Nadim-Extranjero en busca de Fama

Los trovadores de la región narran la historia de sus héroes. (Historias escritas por los jugadores)

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PonyAmistoso
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Nadim-Extranjero en busca de Fama

Mensaje por PonyAmistoso »

Nadim era hijo de una familia de mercaderes, de cierta fama pero no demasiada, que habitaba en una de las ciudades del norte del país de Amn, una pequeña y de carácter rural, pero buena para el comercio igualmente. Nadim fue educado para ser un comerciante, como fueron también sus hermanos y hermanas. Pero mientras ellos trataban de resolver cuentas y aprender las dotes de la elocuencia, él nunca mostró demasiado interés en tales asuntos. En su lugar, Nadim perseguía ratas y zorros, y sus noches las dedicaba a robar pequeños objetos de sus vecinos. Fueron muchas las veces que Nadim fue regañado, decenas las ocasiones en que fue descubierto en sus artes nocturnas, y cuando finalmente le preguntaron por la causa, el origen de tales hábitos, él respondió simplemente “es mi entrenamiento de aventurero”. Y es que, allá donde sus hermanos estudiaron libros para crecer hasta ser comerciantes, Nadim encontró y leyó cientos de historias sobre temerarios, espadachines, héroes y viajeros, y las estudió para crecer hasta ser cómo ellos. Según crecía, quedó claro que la condición de Nadim no tenía remedio, cambió la madera por el acero de un estoque, las ratas y zorros por criaturas que se alojaban en los límites de la ciudad, y los robos se volvieron más sutiles y variados. Corría la voz de que uno de los hijos de Haidar el Saab era el mercenario de la ciudad, y Nadim no podía estar más contento. Y se enardeció, confiado, de tal manera que un día encaró a sus padres y, para horror suyo, declaró que iba a viajar al norte, muy muy al norte, y que allí se labraría una reputación tal que no tardarían en volver a oír hablar de él.
La respuesta fue terrible, una condena al joven que le prohibió no ya el ir al norte, sino salir de la ciudad, e incluso de su casa si continuaba con sus artimañas. Pero Nadim no había formulado una petición, simplemente informaba de su intención. Esa misma noche, hizo acopio de todas las cosas que pudieran resultarle útiles, tomó su estoque y se enfundó en una armadura de cuero que había encargado unas semanas atrás, y se dio a la fuga, no sin antes echar mano a algo de la fortuna familiar, para asegurarse el poder pagar sus necesidades en el camino. Para cuando los guardias se enteraron Nadim ya los estaba despachando y dejando dormidos, sin duda para que al día siguiente recibieran una notificación de despido. Pero a Nadim no le importaba, mientras corría por el camino lo más rápido que podía, rezando por encontrar pronto un carro o caravana en el que subirse, sacó de su bolsa un papel que extendió frente a él, y observó la zona que tenía marcada con un círculo de carboncillo: la Marca Argéntea, el lugar en donde sus ansias de aventura se harían realidad.
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PonyAmistoso
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Re: Nadim-Extranjero en busca de Fama

Mensaje por PonyAmistoso »

Un hombre de piel oscura y pelo más todavía reposaba en el interior de una caravana, echado sobre su espalda y con las manos dando palmadas sobre la madera, marcando el ritmo animado de una canción de tierras mucho más al sur de donde estaba. En su cinto llevaba un estoque algo gastado por el uso, y sobre la cabeza una bandana que por su color podía fundirse con su pelo. A su lado, tenía un mapa, con un gran círculo negro medio dibujado sobre una zona amplia. Nadim estaba recordando, como solía hacer, todo el camino que había recorrido desde su hogar, las diferentes penurias que había pasado: huido de árboles vivientes en un bosque sin nombre, enfrentado a orcos, trasgos, osgos en las tierras áridas llenas de huesos de antiguas batallas, había sido encantado por mujeres serpiente y apenas había escapado en varias ocasiones. Sí, su viaje había estado lleno de penurias, y lo cierto es que no había tenido muchos respiros. Llegó incluso a añorar su hogar, una buena casa en la que estar rodeado de facilidades, pero esas ideas las quitó forzosamente de su mente, y acabó por extraerlas por completo. Sonrió, y pensó para él mismo que ese viaje había sido bueno, lleno de males, casi perdió la vida tantas veces que le avergonzaba, pero eso era bueno: era como debía de ser un aventurero, ¿o no?
De pronto el vehículo paró en seco y el hombre soltó una maldición al golpearse la cabeza contra la madera dura. Escuchó unos pasos por fuera, y no tardó en ver cómo la puerta del vagón en que iba se abrió, dejando entrar una cantidad de luz sorprendentemente escasa. Afuera vio a un Mediano, un tal Tetran, que había accedido hacía unas semanas a llevarlo consigo a cambio de acabar con cualquier amenaza que encontraran.
-Llegamos- No dijo nada más, simplemente se dio la vuelta y fue a abrir los demás vagones, en los que llevaba cargas diversas. Para Nadim, sin embargo, esa palabra bastó.
Como un demonio perseguido por espíritus divinos, se puso en pie y recogió sus cosas, y en cuestión de segundos estaba afuera. Sus ojos brillaron con un brillo que sólo se presentaba en ocasiones especiales, al ver los árboles que se extendían a su alrededor, tapando incluso el sol, y cómo entre algunos recovecos conseguía ver esbozos de montañas, y algún rastro de civilización, o lo que le parecía que era civilización, de alguna raza que no conocía.
-Hemos llegado a la Marca Argéntea, a partir de ahora vas solo- dijo el mediano, y continuó asegurándose de que todo estuviera en su sitio en el cargamento.- ¿Seguro que puedes seguir solo?
Nadim asintió con vehemencia, y con una ilusión infantil dijo:
-Sí amigo… esto sí que ha sido un buen negocio-
Y comenzó a caminar entre lo desconocido, preguntándose qué clase de aventuras le esperarían, qué historias cantarían los trovadores sobre Nadim ym Haidar el Saab, el espadachín de Amn que se adentró sólo en la Marca Argéntea.
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