La Marca Argéntea

//me ha gustado, buena historia.

//gracias gracias

*editado* (no me gustó el final feliz)

El vagar... He caminado por la Costa de la Espada y convivido con sus piratas, quienes me han enseñado las formas sutiles de la vida y las no tan sutiles tambien. Un saludo y despedida apropiado para todos ellos es desear viento en tu espalda, un saludo y despedida digno valerosos hombres de mar que se enfrentan día a día con terrores que nadie mas que ellos se atrevería siquiera a imaginar.

He cruzado en frente de la gran milicia de Cormyr aprendiendo de una ves por todas a usar las sombras y el engaño a mi favor.

Cruuzando los bosques cerca a Thay he visto creaturas que se asemejan vagamente a osos, sin entender su naturaleza. Bosques malditos aparentemente.

He visto salvajes hombres que gozan del sufrimiento de otros... les he dejado una muestra de su propio pensamiento... una mano o pie menos no será muy hechada de menos...

Mis manos se manchan de sangre una y otra ves... a veces me da la impresion que algun dios de los panteones se divierte enmarañandome en sus retorcidos juegos.

He matado muchos de mis parientes... si. Elfos solares, pomposos e incapaces de ver por debajo de sus altaneras narices que me han insultado por ser tan solo un media sangre han caido en medio de la noche a causa de una cimitarra que vuela de la nada. Tambien a humanos les he dado fin, mas violadores y locos sicopatas que nada. Creo que mi pasado me ha dado un gusto epecial por matar violadores.

No importa que haga o deje de hacer, la muerte siempre se cruza en mi camino, logrando que le de menos y menos importancia cada ves.

Cambié mis espadas por cimitarras tal y como cambie mi vida despues de matarla. La verdad no las extraño... representan una parte de mi que no quiero recordar.

Por fin he llegado al pueblo que propone un nuevo inicio para mi. Nevesmortas es en verdad un lugar hermoso. Su lluvia sempiternamente purificadora cae sin cesar cantando nuevos e incesantes coros de alegria. Alegria que se que no me pertenece.

Daedelath abre las puertas de Nevesmortas por primera ves, se baja la capucha y mira al cielo. Cerando los ojos musita palabras que resuenan bajo una tremenda lluvia "No encontraré paz ni aqui ni en ningun lugar"
"No habrá paz para mi nunca, pero defenderé esto como si fuera mio"

Jjejej me han gustado, las 2

Saludos

//Me ha vuelto la fiebre y se me ocurrio que sería apropiado contar donde ha estado Dae todo este tiempo.

El Bosque Alto... y todos sus confines, hogar de elfos lunares, hogar de mi madre... pero no el mio. Como logré encontrar mis "raíces"? Es eso realmente importante?
Resalto entre "mi gente", mi linage no es puro y pago por ello. Las caras de odio y miedo me rodean. Esta es la ciudad de mi madre, pero no la mia. Por fin entiendo la razón por la que ella escapó, por la que nunca me habló de ella, de esto...

Que hago aqui? Esa pregunta resurgía en mi cabeza una y otra vez. No era bienvenido, eso era. Y no, no era mi instinto quien lo afirmaba unicamente. También la mujer que me quiso escupir en la cara y los ocho guardias que venían siguiendome lo dejaban muy en claro... En circunstancias normales ocho contra uno sería una pelea desigual, un abuso de poder. En este no fue diferente... No estoy seguro como pero me acorralaron como cucaracha.

"Que haces aqui medio humano?, no eres bienvenido". Con sus espadas largas apuntandome, dispuestas a matarme si les daba la más mínima excusa.

"Dije: ¡¿Qué haces aquí?!" mientras su mano se alzaba al aire y rompía el silencio ayudado de mi mejilla sin darme la oportunidad de responder.

Conoces el odio, Astinus? Es ese fuego que te quema por dentro, es la bestia deseando salir. El odio es la razón que mueve a las masas. Pues el odio es la razón que movió a estas masas. Odio sin sentido, odio instintivo... Odio por ser diferente.

En las manos noté sangre, mi propia sangre... Pero era solo sangre, he sangrado muchas veces antes y sangraré muchas veces más; es cosa de poca importancia. Pero lo que le siguió... Eso es algo que no puedo perdonar.

Una pequeñita, una niña abandonada, huerfana probablemente, otra semielfa. La pequeña se asomó al callejón a causa del ruido probablemente. Es inquietante escuchar gritos y golpes despues de todo. Cuando los guardias se dieron cuenta de que alguien los había visto en tan impropia situación no reaccionaron bien, nada bien. Y al ver que era otra de "mi clase" tomaron la misma actitud. Imbeciles.

Sin permitir que la niña dijera palabra alguna, uno de los guardias alzó la mano con la intención de revivir el feliz momento de hace unos segundos, solo que esta vez no contó con que yo reaccionaría.

Matar es lo que mejor hago, y merecido lo tenían tus matones, pero no podía matar frente a tal creatura, no podía destruir su inocencia por causa de tus hombres.

El elfo cayó, mas no muerto. Sus compañeros, al ver a su jefe en el piso por manos de un media sangre pensaron lo peor, e intentaron darme el mismo fin. Fueron cobardes, siendo ellos siete y yo uno. Ellos con espadas y yo aparentemente desarmado. Fué así como obtuve esta cicatriz en mi rostro y fue así como siete guardias perdieron su dignidad permitiendo que yo escapara con la niña intacta...

Shaya se llama, y sí es huerfana. Pero en ella siento algo, siento una fuerza vital que nunca antes había sentido. Pero eso no te debe importar a tí Astinus, no es ella quien te viene a matar, sino yo.

Así es, no vine aquí a buscar mis raíces, vine aquí a eliminarlas. Astinus Awtumleaf, hermano mayor de Linwis, mi madre. Tu vanidad la exilió. A causa de tu sed de poder ella tuvo que escapar de aquí, de su amado hogar... porque, como se vería ante el reino que el Todopoderoso Alto Sacerdote Élfico sea tío de un media sangre? Así es... fuiste tú quien mató a madre al final. Pero tranquilo, no estoy aquí por venganza personal. Esto es un examen por decirlo así.

Verás, tú eres una molestia para unos amigos míos y si me ocupo de esta molestia, tendre una información muy preciada para mi. Sabias que tengo un hermano? Yo tampoco...

Vamos, no llores... Odio cuando lloran... Muestra coraje por una vez en tu vida... Tío. Miralo de esta manera, con tu muerte ayudas a tu familia a reunirse, a limpiar el error que cometiste hace tantos años.

Supongo que sí se trata un poco de venganza después de todo...

Y no te preocupes mí, yo ya me voy, tengo una niña que cuidar y un hermano que buscar. No, no te estoy perdonando la vida. Tu glotonería ha marcado tu destino. Ese vino que tienes en la mano... Así es, es justo como temes. Te quedan pocos minutos de vida, disfrútalos.

"Horas después se le anunció al pueblo élfico de la lamentable muerte del Alto Sacerdote por causas naturales. Se reporta dos armas perdidas del tesoro del Sacerdote, dos cimitarras.

Y, aunque no es notado por nadie, una niña huérfana ha desaparecido del boque de la luna"

//por concluir