La Marca Argéntea

El tiempo es venerable, muchas veces es odiado, querido o maldito, a veces muy corto y otras veces eterno…
Mi tiempo es eterno cuando estoy junto a vos. Podrían pasar horas, días, meses y no me daría cuenta de su paso a vuestro lado. Yo vivo en su corazón, por vos despierto, muero, lucho, me acobardo y me defiendo. Sus palabras tristes o llenas de alegría, entre rosas o entre espadas, en la noche o en el día, susurrantes, son poesías que el viento me trae. Soy un ingenuo, me hipnotiza su encanto, me derrite el calor de sus palabras pronunciadas por la suavidad de su voz, me enloquecen sus manos acompañadas de perfumadas flores. Anhelo una sonrisa, una acaricia, un beso…oler sus delicados cabellos, y por qué no…deseo que nuestros cuerpos se unan de nuevo en aquel manantial bajo el manto de las destellantes estrellas que cubrían la maravillosa noche. Sé que nuestros ojos hoy no pueden mirarse, sentimos la calidez de los besos en nuestros sueños. Sabéis que cuando la luna se alza, nuestras almas quieren unirse en una sola. Siendo así nuestro amor, un amor verdadero, os confieso que os amo. Eleváis mi ánimo cuando me hacéis reír, y aunque vos tengáis un mal día, no os preocupéis, pensad en mí. Sueño todos los días que despertamos juntos para ver el amanecer, pero cuando despierto, en la primera bocanada de aire me doy cuenta de que estoy muriendo. Siento tanto no poder estar a vuestro lado…aún necesito daros muchas cosas más. Realmente soy afortunado al saber que me amáis, me habéis librado de la soledad que se cernía sobre mí, sin embargo, vuelve a repetirse, pero esta vez sé que alguien me está esperando…

No sé si podré aguantar mucho más esta presión, cada vez el diamante me consume aún más. Ya no poseo la misma mirada firme y segura al mirar a los ciudadanos, soy su protector, quien ha intentado destruir todo a su paso. Consciente de que son acciones no deseadas de una posesión, involuntarias, vuelvo a perecer los susurros en mi cabeza… el remordimiento…
No desesperéis Cynthia, volveremos a estar juntos otra vez cuando acabe toda esta situación…si realmente acaba.

Aún recuerdo aquella bendita fragua en la que nos conocimos.El ocaso hacía acto de presencia y el fuego se reflejaba en aquellla hermosa y triste mirada que mantenías.
A pesar de todas las penurias por las que vos había pasado mantenías la voz firme y serena. Adoptabais una expresión sosegada, manteniendo la calma en todo momento, sin perder la compostura...no sabría confesaros a ciencia cierta que fue lo que mas me impresionó de vos en aquellos momentos ni que día fue en el que me enamoré de forma irrevocable de vos pero...día a día, palabra a palabra ibáis hendiendo en mi vuestra presencia infinita.
Ahora, después de tanto tiempo, os alejáis de mi...vuestra ausencia es como una muerte prematura, como un día sin alba. Y me siento insegura, intranquila....la soledad se adueña de mi y trabajo me cuesta seguir adelante sin recibir noticias vuestras. Los ánimos se estrellan contra el suelo y no tengo ganas de nada, luchando contra mi misma para que un arrebato no me fuerce a salir en vuestra busqueda y ayudaros a deshaceros de aquel vil cristal que nos separa ahora que la vida nos había unido.

Pero...si he esperado toda una vida a encontraros creo que podré esperar aún un tiempo más...mientras recuerdo vuestros movimientos, vuestros gestos, abrazos y caricias...y es que, una vez se ha bebido de la fuente de la gloria la tortura de no teneros a mi lado se vuelve mas cruel y más amarga...
Es oscura la mañana que pasa sin la luz de vuestros ojos



-------------------------------

Yazston