~Eliaë Domeien~
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~Eliaë Domeien~
Cercano a las tierras de Cormyr habia una aldea elfa recien establecida, llevaba pocas decadas llevaba ahi, pero Eron y Eltriél Domeien creian era el lugar perfecto para criar a las pequeñas Lysa y Eliaë, sus dos hijas.
Lysa estaba cerca de la adultez, y habia optado por seguir los caminos de sus abuelos como Guardiana de los Bosques, mientras la pequeña Eliaë de solo 40 años se dedicaba a ver como su madre hacia varitas magicas para la venta.
No les faltaba nada, dada la familia de la que venian su padre logro establecer una posicion considerable en la aldea que poco a poco fue convirtiendose en ciudad. Pero aun asi, no parecia pudiese llegar nunca a ser el lider de la misma... y ya los choques con la lider de turno se hacian mas frecuentes.
"Puedo Ayudarte Elfo..." -oyo Eron una voz femenina en el bosque una noche mientras intentaba buscar una respuesta - "La lider Erebeth nos debe muchas bajas... tu solo organiza el dia y acabaremos con ella y los suyos, tu te quedas con la ciudad..." - Eron se volteo y se encontro con una figura encapuchada, de ojos rojos aunque apenas podia distinguir algo mas- "Es...es...esta bien. Solo no toquen a mi familia" - dijo nerviosamente, el querer destronar a Erebeth unido al deseo de no molestar a quien le hablaba le hicieron acceder al instante. "Pinta de rojo el marco de tu puerta esa noche y no los dejes salir..."
Asi como llego desaparecio, y al menos se reunio con el ser unas dos veces mas... Eron habia hecho la cuartada perfecta, un festival en honor a la propia Erebeth y en el cual llegarian los "invitados" caida la noche.
Eron habia insistido en pintar la casa, y al verle tan entusiasmado su esposa no le replico, y cuando iba a caer la noche se despidio con la excusa que iba a preparar los ultimos detalles y que queria llegaran todos en familia.
Y junto con la noche y sus ruidos tambien llegaraon los gritos en aquel lugar...
Flechas encendidas surcaban los cielos, los ruidos de metales chocar contra los elfos del lugar dejandolos muertos sin necesidad de ser rematados, Erebeth y sus guardias habian caido... Y Eron estaba cerca contemplandolo cuando sintio como lo agarraban, logro voltearse lo suficiente a pesar de tener una daga en su cuello notando asi una blanca cabellera y piel negra como la noche... Drows... el que lo aprisiono le llevo entonces a donde estaban los demas de los suyos limpiando las armas, era un grupo no mas grande de 10 pero tan entrenados que parecia que incluso la mitad de ellos habria podido hacer el trabajo. Le lanzaron al suelo frente a la que parecia ser la lider, Eron solo levanto la mirada y le vio de nuevo...pero esta vez no iba encapuchada.
Su piel era negra, si, pero no como la de los demas... casi parecia tener escamas, mientras su pupilas estaban razgadas verticalmente y dos negras alas membranosas adornaban su espalda -"Haz hecho bien... por eso moriras despacio Eron... Vayan a la casa con el marco rojo y diviertanse muchachos" - sonrio maliciosamente mientras Eron gritaba exigiendo que se cumplieran los terminos iniciales.
"Mama...ahi vienen,traen a papa" -dijo alarmada Lysa mientras su madre le daba instrucciones a Eliaë de donde ocultarse bajo una mesa pequeña.
"Hicimos un trato!"- es la unica frase que recuerda Eliaë de entre todos los gritos desgarrados y la escena de ver como torturaban a su madre y hermana... No pudo mas y salio corriendo intentando alcanzar una ventana, no le vieron y logro salir por la misma... volteando solo para ver como acababan con la vida de su padre rapidamente a diferencia de su Madre y hermana.
Salio corriendo de ahi, llorando, sintiendo como su corazon parecia queria salirse de su pecho... todo mientras desde el tejado de su casa alguien la observaba. "La acabo tambien mi señora...?" -pregunto un drow mientras tensaba el arco listo para acabar con la pequeña - "No... Dejala... Sera interesante ver lo que ocasiona en ella esta noche dentro de un siglo o dos. Quien sabe... tal vez le hayamos hecho un favor"
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Eliaë no recuerda cuantas horas corrio, solo recuerda tropezar y haber caido al suelo "Que te pasa pequeña...? Y tu familia...?" pregunto una gruesa pero joven voz mientras le ayudaba a ponerse de pie. Un humano de sus veinte y tantos que sostenia por las riendas un buey cargado con madera.
El Leñador le llevo a su casa y ahi le dio comida y cuido de ella hasta que comenzo a hablar nuevamente. Todo parecia una pesadilla, pero hacia alarde de terminar... de momento.
Pasaron los años, y el crecimiento lento en comparacion a los humanos le hizo depender mucho de quedarse donde estaba, limpiaba y hacia todos los quehaceres de la casa del leñador, el cual con los años se habia vuelto aun mas hosco y hostil y golpeaba a Eliaë cuando no tenia las cosas a tiempo, costumbre que adquirio de sus amigos que venian regularmente a su casa...
Ya habia aprendido a vivir asi, pensaba no podia ser peor, pero fue mientras limpiaba los trastos que escucho aquella frase que le atormenta hasta hoy dia "Creo que la elfita ya esta en edad...jmjm" dijo uno de los amigos del leñador, el cual solo sorto una carcajada... Pero para nada se lo tomo en broma.
Muchas noches pasaron durante un año despues de que escuchase esa frase, al comienzo intentaba contenerse,luchar, patalear, gritar a pesar de los golpes que recivia, aunque sabia no reciviria ayuda... Asi que los gritos fueron disminuyendo, igual los llantos y la resistencia... parecia una muñeca inerte sin reaccion mientras aquellos hombres se saciaban con su aun no desarollado cuerpo... Todo hasta la noche que el llego...
A Eliaë le parecio ver una sombra extraña por la casa durante ese dia, pero penso era solo su imaginacion... Suspiraba largamente mientras limpiaba, hasta que llegaron el leñador y sus amigos, uno de ellos sin hacer mas reparo fue hasta donde la elfa la tomo del brazo y se dirigia a la habitacion, Eliaë le siguio mirando al suelo, entrando en ese estado ausente que habia utilizado como defensa...pero fue cuando le vio caer... Estaba en el suelo con un charco de sangre saliendo de su garganta, se asusto... pero no grito... algo en su interior parecio alegrarse, pero.... y si venian por ella? Salio asustada de la habitacion y se encontro con una sombra distrayendo a los sujetos, golpeandolos mientras estos gritaban asustados por el "demonio" que habia entrado a la casa, todo mientras una figura mas pequeña parecia salir de las sombras, degoyandolos cada vez que les tenia cerca... a todos excepto a uno... El leñador... Este no se movia, estaba totalmente espantado, sus ojos en blanco.... pero que era? Fue cuando Eliaë vio que tenia una flecha en su abdomen y no podia moverse, a decir verdad, no se habia movido desde que comenzo la matanza.
"BasuraSoloHayBasuraAqui..." -dijo la pequeña figura encapuchada muy rapidamente,hablando sin hacer pausas.- "ContraAlguienDeTuTallaNoTeMetesVerdad?"- parecio reir- "PeroMeGustaInclinarLaBalanza...LlevabaTiempoObservandote...VayaQueSi"
Y sin mas rodeos le remato con otra flecha... Volteando para observar a Eliaë...
"Ven conmigo...estaras bien" -dijo en lengua elfica el gnomo mientras se retiraba la capucha, sus ojos eran rojos y su aspecto mucho mas serio que el de los gnomos con que se habia cruzado, pero aun asi extendio su mano a Eliaë, quien despues de considerarlo la tomo y se fue...
Dante Pies Ligeros Estaril Cazirumbel Lelial... Ese era el nombre del Gnomo, quien tomo a la pequeña bajo su ala mientras viajaba, dejandole en las posadas con todo pago mientras "atendia unos asuntos" como el les decia...
"Nunca viajes sola... A veces no te cae bien con quien andas, pero nunca es bueno ir solo. Se necesita tener gente cerca, siempre. Si confian en ti mejor, asi daran la cara por ti aunque no lo merezcas." - le decia el gnomo cada vez que hablaban acerca de los viajes. "Las ciudades son sucias... hay que ir limpiandolas. Paga muy bien limpiarlas sabes? Gente como con quien vivias, aunque no cobre por ese trabajo... " - conforme mas pasaba el tiempo mas aprendia de Dante, y mientras mas aprendia mas queria saber. "Nunca te quedes demasiado en un sitio... cuando no puedas aprender mas, vete..." - estas y muchas otras frases le repetia el gnomo cual letania, hasta que le dijo la ultima leccion cumplidos sus 110 años la elfa. "Los compañeros de viaje no son para siempre... Estaras bien Elfita... si vas a matar, mata y no dejes que te maten."
Diez años han pasado desde la ultima vez que vio a Dante... y ha seguido sus instrucciones fielmente siempre. Ahora con 120 años recien cumplidos ha llegado a un nuevo lugar... lista para aprender e irse... Nevesmortas.
Lysa estaba cerca de la adultez, y habia optado por seguir los caminos de sus abuelos como Guardiana de los Bosques, mientras la pequeña Eliaë de solo 40 años se dedicaba a ver como su madre hacia varitas magicas para la venta.
No les faltaba nada, dada la familia de la que venian su padre logro establecer una posicion considerable en la aldea que poco a poco fue convirtiendose en ciudad. Pero aun asi, no parecia pudiese llegar nunca a ser el lider de la misma... y ya los choques con la lider de turno se hacian mas frecuentes.
"Puedo Ayudarte Elfo..." -oyo Eron una voz femenina en el bosque una noche mientras intentaba buscar una respuesta - "La lider Erebeth nos debe muchas bajas... tu solo organiza el dia y acabaremos con ella y los suyos, tu te quedas con la ciudad..." - Eron se volteo y se encontro con una figura encapuchada, de ojos rojos aunque apenas podia distinguir algo mas- "Es...es...esta bien. Solo no toquen a mi familia" - dijo nerviosamente, el querer destronar a Erebeth unido al deseo de no molestar a quien le hablaba le hicieron acceder al instante. "Pinta de rojo el marco de tu puerta esa noche y no los dejes salir..."
Asi como llego desaparecio, y al menos se reunio con el ser unas dos veces mas... Eron habia hecho la cuartada perfecta, un festival en honor a la propia Erebeth y en el cual llegarian los "invitados" caida la noche.
Eron habia insistido en pintar la casa, y al verle tan entusiasmado su esposa no le replico, y cuando iba a caer la noche se despidio con la excusa que iba a preparar los ultimos detalles y que queria llegaran todos en familia.
Y junto con la noche y sus ruidos tambien llegaraon los gritos en aquel lugar...
Flechas encendidas surcaban los cielos, los ruidos de metales chocar contra los elfos del lugar dejandolos muertos sin necesidad de ser rematados, Erebeth y sus guardias habian caido... Y Eron estaba cerca contemplandolo cuando sintio como lo agarraban, logro voltearse lo suficiente a pesar de tener una daga en su cuello notando asi una blanca cabellera y piel negra como la noche... Drows... el que lo aprisiono le llevo entonces a donde estaban los demas de los suyos limpiando las armas, era un grupo no mas grande de 10 pero tan entrenados que parecia que incluso la mitad de ellos habria podido hacer el trabajo. Le lanzaron al suelo frente a la que parecia ser la lider, Eron solo levanto la mirada y le vio de nuevo...pero esta vez no iba encapuchada.
Su piel era negra, si, pero no como la de los demas... casi parecia tener escamas, mientras su pupilas estaban razgadas verticalmente y dos negras alas membranosas adornaban su espalda -"Haz hecho bien... por eso moriras despacio Eron... Vayan a la casa con el marco rojo y diviertanse muchachos" - sonrio maliciosamente mientras Eron gritaba exigiendo que se cumplieran los terminos iniciales.
"Mama...ahi vienen,traen a papa" -dijo alarmada Lysa mientras su madre le daba instrucciones a Eliaë de donde ocultarse bajo una mesa pequeña.
"Hicimos un trato!"- es la unica frase que recuerda Eliaë de entre todos los gritos desgarrados y la escena de ver como torturaban a su madre y hermana... No pudo mas y salio corriendo intentando alcanzar una ventana, no le vieron y logro salir por la misma... volteando solo para ver como acababan con la vida de su padre rapidamente a diferencia de su Madre y hermana.
Salio corriendo de ahi, llorando, sintiendo como su corazon parecia queria salirse de su pecho... todo mientras desde el tejado de su casa alguien la observaba. "La acabo tambien mi señora...?" -pregunto un drow mientras tensaba el arco listo para acabar con la pequeña - "No... Dejala... Sera interesante ver lo que ocasiona en ella esta noche dentro de un siglo o dos. Quien sabe... tal vez le hayamos hecho un favor"
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Eliaë no recuerda cuantas horas corrio, solo recuerda tropezar y haber caido al suelo "Que te pasa pequeña...? Y tu familia...?" pregunto una gruesa pero joven voz mientras le ayudaba a ponerse de pie. Un humano de sus veinte y tantos que sostenia por las riendas un buey cargado con madera.
El Leñador le llevo a su casa y ahi le dio comida y cuido de ella hasta que comenzo a hablar nuevamente. Todo parecia una pesadilla, pero hacia alarde de terminar... de momento.
Pasaron los años, y el crecimiento lento en comparacion a los humanos le hizo depender mucho de quedarse donde estaba, limpiaba y hacia todos los quehaceres de la casa del leñador, el cual con los años se habia vuelto aun mas hosco y hostil y golpeaba a Eliaë cuando no tenia las cosas a tiempo, costumbre que adquirio de sus amigos que venian regularmente a su casa...
Ya habia aprendido a vivir asi, pensaba no podia ser peor, pero fue mientras limpiaba los trastos que escucho aquella frase que le atormenta hasta hoy dia "Creo que la elfita ya esta en edad...jmjm" dijo uno de los amigos del leñador, el cual solo sorto una carcajada... Pero para nada se lo tomo en broma.
Muchas noches pasaron durante un año despues de que escuchase esa frase, al comienzo intentaba contenerse,luchar, patalear, gritar a pesar de los golpes que recivia, aunque sabia no reciviria ayuda... Asi que los gritos fueron disminuyendo, igual los llantos y la resistencia... parecia una muñeca inerte sin reaccion mientras aquellos hombres se saciaban con su aun no desarollado cuerpo... Todo hasta la noche que el llego...
A Eliaë le parecio ver una sombra extraña por la casa durante ese dia, pero penso era solo su imaginacion... Suspiraba largamente mientras limpiaba, hasta que llegaron el leñador y sus amigos, uno de ellos sin hacer mas reparo fue hasta donde la elfa la tomo del brazo y se dirigia a la habitacion, Eliaë le siguio mirando al suelo, entrando en ese estado ausente que habia utilizado como defensa...pero fue cuando le vio caer... Estaba en el suelo con un charco de sangre saliendo de su garganta, se asusto... pero no grito... algo en su interior parecio alegrarse, pero.... y si venian por ella? Salio asustada de la habitacion y se encontro con una sombra distrayendo a los sujetos, golpeandolos mientras estos gritaban asustados por el "demonio" que habia entrado a la casa, todo mientras una figura mas pequeña parecia salir de las sombras, degoyandolos cada vez que les tenia cerca... a todos excepto a uno... El leñador... Este no se movia, estaba totalmente espantado, sus ojos en blanco.... pero que era? Fue cuando Eliaë vio que tenia una flecha en su abdomen y no podia moverse, a decir verdad, no se habia movido desde que comenzo la matanza.
"BasuraSoloHayBasuraAqui..." -dijo la pequeña figura encapuchada muy rapidamente,hablando sin hacer pausas.- "ContraAlguienDeTuTallaNoTeMetesVerdad?"- parecio reir- "PeroMeGustaInclinarLaBalanza...LlevabaTiempoObservandote...VayaQueSi"
Y sin mas rodeos le remato con otra flecha... Volteando para observar a Eliaë...
"Ven conmigo...estaras bien" -dijo en lengua elfica el gnomo mientras se retiraba la capucha, sus ojos eran rojos y su aspecto mucho mas serio que el de los gnomos con que se habia cruzado, pero aun asi extendio su mano a Eliaë, quien despues de considerarlo la tomo y se fue...
Dante Pies Ligeros Estaril Cazirumbel Lelial... Ese era el nombre del Gnomo, quien tomo a la pequeña bajo su ala mientras viajaba, dejandole en las posadas con todo pago mientras "atendia unos asuntos" como el les decia...
"Nunca viajes sola... A veces no te cae bien con quien andas, pero nunca es bueno ir solo. Se necesita tener gente cerca, siempre. Si confian en ti mejor, asi daran la cara por ti aunque no lo merezcas." - le decia el gnomo cada vez que hablaban acerca de los viajes. "Las ciudades son sucias... hay que ir limpiandolas. Paga muy bien limpiarlas sabes? Gente como con quien vivias, aunque no cobre por ese trabajo... " - conforme mas pasaba el tiempo mas aprendia de Dante, y mientras mas aprendia mas queria saber. "Nunca te quedes demasiado en un sitio... cuando no puedas aprender mas, vete..." - estas y muchas otras frases le repetia el gnomo cual letania, hasta que le dijo la ultima leccion cumplidos sus 110 años la elfa. "Los compañeros de viaje no son para siempre... Estaras bien Elfita... si vas a matar, mata y no dejes que te maten."
Diez años han pasado desde la ultima vez que vio a Dante... y ha seguido sus instrucciones fielmente siempre. Ahora con 120 años recien cumplidos ha llegado a un nuevo lugar... lista para aprender e irse... Nevesmortas.
Datos:
Alineamiento- Legal Maligno;
Sigue el "codigo" que aprendio por Dante y nunca atacaria a alguien que no tuviese la fuerza para defenderse a menos que sea un trabajo. Nunca mujeres indefensas ni niños. Mantiene una fachada mas o menos tranquila para hacerse de contactos, si prueban ser de confianza puede que ganen una letal aliada, si no, simplemente les utiliza sin dar a conocer su verdadera cara.
Metas;
Quiere seguir los pasos de Dante,sigilo y asesinato son dos palabras a las cuales el gnomo parecia convertir en Arte.//Asesino y Danzarin
Puntos fuertes;
Mantiene la calma hasta en la mas desesperada de las situaciones, y no da un paso antes de estar segura que pisara bien. Intentara que lleguen todos sus compañeros al destino... pero no se sacrificara si uno de ellos hace una idiotez como adelantarse sin mirar las trampas.
Puntos debiles;
Las unicas veces que no suele disimular su naturaleza agresiva es cuando los Drow salen a relucir al tema. Aparte de eso es aun mas propensa a desconfiar de los hombres que de las mujeres por razones obvias.
Deidad;
Dante le inculco respeto a Máscara, al cual aunque no rinde culto constante respeta grandemente y deja escapar de vez en cuando una plegaria en las noches.
Alineamiento- Legal Maligno;
Sigue el "codigo" que aprendio por Dante y nunca atacaria a alguien que no tuviese la fuerza para defenderse a menos que sea un trabajo. Nunca mujeres indefensas ni niños. Mantiene una fachada mas o menos tranquila para hacerse de contactos, si prueban ser de confianza puede que ganen una letal aliada, si no, simplemente les utiliza sin dar a conocer su verdadera cara.
Metas;
Quiere seguir los pasos de Dante,sigilo y asesinato son dos palabras a las cuales el gnomo parecia convertir en Arte.//Asesino y Danzarin
Puntos fuertes;
Mantiene la calma hasta en la mas desesperada de las situaciones, y no da un paso antes de estar segura que pisara bien. Intentara que lleguen todos sus compañeros al destino... pero no se sacrificara si uno de ellos hace una idiotez como adelantarse sin mirar las trampas.
Puntos debiles;
Las unicas veces que no suele disimular su naturaleza agresiva es cuando los Drow salen a relucir al tema. Aparte de eso es aun mas propensa a desconfiar de los hombres que de las mujeres por razones obvias.
Deidad;
Dante le inculco respeto a Máscara, al cual aunque no rinde culto constante respeta grandemente y deja escapar de vez en cuando una plegaria en las noches.
Tsk..-mascullo algo incomprensible la asesina en entrenamiento mientras se miraba al espejo en una de las habitaciones de la Rosa y el Martillo, viendo como le quedaba el vestido.- (Incomodo de llevar, elegante...si... pero apenas puedo correr en esto, por eso precisamente hice dos escotes en las piernas del que llevo sobre la armadura...)-suspiro largamente y nego- Todo sea por el plan...-sonrio mientras tomaba el cepillo y se arreglaba delicadamente el cabello-(Todas son liberales aqui... Eso esta muy bien. Pero... el verdadero poder lo obsetan las nobles, las que solo con una sonrisa hacen que otros vayan a por los trabajos... Y no esas que hacen los trabajos por si mismas. Ya me consienten demasiado haciendome la seria, me pregunto que tal sera si me refino..)-rio al verse peinada, y se dio un guiño ella misma- Ya es hora...
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-Caida la noche la asesina se dejaba caer de espaldas en la cama de la habitacion dejando escapar una risita- (Ojala las damas de aqui tomasen ejemplo de usted...)-recordaba las palabras de Terence mientras negaba para si misma- (Aish Terence... Te aprecio, mucho... pero ves las cosas solo blanco y negro...nunca gris. Nunca entenderias el por que trabajo... El fin justifica los medios, yo consigo la justicia que a ti se te escapa... por un precio claro)
-nego nuevamente mientras se iba retirando el vestido, quedando solo en las pequeñas piezas que utilizaba para descansar quedandose acostada mirando ,cerrando los ojos luego y meditando mientras pensaba en la cuartada perfecta para que nunca sospecharan de ella.- ( Joyas... Las Joyas deberian proveerme muchas cosas. El cincel parece daga, asi que no perdere la practica con las muñecas empuñando... el dinero suficiente para hacer mi siguiente paso... Esta ciudad hay que limpiarla bastante).
-fue entonces que abrio los ojos y tomo algo de la mesa de noche, una llave-(La llave de la casa Lanzagelida...)-rio un poco viendola- (Vivire ahi de ahora en adelante... Solo tube que hacer varios trabajos, ninguno gratis, y me hice del nombre suficiente para que confiaran en mi.... Todo va acorde al plan)
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-Caida la noche la asesina se dejaba caer de espaldas en la cama de la habitacion dejando escapar una risita- (Ojala las damas de aqui tomasen ejemplo de usted...)-recordaba las palabras de Terence mientras negaba para si misma- (Aish Terence... Te aprecio, mucho... pero ves las cosas solo blanco y negro...nunca gris. Nunca entenderias el por que trabajo... El fin justifica los medios, yo consigo la justicia que a ti se te escapa... por un precio claro)
-nego nuevamente mientras se iba retirando el vestido, quedando solo en las pequeñas piezas que utilizaba para descansar quedandose acostada mirando ,cerrando los ojos luego y meditando mientras pensaba en la cuartada perfecta para que nunca sospecharan de ella.- ( Joyas... Las Joyas deberian proveerme muchas cosas. El cincel parece daga, asi que no perdere la practica con las muñecas empuñando... el dinero suficiente para hacer mi siguiente paso... Esta ciudad hay que limpiarla bastante).
-fue entonces que abrio los ojos y tomo algo de la mesa de noche, una llave-(La llave de la casa Lanzagelida...)-rio un poco viendola- (Vivire ahi de ahora en adelante... Solo tube que hacer varios trabajos, ninguno gratis, y me hice del nombre suficiente para que confiaran en mi.... Todo va acorde al plan)
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-Dando vueltas por su cuarto de la Casa Lanzagélida la elfa sonreia para si misma. Perdida entre sus propios pensamientos tomo el cepillo y comenzo a peinarse frente al espejo- (Recien llegado, se mueve similar a mi... Y es discreto como ningun otro hasta la fecha. Sera el compañero perfecto por ahora para mi... sociedad. Quien sabe, tal vez y hasta dura como mismo y me ayude a limpiar este lugar...) -sonrio mas ampliamente mientras tomaba el abanico abriendolo de un agil movimiento de muñeca- (Aish amiga... si me confiaran lo suficiente ya arreglaria tu vista con la dama. Aunque... me pregunto que ha hecho la dama para llegar hasta donde esta, tal vez deberia averiguarlo... jm,tal vez podria hasta hacerme un nombre similar)-rio un poco y guardo el abanico que Na'imah le habia regalado con mucho celo para luego acostarse en la cama a observar el techo- (Poco a poco... siempre un paso a la vez...)-cerro los ojos y comenzo a meditar en estas palabras-
"Han atrapado al lider bandido!" -escucho la asesina conforme iba pasando cerca de la ciudad - "asi como asi?" - penso para si mientras se hacia paso entre la multitud de personas logrando entonces ver al sujeto. "Je, dice que es inocente,todos lo dicen"-penso para sus adentro y fue cuando sintio una respiracion familiar cerca, volteo y noto al semi elfo quien le sonrio un poco, un simple asentimiento sirvio para que se comunicaran, tal vez alguna sonrisa o tos, asi se pusieron al tanto intercambiando señales discretas como solo los asesinos saben.
"Fuego! Fuego en el bosque!" -se oia la voz de el pequeño Frido mientras todos se escandalizaban, fruncio el ceño la elfa mirando al semi elfo mientras volvia a intercambiar varios gestos con los que acordaron no separarse del aparente "Lider" de los bandidos.
---------------------------------------------------
"Señorita, sucede algo?" pregunto a la elfa el guarda que custodiaba al recluso cuando estaban cerca ya de la carcel "No no! Es que estoy preocupada, el fuego...y eso... pero, todos los guardias estan aqui ahora"-dijo intentando aparentar voz nerviosa- "Si quiere ayudar,vaya y ayude con el fuego"... "Si...si" -asintio varias veces ella,momento suficiente para que Quarrel se escabuyera en al prision. "Perfecto"-penso mientras sonreia para sus adentros, cubriendose con aquella capa elfica que le camuflajeaba con su entorno.
"Lo dejaron en una celda" -escucho al semi elfo tras de si, mientras ambos eran abrazados por las sombras sin ser vistos- "Esto es raro Quarrel, no creo en las coincidencias...shh..."-se percato abrian la puerta de la prision nuevamente,saliendo otro guardia,tal vez cambiaba de turno,momento en que la elfa sin hacer mas decidio entrar, usando la capa y las sombras,escabuyendose en cada columna cuando escuchaba alguien cerca para llegar a la celda. "Je,dormido?"-penso viendo al supuesto lider, cuando se sobresalto entonces, un mediano estaba frente a la celda susurrando cosas al lider. El intercambio fue extraño, el mediano queria saber si era lider o no... mientras el sujeto negaba ser bandido,pero decia recompenzarian bien a quien lo sacara... Era claro el sujeto era un criminal,al menos para la elfa... Mejor seria salir y alertar a los guardias de que alguien habia entrado al lugar a hurtadillas, pero justo cuando lo hacia escucho los gritos de terror de los guardias, conforme acelero el paso todo se oscurecio "Oscuridad aqui?! Quarre?!"-penso,pero no, no podia ser el semi elfo, eran demasiados conjuros de oscuridad concentrados en el mismo lugar.... Logro salir, viendo a duras penas como los guardias caian uno a uno como mosca, una vez fuera,sintio como Quarrel estaba cerca,tambien estubo dentro.
"Auxilio!" fue lo unico que pudo gritar la elfa conforme se acercaba Elni el gnomo junto con otros mas "Escuche algo" - le hizo saber el semi elfo con un gesto, mientras comenzaba una carrera entre las sombras buscando a aquellos fujitivos invisibles.
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Los habian perdido, la elfa suspiro largamente cruzada de brazos en frente de la fuente,mientras todos comenzaban a conglomerarse ahi, y fue cuando vio a aquella pequeña figura acercarse "Tu" dijo la elfa con tono acusador viendo al mediano "Tu entraste en la carcel antes de que los guardias comenzaran a gritar". Todo parecio surgir de prisa, entre las acusaciones y negaciones se acerco un sujeto... Quien solamente dijo conocer al mediano mucho antes que a la elfa... restandole importancia a sus acusaciones e ignorandola luego de todo, asi como comenzaron a hacerlo todos. "Maldita sea..." -penso para ella,mirando furicamente al sujeto mientras se acomodaba la capucha- "Iremos la norte por ellos"- dijo el sujeto que habia llegado, Eliaë no perderia oportunidad de unirse a la cazeria "tal vez haya una recompenza.... ademas de que es un cobarde...se hara la justicia de Mascara"
Salieron entonces al norte de la ciudad, donde le mismo sujeto se encargo de poner pocisiones. "No seguire ordenes cuando lo que hacen es perder el tiempo" -penso, mientras observaba a Belial rastrear, ya habia un grupo mas adelantado, penso debia haberse ido con ellos... ya que los demas no parecian organizarse. Parecia concentrarse en las posibilidades del fugitivo hasta que el sujeto que daba las instrucciones comenzo a reprocharle su posicion. La elfa intercambio palabras con el sujeto,ya que entendia se estaba auto proclamando el poder del grupo, y ni siquiera se inmuto,solo siguio en su pocicion inicial y fue cuando todo hizo sentido en el momento en que Belial le llamo "Capitan..."
"Por eso cree debemos seguir ordenes suyas?"-penso para si algo astiada la elfa mientras comenzaban a moverse, el camino era lento entre querer mantener posiciones como si fuesen a la guerra y el no rastreo de huellas, tanto fue la distraccion del grupo, que incluso Belial rastreando se adelanto por mucho y casi se pierden los demas. "Que perdida de tiempo,deberia seguir adelante sola..." -penso mientras tronaba sus dedos.
Fue entonces que pasaron cerca del Hospicio cuando algo llamo su atencion. "Buenas" -dijo el ya conocido Legnar, quien estaba en el camino y no dentro del hospicio, todos parecieron ignorarle al comienzo exceptuando el capitan, quien comenzo a preguntarle acerca de los individuos escapados, mientras que el enano solo evadia las preguntas, hasta que Eliaë escucho un sonido familiar "Dinero?" los bolsillos del enano parecian estar cargados de monedas , como con esas ropas y no cobrando nada por la estadia en el hospicio ese enano tenia tanto oro encima?
"Capitan..."
"Rick..."
-se aclaro la garganta intento llamar su atencion-
"Pst...Capitan...."-repitio ya hastiada, mientras el Capitan solo seguia haciendo preguntas en circulos al enano.
"Oye, el dia ha sido productivo hoy,no Legnar?"-interrumpio la elfa acercandose, cruzada de brazos y con gesto algo severo,fue cuando noto el nerviosismo del enano. "Loteria..." -penso para si mientras comenzo su juego de palabras con el enano, el cual ya se ponia mas nervioso... "Entonces te pagaron para quedarse en el hospicio y los salvaguardaras?"-pregunto entonces despues de varias preguntas, aunque ya las personas comenzaban a impasientarse, entre ellos un sujeto que llego y le dio una patada en la entrepiernas al enano,quien se agacho lloroso... para no hablar mas por semejante agonia.
"Tsk..." -nego para si sin poder hacer mas, ya sentia varias miradas sobre ella mientras se acerco al enano, intento hacerlo reaccionar,pero pobre...asi imposible... comenzo a subir hacia el hospicio mientras todos la dejaron atras, nego con la cabeza una vez mas, hasta que logro hacerse paso hasta donde ya habia comenzado el "enfrentamiento" entre el capitan y el fugitivo que aun clamaba inocencia. Estaba en un debate mental si matar al sujeto o no, cuando... este cayo al suelo... innerte... muerto a manos de aquel mediano que habia hablado con el en la prision. "Justicia de verdad"-dijo para si mientras guardo las armas y salio del lugar...todos comenzaban a salir,muchos discutiendo acerca de si estubo bien o no,si el sujeto merecia un juicio o por contrario merecia morir peor de como lo hizo... el mediano aseguraba se asusto y por eso lo habia matado, cuento que hasta ahora la elfa no se traga,ya que parece ser la unica junto con el semi elfo que creeran que el estaba en la carcel, y todo por que lo vieron.
Poco mas adelante, escucho al capitan hablando de ella,acercandose sigilosamente le volvio a hacer frente viendole de forma desafiante,para el solo despedirse y dar media vuelta, dejandola con las palabras a media una vez mas.
La elfa le observo alejarse,luego observo a sus alrededor,reconociendo a Aranel y Elni quienes hablaban no muy lejos...se acerco a ellos con rostro serio y cruzada de brazos.
"Hia... Eliaë que tienes?"-pregunto el gnomo preocupado-
"Nada..."-nego mientras resoplabla- "Marca mis palabras "Capitan", traere los nueve infiernos del Baator hacia ti por la actitud que demostraste esta noche... En nombre de Mascara y como que mi nombre es Eliaë"-penso para si, sonriendo de lado, aun mas furica mientras prestaba atenciona sus pensamientos, posiblemente mas molesta de la cuenta por que ese sujeto le recordaba a su propio padre.
"Fuego! Fuego en el bosque!" -se oia la voz de el pequeño Frido mientras todos se escandalizaban, fruncio el ceño la elfa mirando al semi elfo mientras volvia a intercambiar varios gestos con los que acordaron no separarse del aparente "Lider" de los bandidos.
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"Señorita, sucede algo?" pregunto a la elfa el guarda que custodiaba al recluso cuando estaban cerca ya de la carcel "No no! Es que estoy preocupada, el fuego...y eso... pero, todos los guardias estan aqui ahora"-dijo intentando aparentar voz nerviosa- "Si quiere ayudar,vaya y ayude con el fuego"... "Si...si" -asintio varias veces ella,momento suficiente para que Quarrel se escabuyera en al prision. "Perfecto"-penso mientras sonreia para sus adentros, cubriendose con aquella capa elfica que le camuflajeaba con su entorno.
"Lo dejaron en una celda" -escucho al semi elfo tras de si, mientras ambos eran abrazados por las sombras sin ser vistos- "Esto es raro Quarrel, no creo en las coincidencias...shh..."-se percato abrian la puerta de la prision nuevamente,saliendo otro guardia,tal vez cambiaba de turno,momento en que la elfa sin hacer mas decidio entrar, usando la capa y las sombras,escabuyendose en cada columna cuando escuchaba alguien cerca para llegar a la celda. "Je,dormido?"-penso viendo al supuesto lider, cuando se sobresalto entonces, un mediano estaba frente a la celda susurrando cosas al lider. El intercambio fue extraño, el mediano queria saber si era lider o no... mientras el sujeto negaba ser bandido,pero decia recompenzarian bien a quien lo sacara... Era claro el sujeto era un criminal,al menos para la elfa... Mejor seria salir y alertar a los guardias de que alguien habia entrado al lugar a hurtadillas, pero justo cuando lo hacia escucho los gritos de terror de los guardias, conforme acelero el paso todo se oscurecio "Oscuridad aqui?! Quarre?!"-penso,pero no, no podia ser el semi elfo, eran demasiados conjuros de oscuridad concentrados en el mismo lugar.... Logro salir, viendo a duras penas como los guardias caian uno a uno como mosca, una vez fuera,sintio como Quarrel estaba cerca,tambien estubo dentro.
"Auxilio!" fue lo unico que pudo gritar la elfa conforme se acercaba Elni el gnomo junto con otros mas "Escuche algo" - le hizo saber el semi elfo con un gesto, mientras comenzaba una carrera entre las sombras buscando a aquellos fujitivos invisibles.
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Los habian perdido, la elfa suspiro largamente cruzada de brazos en frente de la fuente,mientras todos comenzaban a conglomerarse ahi, y fue cuando vio a aquella pequeña figura acercarse "Tu" dijo la elfa con tono acusador viendo al mediano "Tu entraste en la carcel antes de que los guardias comenzaran a gritar". Todo parecio surgir de prisa, entre las acusaciones y negaciones se acerco un sujeto... Quien solamente dijo conocer al mediano mucho antes que a la elfa... restandole importancia a sus acusaciones e ignorandola luego de todo, asi como comenzaron a hacerlo todos. "Maldita sea..." -penso para ella,mirando furicamente al sujeto mientras se acomodaba la capucha- "Iremos la norte por ellos"- dijo el sujeto que habia llegado, Eliaë no perderia oportunidad de unirse a la cazeria "tal vez haya una recompenza.... ademas de que es un cobarde...se hara la justicia de Mascara"
Salieron entonces al norte de la ciudad, donde le mismo sujeto se encargo de poner pocisiones. "No seguire ordenes cuando lo que hacen es perder el tiempo" -penso, mientras observaba a Belial rastrear, ya habia un grupo mas adelantado, penso debia haberse ido con ellos... ya que los demas no parecian organizarse. Parecia concentrarse en las posibilidades del fugitivo hasta que el sujeto que daba las instrucciones comenzo a reprocharle su posicion. La elfa intercambio palabras con el sujeto,ya que entendia se estaba auto proclamando el poder del grupo, y ni siquiera se inmuto,solo siguio en su pocicion inicial y fue cuando todo hizo sentido en el momento en que Belial le llamo "Capitan..."
"Por eso cree debemos seguir ordenes suyas?"-penso para si algo astiada la elfa mientras comenzaban a moverse, el camino era lento entre querer mantener posiciones como si fuesen a la guerra y el no rastreo de huellas, tanto fue la distraccion del grupo, que incluso Belial rastreando se adelanto por mucho y casi se pierden los demas. "Que perdida de tiempo,deberia seguir adelante sola..." -penso mientras tronaba sus dedos.
Fue entonces que pasaron cerca del Hospicio cuando algo llamo su atencion. "Buenas" -dijo el ya conocido Legnar, quien estaba en el camino y no dentro del hospicio, todos parecieron ignorarle al comienzo exceptuando el capitan, quien comenzo a preguntarle acerca de los individuos escapados, mientras que el enano solo evadia las preguntas, hasta que Eliaë escucho un sonido familiar "Dinero?" los bolsillos del enano parecian estar cargados de monedas , como con esas ropas y no cobrando nada por la estadia en el hospicio ese enano tenia tanto oro encima?
"Capitan..."
"Rick..."
-se aclaro la garganta intento llamar su atencion-
"Pst...Capitan...."-repitio ya hastiada, mientras el Capitan solo seguia haciendo preguntas en circulos al enano.
"Oye, el dia ha sido productivo hoy,no Legnar?"-interrumpio la elfa acercandose, cruzada de brazos y con gesto algo severo,fue cuando noto el nerviosismo del enano. "Loteria..." -penso para si mientras comenzo su juego de palabras con el enano, el cual ya se ponia mas nervioso... "Entonces te pagaron para quedarse en el hospicio y los salvaguardaras?"-pregunto entonces despues de varias preguntas, aunque ya las personas comenzaban a impasientarse, entre ellos un sujeto que llego y le dio una patada en la entrepiernas al enano,quien se agacho lloroso... para no hablar mas por semejante agonia.
"Tsk..." -nego para si sin poder hacer mas, ya sentia varias miradas sobre ella mientras se acerco al enano, intento hacerlo reaccionar,pero pobre...asi imposible... comenzo a subir hacia el hospicio mientras todos la dejaron atras, nego con la cabeza una vez mas, hasta que logro hacerse paso hasta donde ya habia comenzado el "enfrentamiento" entre el capitan y el fugitivo que aun clamaba inocencia. Estaba en un debate mental si matar al sujeto o no, cuando... este cayo al suelo... innerte... muerto a manos de aquel mediano que habia hablado con el en la prision. "Justicia de verdad"-dijo para si mientras guardo las armas y salio del lugar...todos comenzaban a salir,muchos discutiendo acerca de si estubo bien o no,si el sujeto merecia un juicio o por contrario merecia morir peor de como lo hizo... el mediano aseguraba se asusto y por eso lo habia matado, cuento que hasta ahora la elfa no se traga,ya que parece ser la unica junto con el semi elfo que creeran que el estaba en la carcel, y todo por que lo vieron.
Poco mas adelante, escucho al capitan hablando de ella,acercandose sigilosamente le volvio a hacer frente viendole de forma desafiante,para el solo despedirse y dar media vuelta, dejandola con las palabras a media una vez mas.
La elfa le observo alejarse,luego observo a sus alrededor,reconociendo a Aranel y Elni quienes hablaban no muy lejos...se acerco a ellos con rostro serio y cruzada de brazos.
"Hia... Eliaë que tienes?"-pregunto el gnomo preocupado-
"Nada..."-nego mientras resoplabla- "Marca mis palabras "Capitan", traere los nueve infiernos del Baator hacia ti por la actitud que demostraste esta noche... En nombre de Mascara y como que mi nombre es Eliaë"-penso para si, sonriendo de lado, aun mas furica mientras prestaba atenciona sus pensamientos, posiblemente mas molesta de la cuenta por que ese sujeto le recordaba a su propio padre.
"El Buen Dios me ha dado un don para saberlo..."
Las palabras del paladin hicieron eco en los finos oidos de la elfa, un eco ni siquiera superado por el repicar de la roca en la abandonada mina del fuerte Ghorin. Terence estaba dispuesto a intentar detectar el Mal en ella, y ella ya habia sido testigo de los resultaso que hacerlo habia causado sobre otros al usarlo sobre si.
"Solo usad mis armas para el Bien"- recordo como le habia dicho el paladin hacia varias lunas, palabras que habia intentado seguir, con exito hasta la fecha. Por que el bien y el mal... son relativos. "No compre esto para ti Terence... Como Mascara dicta, no os he mentido ni a ti ni a ninguno con los que me he cruzado..."-penso para sus adentros mientras apretaba contra si el amuleto de ocultacion,sintiendo el efecto del mismo rodearle. "Pero una cosa nunca cambiara... La linea inexistente entre el bien y el mal rige la vida de un paladin, y nunca entenderias el bien mayor que traigo con mis acciones. Un buen que ni tu querida orden traeria en siglos... Justicia verdadera, justicia proveniente de las Sombras. Si me preguntas, no dejare que lo hagas... pero no se si preguntaras"-suspiro largamente mientras regresaba a la forja, y tras una larga charla con Terence y Aranel, el paladin volvio a su trabajo, terminando las dos armas con rapidez y maestria.
Fue entonces cuando la elfa noto el intercambio entre ambos presentes... Terence parecia quererle pedir un cetro de entre sus cosas a Aranel, dado que tenia las manos llenas, esta fue pronta a ayudarlo sacandolo de entre una de sus bolsas magicas y escuchando las instrucciones que el paladin le daba... Eliaë estaba algo distraida, pero no tanto como para captar lo que sucedia, ese cetro nulificaria el trabajo del amuleto y entonces quedaria descubierta ante el paladin.
Terence y Aranel esperaban la aprovacion de Eliaë, quien solo bajo la mirada y suspiro largamente "No tengo nada que ocultar... Pero nadie que se respete dejaria ser puesto a prueba" -saco entonces dos armas de entre sus cosas, dos espadas que Terence habia forjado hacia tiempo- "No juzgare vuestras acciones, asi que respetare los terminos... Si no podeis confiar en mi, tampoco puedo empuñar estas"-diciendo esto se acerco a Aranel, ya que el paladin tenia las manos ocupadas y le entrego las armas "Daselas cuando se desocupe"-sonrio la elfa, en ningun momento habia perdido la sonrisa o los graciles movimientos caracteristicos de ella.
"Eliaë, deja que hagamos esto, todo estara bien"- respondio Aranel mientras tomama las espadas, se notaba abatida, posiblemente la falta de descanso. La asesina suspiro y sonrio algo enternecida, acercandose a la druida y le rodeo con los brazos susurrando "Tengo demasiado odio en mi corazon por la vida que me ha tocado vivir. Odio que se siente para ellos suceptibles al mismo... tu bien sabes por que."
"Pero yo se que eres buena, deja que lo haga"-respondio la druida mientras Eliaë se alejaba un paso, todo mientras el paladin observaba pensativo la escena, y acercandose le entrego las armas a recien forjadas "Recordad el viejo pacto..." respondio y le sonrio amablemente, como casi siempre hacia, Eliaë le tomo un instante tomar las armas, suspirando mientras le miraba "Lamento haceros pasar por todo esto..."-dijo mientras se acerco dandole un rapido abrazo... acto seguido ambos fueron a ayudar a la ya exhausta druida,mientras los pensamientos de la elfa iban mas rapido de lo que sus pies podian correr.
"Bien... pero bien para quien? Como pagas a una familia que han asesinado al padre metiendo el asesino a la carcel, donde los impuesto de esa familia y la de todas las demas los mantienen? La linea del bien y el mal... no existe... Negro y Blanco... asi suelen ver la vida... Cuando en realidad, poco es negro y blanco, la mayoria... es gris. Cuando aprendas esto Terence, seras mejor paladin que todos esos intentos de caballeros en la Orden... tendre que plantearme como mostrartelo"
Las palabras del paladin hicieron eco en los finos oidos de la elfa, un eco ni siquiera superado por el repicar de la roca en la abandonada mina del fuerte Ghorin. Terence estaba dispuesto a intentar detectar el Mal en ella, y ella ya habia sido testigo de los resultaso que hacerlo habia causado sobre otros al usarlo sobre si.
"Solo usad mis armas para el Bien"- recordo como le habia dicho el paladin hacia varias lunas, palabras que habia intentado seguir, con exito hasta la fecha. Por que el bien y el mal... son relativos. "No compre esto para ti Terence... Como Mascara dicta, no os he mentido ni a ti ni a ninguno con los que me he cruzado..."-penso para sus adentros mientras apretaba contra si el amuleto de ocultacion,sintiendo el efecto del mismo rodearle. "Pero una cosa nunca cambiara... La linea inexistente entre el bien y el mal rige la vida de un paladin, y nunca entenderias el bien mayor que traigo con mis acciones. Un buen que ni tu querida orden traeria en siglos... Justicia verdadera, justicia proveniente de las Sombras. Si me preguntas, no dejare que lo hagas... pero no se si preguntaras"-suspiro largamente mientras regresaba a la forja, y tras una larga charla con Terence y Aranel, el paladin volvio a su trabajo, terminando las dos armas con rapidez y maestria.
Fue entonces cuando la elfa noto el intercambio entre ambos presentes... Terence parecia quererle pedir un cetro de entre sus cosas a Aranel, dado que tenia las manos llenas, esta fue pronta a ayudarlo sacandolo de entre una de sus bolsas magicas y escuchando las instrucciones que el paladin le daba... Eliaë estaba algo distraida, pero no tanto como para captar lo que sucedia, ese cetro nulificaria el trabajo del amuleto y entonces quedaria descubierta ante el paladin.
Terence y Aranel esperaban la aprovacion de Eliaë, quien solo bajo la mirada y suspiro largamente "No tengo nada que ocultar... Pero nadie que se respete dejaria ser puesto a prueba" -saco entonces dos armas de entre sus cosas, dos espadas que Terence habia forjado hacia tiempo- "No juzgare vuestras acciones, asi que respetare los terminos... Si no podeis confiar en mi, tampoco puedo empuñar estas"-diciendo esto se acerco a Aranel, ya que el paladin tenia las manos ocupadas y le entrego las armas "Daselas cuando se desocupe"-sonrio la elfa, en ningun momento habia perdido la sonrisa o los graciles movimientos caracteristicos de ella.
"Eliaë, deja que hagamos esto, todo estara bien"- respondio Aranel mientras tomama las espadas, se notaba abatida, posiblemente la falta de descanso. La asesina suspiro y sonrio algo enternecida, acercandose a la druida y le rodeo con los brazos susurrando "Tengo demasiado odio en mi corazon por la vida que me ha tocado vivir. Odio que se siente para ellos suceptibles al mismo... tu bien sabes por que."
"Pero yo se que eres buena, deja que lo haga"-respondio la druida mientras Eliaë se alejaba un paso, todo mientras el paladin observaba pensativo la escena, y acercandose le entrego las armas a recien forjadas "Recordad el viejo pacto..." respondio y le sonrio amablemente, como casi siempre hacia, Eliaë le tomo un instante tomar las armas, suspirando mientras le miraba "Lamento haceros pasar por todo esto..."-dijo mientras se acerco dandole un rapido abrazo... acto seguido ambos fueron a ayudar a la ya exhausta druida,mientras los pensamientos de la elfa iban mas rapido de lo que sus pies podian correr.
"Bien... pero bien para quien? Como pagas a una familia que han asesinado al padre metiendo el asesino a la carcel, donde los impuesto de esa familia y la de todas las demas los mantienen? La linea del bien y el mal... no existe... Negro y Blanco... asi suelen ver la vida... Cuando en realidad, poco es negro y blanco, la mayoria... es gris. Cuando aprendas esto Terence, seras mejor paladin que todos esos intentos de caballeros en la Orden... tendre que plantearme como mostrartelo"
El viaje habia sido largo, ya por fin habia llegado a Cormyr, habiendose ido sin avisar a nadie... nisiquiera al semi elfo ni a Aranel. Necesitaba hacer esto por su cuenta, nadie podia saber aquello que ni siquiera Dante conocia...
"Johnattan aun vive aqui?"-pregunto la elfa a algun pueblerino quien asintio sonriente y le dio las indicaciones de donde se encontraba el tal Johnattan.
Pasaron varias horas, la elfa se dedico a dar vueltas por el mercado, observar como estaban las cosas alrededor, eran bastantes lunas desde que habia estado ahi por ultima vez, y habia cambiado tanto y tan poco al mismo tiempo. Caida la noche, se dirijio a la casa de Johnattan, esperando pacientemente hasta que la ultima luz se hubiese apagado.
Suspiro y nego con la cabeza,sentia como si las estrellas y la brisa susurraban algo a su oido, su corazon dio entonces un vuelco, pero no habia vuelta atras, decidida se acerco a la puerta trasera de la casa... pasando por el tejado para alcanzar dicha parte, sin hacer ni un ruido... Era sencillo para una asesina pasar desapersivida, y aun mas sencillo poder forzar aquella cerradura con solo un broche de su cabello.
Las sombras se adherieron a su cuerpo como un fino manto de seda, ocultandola a los ojos de esos menos perciptibles. La casa era pequeña, albergando solo a un habitante quien dormia placidamente en el cuarto del fondo. A paso ligero y sigiloso llego entonces la elfa a la habitacion, entrando sin problemas...
En la cama... el cuerpo de un semi-elfo dormido, de unos 60 años(30 y tantos humanos), cabellos rojizos, y a pesar de no haberle visto en decadas, Eliaë lo reconocio de inmediato.
"Que grande estas..."-susurro para si misma, acercandose para cubrirle mejor con la manta, sacandole unos mechones de pelo de su rostro- "A que te dedicas bebe..? Me dicen quieres entrar a la guardia..."-sonrio nostalgicamente mientras sacaba una pequeña bolsa de entre sus cosas, 5 diamantes azules, tallados por ella misma, los cuales dejo en su mano con cuidado, tan natural era su toque que no le desperto, ni siquiera se inmuto.
Una lagrima cayo por la mejilla de la asesina, observando a aquel hijo que tubo que negarse el verle crecer, al cual nunca ha olvidado, y que a pesar de presentarle todos los sufrimientos que le hicieron pasar en aquella casa maldita, pero... que aun asi habia salido de ella, era parte de su ser... y a pesar de todo, aun con lo que representaba, lloro amargamente cuando lo separaron de su lado, varios años antes de ser liberada.
"Nïre...sabes que te llamas asi?"-susurro mientras se alejaba entonces,saliendo tan silenciosamente como habia llegado-"Nunca lo sabras... pero... se un hombre de bien no importa lo que pase, no te conviertas en un monstruo"
------------------------------------------------
A la otra noche, una casa alejada de la ciudad ardia en llamas... aquella casa a la que nadie se atrevia a acercarse por que aun perduraban los rumores de un fantasma que habia asesinado a todos los que ahi se encontraban... La casa del leñador.
La figura de la elfa observaba entre las sombras como el fuego que ella habia ocasionado consumia aquel cuartel de penas que nunca habia dejado de atormentarla... pero que ahora... dejaria de existir.
"La Marca me espera... es hora de poner en marcha el plan"-diciendo esto dio un silvido al aire, y de entre la arboreda un corcel negro se acerco en silencio a ella, montandolo de un salto emprendio el viaje de regreso hacia Nevesmortas.
"Johnattan aun vive aqui?"-pregunto la elfa a algun pueblerino quien asintio sonriente y le dio las indicaciones de donde se encontraba el tal Johnattan.
Pasaron varias horas, la elfa se dedico a dar vueltas por el mercado, observar como estaban las cosas alrededor, eran bastantes lunas desde que habia estado ahi por ultima vez, y habia cambiado tanto y tan poco al mismo tiempo. Caida la noche, se dirijio a la casa de Johnattan, esperando pacientemente hasta que la ultima luz se hubiese apagado.
Suspiro y nego con la cabeza,sentia como si las estrellas y la brisa susurraban algo a su oido, su corazon dio entonces un vuelco, pero no habia vuelta atras, decidida se acerco a la puerta trasera de la casa... pasando por el tejado para alcanzar dicha parte, sin hacer ni un ruido... Era sencillo para una asesina pasar desapersivida, y aun mas sencillo poder forzar aquella cerradura con solo un broche de su cabello.
Las sombras se adherieron a su cuerpo como un fino manto de seda, ocultandola a los ojos de esos menos perciptibles. La casa era pequeña, albergando solo a un habitante quien dormia placidamente en el cuarto del fondo. A paso ligero y sigiloso llego entonces la elfa a la habitacion, entrando sin problemas...
En la cama... el cuerpo de un semi-elfo dormido, de unos 60 años(30 y tantos humanos), cabellos rojizos, y a pesar de no haberle visto en decadas, Eliaë lo reconocio de inmediato.
"Que grande estas..."-susurro para si misma, acercandose para cubrirle mejor con la manta, sacandole unos mechones de pelo de su rostro- "A que te dedicas bebe..? Me dicen quieres entrar a la guardia..."-sonrio nostalgicamente mientras sacaba una pequeña bolsa de entre sus cosas, 5 diamantes azules, tallados por ella misma, los cuales dejo en su mano con cuidado, tan natural era su toque que no le desperto, ni siquiera se inmuto.
Una lagrima cayo por la mejilla de la asesina, observando a aquel hijo que tubo que negarse el verle crecer, al cual nunca ha olvidado, y que a pesar de presentarle todos los sufrimientos que le hicieron pasar en aquella casa maldita, pero... que aun asi habia salido de ella, era parte de su ser... y a pesar de todo, aun con lo que representaba, lloro amargamente cuando lo separaron de su lado, varios años antes de ser liberada.
"Nïre...sabes que te llamas asi?"-susurro mientras se alejaba entonces,saliendo tan silenciosamente como habia llegado-"Nunca lo sabras... pero... se un hombre de bien no importa lo que pase, no te conviertas en un monstruo"
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A la otra noche, una casa alejada de la ciudad ardia en llamas... aquella casa a la que nadie se atrevia a acercarse por que aun perduraban los rumores de un fantasma que habia asesinado a todos los que ahi se encontraban... La casa del leñador.
La figura de la elfa observaba entre las sombras como el fuego que ella habia ocasionado consumia aquel cuartel de penas que nunca habia dejado de atormentarla... pero que ahora... dejaria de existir.
"La Marca me espera... es hora de poner en marcha el plan"-diciendo esto dio un silvido al aire, y de entre la arboreda un corcel negro se acerco en silencio a ella, montandolo de un salto emprendio el viaje de regreso hacia Nevesmortas.
La Luz de Jade
La noche caia por cuarta vez desde que la asesina habia dejado atras la fria villa de Nevesmortas, alejandose de las tierras de la Marca Argentea. El galopar de Umbra, su negra corcel, se dejaba escuchar solo para aquellos que se tomasen el tiempo de querer hacerlo.
Neverwinter, ese era su destino. Fue no muy lejos, en Luskan, donde recivio sus primeros pasos en entrenamiento marcial, y el unico lugar donde sabia podria solicitar la ayuda que requeria.
La iglesia de Mascara, tan rica y poderosa como discreta. Un culto el cual ni dioses supuestamente mayores en jerarquia podian igualar, tanto en fe como en recursos. Un culto que debia estar presente en una tierra tan rica como La Marca Argentea, donde mas de una cosa pasa entre las sombras, por tanto eran incunvencia del Dios de las mismas.
Tiempo llevaba sin pisar un templo a su Dios, asi que debia hacerlo como solo una mascarita fiel lo haria, utilizando los dones sombrios de su señor.
La entrada, los restos quemados de una torre donde habian varios vigias haciendose pasar por mendigos. No fue tan dificil como creyo el pasar desarvertida por ellos, incluso dandole tiempo entre las sombras para buscar con la mirada la trampilla oculta. Al dar con ella, solo fue cuestion de distraerles con el ruido de una roca que lanzo a lo lejos y adentrarse por los humedos pasadisos.
Descendio bastante, perdiendo la cuenta incluso de los metros transcurridos. Cruzandose de vez en vez con algun compañero,pero sin revelarse a ninguno, hasta que llego al corazon del templo. Una gran sala llena de monedas de oro y joyas, por el mismo suelo, por los alrededores en montañas, cofres abiertos en honor al Dios Sombrio. Y todo parecia indicar tendria que mostrarse cuando vio un dedo que la señalaba... desde el altar.
"Una silueta desconocida para mi... Te exorto a que te muestres."- dijo entonces el sacerdote quien le habia logrado percivir al parecer sin problema alguno.
La asesina inco una rodilla en el suelo y dijo a voz firme mientras las sombras se disipaban de su alrededor "Maestro Beren. Soy Eliaë Domeien, discipula de Dante Estaril. Y humilde sierva del Señor de las sombras..."
Murmullos y susurros comenzaron a inundar el lugar, pero era dificil distinguir si eran por la elfa, o por la mencion de su maestro.
"Acercate hija... veo que te has convertido en una mujer digna de las enseñanzas de nuestro Señor" el sacerdote se acercaba lentamente apoyado en un baston, retirandose la capucha que tenia para mostrar su rostro, el cual delataba sus adentrados años humanos.
Eliaë se puso de pie, acercandose con su caracteristica sonrisa, haciendo una reverencia una vez cerca del sacerdote. "He escuchado todo te va de maravilla pequeña. Aunque poco ha llegado a nuestros oidos luego de que llegases a la Marca Argentea."
Por la forma de hablar, Eliaë comprendio que el sacerdote estaba al tanto de sus actividades los 10 años que estubo antes de asentarse luego de que Dante se separara de ella, suspiro entonces y sonrio aun mas abiertamente al saber que no sabian de como estaban las cosas en La Marca. "Es precisamente eso lo que me ha traido aqui... Por que es dificil seguir el rastro de cualquiera en La Marca Argentea por nuestra gran red."
"A que te refieres..."-el anciano fruncio su expresion levemente tomando asiento en uno de los bancos.
"Somos discretos Maestro, pero no tanto para que entre nosotros mismos no podamos contactarnos en una region. Despues de estos años es evidente no tenemos el mismo poder en la Marca Argentea, como lo tenemos en esta region...por poner un ejemplo."
"Somos muchos pequeña, pero aun asi no podemos hacer templos y sedes en cada region. Todo requiere su tiempo, años de planificacion para que no se nos note."
"Años de planificacion que he llevado a cabo Maestro... Vengo a solicitar apoyo de nuestra iglesia para proseguir con el manejo de informacion y recursos de la Marca Argentea bajo el dogma de Nuestro Señor..."-dijo decidida sin tomar asiento, ignorando los susurros aun constantes del lugar, siendo que los acolitos atendian muy bien al intercambio.
"Eliaë, son muchos los factores a considerar en este tipo de situaciones... Y bien sabes no puedo ofrecerte de nuestros recursos solo por venir aqui. Eres bienvenida, estas en casa. Descansa, y redacta un informe completo con todo lo que debamos saber. Tengo que consultarlo con los demas sacerdotes"
La elfa solo sonrio poniendose de pie mientras hacia una reverencia, sin siquiera esperar que le guiaran, marcho al area de los aposentos, donde sin dar mas vueltas al asunto comenzo a escribir.
Tres dias y dos noches pasaron luego de esa charla, y a la tercera noche el Sumo Sacerdote llamo a la asesina a su presencia. Eliaë fue a su despacho, entrando y sin decir nada, solo tomo asiento, sabiendo le informaria la conclusion del asunto.
"Eliaë... el circulo cree que esto es una situacion de cuidado."-suspiro y casi se puede decir resoplo mientras repasaba algunos pergaminos.-"La Legion Argentea no es algo que tomarse a la ligera... Y menos aun con lo que nos informaste acerca de los Zhentarims" -nego varias veces a modo de desaprovacion, mientras Eliaë fruncia levemente el ceño, a la espectativa dada su negatividad. "Sin embargo... es una zona que nos interesa grandemente. Y que como bien dices, deberia tener una presencia mas fuerte de nuestro dogma"
"Hace varias decadas comenzamos la construccion de un complejo subterraneo parecido al que ves aqui, pero que nunca terminamos por diferentes motivos. He despachado varios hombres a que tengan todo listo... Financiaremos este proyecto, y tu estaras a cargo de hacer presente el Dogma, asi como tus compañeros que alli se han quedado."-hizo una breve pausa, observando nuevamente los pergaminos- "Pero, el circulo esta preocupado... dado que es una situacion de mucho peso y aun eres joven,no importa lo mucho que hayas aprendido... es por eso qu.."
La elfa levanto un dedo entonces de forma repentina, pidiendo silencio mientras observaba de reojo los estantes de libros... cuando de su cinto saco una daga y la arrojo contra ese mismo lugar, clavandose en seco. A centimetros de la daga entonces, las sombras comenzaron a disiciparse a no mucha distancia del suelo, una pequeña y familiar figura que sonreia abiertamente y tomo la palabra- "EsPorEso..."-dijo de forma rapida y sin hacer pausa, luego aclarandose la garganta. -"Que han llamado a Dante, o sea yo, para vigilar el desarollo y darte la mano en todo lo posible, tan tan"-termino con un tono casi cantado el gnomo de mirada escarlata, observando a la elfa que tan solo pudo dar su mas grande sonrisa "Buen oido elfita, buen oido vayaquesi. Sabia seguirias mis pasos algun dia."-rio entonces abiertamente, siendo que tras largos años al fin cruzaban caminos nuevamente Dante y Eliaë.
Con la promesa de tener todo preparado, y sabiendo tendria que esperar al emisario con el aviso de que todo estaba listo, partio hacia la Marca Argentea nuevamente acompañada de varios hombres mascaritas que fueron puestos a su cargo, y quienes no preguntarian sus motivos y solo ejecutarian las acciones pertinentes.
"Es hora..."-se dijo a si misma cuando iba a galope- "La Luz de Jade tomara forma... y la Marca sera vigilada por el señor Sombrio de una buena vez..."
La noche caia por cuarta vez desde que la asesina habia dejado atras la fria villa de Nevesmortas, alejandose de las tierras de la Marca Argentea. El galopar de Umbra, su negra corcel, se dejaba escuchar solo para aquellos que se tomasen el tiempo de querer hacerlo.
Neverwinter, ese era su destino. Fue no muy lejos, en Luskan, donde recivio sus primeros pasos en entrenamiento marcial, y el unico lugar donde sabia podria solicitar la ayuda que requeria.
La iglesia de Mascara, tan rica y poderosa como discreta. Un culto el cual ni dioses supuestamente mayores en jerarquia podian igualar, tanto en fe como en recursos. Un culto que debia estar presente en una tierra tan rica como La Marca Argentea, donde mas de una cosa pasa entre las sombras, por tanto eran incunvencia del Dios de las mismas.
Tiempo llevaba sin pisar un templo a su Dios, asi que debia hacerlo como solo una mascarita fiel lo haria, utilizando los dones sombrios de su señor.
La entrada, los restos quemados de una torre donde habian varios vigias haciendose pasar por mendigos. No fue tan dificil como creyo el pasar desarvertida por ellos, incluso dandole tiempo entre las sombras para buscar con la mirada la trampilla oculta. Al dar con ella, solo fue cuestion de distraerles con el ruido de una roca que lanzo a lo lejos y adentrarse por los humedos pasadisos.
Descendio bastante, perdiendo la cuenta incluso de los metros transcurridos. Cruzandose de vez en vez con algun compañero,pero sin revelarse a ninguno, hasta que llego al corazon del templo. Una gran sala llena de monedas de oro y joyas, por el mismo suelo, por los alrededores en montañas, cofres abiertos en honor al Dios Sombrio. Y todo parecia indicar tendria que mostrarse cuando vio un dedo que la señalaba... desde el altar.
"Una silueta desconocida para mi... Te exorto a que te muestres."- dijo entonces el sacerdote quien le habia logrado percivir al parecer sin problema alguno.
La asesina inco una rodilla en el suelo y dijo a voz firme mientras las sombras se disipaban de su alrededor "Maestro Beren. Soy Eliaë Domeien, discipula de Dante Estaril. Y humilde sierva del Señor de las sombras..."
Murmullos y susurros comenzaron a inundar el lugar, pero era dificil distinguir si eran por la elfa, o por la mencion de su maestro.
"Acercate hija... veo que te has convertido en una mujer digna de las enseñanzas de nuestro Señor" el sacerdote se acercaba lentamente apoyado en un baston, retirandose la capucha que tenia para mostrar su rostro, el cual delataba sus adentrados años humanos.
Eliaë se puso de pie, acercandose con su caracteristica sonrisa, haciendo una reverencia una vez cerca del sacerdote. "He escuchado todo te va de maravilla pequeña. Aunque poco ha llegado a nuestros oidos luego de que llegases a la Marca Argentea."
Por la forma de hablar, Eliaë comprendio que el sacerdote estaba al tanto de sus actividades los 10 años que estubo antes de asentarse luego de que Dante se separara de ella, suspiro entonces y sonrio aun mas abiertamente al saber que no sabian de como estaban las cosas en La Marca. "Es precisamente eso lo que me ha traido aqui... Por que es dificil seguir el rastro de cualquiera en La Marca Argentea por nuestra gran red."
"A que te refieres..."-el anciano fruncio su expresion levemente tomando asiento en uno de los bancos.
"Somos discretos Maestro, pero no tanto para que entre nosotros mismos no podamos contactarnos en una region. Despues de estos años es evidente no tenemos el mismo poder en la Marca Argentea, como lo tenemos en esta region...por poner un ejemplo."
"Somos muchos pequeña, pero aun asi no podemos hacer templos y sedes en cada region. Todo requiere su tiempo, años de planificacion para que no se nos note."
"Años de planificacion que he llevado a cabo Maestro... Vengo a solicitar apoyo de nuestra iglesia para proseguir con el manejo de informacion y recursos de la Marca Argentea bajo el dogma de Nuestro Señor..."-dijo decidida sin tomar asiento, ignorando los susurros aun constantes del lugar, siendo que los acolitos atendian muy bien al intercambio.
"Eliaë, son muchos los factores a considerar en este tipo de situaciones... Y bien sabes no puedo ofrecerte de nuestros recursos solo por venir aqui. Eres bienvenida, estas en casa. Descansa, y redacta un informe completo con todo lo que debamos saber. Tengo que consultarlo con los demas sacerdotes"
La elfa solo sonrio poniendose de pie mientras hacia una reverencia, sin siquiera esperar que le guiaran, marcho al area de los aposentos, donde sin dar mas vueltas al asunto comenzo a escribir.
Tres dias y dos noches pasaron luego de esa charla, y a la tercera noche el Sumo Sacerdote llamo a la asesina a su presencia. Eliaë fue a su despacho, entrando y sin decir nada, solo tomo asiento, sabiendo le informaria la conclusion del asunto.
"Eliaë... el circulo cree que esto es una situacion de cuidado."-suspiro y casi se puede decir resoplo mientras repasaba algunos pergaminos.-"La Legion Argentea no es algo que tomarse a la ligera... Y menos aun con lo que nos informaste acerca de los Zhentarims" -nego varias veces a modo de desaprovacion, mientras Eliaë fruncia levemente el ceño, a la espectativa dada su negatividad. "Sin embargo... es una zona que nos interesa grandemente. Y que como bien dices, deberia tener una presencia mas fuerte de nuestro dogma"
"Hace varias decadas comenzamos la construccion de un complejo subterraneo parecido al que ves aqui, pero que nunca terminamos por diferentes motivos. He despachado varios hombres a que tengan todo listo... Financiaremos este proyecto, y tu estaras a cargo de hacer presente el Dogma, asi como tus compañeros que alli se han quedado."-hizo una breve pausa, observando nuevamente los pergaminos- "Pero, el circulo esta preocupado... dado que es una situacion de mucho peso y aun eres joven,no importa lo mucho que hayas aprendido... es por eso qu.."
La elfa levanto un dedo entonces de forma repentina, pidiendo silencio mientras observaba de reojo los estantes de libros... cuando de su cinto saco una daga y la arrojo contra ese mismo lugar, clavandose en seco. A centimetros de la daga entonces, las sombras comenzaron a disiciparse a no mucha distancia del suelo, una pequeña y familiar figura que sonreia abiertamente y tomo la palabra- "EsPorEso..."-dijo de forma rapida y sin hacer pausa, luego aclarandose la garganta. -"Que han llamado a Dante, o sea yo, para vigilar el desarollo y darte la mano en todo lo posible, tan tan"-termino con un tono casi cantado el gnomo de mirada escarlata, observando a la elfa que tan solo pudo dar su mas grande sonrisa "Buen oido elfita, buen oido vayaquesi. Sabia seguirias mis pasos algun dia."-rio entonces abiertamente, siendo que tras largos años al fin cruzaban caminos nuevamente Dante y Eliaë.
Con la promesa de tener todo preparado, y sabiendo tendria que esperar al emisario con el aviso de que todo estaba listo, partio hacia la Marca Argentea nuevamente acompañada de varios hombres mascaritas que fueron puestos a su cargo, y quienes no preguntarian sus motivos y solo ejecutarian las acciones pertinentes.
"Es hora..."-se dijo a si misma cuando iba a galope- "La Luz de Jade tomara forma... y la Marca sera vigilada por el señor Sombrio de una buena vez..."