
Immagine di Vera Gentinetta - Titolo: Drow Helyss
character © Elena Gentinetta
art © Vera Gentinetta
Primera parte.
Una suave brisa fresca, cargada con el perfume típicamente dulce del jazmín, saturaba el ambiente. El cielo estaba tranquilo, mientras una hermosa luna llena resplandecía junto al manto de estrellas. Los campos de arroz de las granjas aledañas podían verse tan verdes, bajo el resplandor del astro nocturno, que solo contemplarlos a la distancia sería algo agradable a la vista de cualquiera...cuanta hermosura rodeaba aquella pequeña aldea de campesinos, cerca del río Rauvvin. Una zona repleta contrastes y eternos silencios.
Eldane, era una joven hermosa y radiante, de cabello largo y suelto color carmesí, ojos tan azules como el cielo de verano, y una sonrisa que encantaría a cualquiera. Hija del alcalde de la aldea, Eldane tenía muchas tareas y responsabilidades, ayudando a su padre en cualquier asunto relacionada con el comercio del grano de arroz. A menudo, cuando el trabajo la sobrepasaba, disfrutaba de dar largas caminatas a pies descalzos sobre la hierba, bajo la mirada inerte y melancólica de los sauces que crecían a la orilla del río.
Una noche, Eldane se escabullo sigilosamente de su habitación en la casa de su padre. Pretendía encontrarse con su enamorado a media noche a la entrada del frondoso bosque que cercaba la pequeña aldea.
Tras pocos minutos caminando en dirección a su encuentro, Eldane llego sin dificultad al claro donde se reunirían. Aunque nunca imaginó que su camino se ensangrentaría a tan temprana edad, ni que aquel día su vida se marchitaría para siempre. Al alzar la vista, un dolor terriblemente agudo atravesó su pecho, la escena que presenciaba era algo que la paralizo por el terror. Rod, su joven enamorado yacía boca abajo sobre un charco de sangre, con una daga clavada rastreramente en su espalda, la sangre se deslizaba hacia un pequeño estanque de agua que habia en el claro, pintando de manera cruel los nenúfares que flotaban ahí y tiñendo sus aguas de un color rojizo escarlata, un color que Eldane jamás borraría de su mente. Junto al cuerpo, de pie se alzaban 5 figuras oscuras, cubiertas por gruesas armaduras de acero. Al parecer habían salido del bosque y por lo visto, saciarían su sed de sangre con cualquiera que se atravesara en su camino.
El pánico se apodero de Eldane cuando uno de ellos señaló con su espada, a la joven muchacha, que se hallaba a pocos metros de distancia observando. Sus piernas no respondían, intentó gritar, pero todo intento de resistencia solo fue en vano, dos de los cinco extraños ya la habían inmovilizado eficazmente. Uno de ellos estaba apunto de cortar su garganta con la infame hoja afilada, cuando recibió una orden perteneciente a una voz femenina que lo hizo detenerse del todo. Eldane pude ver claramente el rostro de sus captores así como también el de la mujer que se acercaba a paso lento hacia ella con una sonrisa sádica dibujada en su semblante; cabellos albinos, piel oscura como la obdisiana, ojos rojizos brillantes y rasgos élficos...
-Drows- murmuro casi automáticamente, imaginando con pavor el inexorable destino que la aguardaba. Las criaturas que solo conocía por cuentos y fantasías, los seres que todo habitante de la superficie nunca quisiera encontrarse en su vida, se habían cruzado ahora en su camino.
La mujer, que al parecer lideraba la incursión de elfos oscuros, pidió a sus subordinados que amarraran a la joven y la amordazaran. Con la empuñadura de su látigo levanto el mentón de Eldane para examinar con cuidado su inherente belleza, al parecer estaba cautivada por aquella muchacha y deseaba que fuera su esclava personal.
Amordazada y maniatada, la vida de Eldane nunca volvió a ser lo mismo bajo las tinieblas de la temida Antipoda Oscura, su existencia se había marchitado para siempre, en manos de sus captores varones, con lo que sus deseos de vivir también...