Ingwe Pactoscuro
Publicado: Lun Sep 16, 2019 11:22 pm
Hace más de mil años...
Un elfo de aspecto descuidado se encontraba en una celda, engrilletado de pies y manos, habiendo sido capturado en la superficie hace años. Es duro ser un esclavo en la infraoscuridad, para los mortales, es algo pasajero hasta que mueren, pero para un elfo de la superficie, pasar 200 años ahí puede hacerte desear muchas cosas.
Después de una de sus palizas semanales, tan lleno de moratones y sangre que apenas le quedaba un hueco en el que se pudiera ver la piel. En ese momento, uno de tantos, de desesperación, con un hilo de voz pudo decir una frase que lo cambiaría todo. "Daría lo que fuera por ser libre y poder matarlos a todos...."
Quizá todo formaba parte de un plan magistral de alguna entidad, o quizá fue el azar, pero en esa celda, debía haber lo que comúnmente se conoce como un pequeño demonio, entró en el plano material después de la petición, y entabló conversación con el moribundo elfo.
-Así que darías lo que fuera, por salir de aquí... ¿eh?- Le dijo el demonio mientras pasaba un dedo por la sanguinolenta mejilla y se lo llevaba a la boca para degustar el sabor de la sangre.-
-Sí... lo que sea, pero sácame de aquí....
-No está en mi mano sacarte de aquí... pero quizá... podría hacer que salgas por tu propio pie... y que nadie vuelva a osar molestarte.... pero claro, eso tiene un precio... algo... ridículo dada tu situación...
-¿Qué quieres? Lo que sea...
-Nada... tú alma... y una vez llegué tu hora... serás mío, para siempre.
-Ni hablar... prefiero seguir aquí...
100 años después, tras otra paliza, y alguna mutilación... El mismo diablillo apareció.
-¿Qué tal? Aún aquí... ¿eh? Debe de ser genial tener un alma... para no poder usarla... además, si salieras... quizá nunca mueras, eres un elfo... ¿no? No tienes porque morir hasta dentro de muuucho tiempo... y quizá, con lo que yo te confiera, nunca...
-Hazlo, por favor... sácame de aquí..., te daré lo que pides.
Y así se selló un pacto, un pacto oscuro.
Hace unos 50 años....
No era raro ver caravanas de elfos viajar por todo el continente, al fin y al cavo, son cómodas, y no suelen asaltarlas... no suelen... Pero esta caravana, quizá ya tenía el destino escrito o de nuevo fue azar...
Rodearon la caravana entre más de veinte hombres enmascarados, en su interior estaba ella, Eliana, una elfa noble de unos 100 años que volvía a casa después de una celebración. Mataron a los guardias que opusieron resistencia, abrieron el arcón trasero y saqueron el oro y las joyas que contenía, pero el líder de los bandidos, no contento con eso... decidió darse un placer especial con la joven elfa.
Así fue como fue engendrado Ingwe, fruto de una violación.
Nació, aunque no fue deseado por su comunidad, ella decidió sacar algo bueno de lo que le había pasado.
Quizá el que fuera fecundado de una forma violenta y salvaje desencadenó que desarrollase sus poderes.
No tardó mucho en darse cuenta de que ese no era su lugar, así que cuando alcanzó la madurez a los 21 años, se marchó. Un semi humano en tierra de elfos, y un semielfo en tierra de humanos. Desde entonces viaja por el mundo, buscando su sitio.
Hace unas pocas dekhanas...
Se dirigía a las tierras del norte, dónde según le dijeron allí no juzgaban a nadie por su procedencia, si no por sus actos.
Iba montado a caballo, en una encrucijada, cuando detrás de un árbol cercano salieron dos encapuchados.
-La bolsa o la vida.
-Elijo la vida... toma la bolsa, aunque no hay mucho.- Cogió una bolsa y antes de poder lanzarla a los píes de los bandidos, ya estaban muertos. Tras los dos hombres vislumbró una silueta, era una mujer, bastante hermosa. Limpió el estoque con el que acababa de ensartar a los dos muertos, y tendió la mano a la bolsa de oro de Ingwe.
-Bueno, yo no voy a robarte, pero aceptaré este pago encantada por escoltarte hasta dónde vayas...
-Eh... claro... gracias... supongo...
-Me llamo Deilara y tú eres....
Y así empezó la andanza de Ingwe Pactoscuro en La Marca Argéntea.
.
Un elfo de aspecto descuidado se encontraba en una celda, engrilletado de pies y manos, habiendo sido capturado en la superficie hace años. Es duro ser un esclavo en la infraoscuridad, para los mortales, es algo pasajero hasta que mueren, pero para un elfo de la superficie, pasar 200 años ahí puede hacerte desear muchas cosas.
Después de una de sus palizas semanales, tan lleno de moratones y sangre que apenas le quedaba un hueco en el que se pudiera ver la piel. En ese momento, uno de tantos, de desesperación, con un hilo de voz pudo decir una frase que lo cambiaría todo. "Daría lo que fuera por ser libre y poder matarlos a todos...."
Quizá todo formaba parte de un plan magistral de alguna entidad, o quizá fue el azar, pero en esa celda, debía haber lo que comúnmente se conoce como un pequeño demonio, entró en el plano material después de la petición, y entabló conversación con el moribundo elfo.
-Así que darías lo que fuera, por salir de aquí... ¿eh?- Le dijo el demonio mientras pasaba un dedo por la sanguinolenta mejilla y se lo llevaba a la boca para degustar el sabor de la sangre.-
-Sí... lo que sea, pero sácame de aquí....
-No está en mi mano sacarte de aquí... pero quizá... podría hacer que salgas por tu propio pie... y que nadie vuelva a osar molestarte.... pero claro, eso tiene un precio... algo... ridículo dada tu situación...
-¿Qué quieres? Lo que sea...
-Nada... tú alma... y una vez llegué tu hora... serás mío, para siempre.
-Ni hablar... prefiero seguir aquí...
100 años después, tras otra paliza, y alguna mutilación... El mismo diablillo apareció.
-¿Qué tal? Aún aquí... ¿eh? Debe de ser genial tener un alma... para no poder usarla... además, si salieras... quizá nunca mueras, eres un elfo... ¿no? No tienes porque morir hasta dentro de muuucho tiempo... y quizá, con lo que yo te confiera, nunca...
-Hazlo, por favor... sácame de aquí..., te daré lo que pides.
Y así se selló un pacto, un pacto oscuro.
Hace unos 50 años....
No era raro ver caravanas de elfos viajar por todo el continente, al fin y al cavo, son cómodas, y no suelen asaltarlas... no suelen... Pero esta caravana, quizá ya tenía el destino escrito o de nuevo fue azar...
Rodearon la caravana entre más de veinte hombres enmascarados, en su interior estaba ella, Eliana, una elfa noble de unos 100 años que volvía a casa después de una celebración. Mataron a los guardias que opusieron resistencia, abrieron el arcón trasero y saqueron el oro y las joyas que contenía, pero el líder de los bandidos, no contento con eso... decidió darse un placer especial con la joven elfa.
Así fue como fue engendrado Ingwe, fruto de una violación.
Nació, aunque no fue deseado por su comunidad, ella decidió sacar algo bueno de lo que le había pasado.
Quizá el que fuera fecundado de una forma violenta y salvaje desencadenó que desarrollase sus poderes.
No tardó mucho en darse cuenta de que ese no era su lugar, así que cuando alcanzó la madurez a los 21 años, se marchó. Un semi humano en tierra de elfos, y un semielfo en tierra de humanos. Desde entonces viaja por el mundo, buscando su sitio.
Hace unas pocas dekhanas...
Se dirigía a las tierras del norte, dónde según le dijeron allí no juzgaban a nadie por su procedencia, si no por sus actos.
Iba montado a caballo, en una encrucijada, cuando detrás de un árbol cercano salieron dos encapuchados.
-La bolsa o la vida.
-Elijo la vida... toma la bolsa, aunque no hay mucho.- Cogió una bolsa y antes de poder lanzarla a los píes de los bandidos, ya estaban muertos. Tras los dos hombres vislumbró una silueta, era una mujer, bastante hermosa. Limpió el estoque con el que acababa de ensartar a los dos muertos, y tendió la mano a la bolsa de oro de Ingwe.
-Bueno, yo no voy a robarte, pero aceptaré este pago encantada por escoltarte hasta dónde vayas...
-Eh... claro... gracias... supongo...
-Me llamo Deilara y tú eres....
Y así empezó la andanza de Ingwe Pactoscuro en La Marca Argéntea.
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