Un efecto inesperado.

[Belpheron]

La mesa se encontraba manchada de líquidos de todos los colores, que en muchas partes, acababan mezclados, formando manchas oscuras que poco tenían que ver con las relucientes pociones que hacían los maestros alquimistas, pero así, así era como Belpheron dejaba todo tras hacer unas decenas de pociones...Llevaba ya unos meses en estas tierras y aunque había trabajado mucho en este arte cada día veía que las posibilidades eran inmensas, tan inmesas como difíciles de dominar..

Salió de la botica, "por fin un poco de aire fresco", pensó...la ciudad estaba tranquila, casi desierta, decidió dar un paseo y recoger tan sólo aquellas hierbas que se cruzasen en su camino...estaba harto hoy ya de trabajar...

Antes de iniciar su camino recordó los peligros a los que se podía enfrentar caminando a sólas por el bosque, así que como precaución decidió lanzar su último conjuro, aquel que tanto le costó comprender, la convocación de una poderosa araña.

Curiosamente pronto dejó de estar sólo, a pocos metros de Nevesmortas encontró a algunos conocidos, Ratziel, Isawa...y..? quien era ese personaje que estaba caido junto a ellos? Parecía conmocionado, chamuscado, y con el pelo erizado. Belpheron se preocupó enseguida por el estado de ese extraño hombre, por lo visto había sufrido la poderosa descarga de un rayo, y misteriosamente, estaba ileso..¿Una señal? ¿Una casualidad? Alan se llamaba el sujeto, era un hijo del bosque...

Isawa pronto se percató de la araña convocada, primero pareció asustarse o sorprenderse, despues mostró más curiosidad que otra cosa. Belpheron intentó calmarlos contándoles que una convocación como esta no conllevaba ningún peligro, argumentando que un animal domado podría siempre reaccionar ante un susto o un instinto, pero que esta arña estaba bajo su pleno control..Y así lo demostró mandándole varias ordenes..

De repente...la araña comenzó a alejarse de su dueño, sin orden alguna, Belpheron la llamó y esta pareció reaccionar, pero al instante emprendió de nuevo el camino por su cuenta, guiada por una imposible voluntad propia...el mago estaba perplejo..¿Qué demonios pasaba? Nunca se había dado algo así, estaban quedando sus palabras en entre dicho....Por un momento dió la sensación de que la araña quería que la siguiesen pues esta se alejaba y paraba, hasta que al llegar todos a su altura seguía el camino..¿Acaso era una señal más como lo del rayo? ¿Acaso había fuerzas mayores que dominaban hoy el mundo? Belpheron se preguntaba todo esto mientras seguí a su convocación y no al revés....

Belpheron vió de nuevo como su araña se acercaba a él, justo cuando iba a posar una mano sobre esta la araña levanto la cabeza, y de un certero movimiento mordió e inyecto de veneno la mano de su amo, la mano de su creador...Belpheron no podía creerlo, había leido historias sobre poderosos demonios convocados que podían volverse contra sus amos, ¿Pero...una convocación así..?

La araña comenzó a perder el control, y a atacar por momentos a los presentes, Belpheron pensó en desocnvocarla, pero estaba más que intrigado, quería saber que ocurría, le desconcertaba no controlar su propia magia..

Finalmente un grupo de aventureros más numerosos acudió a la zona, empeorando aún más la situación si cabe, por lo que Belpheron acabó desconvocado a la criatura antes de que hiciese daño de verdad a algún inocente.

Este incidente ha dejado muchas incognitas en nuestro joven mago:

¿Es la magia algo aleatorio?
¿Se puede ver influida por fuerzas superiores?
¿Acaso era todo una señal que no sabemos leer?
¿Pudo la araña entender como hablaba de ella como un pelele y reaccionar?
¿Acaso esos productos de la magia tienen conciencia propia?
¿Volverá a pasar?.....Durante todo el viaje posterior estas fueron sus interrogantes...y por cierto, ese día no convocó nada más.
A día de hoy Belpheron intenta aprender todo cuanto cae en sus manos sobre convocaciones, libros, viejos pergaminos, y lo cierto es que ha encontrado algunas cosas muy tentadoras...pero ni las comprende aún..ni se atreve...