Ciudad de Menzoberranzan… Alli donde todos los rumores y sospechas drows que tienen los de la superficie se hacen realidad… y otras cosas aun mas inimaginables se dan a conocer.
Casas Drow han sabido comenzar y terminar en un parpadeo en este lugar, siempre(o casi siempre) siguiendose la voluntad de la Diosa. Y una de esas casas de las que nunca se hablara mas, es la casa Gode’ath. Rondando las cuatro generaciones, esta casa no parecia tener posibilidad de ostentar una posición importante pronto, pero aun y así, la mayoria de sus miembros tenian la cautela necesaria para no llamar la atención de los demas de forma negativa, así como la matrona dictaba…. “El golpe que no esperas es el mas que duele…”… pero poco sabia ella que esta frase se iba a hacer real para ella y para los suyos.
De entre todos los miembros de la familia, destacaban dos jóvenes Drows… Kel’ira, hija de la matrona y su prima Irae’cice. Estas dos habian sido siempre vigiladas de cerca por la matrona siendo que su educación siempre obtuvo sumo cuidado tanto en los artes de la manipulación como en los de etiqueta. Pero conforme se acercaba el dia en que serian enviadas a las academias, Irae’cice se impacientaba… era una innata… y eso prácticamente la descartaba automáticamente de ser enviada a Arach-Tinilith como siempre habia esperado. Y así fue…
Llegado el dia Irae’cice fue enviada a Sorcere… de donde regresaria a su hogar tras pocas decadas de entrenamiento. Todos hablaban de la innata, impresionados por la prescencia que esta poseia al haber vuelto, incluso les impresionaba que hubiese regresado tan pronto, y poco despues ya era hora de que Kel’ira fuese enviada a Arach-Tinilith a sus 40 años. Pero, no todos vieron los cambios de la innata a buenas… La matrona observo a su pequeña sobrina detenidamente, hasta que un dia le trajo a su habitación, donde charlaron por un largo rato como era costumbre, se acerco y le abrazo por la espalda… observando entonces su cuello, dandole un beso en le mismo… fue cuando noto la aspereza de su piel. La matrona conocia a sus pequeñas, y sabia un cambio habia sufrido Irae… le despidio de la habitación sin comentar nada, pero ya la innata lo habia notado. La matrona le reconocio como una decendiente de Dragon… y eso… seria llamar la atención de las otras casas y preveia que pronto le darian muerte…
Bajo entonces Irae’cice a las mazmorras y los cuartos de esclavos… armando a cada uno y conjurando sobre ellos que su piel fuese tan solida como la roca mientras todos estaban cenando… las armas de los esclavos dejaban escapar lenguas de fuegos, desde espadas oxidadas hasta varas de metal… todas resplandecian siendo hechisadas por la innata…
Esta sonrio maliciosamente, mientras se alejaba del lugar dando paso a la masacre de la casa Gode’ath. De donde solo quedarian dos sobrevivientes… la niña Kel’iira y la propia Irae’cice…
La primera dedicaria sus años a seguir su entrenamiento en el culto caotico a Lolth restandole importancia a la masacre de su familia, si eran tan debiles para ser muertos por esclavos, merecian estar donde estaban. Mientras que la segunda emprendio su viaje a donde pocos drows se atrevian a aventurarse, y junto a ella, logro llevar a varios mas… la superficie… dando paso a la creación de un grupo que solo algunos reconocerian su nombre y cuando lo hicieran lo adjudicarian a cuentos de borrachos… Las Garras Negras… el grupo de drows dirijidos por aquella Semidragón que con solo saber esperar acabo con casi toda su casa…
El nombre de Gode’ath paso al olvido, muchos ni siquiera lo recuerdan y esos que lo hacen lo ignoran, ya que solo es darle alas a los cuentos sobre las Garras Negras…
Kel’ira ha salido Arach-Tinilith y ya no tiene una Casa a la cual llamar suya… pero eso puede arreglarse, dice ella, ya sea ahí o en cualquier otra ciudad… y así es como emprendio su viaje.
~Kel'ira e Irae'cise de la Casa Gode'ath~
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