunas cosas cambiaran.
Lo mejor es que después de ofrecer la ayuda, pasaron de lo que decía. Zalcor estaba en plan "me sacrifico" y Annie y Filastro con sus mierdas de honor, ignorándome hasta que me cabreé. A veces pienso que les gusta que me enfade o algo.
En fin, que ayudaré, pero que no se equivoquen, una cosa es que ofrezca ayuda "con" la gema, y otra muy distinta que la vaya a entregar.
Mi gema, mis reglas.

Korissa

[Pelolargo]

CAPITULO 3

Hacia tiempo que no veia a Lady Annie,desde el regreso de conseguir la porcion de seta del espiritu de la tierra. Su rostro mostraba preocupacion,junto a Zalcor hablaban de algun tema preocupante sin duda,quizas estuvieran preocupados aun por la enfermedad.Esel pensaba que ese tema ya estaba resuelto y junto a Eregul fueron a la taberna de la Rosa y El Martillo.

Alli estaba reunidos los tipicos que frecuentaban la taberna,Mongor y Daan,tambien Danowl y Gregor y un extraño con ropas doradas.Hablaban de todos los temas incluido la propagacion de la enfermedad en el cuartel.De pronto se oyeron blandir unas campanas provinientes sin duda del cuartel.Nos levantamos de nuestras sillas y acudimos a la llamada,alli estaban Lady Annie y Zalcor,tambien el elfo salvaje Elenthil. La comandante Iruss nos puso al dia de las noticias que algunos como yo ignorabamos. El antidoto solo habia salvado a una chica y habia un centenar de muerto ya por la enfermedad,incluso se habia dado un caso en Fuerte Nuevo.Habian sellado la entrada a la orden y nadie podia entrar o salir del lugar.

Iruss parecia abrumada por los acontecimientos y desesperada por encontrar algo que curase a los suyos.Se habia enterado que los causantes eran unos seguidores de Bane que se escondian cerca de una aldea llamada Tornapetra,tenia un inflitrado en esa organizacion y parecia ser su ultima baza para conseguir la cura o la eliminacion de la enfermedad. Al nombrar la aldea Zalcor y Elenthil cabiaron su semblante y advirtieron a los demas de los peligros de esa zona de la marca,por tal motivo solo los voluntarios irian hacia alli. Poderosos orcos y dragones,incluso hablaron de demonios sembraban esa zona. Esel se ofrecio voluntario pese a los peligros,no conocia esa zona de la marca y podia matar orcos.

Al emprender el camino Korissa se unio a nosotros, parecia bastante enfadada por alguna razon que desconocia, sobre todo con zalcor que la intentaba complacer en todo. Iruss tambien nos acompañaria en nuestro camino que fue tranquilo hasta dejar atras los rapidos. Pasamos por una pequeña aldea intentando localizar a nuestro confidente. No lejos de alli lo encontramos,en un campamento solitario en medio de la llanura junto a un totem que parecia mas antiguo que el mundo conocido. Daan se acerco a hablar con el unico humano que habia alli.que resulto ser el inflitrado de la orden de caballeros,estaba intranquilo e informo a Iruss y Lady Annie de las nuevas cuando una oscuridad se cernio sobre el campamento.

Orcos y dragones salieron de todas partes atacando a todos sin piedad, me puse a atacar con mis flechas a todo lo que se acercaba,mientras los demas daban buena cuenta de las criaturas,pocas veces habia visto a orcos y dragones juntos,creia a los dragones seres mas inteligentes como para aliarse con orcos. De improviso un humano salio corriendo de la espesura,una flecha en la clavicula lo tumbo en el suelo antes de que llegara al grupo,por suerte la flecha no lo habia matado y el inflitrado decia que ese era el que conocia al lider de Bane, Lady Annie le ato las manos y lo llevamos prisionero hasta el cuartel.

[Rasechimba]

Una explosión llamó la atención de los presentes en Nevesmortas. Algo había sucedido en la herboristería. Varios aventureros fueron hacia allí. Zalcor se entretuvo en contar a varios lo que había notado mientras otros entraban a ver que había pasado. Cuando entró en la herboristería korissa, Mongor y Alley ayudaban a la dueña a sacarla del lugar. Al parecer antes había fuego, pero de algún modo Korissa lo contuvo. A los oídos de Zalcor llego otra explosión. Algo había pasado en una de las casas de la ciudad. El grupo de aventureros se adentró en la edificación. El fuego se extendía en el interior, además animado por una bola de fuego de juliette. Un sonido llamó la atención del guardián, el cual, se adentró en la cocina, y tras notar algo de movimiento en una caja, la retiró rápidamente. Un pequeño dragón estaba tras ella. El montaraz trató de comunicarse con la criatura en varias lenguas. Juliette y Korissa insistían en salir del lugar en llamas, hasta que Juliette se cansó y esta vez lanzó una bola de fuego sobre los presentes. Zalcor estuvo lo suficientemente rápido para evitar las llamas, pero otros no sufrieron la misma suerte, incluido el pequeño dragón, el cual, tras verse en peligro alzó el vuelo saliendo por un buen agujero por el que había entrado. Zalcor no dudó en seguirle, y tras una oración a mielikki, manipuló la energía natural para transformarse en pixie y seguirlo.
Dos escenas diferentes compartieron el momento, la detención de Juliette y la charla de Zalcor con el dragón. Quedaban dos días claves, el tiempo que Mannock le dio al montaraz para tratar el asunto. Pero había un juicio que podía entorpecer todo. Que puede pasar está por ver, pero Zalcor tiene claro que hay que hacer. Lejos de leyes, y lejos de lo sucedido, en su mente sólo se dibuja lo que necesita para luchar contra la rara enfermedad.

[Daan]

Cuando las campanas de la Orden de Caballeros comenzaron a repicar a lo lejos, Daan blasfemó en silencio mentando la ropa interior de la culpable de su perra suerte. Acababan de llegar a Villanieve a altas horas de la noche siguiendo a ese viejo elfo loco de Elenthyl, un poco cansados pero satisfechos por haber resulto aparentemente el problema de unas antinaturales ventiscas, cuando el sonido metálico amenazaba con más complicaciones. ¿Se habría extendido la plaga fuera de la cuarentena? ¿Habría escapado alguno de los encerrados?

Los presentes intercambiaron miradas de preocupación y partieron hacia la Orden, donde encontraron a Annie y una de sus jefazas, Iruss, que les hicieron pasar al patio, la zona más cercana a la que podían acercarse sin riesgo. Aquello no tranquilizaba en absoluto a Daan, y la preocupación aumentó cuando se explicó al grupo que llevaban más de 100 víctimas -reducidas a polvo entre estertores de dolor-, que había aparecido un infectado nuevo en Fuerte Nuevo -confirmando la hipótesis inicial de ataque premeditado- y que la asesina, tras haber sido curada con la única dosis que se había podido extraer de la seta de marras, se negaba a hablar llanamente -y que ahí se había quedado la chica, tan tranquila-. Y de la cura, ni asomo: lo único que rondaba eran los rumores de una piedra que concedía deseos y que al parecer estaba en posesión de Korissa según le había explicado Mongor, que estaba trabajando muy cerca con los caballeros para encontrar una solución, y como mucho quizás otra opción, que implicaba el sacrificio de Zalcor, o algo con este explorador que tenía sus propios secretitos con alguien a quien todo el mundo llamaba Guardián.

Definitivamente, a Daan le faltaban claves y le parecía todo descabellado, pero al menos Iruss y Filastro pedían ahora ayuda para una misión que podía comprender. Algo de información habían conseguido averiguar, y al parecer el problema surgía de una orden de baneítas que estaban atacando por medio de esa plaga los principales núcleos de La Marca. Habían conseguido infiltrar un contacto en las cercanías de ese grupo, que se encontraba cerca del paso Tornapétrea y el Cruce de Rauvin, y lo que querían era recuperar su información. Claro, sencillo, y con las múltiples bajas era incluso coherente que enviaran a otros. Incluso Annie e Iruss se incorporaban a la misión. Y, no es que le gustara, ni que fuera su problema directo, ni siquiera estaba contenta con la gestión del problema por parte de la Orden… pero algo le decía que mejor colaborar, aunque no dejó de hacerse la difícil.

Así que partieron, con Iruss y Annie vistiendo de incógnito, y los voluntarios Elenthyl, Zalcor, Mongor, Danowl, y Esel acompañando. Korissa se unió por el camino, con un cabreo que casi permitía ver el humo saliendo de sus orejas, por mucho que Zalcor intentara apaciguarla, como se apreciaba por sus gestos más que por sus voces, discutiendo en susurros en lugares apartados.

Llegados a Cruce de Rauvin, se dispersaron para buscar información en esa localidad de ambiente siniestro, que parecía haber vivido mejores tiempos y que ahora olía a decadencia y madera mohosa. Como mentir generalmente acelera las cosas y evita dar explicaciones, Daan utilizó la vieja escusa del correo desganado para preguntar por el tipo que buscaban a dos parroquianos. Después de la cantidad de recados que había hecho por La Marca la cara de mensajera hastiada le salía con bastante naturalidad, y así supo que el tal Armand, un tipo alto, fuerte y rubio -como pudo sonsacar, aflojando la cerveza- se había instalado en un campamento en las afueras del pueblo.

Armand en realidad se llamaba Bertrand y trabajaba para Iruss, como le dijo la elfa, y lo encontraron a solas en el campamento descrito. Daan inició la aproximación mientras el resto vigilaba, de forma algo confusa porque Iruss le estaba susurrando cosas en élfico desde los arbustos -posiblemente hubiera intuido que hablaba el idioma por las risitas tontas al escuchar a Elenthyl ligando en ese idioma- y Daan repetía lo que le decían, pero el tipo no hablaba élfico y no se entendían, y se comenzó a mosquear un poco hasta que le dijeron el santo y seña de la orden “Honor y Lealtad”, que se apuntó mentalmente por si lo necesitaba en el futuro.

Daan dio paso, entonces sí, a Iruss, Annie mientras marchaba a vigilar con el resto -pero no porque lo mandara la jefa, sino porque le parecía adecuado, se repetía-. Ahí comenzó a llegar la información interesante, porque por lo visto Armand se había infiltrado en un grupo que trabajaba para un tal Don Muerte, al que sólo conocía su jefe directo, y estaba nervioso porque temía que sospechaban de él y le iban a tender una emboscada.

La emboscada, por suerte, llegó cuando estaban todos ahí, y así se desató una bacanal de sangre cuando distintos tipos de entes comenzaron a aparecer, ¡hasta un mismísimo dracoliche! Aguas profundas estaban pisando para semejante despliegue.

El combate fue duro pero breve y, con la adrenalina golpeando sus sienes y vitoreando tras la muerte de la bestia -la cual, para ser sincera, tenía más que ver con las armas de sus compañeros que las suyas-, Daan no se dio cuenta de cómo un hombre escapaba corriendo, Esel tensaba el arco y lo ensartaba certeramente… aunque por suerte manteniéndolo con vida. Habían capturado al jefe de Armand-Bertrand, que iba a pasar rápidamente a disposición de los caballeros para interrogarlo.

Así, el tipo desaparecería, y ya no sabrían nada más que lo que la Orden estuviera dispuesta a contar. Y a Daan le empezaron a picar los dedos, mientras el grupo discutía distraído, y el tipo permanecía inconsciente… Y se agachó, sin pensarlo demasiado, a registrar el cuerpo para ver si encontraba alguna pista antes de que se esfumara la oportunidad. Y encontró algo en el bolsillo del tipo, que pasó rápidamente al suyo. Y levantó la mirada para encontrarse a todos observándola con cara de pocos amigos, mientras lo hacía.

¡Ouch! En su momento había parecido una buena idea…

Por suerte, habían visto que cogía algo pero no qué cogía. Y por suerte, tenían buena vista pero ella mentía mejor. Así, los caballeros se llevaron al tipo y Daan se quedó con un rapapolvo y con una baza en el bolsillo.

A partir de ahora, la Orden de Caballeros no era la única con información privilegiada, y mientras marchaba del lugar, planificando mentalmente sus siguientes acciones, sonrió disfrutando con la nueva mano de cartas que se repartía.

[Forigirl]

Había muchas pistas que seguir y mucho a tener en cuenta para poder seguir adelante con el tema de la enfermedad que estaba fulminando de cada vez a mas guardias y gente de la Marca. Así que hablando con Zalcor decidieron que lo mas sensato era seguir la pista del dragón antes de que se marchara y así perder toda oportunidad de saber que era lo que ocurría. No era algo que le hiciera ninguna gracia a Juliette pues últimamente las pesadillas que tenía en relación a esas criaturas eran mas constantes y reales y sabía que nada bueno podía presagiar eso y más teniendo en cuenta lo que ocurrió tantos años atrás.

Pero aún así se dispuso a ayudar a Zalcor con la premisa de no hacer nada indebido y esperar a tener un consenso entre todos sobre la manera de actuar. Se dirigieron hacia el Pináculo que al parecer era ahí donde se resguardaba el pequeño dragón argénteo y efectivamente ahí estaba. Poco tardo en hacer presencia una criatura enorme sobrevolando el cielo agitando las alas haciendo que todos los presentes quedaran anonadados ante ese ser, su mera presencia hacía que a todos se les encogiera el corazón.

Zalcor empezó con la voz cantante y fue el que inició la conversación. Al parecer esa misma enfermedad que estaba matando a tanta gente había matado ya a muchos de los suyos pero que era algo con lo que estaban lidiando desde hacía mucho mas tiempo.

Juliette se encontraba sentada sobre una cama que había por ahí escuchando atenta y sin perder en ningún momento de vista a ese enorme dragón argénteo. Seguía sin hacerle ninguna gracia eso y mucho menos que la mayoría de sus compañeros mostrasen tal fascinación por un dragón sin saber realmente que pretendía ofreciéndoles su ayuda o si ocultaba algo, como podían estar tan tranquilos y encantados con la idea? No podía creer lo que estaba viendo y oyendo. Eran una panda de ilusos e idiotas.

La gran sierpe siguió hablando y les contó que el rastro que habían seguido y donde podría estar aquel al que siguieron, uno de los posibles culpables, era en el desierto y que en dos lunas se verían en el mismo lugar para guiarles y poder terminar de una vez con todas con todo eso, se estaba alargando demasiado y ya hasta Juliette que hasta el momento estaba tranquila empezaba a temer por su integridad y terminar también enfermando. Además tambien contó algo muy relevante y es que el libro que creían ellos que tenían en su poder sobre el poder de la gema era cierto y verdadero y nada mas lejos de la realidad el libro original y donde encontrarían toda la información que necesitaban estaba ahí, en el desierto, en una ciudad oculta.

Por mas que lo pensara y le diera vueltas seguía sin ver claro lo de colaborar con dragones y hacerles caso a todo lo que les contaba sin objetar nada y sin ver nada de peligroso en eso. ¿Y si les preparaban una emboscada para terminar con ellos ya que eran los que estaban intentando terminar con la enfermedad? ¿Y si todo era obra de los dragones? Y lo peor no fue solo eso, si no que Vadania cuando la sierpe ya se había ido les hizo una gran confesión, una confesión que cambiaría mucho los ojos con los que Juliette la veía. No podía ser cierto todo eso que acababa de acontecer, parecía surrealista.

[Tymora]

//Siguiente escena: 18 de marzo a las 21:30/22:00. Mismo punto donde lo dejamos.

Pnjs nuevos: Leah -----> La primera infectada
Arlet "Cuervo" Es la hermana de Leah
Don muerte: Nombre del lider de la organizacion Talonita