La Marca Argéntea

*Dos guardias haciendo su ruta por el centro de Nevesmortas, se cruzan a un mediano que va con prisa*

- ¿Y este? ¿Otro nuevo en la ciudad? No vendrá un carruaje lleno de bellas damas... No vendrá un gran guerrero reconocido que imparta justicia... No vendrá na cofradía de gnomos dispuestos a dejarse todo su dinero en la villa... No, viene otro mediano, encima con prisas, mal vestido y con una pinta que no veía desde que aplasté a ese tejón con mi pie... *Se lleva la mano a la cara* Otro problema mas, seguro.

*Mientras tanto, el otro compañero, callado y con la mirada gacha camina en silencio sin abrir la boca*

-¿Que te pasa hoy? ¿Te ha arrancado la lengua un trasgo?

*El compañero en silencio, saca un pequeño anillo y mira al guardia respondiendo*

-Pues es que le he comprado este anillo para mi mujer... Me lo ha dejado a muy buen precio, además, me está buscando unas botas nuevas que necesitaba...

*El guardia le mirar confundido y echando la cabeza hacia atrás*

-¿¡Que le has comprado que!? ¿Pero estás loco? No sabes ni de donde viene, ni que viene a hacer en la villa... ¡Quién te ha visto y quién te ve!

*Algo acobardado, el compañero se justifica*

-Pero es que... Jáskar lo dejaba al doble por lo menos... Y ya sabes que tengo algo abandonada a mi mujer con este trabajo... Además, ha ido a Adbar a por mis botas, y me las trae al mismo precio...

-¡Ni pero es que ni pero es co! ¡Un poco de compostura hombre, que tu aquí eres la ley! ¿Le encarcelaras el día que se pase de la raya? ¿Le darás el mismo trato que a cualquier otro maleante? ¡¿Eh?! ¡Responde!

*El compañero, con la cabeza gacha, guarda su anillo y continua su ruta separándose del camino del guardia*

Más tarde ese mismo día, el guardia se encuentra de nuevo al mediano, y lo aparta hacia un lado quedándose a solas con el en uno de los callejones.

-Oye... He oído que puedes traerme unas botas nuevas de Adbar... Si no te importa...

-¡Por supuesto, un trabajo es un trabajo!

-Por cierto... ¿Tu nombre es...?

-Peifer *Se lleva la mano al pecho* ¡Al mejor precio!

*En medio de una noche cualquiera, a las orillas de las aguas que cubren la parte oeste de Sundabar, Peifer se acerca a ellas sentándose en el muelle mas alejado de los transeúntes que rondaban por el lugar, y sacando un pergamino y su pluma comienza a escribir*

"Llevo aquí unas cuantas Dekhanas, tiempo suficiente para hacerme conocer por el lugar. He investigado esta comarca, y como decíais, tiene mucho por lo que interesarse.
Me he ofrecido como mercader, como vos pedisteis, y estoy intentando conocer todas las necesidades de las gentes que me rodean.
Mas allá de la necesidad de gemas, de plantas y en ocasiones equipo; he visto que tienen una gran necesidad de mercenarios, hay aventureros por supuesto, pero los ataques de las criaturas cercanas como gnolls, orcos y hasta incluso algún dragón que otro creo que nos facilite la marcha que andamos todos juntos como familia.
Necesitan protección en las caravanas, los mercaderes precisan de los ciudadanos de las villas para transportar mercancía, y en ocasiones, para liquidar algún que otro yacimiento de bestias.
Como me dijisteis señor, me he intentado dar a conocer en el cuartel y en el resto de defensores de la ley que hay por aquí. He hecho algún encargo para los guardias e incluso he conocido al capitán de la guardia. Me presenté voluntario para ganarme su confianza, no hizo falta mas que una pequeña triquiñuela para que confiase en mi, así que por el momento, creo que todo va como lo planeo, mi señor.
No muy lejos de la villa principal "Nevesmortas" habitan una tribu de orcos, que creo que sería el primer paso para darnos a conocer, y como le digo, los gnolls están habitualmente atacando la villa acompañados de un liche.
Están intentando formar un grupo de mercenarios para darle caza, y creo que con mi ayuda, podré conseguir su completo fracaso. Ese será el momento para que vuestra protección se dé a conocer y con ello ganar el puesto que nos merecemos en este lugar.
No mováis vuestras caravanas del desierto, aún no es el momento. Intentaré encontrar el momento idóneo para que aparezcáis y salvéis esta comarca, incluso si soy yo el que tiene que poner todo patas arriba.
Si sale mal, intentaré engañar a los orcos para que ataquen de nuevo la villa, hasta que no les quede mas remedio que solicitarme el servicio de encontrar mercenarios, y allí será cuando vuelva a contactar con vos.
Mientras tanto buscaré un lugar para montar su cuartel para cuando vuelva a verle.
Mis respetos, de su leal señor temible Peifer. Haced llegar este mensaje a Fzoul"

*Tras esto cierra el pergamino con un sello dándole forma con una moneda. Saca una paloma deshidratada de su mochila, y mojándose la punta de los dedos en el agua la hace cobrar vida. Le cuelga el pergamino de cuello y le pone la pequeña moneda de oro en el pico*

-Ya sabes donde ir, vuela.