Logan Sombrero Grande
Publicado: Vie Jun 14, 2019 4:12 pm
Un elfo, de tez pálida y pelo oscuro, despertó en la villa de Nevesmortas sin recordar nada sobre quién era, sólo tenia encima un libro viejo, el cual parecía contener conjuros, ya que, para su sorpresa, de alguna manera que se le escapaba a su razonamiento, él era capaz de leerlos e interpretarlos, por conclusión debía de ser un estudioso de la magia en su vida pasada. En la portada del libro ponía Logan y tenía un gran sombrero dibujado.
Al poco tiempo vagando por las calles de la villa, pudo encontrarse con un gnomo llamado Tirkas, y un bardo encapuchado de nombre Hefesto. Ellos pudieron enseñarle los principales edificios del lugar, aparte de las zonas colindantes. Logan pudo ver como todo los alrededores de Nevesmortas estaban infestados de trasgos, osgos y ogros. Y al avanzar un poco mas hacia el norte la cosa no mejoraba, ¡ incluso pudieron ver algún que otro orco ! Pudo comprender la preocupación de Tirkas con respecto al bosque, éste estaba repleto de fuerzas del mal y por eso este gnomo siempre andaba por la naturaleza lidiando con ellas. Logan no dudó en unirse a su causa para así familiarizarse poco a poco con la zona. A fin y al cabo... mientras no recordase mas de su pasado... poco iba a hacer.
No llegó a pasar una luna de eso, que una noche, gnomo y elfo, se cruzaron con un paladín enano, éste estaba lidiando con la plaga de trasgos que aflora al norte de la villa. No podían dejar que se enfrentara solo a ellos, y gracias a esto conocieron a Bardin Bardinson, el cual por lo visto, había llegado recientemente a la villa buscando a su padre. Resultó ser un amigo de confianza, siempre se lo encontraban por la bifurcación encargándose personalmente de que el camino sea seguro. ¡ No ha habido época mas segura para el negocio de los bueyes de carga de suministros !
Logan encontró una nueva motivación, se sentía cómodo acompañando a estos nuevos compañeros, y no dudó en poder acompañarles a todo tipo de encargo o misión de rescate, las cuales eran bastante normales en la región. Sin embargo, no siempre podía estar con ellos, y encontró en la pesca una satisfactoria tranquilidad que le sirvió como excusa para peregrinar y conocer todas las zonas de la La Marca, pudiendo pescar todo tipo de peces, además de memorizarse todos los caminos a las zonas que descubría.
Una noche, volviendo de su jornada de pesca y haciendo alto en el Hospicio, Logan conoció a Dam, el cual conforme cruzó mirada con él, pudo ver su libro de conjuros, y sin dudarlo, se acercó a venderle un cinturón que según él, aumentaría los limites de la inteligencia de un usuario arcano. Esto llevó a ambos a juntarse y hablar durante horas sobre magia, resultó ser un innato, y por lo visto, bastante más formado de lo que Logan podría imaginar, y, ¡ casualmente también conocía a Tirkas ! Entablaron buena amistad, y mas de una vez se juntaban hechicero y mago a practicar sus artes, o simplemente a debatir noches enteras.
Acabó conociendo a más gente, como Amatista, Santino (al cual Logan aún le debe un viaje de pesca y unas cervezas), Hojaveloz, Daan... Pero la noche que mas pudo marcarle fue el día que conoció a Liu, la cual quería mostrarle a Logan un bosque lleno de fantasmas. Mala suerte que de camino hacia allí, unos orcos los asaltaron, y, al acabar la emboscada, Logan pudo percatarse de que uno de ellos llevaba un libro que le pareció familiar, y en efecto, resultó ser un compendio de dragones, uno de la colección que recordó que él ya había estudiado con anterioridad, y junto a ese recuerdo, pudo verse sentado largas tardes y noches en una biblioteca con largas pilas de libros. Recordó que él era un erudito, pero no conseguía recordar emblemas, pistas,o indicios que pudieran llevarle a deducir de donde se trataba.
Liu tuvo que lidiar con la pesadumbre que Logan tenía, y se le ocurrió una idea perfecta, ¡Logan aún no tenía su sombrero que tanto le identificaba! Estuvo un día desaparecida y a la mañana siguiente apareció con el sombrero azul picudo que hoy lleva puesto. Se ve que Liu pudo pensar que esto animaría a Logan, y en efecto, conforme se puso el sombrero, se le dibujó una sonrisa tan afilada que hacía juego con sus orejas.
Puede que a Logan le causara pena no recordar más de su nombre o de su pasado, pero desde ese día ya se sintió identificado de verdad como Sombrero Grande Logan, eso pudo hacerle pensar en tomarse con calma la situación de su pasado, y analizarla mas fríamente. Si él estudiaba en algún tipo de orden mágica, pensó que habría alguna otra orden en La Marca la cual podría quizá identificarle, y no dudó en buscar sobre ello, hasta que al final dió con Liliana, la cual resultaba ser Aprendiz de la orden de magos. Liliana, al saber de todo esto, accedió voluntariamente a enviar un mensaje a la orden, manteniendo a la espera a Logan sobre cualquier novedad.
Desde ese momento en adelante, Logan ha estado perfeccionando sus estudios mágicos, y ha comenzado a probar nuevos oficios como extractor de gemas y encantador de éstas. Se siente feliz, ve que todo sigue su camino, y todo parece ir encajando poco a poco, el único problema... ¡es que ahora necesita un joyero que le ayude!
Al poco tiempo vagando por las calles de la villa, pudo encontrarse con un gnomo llamado Tirkas, y un bardo encapuchado de nombre Hefesto. Ellos pudieron enseñarle los principales edificios del lugar, aparte de las zonas colindantes. Logan pudo ver como todo los alrededores de Nevesmortas estaban infestados de trasgos, osgos y ogros. Y al avanzar un poco mas hacia el norte la cosa no mejoraba, ¡ incluso pudieron ver algún que otro orco ! Pudo comprender la preocupación de Tirkas con respecto al bosque, éste estaba repleto de fuerzas del mal y por eso este gnomo siempre andaba por la naturaleza lidiando con ellas. Logan no dudó en unirse a su causa para así familiarizarse poco a poco con la zona. A fin y al cabo... mientras no recordase mas de su pasado... poco iba a hacer.
No llegó a pasar una luna de eso, que una noche, gnomo y elfo, se cruzaron con un paladín enano, éste estaba lidiando con la plaga de trasgos que aflora al norte de la villa. No podían dejar que se enfrentara solo a ellos, y gracias a esto conocieron a Bardin Bardinson, el cual por lo visto, había llegado recientemente a la villa buscando a su padre. Resultó ser un amigo de confianza, siempre se lo encontraban por la bifurcación encargándose personalmente de que el camino sea seguro. ¡ No ha habido época mas segura para el negocio de los bueyes de carga de suministros !
Logan encontró una nueva motivación, se sentía cómodo acompañando a estos nuevos compañeros, y no dudó en poder acompañarles a todo tipo de encargo o misión de rescate, las cuales eran bastante normales en la región. Sin embargo, no siempre podía estar con ellos, y encontró en la pesca una satisfactoria tranquilidad que le sirvió como excusa para peregrinar y conocer todas las zonas de la La Marca, pudiendo pescar todo tipo de peces, además de memorizarse todos los caminos a las zonas que descubría.
Una noche, volviendo de su jornada de pesca y haciendo alto en el Hospicio, Logan conoció a Dam, el cual conforme cruzó mirada con él, pudo ver su libro de conjuros, y sin dudarlo, se acercó a venderle un cinturón que según él, aumentaría los limites de la inteligencia de un usuario arcano. Esto llevó a ambos a juntarse y hablar durante horas sobre magia, resultó ser un innato, y por lo visto, bastante más formado de lo que Logan podría imaginar, y, ¡ casualmente también conocía a Tirkas ! Entablaron buena amistad, y mas de una vez se juntaban hechicero y mago a practicar sus artes, o simplemente a debatir noches enteras.
Acabó conociendo a más gente, como Amatista, Santino (al cual Logan aún le debe un viaje de pesca y unas cervezas), Hojaveloz, Daan... Pero la noche que mas pudo marcarle fue el día que conoció a Liu, la cual quería mostrarle a Logan un bosque lleno de fantasmas. Mala suerte que de camino hacia allí, unos orcos los asaltaron, y, al acabar la emboscada, Logan pudo percatarse de que uno de ellos llevaba un libro que le pareció familiar, y en efecto, resultó ser un compendio de dragones, uno de la colección que recordó que él ya había estudiado con anterioridad, y junto a ese recuerdo, pudo verse sentado largas tardes y noches en una biblioteca con largas pilas de libros. Recordó que él era un erudito, pero no conseguía recordar emblemas, pistas,o indicios que pudieran llevarle a deducir de donde se trataba.
Liu tuvo que lidiar con la pesadumbre que Logan tenía, y se le ocurrió una idea perfecta, ¡Logan aún no tenía su sombrero que tanto le identificaba! Estuvo un día desaparecida y a la mañana siguiente apareció con el sombrero azul picudo que hoy lleva puesto. Se ve que Liu pudo pensar que esto animaría a Logan, y en efecto, conforme se puso el sombrero, se le dibujó una sonrisa tan afilada que hacía juego con sus orejas.
Puede que a Logan le causara pena no recordar más de su nombre o de su pasado, pero desde ese día ya se sintió identificado de verdad como Sombrero Grande Logan, eso pudo hacerle pensar en tomarse con calma la situación de su pasado, y analizarla mas fríamente. Si él estudiaba en algún tipo de orden mágica, pensó que habría alguna otra orden en La Marca la cual podría quizá identificarle, y no dudó en buscar sobre ello, hasta que al final dió con Liliana, la cual resultaba ser Aprendiz de la orden de magos. Liliana, al saber de todo esto, accedió voluntariamente a enviar un mensaje a la orden, manteniendo a la espera a Logan sobre cualquier novedad.
Desde ese momento en adelante, Logan ha estado perfeccionando sus estudios mágicos, y ha comenzado a probar nuevos oficios como extractor de gemas y encantador de éstas. Se siente feliz, ve que todo sigue su camino, y todo parece ir encajando poco a poco, el único problema... ¡es que ahora necesita un joyero que le ayude!