La joven Nae

[Lomi]

Cierra los ojos pequeña niña.....cierra los ojos y descansa...., ese eco venía a la mente de Nae una y otra vez, mientras un dulce vaivén la adormecía y acunaba...

De pronto un sobresalto.. la carreta había cogido una piedra y ella se despertó asustada. No iba en brazos de su madre, no dormía placidamente bajo su protección, el vaivén no eran sus brazos...miró a su alrededor y la realidad fue tan áspera que no tuvo más que volver a cerrarlos para sobrellevar su sufrimiento...

Se encontraba dentro de la carreta, estaban viajando, como habían hecho desde que ella recordaba..observó a su alrededor... un montón de objetos sin sentido, cachivaches, ollas colgadas, un montón de yelmos en una esquina, mantas, un jergón, tres barriletes de cerveza, cuerdas...sacos...manzanas... y ese olor, olor a agrio que le recordaba que no se encontraba ya con su madre... miró a la parte delantera, y pudo comprobar que él seguía allí, de espaldas a ella, sin ser consciente de su sufrimiento. Su padre Vardamir, manejaba y dirigía a los bueyes con látigo y con una botella de licor en una mano...
Su amplia espalda velluda no le hacía mas que imaginar si en el fondo era un humano o un orco el que hacía llamarse su padre...
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Los primeros recuerdos de la elfa eran bastantes difusos, paz y tranquilidad en un mundo que ya no existe..., no recuerda como su madre y ella fueron tratadas como meros objetos y compradas por el que ella consideró su padre hasta que el camino de la bifurcación le llevó a Nevesmortas. A pesar de todo ella nunca había bajado su sonrisa y aunque jamás había tenido tiempo de hacer ninguna amistad duradera, aprovechaba su corta estancia en los pueblos, para conocer a cuanta más gente mejor, y hacer amigos rápidamente.. su padre la vestía con ropas atrevidas y la dejaba ir por la población hablando con las gentes para luego ofrecerles sus mercancías y aprovechar el carácter jovial de la pequeña, para vender unos yelmos importados, telas, vinos..y cualquier cosa que se hallara en la posibilidad de ser vendida....
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Vardamir era un hombre de negocios, sin honor ni corazón, Nae para él siempre fue esa carga que tuvo que llevar al comprar aquella elfa que tanto le costó, era insoportable, nunca paraba de hablar, en cambio cuando por culpa de la cría murió la madre, supo sacarle partido a aquella jovencita, y no solo para los ventas, (sonríe Vardamir al recordarlo). Esa mocosa... no tuvo otro momento de intentar escapar que en pleno asalto de orcos, por su culpa la madre salió corriendo tras ella para protegerla, ilusa, no duró ni un golpe de uno de esos orcos, no tuvo mas remedio que dejarla allí tirada entre los cadáveres abatidos y continuar camino con la cría, tuvo un momento de duda, si dejarla en aquel lugar, pero... era graciosa la niña y en breve se convertiría en un buen objeto de venta...
Muchas ciudades visitaron y muchas dejaron, la niña trabajaba bien, era muy inteligente y rápida con los idiomas, eso agradaba mucho a Vardamir y la idea de engañarla para que se metiera en su cama, surgió con tanta facilidad que todavía él duda si realmente ella no quisiera...
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Llegaron a Nevesmortas por el Sur, una gris mañana de llovizna y decidieron acampar su carreta y poner su tienda en Villanieve, por una vez parecía que iban a pasar mas de dos dias en este lugar, Nae estaba encantada con lo que veía a su paso, caballeros de armaduras, magos con túnicas largas, y ¡gnomos! Hacía muchísimo que Nae no disfrutaba de una buena conversación con un gnomo..estaba encantada y deseando terminar de colgar las pieles y preparar el campamento para ir a explorar esta pequeña villa... cuando terminó salió corriendo al oeste, para entrar por la puerta sur a la ciudad. Los campos de cultivo, calabazas y viñas, sonrió luego cogería una para asarla a la cena... al fondo un fuerte ruido metálico se oía y unos herreros trabajaban el metal.... se acercó tranquilamente a calentarse un poco en la fragua, pues nunca antes había visto nevar como en este lugar, nieve lluvia, lluvia y nieve... ella con sus pocas ropas y acostumbrada a un clima mas templado.... tembló junto al fuego...
Se quedó un rato allí, apoyada en la caliente piedra la fragua escuchando a una joven pareja discutir sus amores, y al fondo relinchos de las cuadras de la ciudad enmarcaban ese bello paisaje de vida, después de tanto tiempo...
-¿quien eres? Se sobresaltó al ver a un apuesto y alto caballero, como nunca había visto ella...¿yo? sonrió. ¿Soy Nae y tu?, así es como solía acercarse a la gente.... Mi nombre es Terence Mirna pequeña, ¿que haces aquí?....
Así fue como una gran amistad surgió de la nada, Laura también estaba con ellos...y sonreía divertida a las palabras de la joven elfa.... estos en realidad se convirtieron en los primeros seres queridos para ella, después de tanto tiempo, un fuerte lazo estaba comenzando...