Historia de Ariel, la mediana sacerdotisa.
Publicado: Mié Sep 05, 2007 9:56 am
1. Familia numerosa
Que la natalidad de los medianos suele ser muy alta no es nada extraño en Faerun, ya que una familia mediana tiene de normal entre dos y cinco hijos. ¿Pero qué pensarían los padres al ver a ventaseis retoños por casas y cada uno con sus líos?
Eso pensaba Ariel. Tener veinticinco hermanos, entre medianos y medianas… y todos sueltos por las calles de Noivern, todo una aventura.
Entre los suyos Ariel era una de las hermanas más pequeñas, concretamente la segunda más pequeña. Aunque eran muchos vivían más o menos bien y en felicidad, aunque alguno de sus hermanos mayores solía meterse en líos… Algún dia de broncas con los marineros en los muelles, el otro con el enterrador que tenía cara de ogro y demás travesuras medianas, dignas de Brandobaris.
En casa de Ariel había una costumbre, cuando uno de sus miembros cumplía la mayoría de edad mediana tenia de buscar una profesión… pero nada de un trabajito de una dekhana o una luna, no señor. Un trabajo de por vida, su verdadera vocación.
Y así fue, el padre de Ariel lo tenía todo bien anotado, dentro de poco ella cumpliría su mayoría de edad y como ya había hecho con los demás hermanos y hermanas de su familia, la cogería para recorrer toda la ciudad si era necesario para encontrar la vocación de Ariel, pero había un pequeño problema…
Continuara…
Que la natalidad de los medianos suele ser muy alta no es nada extraño en Faerun, ya que una familia mediana tiene de normal entre dos y cinco hijos. ¿Pero qué pensarían los padres al ver a ventaseis retoños por casas y cada uno con sus líos?
Eso pensaba Ariel. Tener veinticinco hermanos, entre medianos y medianas… y todos sueltos por las calles de Noivern, todo una aventura.
Entre los suyos Ariel era una de las hermanas más pequeñas, concretamente la segunda más pequeña. Aunque eran muchos vivían más o menos bien y en felicidad, aunque alguno de sus hermanos mayores solía meterse en líos… Algún dia de broncas con los marineros en los muelles, el otro con el enterrador que tenía cara de ogro y demás travesuras medianas, dignas de Brandobaris.
En casa de Ariel había una costumbre, cuando uno de sus miembros cumplía la mayoría de edad mediana tenia de buscar una profesión… pero nada de un trabajito de una dekhana o una luna, no señor. Un trabajo de por vida, su verdadera vocación.
Y así fue, el padre de Ariel lo tenía todo bien anotado, dentro de poco ella cumpliría su mayoría de edad y como ya había hecho con los demás hermanos y hermanas de su familia, la cogería para recorrer toda la ciudad si era necesario para encontrar la vocación de Ariel, pero había un pequeño problema…
Continuara…