Vivencias de Ludovico
Publicado: Mar Mar 29, 2022 12:00 am
ACTO I
Reunión Familiar
Estaba volviendo de hacer un encargo para el capitán Mannock, no me agradaba la idea, pero si el oro fácil. Traía la cabeza de un líder orco en una bolsa y una niña me para a mitad de camino.
- Disculpe señor ¿me dá una piruleta?
- No, ve a molestar a otro lado.
- Que malo, seguro que mi padre puede contigo. Es fuerte y trabaja en la mina.
- ¿sabes que no puede hacer tu padre?
- ¿Qué?
- Darte una piruleta.
- Si puede, solo que ahora esta trabajando. Sabe, otros aventureros son mas amables y me compran cosas y yo a cambio les cuento algo…
- Te diré algo niña, si me cuentas algo que me interese, te compraré una piruleta.
- Vale, ven, acércate…
- Ajá
- El otro día me escapé al bosque, no le cuentes a mi padre *le susurra*
- Vale, prometo no contar nada.
- Bueno, vi a un comerciante gordo que llevaba una gran bolsa de oro y una carreta. Luego aparecieron unos bichos graaaaaaandes y creo que lo mataron. Yo corrí mucho cuando lo ví.
- (bueno, suena interesante, seguro todavía tienen el oro) Esta bien niña, toma 10 piezas de oro y cómprate una piruleta, ahora vete.
En ese momento no sabía que era peor, si estar peleando con una mocosa de 8 años o la idea de que me haya tomado el pelo. Pero como sea, tenia que ir a ver si podía sacarle algo de provecho. Así que me dirigí al bosque de Nevesmortas, supuse que el comerciante no se había alejado mucho del camino.
No me costó mucho encontrar la carreta y los rastros de sangre, tuve que matar algunos osgos en el camino, pero vamos… nada que no haya hecho antes.
La sangre iba directo al este, justo a la cueva de los osgos que ya había visitado bastante en su momento, casi no la recordaba (no me habría venido mal acordarme de las trampas… malditas trampas).
Seguí el rastro de sangre, unos cuantos osgos se metieron en mi camino, mal por ellos. Llegué a la base del campamento, donde habrían por lo menos unos 10 osgos más... fue divertido, lástima que duró poco.
Cuando parece que cayó el último de ellos, de la nada sale el osgo mas grande que había visto hasta entonces (si, es el mas grande y de alguna manera no lo ví), por suerte yo estaba bajo los efectos de la invisibilidad… pero que creen, el cabrón me pudo oler y empezó a lanzar sablazos al aire, casi me da… aunque pude arreglármelas para teletransportarme lejos y luego dejarlo vomitando tripas en el suelo, esa parte también fue divertida.
Me doy vuelta y veo a otro osgo enorme corriendo en mi dirección y gritando en… ¿mi idioma? - MATASTE A MI MARIDO, TE REVIENTOOO!!!
Por suerte fui más rápido y la derribé canalizando un rayo impactante.
- Siéntate
- TE VOY A MATAAAAAR *arremete otra vez*
- Que te sientes *vuelve a derribarla*
Supongo que la derribe unas 4 o 5 veces hasta que quedó agitada y medio muerta en el suelo.
- MI NIÑO…. MI NIÑO ACABARÁ CONTIGO.
Creo que no pasaron ni 5 segundos de que dijo eso y otro osgo bastante fornido se apareció, aunque este sí que parecía mucho más joven.

- MATASTE A MIS PADRES!! TE REVIENTO!!
- *sonríe de lado y luego lo derriba con un rayo* mira esto, mamá. *le dice a la osga medio muerta en el suelo, luego se acerca al joven osgo y empieza a conjurar*
- Co coo…. *el osgo queda perplejo al darse cuenta que no puede hablar… y que se convirtió en una gallina* co coo!! *corre lejos de Ludovico, pero ya era tarde, el mismo lo había cazado del cuello*
- Vale… ¿ves esto, mamá? *apoya la cabeza de la gallina en el suelo, cerca de la madre y luego saca una maza* Ahora viene lo bueno, no te lo pierdas. *le da un mazazo en la cabeza y el cuerpo de la gallina queda tieso luego de unos movimientos espasmódicos, frente a una madre moribunda y sollozando* ¿A que ha sido divertido?
Vale, si, creo que me pase… o bueno, no, ellos lo harían peor si pudieran. En fin, buscando un poco encontré el cadáver (o lo que quedaba de él) junto a un diamante y 5000 monedas de oro. Podría haber sido mejor, pero por lo menos no me vuelvo con las manos vacías…
Reunión Familiar
Estaba volviendo de hacer un encargo para el capitán Mannock, no me agradaba la idea, pero si el oro fácil. Traía la cabeza de un líder orco en una bolsa y una niña me para a mitad de camino.
- Disculpe señor ¿me dá una piruleta?
- No, ve a molestar a otro lado.
- Que malo, seguro que mi padre puede contigo. Es fuerte y trabaja en la mina.
- ¿sabes que no puede hacer tu padre?
- ¿Qué?
- Darte una piruleta.
- Si puede, solo que ahora esta trabajando. Sabe, otros aventureros son mas amables y me compran cosas y yo a cambio les cuento algo…
- Te diré algo niña, si me cuentas algo que me interese, te compraré una piruleta.
- Vale, ven, acércate…
- Ajá
- El otro día me escapé al bosque, no le cuentes a mi padre *le susurra*
- Vale, prometo no contar nada.
- Bueno, vi a un comerciante gordo que llevaba una gran bolsa de oro y una carreta. Luego aparecieron unos bichos graaaaaaandes y creo que lo mataron. Yo corrí mucho cuando lo ví.
- (bueno, suena interesante, seguro todavía tienen el oro) Esta bien niña, toma 10 piezas de oro y cómprate una piruleta, ahora vete.
En ese momento no sabía que era peor, si estar peleando con una mocosa de 8 años o la idea de que me haya tomado el pelo. Pero como sea, tenia que ir a ver si podía sacarle algo de provecho. Así que me dirigí al bosque de Nevesmortas, supuse que el comerciante no se había alejado mucho del camino.
No me costó mucho encontrar la carreta y los rastros de sangre, tuve que matar algunos osgos en el camino, pero vamos… nada que no haya hecho antes.
La sangre iba directo al este, justo a la cueva de los osgos que ya había visitado bastante en su momento, casi no la recordaba (no me habría venido mal acordarme de las trampas… malditas trampas).
Seguí el rastro de sangre, unos cuantos osgos se metieron en mi camino, mal por ellos. Llegué a la base del campamento, donde habrían por lo menos unos 10 osgos más... fue divertido, lástima que duró poco.
Cuando parece que cayó el último de ellos, de la nada sale el osgo mas grande que había visto hasta entonces (si, es el mas grande y de alguna manera no lo ví), por suerte yo estaba bajo los efectos de la invisibilidad… pero que creen, el cabrón me pudo oler y empezó a lanzar sablazos al aire, casi me da… aunque pude arreglármelas para teletransportarme lejos y luego dejarlo vomitando tripas en el suelo, esa parte también fue divertida.
Me doy vuelta y veo a otro osgo enorme corriendo en mi dirección y gritando en… ¿mi idioma? - MATASTE A MI MARIDO, TE REVIENTOOO!!!
Por suerte fui más rápido y la derribé canalizando un rayo impactante.
- Siéntate
- TE VOY A MATAAAAAR *arremete otra vez*
- Que te sientes *vuelve a derribarla*
Supongo que la derribe unas 4 o 5 veces hasta que quedó agitada y medio muerta en el suelo.
- MI NIÑO…. MI NIÑO ACABARÁ CONTIGO.
Creo que no pasaron ni 5 segundos de que dijo eso y otro osgo bastante fornido se apareció, aunque este sí que parecía mucho más joven.

- MATASTE A MIS PADRES!! TE REVIENTO!!
- *sonríe de lado y luego lo derriba con un rayo* mira esto, mamá. *le dice a la osga medio muerta en el suelo, luego se acerca al joven osgo y empieza a conjurar*
- Co coo…. *el osgo queda perplejo al darse cuenta que no puede hablar… y que se convirtió en una gallina* co coo!! *corre lejos de Ludovico, pero ya era tarde, el mismo lo había cazado del cuello*
- Vale… ¿ves esto, mamá? *apoya la cabeza de la gallina en el suelo, cerca de la madre y luego saca una maza* Ahora viene lo bueno, no te lo pierdas. *le da un mazazo en la cabeza y el cuerpo de la gallina queda tieso luego de unos movimientos espasmódicos, frente a una madre moribunda y sollozando* ¿A que ha sido divertido?
Vale, si, creo que me pase… o bueno, no, ellos lo harían peor si pudieran. En fin, buscando un poco encontré el cadáver (o lo que quedaba de él) junto a un diamante y 5000 monedas de oro. Podría haber sido mejor, pero por lo menos no me vuelvo con las manos vacías…