Página 1 de 1

Destino mezquino - Recuerdos de un brujo.

Publicado: Mié Mar 02, 2022 6:04 am
por Cyrus
CAPITULO I
A la deriva


Dicen que algunas personas nacen malvadas, o mezquinas, que son irremediables… que es mejor tenerlas lejos. Yo creo que en el fondo muchos buscamos ser buenos, pero hay situaciones a lo largo de la vida que te cambian, a veces el destino es el que es mezquino con uno y bueno… uno aprende.

Recuerdo aquel día, como su hubiese sido hace tan solo unas lunas, todo era tan simple, tan fácil… a veces mi día solo se trataba de jugar, divertirme con lo primero que encuentre. Nunca faltaba la comida ni el afecto de mis padres.

Todo era tan fácil…


Imagen


Una pareja se encuentra en el muelle esperando pacientemente la hora de zarpar, de a ratos en silencio, de a ratos no tanto.
  • - No deberíamos estar aquí…
    - Creo que no entiendes la situación, querida. Sabes perfectamente que pasará si nos quedamos después de lo que hice.
    - ¿Pero no puedes arreglarlo? Siempre puedes, tu escuchaste a Ramsey, estos días no han parado de saquear barcos ¡viajar es una locura!
    - Marie, ya verem… *un joven niño de unos 9 años aparece en la escena*
    - ¡Mira papá! ¡Esta seguro servirá! *le entrega una pequeña roca*
    - Hmm… debería ser un poco mas plana, sigue buscando hijo *El niño asiente y se retira despreocupadamente por donde vino*
Ambos se miran fijamente mientras unos segundos de silencio se apoderan de la situación. Y así, sin hablar, con un intercambio de miradas fugaz ya se habían dicho todo.
  • - Craig…
    - Marie…
    - ¡RAMSEY! *un hombre corpulento ya entrado en sus 50 interrumpe a la pareja* ¿Qué? ¿no estábamos jugando a decir nuestros nombres?
    - Ja ja, muy gracioso.
    - No estamos de humor hoy, amigo.
    - Pues no diría lo mismo del pequeño, juraría que lo he visto haciendo travesuras hace nada.
    - ¿Y? ¿Qué esperabas? Es un niño. Vamos Ramsey, dile que es peligroso viajar ahora.
    - Es tan peligroso como siempre, los rápidos de Jarmun no son precisamente conocidos por ser tranquilos. Dicho esto, zarparemos en unos minutos. *el joven niño vuelvo a la escena y se dirige directo a su padre*
    - ¿y esta?
    - Es perfecta
    - ¿Me vas a enseñar a hacerlo?
    - Si prometes portarte bien el viaje
    - Vale…
    - Entonces observa, la clave está en tratar de que la parte plana de la roca “roce” el agua. *procede a lanzar la roca, la cual rebota unas 9 o 10 veces y luego sonrie*
    - Lo haces parecer fácil…
    - Tampoco es tan difícil, hijo.
    - Lamento interrumpir el momento padre/hijo, pero ya estamos zarpando así que acomódense que será un viaje movido.
La pareja, junto a su hijo, proceden a subir a la embarcación y se disponen a viajar.

Imagen

Pasan las horas en un viaje que para algunos de sus tripulantes se hacen eternas.
  • - *Marie observa a Craig, quien está algo nervioso* Sabes, si te sigue cayendo mal al estomago esto de viajar en bote quizás deberías alejarte de estribor.
    - Ya se me pasará. ¿y Ludo?.
    - Creo que no tiene los mismos problemas para viajar que su padre. *señala con la mirada al joven niño durmiendo entre unas cajas*
    - Bueno, no podía sacar todo lo malo. *ríe un poco y luego suspira*.
Las horas siguen corriendo con tranquilidad, o algo así. Hasta que Ramsey aparece agitado.
  • - ¡Maldita sea mi suerte, piratas orcos! Rápido, niños y mujeres a la popa. Cualquiera que pueda empuñar un arma quédense conmigo y será mejor que se preparen.
    - Marie, rápido, ve con Ludo. Escóndanse y no salgan hasta que haya terminado todo.
    - Maldición, Craig, te dije que esto pasaría *dice entre lágrimas y desesperación*. Esto está mal, esta muy mal, los dioses nos están castigando, es tu culpa, sabía que habría consecuencias.
    - ¡Basta, no importa si tiene que ver con los dioses o no, no me discutas y hazlo!
En ese mismo momento, el barco es atrapado tanto a estribor como a babor por ganchos, los pasajeros hacen lo posible por cortarlos y/o quitarlos pero son demasiados y ocurre lo inevitable.
  • - Están abordando, espero que tengas algún truco preparado, Craig.
    - Siempre tengo algo. *dice con cierta tranquilidad, a pesar de la situación*
En ese preciso momento, ya los primeros orcos empezaron a abordar la nave, al principio eran unos pocos, pero feroces y luchaban sin cuartel. Por cada orco que caía, se segaba por lo menos 3 vidas de los tripulantes.
  • - Son demasiados… *exclama Craig, que ya hace rato dejo de lado su actitud calmada, quien mediante sus poderes arcanos logró acabar con por lo menos 4 orcos*. Esto no pinta bien.
    - Malditos, como se atreven a abordar MI nave. *lucha furiosamente a la par de Craig, por momentos es difícil distinguirlo de los orcos debido a su contextura y ferocidad*
Los minutos pasan, parecen horas, se escuchan lamentos, gritos… desesperación. Los tripulantes ya escasean en numero y los orcos siguen apareciendo como si de hormigas se trataran.
  • - Creo… creo que ese era el último. *exclama Ramsey agitado luego de despachar a uno*
Recuerdo ese instante, va a quedar grabado en mi cabeza, supongo que en momentos de desespero uno intenta pensar que todo va a estar bien, Ramsey no vio ningún orco cerca de él, creo que por eso bajó la guardia… pero había más, sí que los había.

Un orco que portaba una honda, a la distancia, logra dar un impacto certero en la nuca de Ramsey, sus ojos se tornan blancos y cae rendido al suelo.
  • - ¡RAMSEY! *mira para todos lados, quedaban 3 orcos que se acercaban furiosamente a él. Luego observa en dirección a donde están su mujer e hijo y cierra sus ojos*… que así sea.
En un parpadear todo se vuelve oscuro, una sensación de falsa calma se apodera de la escena durante unos segundos seguida luego de una gran explosión. Después de unos minutos la oscuridad se va tan repentinamente como vino. No había mas orcos a la vista, ni tampoco estaba Craig.
  • - ¿Mamá? ¿ya terminó todo? ¿Dónde está papá? *dice el niño entre lagrimas*
    - No lo sé.. espera aquí, no te muevas por favor. *se levanta para observar la escena*
El barco, que hace unos minutos era un no parar de ruidos de espadas y lucha, estaba totalmente desierto, tan solo los tripulantes que se escondieron quedaban vivos… y no todos. La pequeña sensación de paz se ve interrumpida rápidamente por una nueva situación… ¡SE ESTÁ HUNDIENDO! Exclamó uno de los supervivientes. En ese preciso momento volvió el pánico a la cara de todos.
  • - Ludo, por favor, quédate conmigo, estaremos bien. ¿Recuerdas como nadar cierto? *intenta tranquilizar a su hijo mientras observa los rápidos*
    - S..si.. pero ¿y papá? *preguntó mientras sollozaba*
    - El estará bien, nos encontrará, siempre lo hace. *dice sin apartar la vista de los rápidos*

Los minutos, que antes parecían una eternidad, ahora pasaban con cada parpadeo hasta que el barco no aguantó mas y se hundió por completo.

Imagen

Y eso... eso es todo lo que recuerdo de aquel día. Como dije antes, el destino puede ser muy mezquino y a veces uno solo aprende de él.

CAPITULO II

Publicado: Vie Mar 11, 2022 7:55 am
por Cyrus
CAPITULO II
Onírica realidad

Me despierto agitado, casi sin poder respirar en una cama y sin entender nada. Miro a todos lados, no veo ninguna cara familiar.

¿Qué pasó? ¿Cómo llegué a ese lugar?

Mi ultima memoria había sido luchando por mi vida en los rápidos… hasta que todo se oscureció y sentí el frio abrazo de… ¿la muerte?


*UNAS HORAS ANTES*

Un pequeño pelotón de soldados que pasaban por el lugar vieron los restos de la nave encallada y, junto a pobladores de la zona, iniciaron un operativo para buscar supervivientes

- Sigan buscando ¡tiene que haber supervivientes! *exclamó un hombre mientras subía a su caballo*
- ¡Si, señor!

Luego de varios minutos de búsqueda, encontraron cadáveres y personas en muy mal estado. Entre ellos una mujer joven de pelo cobrizo.
Imagen
- Eh ¡aquí hay algunos! *exclamo un soldado mientras corría a su encuentro*
- Rápido, reúnan a los que creáis que puedan salvarse y llevadlos al sanatorio.

En realidad, mentí un poco, luego de que todo se oscureciera tuve un sueño… o un delirio, no lo sé. No le di importancia en su momento, pero algo recuerdo. Una habitación, cálida, aunque al mismo tiempo sombría, un imponente escritorio y dos siluetas hablando… y yo, bueno yo medio muerto en el suelo intentando recobrar la conciencia de a ratos, pero sin mucho éxito.

- Parece que ese patético humano murió. Nunca puedes confiar en ellos, a veces pienso que el jefe nos hace perder el tiempo.
- ¿y que hacemos con este mierdecilla?
- Bueno, según el acuerdo *revisa un papel sobre el escritorio*… hmm si, aquí. Tal vez sea útil… si… bueno, si muere entonces si será tiempo perdido, aunque si vive lo suficiente… ¿Quién sabe? Hasta podría ser útil. Encárgate de él.
- *revolea los ojos* si que te gusta perder el tiempo *y luego se retira*.

A veces pienso que todo hubiese sido mas simple si solo hubiese sido un sueño…
Luego me despierto, como dije antes, en un lugar desconocido… sobre una pequeña cama improvisada.


- ¡Ey! Rápido, creo que el niño está recobrando la conciencia.
- Mamá… *susurró el niño con las pocas fuerzas que le quedaban*
- Tranquilo, todo está bien. Necesitas descansar.

No alcanzó a terminar la frase que el niño ya estaba inconsciente otra vez, pero aparentemente estable.

Pasaron las horas y luego de un arduo esfuerzo por parte de la gente del sanatorio y los guardias, se realizó un recuento de supervivientes.

- Entonces, informe de la situación, soldado.
- Se encontraron 12 cuerpos, 5 sin vida y 7 en grave estado. De los 7 pudimos salvar a 5, dos niños, una mujer y dos hombres.
- Hicimos lo que pudimos *niega algo resignado*, por lo menos hoy se salvaron vidas. Puede retirarse soldado.
- ¡Si, señor!

Luego de unas horas el niño (aun dormido) empieza a escuchar su nombre y despierta.

- Ludo… Ludo *Marie lo llama casi susurrando, como no queriendo despertarlo… pero al mismo como si su vida dependiera de que lo haga*
- *el niño abre lentamente los ojos* ¿mamá?
- *rompe en llanto y le abraza* Pensé que te perdería a ti también.
- *abraza a la madre* ¿y papa, dónde está? *preguntó, casi sin poder respirar*
- Él… luego hablamos de eso. Lo importante es que estamos juntos y vivos.
- ¿en dónde estamos?
- En una villa llamada Puntalhuven.
- ¿nos quedaremos aquí?
- Por el momento creo que es la mejor opción… nos ofrecieron un lugar donde quedarnos a cambio de trabajo.
- No quiero trabajar…
- *rie un poco mientras se seca unas lágrimas, luego le revuelve el cabello al niño* no, tu no tienes que trabajar, solo descansa y pórtate bien.

Y así fue como llegamos a Puntalhuven, la verdad que el sitio no estaba tan mal. La gente era muy agradable y podía jugar casi todo el día sin que nadie me dijera nada… salvo los guardias, a esos sí que les molestaba cuando corría mucho.

PUNTALHUVEN, SUPONGO QUE ESTÁ BIEN.
Imagen
Podría aburriros y contarles toda mi niñez, de la vez que jugando rompí una ventana jugando con Finn (¿recuerdan al otro niño que sobrevivió? Bueno, ese es Finn). O de las veces que me castigaban por no hacer caso… pero no es mi estilo. Lo único raro en esa época fueron los sueños extraños... se sentían reales y a la vez no, a veces eran más recurrentes otras no tanto. Pero siempre había siluetas extrañas hablando de no se que contrato que tenía que ver conmigo... vamos que era un niñato, hacia idioteces, pero estoy seguro que no firme nada a mi nombre.

Vamos a lo interesante, creo que tenía unos 16 o 17 años…….

Re: Destino mezquino - Recuerdos de un brujo.

Publicado: Lun May 20, 2024 9:31 am
por Cyrus
CAPITULO III
Los golpes del destino


Un puñetazo certero y rápido impacta en un joven Ludovico de 18 años, este se tambalea pero al cabo de unos segundos es como si no hubiese pasado nada y devuelve la genitleza. Delante de él, un tipo grandote de unos 1.90m y que por lo menos pesa 30 kg más que nuestro protagonista.

Imagen

Rodados por una multitud de personas alentándonos a mi y al grandulón también, puñetazo va, puñetazo viene, el cabrón pegaba duro pero se cansó rápido, pude aguantar y al final solo tuve que apuntar bien mis golpes y cayó.

- Thomas: ¡Tenemos un ganador! ¡Contra todo pronostico el joven retador se lleva la victoria!

La multitud está dividida, en su mayoría desconcertada al darse cuenta del oro que habían perdido, unos pocos contentos por el resultado… a veces apostar al pequeño tiene su recompensa. Entonces, veo a Finn acercarse con una sonrisa de oreja a oreja.

- Finn: No pensé que hablabas enserio con esto de ganarle a Righar, el cabrón es duro.
- Ludo: Si, pero yo más. *escupe un poco de sangre*

El “presentador” se me acerca con una bolsa de oro, unas 150 monedas.

- Ludo: Nada mal… ¿me avisas cuando sea la siguiente?
- Thomas: Claro, la gente quiere verte de nuevo, no cualquiera aguanta tanto maltrato de parte de Righar.
- Ludo: No soy cualquiera. *sonríe de lado con la cara magullada y se marcha junto a Finn*

Nos marchamos de lo que pareciera ser un granero abandonado, lugar donde se celebran luchas clandestinas y otro tipo de actividades dudosamente legales.

- Ludo: Si nos apuramos, seguro llegamos antes de que caiga el sol ¿Cuánto conseguiste?
- Finn: ¡Más de lo que pensé! Aposté todo lo que hice en la semana, me tenias de los nervios ¡pero mis 50 monedas se convirtieron en 120! Casi todos apostaron por Righar.
- Ludo: ¿ves lo que te digo? Podemos conseguir mucho oro así.

Imagen

Seguimos nuestro camino hasta llegar a la villa, momento en el que Finn se me queda mirando fijamente


- Finn: A veces me das miedo. *dice de manera seria*
- Ludo: ¿por?
- Finn: Mira tu cara, joder…. ¡Apenas una pequeña marca! ¡Juraría que cuando terminó la pelea casi no te podía ver los ojos de la golpiza que te dio!
- Ludo: Pues no se me da tan bien dar golpes como recibirlos, supongo que me recupero rápido… no sé.
- Finn: Como sea, tenemos que tener cuidado… a esa gente no les gusta que les tomen el pelo… y como vean que te recuperas rápido igual piensan que usas alguna magia o algo para amañar las peleas.
- Ludo: ya ya… ¿Por qué mejor no te relajas y te vas a comprar una pinta con todo el oro que te hice ganar?
- Finn: no me lo tienes que decir dos veces…
- Ludo: Voy contigo un rato hasta que se me vaya esta condenada marca, sino mi madre será quien me dé la paliza.

Fuimos a una pequeña taberna montada en la villa, donde nos quedamos un rato y luego cada cual por su camino. No tardé mucho en llegar a mi casa, Puntalhuven después de todo no es muy grande, aunque sinceramente le tenía más miedo a ella que a Righar.


- Marie: ¿Dónde estábas?
- Ludo: Con Finn…
- Marie: ¿en donde? Lans me ha dicho que hoy saliste antes de trabjar.
- Ludo: Maaaaa… *frustrado* estaba con Finn, quedamos en ir a practicar un poco con el arco, sabes que es importante que sepamos usarlo bien.
- Marie: Claro…. No se metan en líos, demasiado tengo con el trabajo en la posada, me corrieron el pago para la semana que viene así que será bastante ajustada.
- Ludo: No te preocupes, hoy pude recolectar varios minerales para Lans y me pagó bien, yo me encargo de la comida.
- Marie: …. Esta bien, pero guarda lo que puedas, si ahorras lo suficiente algún dia podrías tener tu casa propia.
- Ludo: Lo sé ma, tú tranquila.

En ese momento lo que menos me interesaba era una casa propia, quería recorrer el mundo y soñaba con ser un aventurero de renombre… no sé a donde se torcieron las cosas. No, esperen… sí sé…

Transcurrieron varios años, peleaba clandestinamente al menos una vez al mes, luego de unas cuantas ya no solo sabia recibir, sino que también repartir… a veces me dejaba ganar para no levantar sospechas. Siempre ahorrando algo para comprar el mejor equipo que pudiera para recorrer la Marca junto a Finn, ya lo habíamos planeado todo, a él se le daba bien la espada y a mi bueno… me defendía con espada y tenía una lengua de oro.

Recuerdo aquél día, me marcó de mas maneras de las que me imaginé… a veces desearía olvidarlo como si de un mal momento se hubiese tratado y nada más... pero fue el principio del resto de esta historia. El día en que todo se torció…

Con Finn volvíamos a la villa, teníamos nuestras ganancias de aquella tarde luego de una buena victoria contra un cabrón que no era ni grande ni musculoso pero se movía bien, recuerdo que me costó bastante. En el camino, a unos 30 metros divisamos a un grupo de unas 5 o 6 personas en el camino, no le dimos importancia… pero una vez que llegamos uno se paró en medio del camino.


- Rahul: ¡Miren chicos! Si es el gran Ludovico y su perrito faldero *observa a Ludovico con mucha atención* El jefe tenia razón ¡mírenlo! ¿Cómo es posible que después de una pelea esté tan entero? Yo la vi, y el otro tipo lo maltrató bastante…
- Ludo: No se de que hablas, golpeaba como una niña.

Imagen

- Rahul: Pues resulta que yo vi tu cara luego de la pelea, no es la que tienes ahora… había sangre, mucha. ¿sabes? A Vicktor no le gustan los tramposos… y ustedes se han reido de él por bastante tiempo. ¿saben que les hacemos a los tramposos?
- Ludo: No, pero como no lo soy me tiene sin cui- *calla abruptamente cuando ve que uno de los matones saca una daga y se la clava a Finn por la espalda, sin mediar palabra, sin oportunidad de defenderse*
- Finn: ARRHHGG *un grito de dolor intenso*
- Ludo: PERO QUE?!?!?! *intenta ir en dirección de su amigo a ayudarlo, pero otros 2 lo toman por detrás y empiezan a golpearlo*
- Rahul: Eso es, basura *le escupe en la cara mientras le dan una paliza* así aprenderán a no meterse con los mayores.

No sé que pasó, solo sé que Finn estaba tirado, inherte frente a mi, solo sabía que tenia que llegar a él… quizás había esperanza. Me estaban dando una golpiza, pero no sentía nada… solo mis ganas de llegar a mi compañero. Entre todo el forcejeo me pude zafar, estaba ciego de la impotencia que tenía, entonces es como si todo se hubiese congelado por un segundo… y lo escuché, esa voz que me atormentaba en mis sueños.

- Voz misteriosa: Te haz metido en un buen problema cachorro, deberías acabar con ellos… pero no puedes, no eres lo suficientemente astuto ni fuerte para ello… podría ayudarte, por un precio, claro está.
- Ludo: NO ME IMPORTA EL PRECIO ¡AYUDAME!
- Voz misteriosa: Que así sea, cachorrito. Recuerda este día.

No se como explicar lo que sucedió luego… pero cada puñetazo que daba estaba cargado con la fuerza de mil infiernos, los que antes me sostenían para que no avance ahora corrían por su seguridad, pero no lo suficientemente rápido… acabé con ellos uno por uno, como si fuera algo que hiciera todos los días. Hasta que al final quedó solo su líder.

- Rahul: ¡Maldito fenómeno! *se da media vuelta y empieza a correr*

Entonces lo sentí… sentí una fuerza en mi interior, algo recorría mi sangre y pedía a gritos salir, no se como explicarlo, fue intuitivo... entonces un haz de luz oscura que salió disparada en dirección del mercenario que corría, quien cayó al instante, sin siquiera un grito ni nada… solo muerte.

Luego un dolor inmenso se apoderó de mí, cuando me vi el pecho me di cuenta de todo lo que no había sentido en el momento, un corte profundo en mi abdomen y una flecha en el hombro… me la quité, no pensé en el momento… Las heridas cerraban mas rápido que de costumbre… pero el dolor… el dolor era insoportable, llegue a unos mentros de Finn antes de perder el conocimiento.

Ya había caído la noche cuando recobre la conciencia, fui de inmediato a auxiliar a Finn… No esperaba ver lo que ví… durante el forcejeo y la lucha no me di cuenta, pero le apuñalaron varias veces mas para luego cortarle el cuello… él había muerto antes de siquiera poder defenderme. El plan era matarnos desde un principio… que iluso fui.

Así es como perdí a mi único amigo, ya no tenía nada… me quedaba mi mad…. ¡mi madre!.


- Ludo: ¡joder, tengo que apurarme, lo siento Finn! *entre lágrimas y enojo volví como pude a la aldea*

Allí estaba ella, tranquila, como si nada… hasta que me vió. No me detuve a pensar en como me veía…

- Marie: ¡HIJO! ¿¡ Por dios, que te pasó?! *se abalanzó sobre mí, que apenas me mantenía en pié*
- Ludo: Es difícil de explicar, tenemos que irnos, a la de YA.
- Marie: ¡Pero si apenas puedes moverte por dios, iré a buscar a un sanador!
- Ludo: No no…. Estaré bien, solo necesito descansar…
- Marie: por todos los dioses… eres igual a tu padre.

No podía pensar con claridad, solo quería dormir… que ese día terminase…

Al día siguiente me despierto con mil dolores, y mi madre durmiendo sentada al lado de mi catre. Teníamos que irnos de allí, ella era lo único que me quedaba.


- Ludo: Ma… mama, despierta… tenemos que irnos. *le sacude el hombro para despertarla*
- Marie: ¿A dónde hijo?
- Ludo: No sé, a donde sea, menos aquí.
- Marie: Ya estoy vieja para esas cosas… no soportaría un viaje, tengo una vida aquí, TENEMOS una vida aquí. Tal vez no sea la mejor pero es lo que tenemos…
- Ludo: No entiendes…
- Marie: ¿Qué no entiendo? ¿Qué paso? No me mientas.
- Ludo: Hicimos enojar a cierta gente… Finn está muerto y yo apenas escapé con vida. No quiero que te pase lo mismo.
- Marie: Ludo… ¿Qué hicieron? Pobre Finn, era un buen muchacho

Pude notar en su mirada el dolor, como si hubiera perdido a otro hijo… después de todo siempre dijimos que éramos hermanos de distintos padres.

¿Qué iba a hacer? No podía quedarme allí, la pondría en peligro… pero no podía traerla conmigo.


- Ludo: Tengo que irme, al menos por un tiempo hasta que todo se calme. Tengo algo de dinero, te dejaré un poco.
- Marie: No puedes irte así como así, no me importa que me des todo el oro de Fäerun.
- Ludo: Es la única opción, volveré, te lo prometo.

En ese momento me abrazó, sentí alivio, lo único bueno en días… un abrazo que no sabía si iba a volver a sentir, no sabía si iba a durar mucho en los caminos, pero no tenía otra opción…
Con un dolor en mi alma me marche, sabiendo que algo corrupto habitaba en mí, algo que no podía controlar pero que lo intentaría, entender lo que pasó ese día era mi principal objetivo, controlar este poder y volver para tomar venganza contra Vicktor… solo así podríamos estar en paz.

Y así fue como empecé mi vida como aventurero, a la fuerza, con mas preguntas que respuestas, poca planificación y sin mi compañero…


Imagen
Quizás los golpes del destino esta vez estén a mi favor...