Celolawyn Minders
Publicado: Jue Mar 11, 2021 12:25 pm

Mi nombre es Celolawyn Minders, paladín de Tyr, defensor de la justicia y honestidad.
[Es un hombre de 39 años, formado en burocracia y en militancia, de pelo rubio y ojos azules, tanto en su rostro y cuerpo quedan las marcas de sus batallas pasadas].
Nací en la Puerta de Baldur, junto a mi hermano menor Vhairon Minders, clérigo de Tyr.
Pertenecemos a una familia aristocrática y de alta cuna de Baldur, de ahí viene nuestra buena educación.
A ambos nos instruyeron desde pequeños. Mi hermano siempre fue el más devoto de los dos, y aunque le llevaba tres años de diferencia, su disciplina y madurez siempre estaba por encima de la mía.
Nuestro padre nos hizo trasladar a Neverwinter, allí pasamos nuestra juventud. Al crecer yo marche con la militancia y él siguió estudiando el clero, se convirtió en sacerdote en el templo de la justicia de Tyr.
Pasaron mis años en el campo de batalla, y tras cumplir varios años de servicio, me uní junto a mi hermano en el templo, yo era su protector.
Asistía a juicios que él presidía y ayudaba a la guardia a mantener el orden, mi área era básicamente el distrito del templo y barrios ricos, muy tranquilos.
Hasta que un juicio lo cambio todo…
Hace unos dos años una nueva familia se asentó en Neverwinter. La familia Rosespine tuvo un crecimiento bastante rápido, de parecer simples mercaderes a pertenecer a la alta burguesía (si, era sospechoso, pero en principio permanecieron inadvertidos).
Un asesinato ocurrió en las calles, pocas pistas de hallaron y ningún testigo, era raro que algo así ocurriese en los barrios ricos, de manera tan despreocupada, pero obviamente llamo mi atención.
Una de las pistas que se halló eran unas espinas de rosa clavadas en los ojos de las víctimas, algo desconcertante, pero parecía algún tipo de firma…
Pasaron los días y tras ninguna novedad amplíe mi campo a otras zonas de la ciudad, en los barrios bajos, eran más que comunes cualquier tipo de muerte, asesinatos, venganzas o incluso ajustes de cuentas.
Hablando con el guardia inspector [Treck, un viejo amigo antiguo paladín de Tyr que decidió focalizar su trabajo en otros barrios para las personas en peores condiciones] menciono que hace varias semanas muchos traficantes típicos de la zona aparecieron muertos, pero no investigaron al respecto ya que para ellos supusieron un problema menos. Pero tras inspeccionar las fosas de cadáveres, noté que tenían algo inusual, efectivamente, tenían la misma marca, espinas clavadas en los ojos.
La investigación siguió su curso y tras varios días, y sin nuevas pistas por parte de Treck… indague yo mismo más a fondo. Escuché noticias de nuevas drogas y traficantes que llenaban los barrios.
Conseguí capturar uno de esos traficantes, estaba bastante confuso por la detención y me resultó muy fácil de persuadir. Su interrogatorio fue muy satisfactorio para mí siguiente pista. Mencionó un almacén que pertenecía a la nueva familia Rosespine, con esto, nos dispusimos a buscar pruebas reales.
Con unos hombres de confianza, lideré la inspección, al interrumpir en el almacén… fue algo decepcionante, a parte de varios trabajadores, había gente que conocía, que incluso pertenecían a la guardia.
Desde luego no de esperaban nuestra presencia, no duraron y desenvainaron sus armas, tras combatir y apresar a los supervivientes, inspeccionamos las mercancías, efectivamente, habían varias drogas e incluso encontramos sannish… (no sé quién se le ocurrió ese tipo de mezcla…).
Cual fue la sorpresa, que mientras seguíamos inspeccionando, Treck, junto a dos [Davon el mayor y Markus] cabecillas de la familia Rosespine aparecieron en la entrada… Ambos le miraron y lo noté, le sentenciaron a muerte, al verse superados en número no se resistieron y los apresamos.
Tras unos pocos días en el calabozo a la espera de recopilar todas las pruebas para el juicio, Treck apareció muerto en una de las celdas… no sé qué le motivó a llevar ese camino, pero solo pude sentir lastima por el.
El día del juicio llegó, Vhairon llevaría el caso, había suficientes pruebas para condenarlos a muerte. La sentencia fue firme, su juicio se cumplió.
En el traslado yo estaba a la cola y mi hermano, encabezaba la marcha, gloriosos sus salmos a Tyr… un carruaje interrumpió nuestras filas, el caos reinó las calles y fuimos asaltados.
Tras recobrar un poco el norte y disiparse el polvo de las calles visualicé a Markus, al cual le asistían dos de sus hombres que abatieron a los guardias. Acometí contra ellos, primero contra uno, del que me deshice, al otro le dio tiempo de liberar a Markus y armarle, aunque él era diestro con la espada, la fatiga de la prisión le hizo mella, pude combatir contra ambos.
Mientras tanto la parte delantera de la fila se llevó la peor parte, Davon estaba libre, junto a sus otros hombres se abrían camino para escapar, no teníamos suficientes soldados para detenerlos y Vhairon apareció… fue capaz de imponerse al número de soldados, sin duda su batalla fue digna de los mejores recitales de un bardo.
En mi batalla consiguieron herirme, sin duda no es fácil luchar contra dos de esos vándalos, pero me mantuve con firmeza, mi espada los ajusticiará, con el favor de Tyr le corté la garganta a su lacayo y clave mi espada en el pecho de Markus, sin que le diera tiempo a pronunciar sus últimas palabras… yo en cambio si las pronuncié, sus actos finalmente, le costaron la vida.
Mi hermano seguía combatiendo, pero sin duda, Davon era alguien duro de roer… aún le superaban en número y no pudo contener todos los ataques. Davon aprovecho una apertura y le rebanó su mano izquierda, haciéndole caer al suelo. Vhairon estaba en grave peligro, pero Davon no lo remató.
Aprovechando que tenían vía libre, se limitó a enfundar su arma, coger la mano del suelo mientras sonreía y echaron a correr.
Al llegar yo donde estaba mi hermano era tarde, se habían escapado… lo importante era atenderlo. Pero el me indicaba que lo abandonara y los siguiera, pero ya me era imposible seguirles la pista.
Pasaron días y no quedaba rastro de Davon y su familia, había rumores de que huyeron hacia el este, pero no había nada certero.
Vhairon en cambio se mostró algo más frío conmigo desde entonces, yo no quería sentir lastima por él, pero mi rostro me delataba, él en cambio lo vio como una bendición, decía que ahora se parecía más incluso al propio Tyr.
Tras estos acontecimientos sentí que algo tenía que cambiar… me despedí del salón de justicia y decidí tomar mi propio camino, pasé mucho tiempo siendo guardia y creo que es hora de llevar la justicia donde los salones no pueden llegar.
Siguiendo los rumores puse camino al este, pero no encontré más pistas. Finalmente llegué a estas tierras frías y lluviosas de la Marca Argentea..