Aelar Nevae Athelas
Publicado: Mar Abr 02, 2019 2:23 am

Nombre del PJ: Aelar Nevae Athelas
Procedencia: Aguasprofundas
Deidad: Dubitativo de Sehanine Lunarco
Raza y etnia: Elfo Lunar
Dedicación: Trovador
Animadversión: Ninguna aparente
Procedencia: Aguasprofundas
Deidad: Dubitativo de Sehanine Lunarco
Raza y etnia: Elfo Lunar
Dedicación: Trovador
Animadversión: Ninguna aparente

Descripción física:
Bajo unas prendas generalmente de cortes simples y de colores que se asemejan al azul nocturno de una noche de luna llena, blancos plateados y matices lavanda, Aelar poseía una tez pálida ligeramente tintada por un tenue color tierra que recuerda a la arenisca de arcilla en el desierto. Posee filigranas y varios elementos primitivos que decoran sus ropajes y equipaje en reconocimiento subconsciente de sus orígenes antiguos; plumas, cuentas y piedras talladas. A diferencia de la costumbre, lo suyo son colores poco saturados pero limpios, en general perdido en la antigüedad.
Su cabello azabache rara vez se encuentra anudado o recogido, aunque la libertad del mismo es decorada con alguna que otra cuenta o alambre de plata, siendo el mayor protagonista en su rostro sus ojos de color entremezclado entre azul y verde. Su estatura es la común entre los varones elfos aunque su constitución es extremadamente delgada, teniendo las facciones excesivamente marcadas carentes de grasa amortiguando la piel sobre los músculos; muy usualmente se le suele encontrar afectado por algún resfriado o contrayendo algo tras un viaje bajo la lluvia.
En sus brazos posee una serie de tatuajes de finas ramas de colores plata y púrpura, que rebosan de misticismo cuando acompaña al viento con sus flechas. Suele vestir ligeramente sin dejar desprovisto demasiado de su cuerpo, con muy poco equipaje más allá de sus armas y sus provisiones. Aquellas personas que lo vean asiduamente reconocerán en el que siempre porta un arco largo, varios viales y un carcaj repleto de flechas con plumajes dispares que sugieren que dichas flechas no serán la misma.

Personalidad y rasgos:
Resulta inequívoco pensar que el joven elfo tiene algún tipo de relación profunda con la magia dado el semblante etéreo que rezuma junto con el misticismo de sus palabras con las que en ocasiones expresa sus sentimientos u otros menesteres, sin embargo dicho rasgo se puede malinterpretar ya que desde bien joven Aelar se expresaba así y, aunque sus padres lo achacaban a la influencia que su abuela tenía en ella, resultaba más bien ser un carácter heredado por su interés en el arte y la literatura.
Siente un fuerte apego por la vida pero no por las criaturas vivas en sí, asidua visualizar el mundo como un sueño en el que todo origen y materia, en esencia, está formado de una única fuente de energía que se recicla. La longeva vida del elfo le brindará las respuestas de si su postura es equívoca o no, pero en su experiencia y gracias a sus años, aquellas cosas que ha visto morir o perecer han terminado resultando en el resurgir o nacer de otras tantas —aunque no estrictamente reencarnados—. Las vidas de los humanos que discurren carecen de importancia cuando se observan las corrientes filosóficas e ideológicas reciclarse con la misma pasión que en antaño tuvieron, y dicha pasión es una de las tantas cosas en las que el joven varón se siente inclinado a admirar, más que a los que viven en sí.
Tras entender esto uno puede llegar a comprender el porqué de sus motivaciones, y de cómo suele establecer valores sobre cuando debe y cuando no debe actuar o apoyar una causa en concreto. Podría uno finalmente apreciar que su inclinación ante el bien y el mal no es como la de cualquier otra persona que se para a pensar si algo será marcado como benigno o maligno, y por ello hará cosas que otros consideren como una acción que se inclina hacia alguno de los dos ejes mientras que, para Aelar, no hay ley ni balanza que pueda guiar debidamente sus pasos si sigue los latidos de su corazón y, algo egoístas, los anhelos de su consciencia —con la cual debe vivir hasta el final—.
