Lalla Dahyâ aibnat Tufayyur

Los trovadores de la región narran la historia de sus héroes. (Historias escritas por los jugadores)

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Adamnath
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Re: Lalla Dahyâ aibnat Tufayyur

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Objetos personales V - Frasco de ácido de Cucaracha (Ankheg)

_ _ _ No sé si costó más, acabar con la cucaracha, o escuchar al anciano sin alterarnos demasiado. El caso, es que me llamó la atención sus patas, acabadas en afiladas puntas, que podría usar en alguna especie de cuchillo. Con eso en mente, consigo cortarle una de las patas, no sin cierta resistencia. No me esperaba que salpicase ácido. ¡En absoluto!. Casi pierdo un brazo. Al diablo con el cuchillo. Es posible que saque más partido al ácido. Vierto el contenido al suelo, de uno de mis viales y lo relleno con cuidado de no tocar la sangre que aún mana de la criatura. No sé que uso le daré, pero seguro que se me acaba ocurriendo algo.

Objeto: Un frasco de ácido de Cucaracha (Ankheg). Otorgado por: QM-Hial y QM-Kelemvor

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Última edición por Adamnath el Dom Jun 19, 2022 9:36 pm, editado 1 vez en total.
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Re: Lalla Dahyâ aibnat Tufayyur

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Vivencias XI

_ _ _ Los que nos encontrábamos en la plaza de la fuente, empezamos a escuchar algún que otro rumor, sobre lo que le sucedió a un muchacho. Cuando ya pasó de simple rumor, a comidilla de toda la villa, fue cuando algunos nos acercamos hasta la Atalaya del Alba. Allí nos informaron de que el muchacho en cuestión, está siendo atendido, pues una experiencia traumática, trastocó su mente.

_ _ _ Un buen hombre de entre nosotros, ahondó en la locura del joven, para sacar información en claro. Con buenas palabras y mejor tacto, concluyó que poco más podía conseguir, sin hacer que se volviera loco del todo. Nos dijo que pasaron, cercanos a la posada "El Descanso de los Páramos", hacia el Este. Que allí fueron asaltados por unos bandidos y que, huyendo de ellos, acabaron en el Bosque Voldrom. Lo que allí vio, le hizo enloquecer. Es un buen punto de partida, hasta que nos informaron, de que nuevas llegaron.

_ _ _ Su hermano, había muerto. Dicha información fue suministrada por el Hospicio de Marthammor, donde tienen a buen resguardo su cadáver. Con toda la información, decidimos dirigirnos directamente al bosque Voldrom.

_ _ _ No se podría decir, que el recibimiento fuera aburrido. Desde que pisamos el pie en el bosque, nuestros corazones se atenazaron, no sé cómo pudimos avanzar, pues visiones de apariciones intentaban que retrocediéramos. Pero no lo consiguieron, y nuestro valor, puesto en todo momento a prueba, nos hizo avanzar hasta una especie de agujero, quizás excavado hace poco. Algunos optaron por saltar directamente a su interior, yo por mi parte, hice uso de la cuerda que llevaba, y me descolgué de la misma, después de atarla a un árbol cercano.

_ _ _ Debió ser una buena lucha, pues los que bajaron primero, al parecer, se enfrentaron a unos cuantos esqueletos. Las marcas de armas delataban el combate. No serían los últimos, pues cuanto más avanzamos en el interior, más muertos se levantaban, salían de sus tumbas o de entre nichos cercanos. Hasta que llegamos, quizás al origen de todo. Un ritual.

_ _ _ Del suelo, flotaban unas calaveras fantasmagóricas, que pareciera que guardasen el círculo interior. Una mujer, atada contra la pared, gritaba amenazante. Alguien con más conocimientos que yo, nos decía que la diésemos por muerta, que quien hablaba no era ella, si no un ser de otro lugar.

_ _ _ A pesar de varios esfuerzos, no se consiguió anular el ritual, pero, al contrario, empezaban a salir más y más apariciones. Tras algunas oleadas, dos nos apartamos, e indagamos por el lugar, encontramos un sarcófago, pero mi ímpetu en abrirlo, hizo que, por lo delicado que era tras el paso de los siglos, acabase desmoronándose. Decidimos volver con los otros.

_ _ _ Cual fue mi sorpresa, que, pensando que estaba descansado, uno de los nuestros realmente estaba muerto. Fue resucitado. Quizás porque le necesitasen... eso me dio de que pensar, pero no pude dedicar mucho tiempo a dicho pensamiento, pues nuestro arcano y nuestro clérigo, consiguieron anular el ritual, y por ello. Llegó el silencio, quizás... más aterrador. Pues los gritos de nuestro arcano, helaron nuestros corazones. Al parecer, hablaba con un ente invisible, y se fue a perseguir... ¿su propia locura?.

_ _ _ Los que quedamos, investigamos el lugar, yo escuché una especie de alarido... quizás gutural... pero no parecía a algo vivo, lo expuse a los demás, y decidimos dirigirnos hacia allí. Nos cortó el paso un Bodak, apenas le vi, intenté apartar la mirada, sólo así conseguimos acabar con él. En la misma estancia, había un cadáver, que según nos comentó quien se acercó a examinarlo, estaba cambiando la piel, y delante nuestro se convirtió en otro Bodak, este pareció más fácil de acabar con él. Quizás, porque apenas se había transformado. Sin más que ver por la estancia, seguimos buscando por otros lados.

_ _ _ Hayamos la habitación reciente de un arcano. Nada de valor tenía ya. Pues los libros o documentos que había, estaban destrozados, al igual que los objetos de dicha estancia. Salvo... una bola de cristal... perfectamente circular... donde mis ojos se reflejaban, mis ojeras... mi cansancio... esa no era yo. Ante la insistencia de mis compañeros, tapé la bola y me la quedé. Ya solo quedaba salir, éramos pocos, y no se oía nada más.


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Objetos personales VI - Bola de cristal

_ _ _ De todo lo que había en la habitación del arcano. La bola de cristal es la que más me llamó la atención. Tan perfecta, tan redonda, tan cristalina. Todo se refleja en ella, la tenue luz, mis ojos, mi tristeza.

_ _ _ Ese abismo insondable que eran mis ojos, me recordaron a las arenas del desierto de noche. Sólo un grito de mi compañero masculino, me sacó de mi embelesamiento. Me la llevaría, y volvería a mirarme.


Objeto: Una bola de cristal normal y corriente. Otorgado por: QM-Hial y QM-Kelemvor

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Vivencias XI (Parte II)

_ _ _ Apenas llegamos a la Villa de Nevesmortas, un enano llega desde el Hospicio de Marthammor para advertirnos de que un Bodak está haciendo estragos. Un nutrido grupo, esta vez, marcha a averiguar lo que está pasando.

_ _ _ Nuestra llegada, causa más caos si cabe, del que ya está sumido el lugar, nuestro número, no ayuda. Kerila, bendecida con todo el poder de su Dios, intenta poner orden y nos informa de lo acontecido. Pero varios de nosotros, buscamos otras respuestas, por lo que se procede a revisar todos los alrededores, así como los interiores.

_ _ _ Concluyendo, que el Bodak, surgido del cuerpo de Maudin, fue en busca de su hermano Taudin. Fuimos hacia la Atalaya del Alba. Algunos en portal, otros (entre los que yo me incluyo) a pie.

_ _ _ Llegué tarde al lugar, pero me dijeron que preguntasen al peletero. Hacia allí nos encaminamos y le preguntamos. Quien nos dijo donde podíamos encontrar a Taudin.

_ _ _ Después de un camino accidentado, llegamos a una choza. Entramos todos en tromba y acabamos con cierta facilidad con el Bodak, que allí estaba. Yo, en recuerdo, le arranqué el diente. con la tarea cumplida miré a mi alrededor, estaban todos pendientes de Taudin.

_ _ _ Quizás le presionaron demasiado, éramos demasiados, o sencillamente sabía que el Bodak era su hermano. De todas formas, no pudo con la presión y se rajó la garganta. Sólo quedaba informar y llevar el cuerpo a La Atalaya del Alba.

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Resumen IX

_ _ _ Otra semana más, la villa se va vaciando de aventureros. Los caminos son solitarios. Salvo por Barrey, Rolan y Gerrek, que siguen en la mina y entregando bueyes. Sebastián y Kamil siguen yendo de viajes.

_ _ _ Es la tranquilidad que precede la calma, lo sé. Lo he vivido.

_ _ _ Hoy he ido de viaje con Seda, necesitaba unas gemas, y decidí acompañarla, menudo camino de cabras, peligrosas en demasía, no logramos encontrar lo que buscábamos, pero aprendí un nuevo camino a ninguna parte, lleno de peligros, pero el olor a aventura todo lo impregnaba, además, me dio la ocasión de conocer mejor a Seda.
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Objetos personales VII - Diente de Bodak

_ _ _ Diente obtenido de un Bodak que fue, acuchillado, lacerado, golpeado, quemado, pisoteado y otras muchas cosas más.

_ _ _ Nunca sabré si aún tenía consciencia humana o ya era definitvamente un Bodak. El caso es que apenas opuso resistencia, y, aunque mi aportación fue poca, es un ser interesante del que tener en cuenta.


Objeto: Un diente de Bodak Otorgado por: QM-Hial y QM-Kelemvor

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Sociedad VII - Bestiario III - Phaerimms

_ _ _ Dicen que tememos la magia. No. Odiamos la mágia. Dicen que tememos hacer agujeros hondos. Si. Pero no es un temor banal. Allí es donde habitan los Phaerimms.

_ _ _ Son seres similares a los gusanos, pero con cuatro brazos. Tienen forma cónica, cabeza ovoide y cola terminada en un aguijón venenoso. Sus dientes son como púas. Su cuerpo es de color verdoso, cubierto de piel áspera, escamosa y coriácea. Su forma de reproducirse en insertando un huevo en un esclavo, hasta que eclosiona, y la larga lo va consumiendo por dentro. Pueden ver cualquier criatura astral, incorpórea o invisible, incluso pueden ver en la oscuridad más absoluta.

_ _ _ Son malvados y sádicos, matan por el simple placer de matar, aunque prefieren deleitarse en provocar el mayor sufrimiento durante el mayor tiempo posible. Esclavizan toda forma de vida viviente, de ahí, que odiemos con toda nuestra alma la esclavitud, pues de ser capturadas, sólo nos espera el sufrimiento eterno, o, en el mejor de los casos, servir de comida, que, hasta usan la magia para poder digerirnos.

_ _ _ Sus habilidades de combate son formidables. Aunque prefieren el lanzamiento de conjuros, son diestros en el combate cuerpo a cuerpo a cuatro manos y por si no fuera suficiente, usan con gran soltura su flexible cola para asestar venenosas estocadas mortales.

_ _ _ Son poderosos lanzadores de hechizos, no sólo por su potencia y amplitud, si no, también por la gran cantidad que pueden lanzar. Es tal su conocimiento, que, crean sus propios conjuros, enhebrando la urdimbre a su antojo. Se dice, que su magia de control mental rivaliza con la de los ilícidos. Pero el abuso del uso de magia, tiene una contrapartida, que es el motivo por el que nosotros los odiamos. Su magia drena la humedad circundante, provocando que todo un vergel, se convirtiese en lo que es ahora, nuestro desierto de Anauroch.

_ _ _ Poco más se sabe de ellos. Salvo que no es común ver a varios juntos, salvo que tengan un objetivo común. Creemos que se comunican telepáticamente o quizás mediante los ruidos que hacen con su cuerpo al moverse. Viven bajo el Anauroch, en cuevas subterráneas, custodiando sus mayores tesoros, objetos mágicos y poderosos libros de conjuros.


Bibliografía: forgottenrealms.fandom.com
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Historia II - Actualidad
Mi soledad. Mi vida, un suspiro.
Arrodillada ante el estanque.
Mi alma, mi rostro.
Me llevo las manos al rostro.
Retiro mi velo.
Mis costumbres, mi recuerdo.
Me retiro el nipab, mi libertad.
Mi pelo, mecenas del viento.
La jaula, mi pecho, desato los botones.
El vestido cae, lacio, inerte.
Prisiones andantes, son desarboladas.
Estoy lista, para entrar en el espejismo.
Frío, húmedo, en soledad.
Mi familia, mi hermana, pasado, presente.
Me siento al límite de mi existencia.
Alzo la vista, veo las estrellas.
Cierro los ojos, veo las estrellas.
Elah, en mi mano, llama a N'asr.
Su dulce melodía, rasga mi piel.
El espejo, cristal, se torna rubí.
Mi soledad. Mi vida, un suspiro.
La calma, el silencio, al fin descanso.
Una luz en el abismo.
Una esperanza alada.
Me besa la frente.
Mi reflejo oscuro, frente a mi akh.
Lagrimas surgen del pozo seco.
Rompen mi alma en añicos.
El frío atenaza mis músculos.
Lucho por regresar.
Sudorosa logro sobrevivir.
Un rastro de sangre, he de seguir.
Descansada, volví a renacer.
Un alto precio he de pagar.
Gustosa lo he de pagar.
Volveré, pasado y presente.
Dahyâ.
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Resumen X
_ _ _ Cada día llegan más caras nuevas a la ciudad, pero otras, se dejan de ver. Ignoro si las que desaparecen, es por ausencia, o por haber corriendo peor suerte en los caminos. Estos días, me voy dedicando a ayudar a los nuevos a aclimatarse al lugar. Entre ellos... una mujer, con cierto aire Bedín y cierta aura intrigante.

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_ _ _ Neland quiere entregar un paquete cerca de un bosque, lleno de muertos y bestias peligrosas, hacía allí nos encaminamos, junto con Kamil. El viaje, fue una especie de laberinto, me dio la sensación de recorrer el mismo lugar una y otra vez. Pero al final, conseguimos llegar y pudimos volver con más facilidad.

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_ _ _ Brognar me convenció de ir a una especie de templo, cercano al lugar del ritual, me interesó, quizás pueda averiguar más de aquello, soy consciente del peligro, y fuimos entre varios hasta allí. Qué decir, que la especie acabó en desastre, aunque aguanté en principio, no fui un peligro para lo que allí abajo habitaba. Mejor volver mucho mejor preparada... o mejor aún, no volver.

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_ _ _ He ido contando a todo aquel que ha querido escucharme, que necesito ayuda con la búsqueda de unos huevos, que habrá una buena recompensa, espero que de sus frutos, y se consigan encontrar los huevos.

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_ _ _ Acompañé a Aelswith por el Bosque de Nevesmortas, para indicarla los mejores lugares para recolectar plantas, cuando llegamos a una especie de seta, de la que conté que había visto desaparecer a alguien, ella intentó recolectarla, pero cayó al suelo. Temí que la seta hubiera lanzado algún polvo raro en ella. Sus acianos ojos, pasaron a blanco y de su boca surgió un grito de dolor. Después, entre espasmos habló con voz, menos terrenal, más onírica
Los hijos del bosque que antaño buscaron la paz en la guerra encontrarán su tragedia.
Sangre verde y blanca será derramada, con las copas de sus árboles para siempre ultrajadas.
_ _ _ Una extraña melodía, suave, pero desagradable y fúnebre cantó Aelswith tras la premonición. Logré cogerla en brazos, la noté temblando, al borde del llanto. Intenté consolarla y remojando su frente, intenté ayudarla. Pero no paraba de hablar sobre que el bosque corría peligro, que Kazgaroth iba a llegar.

Cuando ya estaba algo mejor, nos alejamos a un lugar más seguro, donde la puse al día sobre El Basilisco. Le hablé también de unos huevos, de otro basilisco diferente, por si necesitaba dinero para armarse para un futuro incierto y peligroso. Me sugirió la idea, de en vez de entregarle los huevos al intermediario, entregárselos al círculo druídico e intentar entablar una alianza con los druidas, para hacer frente a la amenaza contra El Basilisco, no era mala idea.

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_ _ _ Lothar escuchó a Cuarto, sobre una posible incorporación a su Cofradía, y estaba decidido a poner a prueba a Gerrek, para admitirle. Algunos fuimos, más como testigos, que por demostrar nuestra valía. Nos encaminamos hacia las cumbres, hogar de peligrosas cabras montesas y de otros seres aún más temibles, que son los que pusieron a prueba las habilidades de los combatientes. Subimos hasta los picos más altos, pero a la hora de la verdad. Fue Cuarto quien nos salvó las vidas. Lothar se hizo cargo de una de nosotros, se la veía mareada o inconsciente. Una vez en Nevesmortas, Lothar, nos informó que se iba a organizar una expedición de ayuda a unos enanos, contra los drows. Necesitado de valerosos aventureros, le pidió a Cuarto que hiciera una lista de quienes quisieran participar. A ello me dediqué días posteriores, a informar a todo aquel que le pudiera interesar. Ya veremos si no era demasiado peligroso, pues si mi implicación en la prueba, fue prácticamente nula.

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_ _ _ Estuvimos varios reunidos, frente a la salida norte de Nevesmortas, intenté en vano ofrecerles trabajo remunerado, pero no parecía interesar a nadie, hasta que algunos escucharon unos ruidos, al parecer de lucha, proveniente de la zona de la Atalaya, cuando nos acercamos, vimos a un Orco que había escalado el muro, acabar con la vida de dos guardias y una valerosa gallina. Qué decir, que los tres acabaron muertos. Algunos de nosotros se lanzaron contra el orco, este, luchó con todas sus fuerzas en vano, pues acabó sucumbiendo, no sin antes, lanzar un grito ahogado "¡Devolved!". ¿Devolver el qué?. Tras hablarlo un poco entre todos, quedó claro, creo. Katya tiene un documento que indica la unión de dos clanes, los Ugrezh y los Taark. La alianza de Talonar ya estaba en marcha, y teníamos las pruebas. Ahora, todo estaba en manos de la niña. Fuimos ella y yo, a informar a la guardia de lo que había ocurrido, llegando a recuperar los cuerpos de sus caídos, y creo... que llegaron a resucitar a la gallina, o quizás, fuera como un ave fénix.

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_ _ _ Tras el asalto del Orco, organizamos una partida para intentar enterarnos de algo. Nos encaminamos unos cuantos, quizás diéramos apariencia de poderosos aventureros, nada más lejos de la realidad. Un mal golpe... y seríamos historia pasada. Cogimos el primer carruaje hacia Sundabar, y de allí, a la agrupación de Orcos más cercana. Qué decir, que no se cumplió el objetivo. Anadriel nada sabía de orco, y tampoco es que importase, no quedaban supervivientes. Nos alojamos cerca de un poblado para reponer fuerzas.

_ _ _ Vaya si repusimos fuerzas, dando una vuelta por el lugar, Anadriel vio rastros de sangre, pero era una marca. Quizás la casa estaba maldita, quizás estaban en cuarentena por lepra o la peste. De todas formas, pudo más nuestra curiosidad, y entramos.

_ _ _ Que salón tan bonito, todo bien cuidado y limpio. Debía ser el hogar de alguien meticuloso, la comida estaba lista, Barrey comió con fruición, nada podía presagiar, lo que ocurrió después.

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_ _ _ A mi llegada a Nevesmortas, me topo con Zalcor, quién me dice que hay una reunión en la Posada. Le pregunto si ocurrió ya cierto concierto, cosa que me confirma. Se interesó por el asalto del orco por la muralla, y le conté lo que vi. Con la llegada de Kamil, me voy con ella, ya es hora de sincerarme. Llevábamos días en tensión, por mi ánimo taciturno, mis ojeras. El peso de todo me abruma. Se lo hice saber. Quizás no tenga la fuerza de voluntad suficiente para afrontarlo todo. Debo centrar mis esfuerzos en mi akh (hermana). Le muestro los cortes en mi brazo derecho, los más recientes, son cortes profundos. Me alivian el dolor del alma, de no poder hacer nada por mi akh (hermana), me imagino sufriendo en una oscura celda. Me imagino recibiendo los mayores tormentos. Matándola y resucitándola una y otra vez. Resquebrajando su voluntad. Moldeándola a su antojo. Así se lo hice saber a Kamil. Era importante que al menos alguien, ella, supiera de mí. Por si algún día, derramaba más sangre de la que pudiera recuperarme. Pensar que en mi akh (hermana), y yo corriendo libre, destroza mi mente.

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_ _ _ Otra vez con Zalcor, está vez con Anadriel, al parecer en la reunión han trazado un plan, pero Anadriel piensa que puede infiltrarse entre los orcos y obtener información. Pero para ello necesita aprender Orco, hay dos opciones, la más viable, alguien con la cara demacrada, un espadón y cercano a Seda. Sólo conozco a alguien así aparte de Cuarto (Es broma).

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_ _ _ Khorver, se va a acabar convirtiendo en tradición el encontrarnos en túneles oscuros y peligrosos. Hablamos sobre posibles intereses. Le eché un anzuelo, y picó su curiosidad. Si quiere saber qué es lo que hace que esté con Cuarto y Seda, tendrá que pagarme un precio, quizás demasiado alto para él, o preguntarles directamente a alguno de los dos. El caso, por unas clases prácticas a Anadriel, tiene contemplado cobrar un precio, pero eso ya es cosa de ellos.

- - -

_ _ _ Llego con una rosa azul, al cementerio de Nevesmortas, para ponerla sobre la tumba del amigo de Seda. Cuál fue mi sorpresa, de que ya había varias rosas sobre la misma, pero una, llamó poderosamente la atención. Parecía más viva y brillante, como si no la hubieran cortado, resplandecía incluso en el atardecer, antes de llegar la noche. ¿Un aviso?. ¿Para quién?. ¿Para Seda?. ¿Para mi?. Miré a los lados, y no vi nada raro. No hay duda, la magia potenció la belleza de la rosa.

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_ _ _ Gerrek me cuenta, que El Basilisco, al final, hizo lo que prometió, dio el concierto. Según me dijo, nada más ausentarme de la Villa de Nevesmortas, empezó a prepararlo, y, con músicos controlados por él mismo, comenzó una melodía. Pero, al parecer, Barrey no hacía más que interrumpir el concierto, siendo este, el blanco de las críticas de El Basilisco. De mi akh (hermana), ni de mí, dijo nada al respecto. Al parecer Katya consiguió una partitura. Al final, murieron los 9 músicos.
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Re: Lalla Dahyâ aibnat Tufayyur

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Melodía para la historia

Historia IV

_ _ _ Una de tantas paradas. Llega la noche, con ella el frío, el peligro que no se ve. Desmontamos. Nos organizamos los turnos de vigilancia, el montaje del campamento, la custodia de los fuegos, la creación de pozos. Es el momento de contar el agua, reparar agarraderas, curar heridas, atender a nuestras mayores y necesitados. Nos reunimos para evaluar el mañana, nuestra ruta, nuestra logística.

_ _ _ Una vez resuelto todo, tocó el descanso. Me reuní con mi familia, mi madre embarazada, exenta de tareas pesadas, pero siempre disponible para todas las reuniones, mi hermana, dormida hace un rato, pues le tocará una de las peores guardias de la noche. Descanso tomando un té típico nuestro, cuyo aroma ya de por si relajante, hace que los rigores del viaje se suavicen. Me recuesto entre las almohadas mientras mi madre, acaricia mi frente, pasa los dedos por entre mi pelo, ya despojado del pañuelo tradicional. Diría que caí, en el mundo de los sueños.

Flotaba por un mar de dunas, en un hermoso velero de cristal, con las velas de lino, mecidas por la suave brisa del Bad-i-sad-o-bist-roz. Cerré los ojos, sentía la libertad.

Una sensación de calor comenzó a apoderarse de mí. Un fuerte olor a incienso quemado inundó mis sentidos. Cuando abrí los ojos el barco escoraba, pues la fina vela, estaba ardiendo. Briznas de ascuas flotaban por derredor. Voces surgieron de los lados de la embarcación. Gritos desgarradores que me sacaron a la vida real.

_ _ _ Mi madre me zarandeaba y me gritaba. El campamento estaba en llamas. Sin darme tiempo apenas a vestirme, salí de la Khreima (Tienda-hogar). Miré a mi alrededor, era cierto, se había originado un fuego descontrolado. Casi todas las vigilantes estaban en labores de extinción, usando la arena. Éramos un blanco a kilómetros, en la negra noche, convenía apagarlo rápidamente, a pesar de las pérdidas materiales. Al principio era un caos, pero se consiguió centralizar los esfuerzos, y poco a poco iba controlándose el fuego. El problema... era el origen, una de las tiendas, prendía a pesar de todo lo que se hiciera. Alguna que otra vez, salía un foco de luz hacia el cielo, acompañado de intensos rugidos... nos tenía a todas atemorizadas. De repente... el silencio, sólo roto por el chisporroteo del fuego.

_ _ _ De la entrada de la tienda, una mujer, conocida mía, resplandecientemente rojiza. Salía y caminaba sin afectarla el fuego. Caí de rodillas. No podía ser. Ella llevaba en brazos a su hija muerta. Había sido degollada, con la típica herida de la Jambiya (daga Bedine). Su hija, mi amiga del alma, mi hermana de incursiones, mi confidente, mi leal compañera... yacía muerta en sus brazos. Sus manos ennegrecidas como el carbón, al igual que sus ojos. Miré desconsolada a su madre. Cuyas lagrimas apenas corrían por sus mejillas, pues se evaporaban por el calor. La veo caminar en silencio por las brasas. Era la visión de la propia muerte, llevando un alma en brazos.

_ _ _ Quise levantarme, pero noté que alguien me sujetaba el hombro. Miré hacia atrás. Era mi madre. Negaba con la cabeza. Volví a mirar al frente. No era la única. Algunas dejaron de apagar el fuego, para apartarse de su camino. Otras, siguieron con la mirada a madre e hija, viéndolas adentrarse al desierto. Nadie las seguía. Nadie las impedía alejarse. Pero todas sabían, que nunca más, las volverían a ver.


_ _ _ Había perdido a mi única amiga para siempre.
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