La historia del joven Wotan comienza en una aldea del territorio élfico de Bosque Alto, esta aldea sobrevive gracias a que los elfos permiten que habiten una parte exterior del bosque. La aldea se compone principalmente por druidas, exploradores o afines a la naturaleza, por lo que el equilibrio es esencial.
Nos centramos en Wotan, recién cumplida la mayoría de edad, es costumbre que los jóvenes adultos busquen dentro o fuera de la aldea su futuro, Wotan desde su niñez sentía curiosidad por todo aquello que le rodeaba, pensaba que su frágil cuerpo de humano podría no ser una "cárcel" y que podría estudiar las formas de cambiar su estructura, ya había visto a sus mayores adoptar formas naturales, animales y plantas, por lo que sabia que esto era posible y que solo estudiando y comprendiendo todo aquello que le rodea podría obtener aquello que buscaba. Sus estudios se centraban en esto, buscar distintas formas, conocer como obtenerlas y mejorar su uso, ya en sus años de adolescencia podía adquirir formas de animales, copiar algunas de sus características y mimetizarse en sus manadas. Pasaba las horas perdido en los rollos de papel enrollados que tenían en la única y pequeña biblioteca, si se le podía llamar así, que tenían en la aldea, la mayoría de los conocimientos se pasaban de boca a boca.
Alcanzada la mayoría de edad, no dudo en lo que quería, sus conocimientos en la aldea se habían quedado estancados, ya podía controlar la mayoría de las formas animales que le enseñaron, el quería mas, quería conocer a las plantas, a las distintas razas y a las bestias que solo había visto en dibujos. Su decisión ya estaba tomada, preparo sus pertrechos, pieles y comida para varios días y marcho hacia el Este, donde se encontraban las grandes ciudades, Sundabar y los poblados de Fuerte Nuevo y Nevesmortas, camino durante días, semanas, comiendo de la caza y la recolección y pasando desapercibido, todo para llegar a una zona tranquila, donde poder empezar a conocer el nuevo mundo.
Llego a Nevesmortas, villa conocida por los aventureros, ellos fueron los que le indicaron que era la mejor zona para mejorar sus conocimientos al estar muy concurrida y así fue, nada mas llegar conoció a Eolas, Elfo druida llegado del mismo Bosque Alto, pronto entablaron amistad y desde entonces ambos comparten los conocimientos que adquieren con sus exploraciones y aventuras.
Dekhanas han pasado desde que llegó a Nevesmortas y debido a sus conocimientos básicos en sanación se vio envuelto en una guerra que llevaba años aterrorizando toda la Marca, no dudó en ofrecerse, partieron hacia Felbarr, bien pertrechados y acompañados por varios aguerridos aventureros entre los que se encontraban Rel, Dure, Gran Colt y por supuesto Eolas y yo. Menos mal que íbamos bien acompañados, las emboscadas de orcos se sucedían de camino a la ciudadela, muchos de los cadáveres de los enanos yacían en el camino, algo indescriptible, cuerpos por doquier de distintas razas, incluida la de los orcos poblaban las hermosas montañas ahora llenas de sangre. Llegamos y la imagen dentro de la ciudadela no era nada esperanzadora, decenas de cuerpos mutilados, heridos de muerte y cadáveres poblaban la principal sala de esta. Nos pusimos manos a la obra Eolas y yo nos dedicamos a sanar, limpiar los vendajes y a colocar cataplasmas durante tres días y sus tres noches, acabamos exhaustos, pero orgullosos de poder hacer todo lo que estaba en nuestras manos.
Después de descansar unas horas, fuimos llamados para lo que seria el peor de los días que este joven había tenido... Nos dirigiamos a la batalla con el ejercito del Orog Talonar... (Continua en viewtopic.php?t=11450&start=80#top )
Nos centramos en Wotan, recién cumplida la mayoría de edad, es costumbre que los jóvenes adultos busquen dentro o fuera de la aldea su futuro, Wotan desde su niñez sentía curiosidad por todo aquello que le rodeaba, pensaba que su frágil cuerpo de humano podría no ser una "cárcel" y que podría estudiar las formas de cambiar su estructura, ya había visto a sus mayores adoptar formas naturales, animales y plantas, por lo que sabia que esto era posible y que solo estudiando y comprendiendo todo aquello que le rodea podría obtener aquello que buscaba. Sus estudios se centraban en esto, buscar distintas formas, conocer como obtenerlas y mejorar su uso, ya en sus años de adolescencia podía adquirir formas de animales, copiar algunas de sus características y mimetizarse en sus manadas. Pasaba las horas perdido en los rollos de papel enrollados que tenían en la única y pequeña biblioteca, si se le podía llamar así, que tenían en la aldea, la mayoría de los conocimientos se pasaban de boca a boca.
Alcanzada la mayoría de edad, no dudo en lo que quería, sus conocimientos en la aldea se habían quedado estancados, ya podía controlar la mayoría de las formas animales que le enseñaron, el quería mas, quería conocer a las plantas, a las distintas razas y a las bestias que solo había visto en dibujos. Su decisión ya estaba tomada, preparo sus pertrechos, pieles y comida para varios días y marcho hacia el Este, donde se encontraban las grandes ciudades, Sundabar y los poblados de Fuerte Nuevo y Nevesmortas, camino durante días, semanas, comiendo de la caza y la recolección y pasando desapercibido, todo para llegar a una zona tranquila, donde poder empezar a conocer el nuevo mundo.
Llego a Nevesmortas, villa conocida por los aventureros, ellos fueron los que le indicaron que era la mejor zona para mejorar sus conocimientos al estar muy concurrida y así fue, nada mas llegar conoció a Eolas, Elfo druida llegado del mismo Bosque Alto, pronto entablaron amistad y desde entonces ambos comparten los conocimientos que adquieren con sus exploraciones y aventuras.
Dekhanas han pasado desde que llegó a Nevesmortas y debido a sus conocimientos básicos en sanación se vio envuelto en una guerra que llevaba años aterrorizando toda la Marca, no dudó en ofrecerse, partieron hacia Felbarr, bien pertrechados y acompañados por varios aguerridos aventureros entre los que se encontraban Rel, Dure, Gran Colt y por supuesto Eolas y yo. Menos mal que íbamos bien acompañados, las emboscadas de orcos se sucedían de camino a la ciudadela, muchos de los cadáveres de los enanos yacían en el camino, algo indescriptible, cuerpos por doquier de distintas razas, incluida la de los orcos poblaban las hermosas montañas ahora llenas de sangre. Llegamos y la imagen dentro de la ciudadela no era nada esperanzadora, decenas de cuerpos mutilados, heridos de muerte y cadáveres poblaban la principal sala de esta. Nos pusimos manos a la obra Eolas y yo nos dedicamos a sanar, limpiar los vendajes y a colocar cataplasmas durante tres días y sus tres noches, acabamos exhaustos, pero orgullosos de poder hacer todo lo que estaba en nuestras manos.
Después de descansar unas horas, fuimos llamados para lo que seria el peor de los días que este joven había tenido... Nos dirigiamos a la batalla con el ejercito del Orog Talonar... (Continua en viewtopic.php?t=11450&start=80#top )